La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

sábado, 12 de marzo de 2011

Querido diario


¿Quién no ha tenido nunca un diario? Supongo que no todo el mundo pero se que no soy la única que ha escrito sus pensamientos, sus comeduras de cabeza o simplemente su día a día...
Hoy he abierto mi viejo diario, dejé de escribir en el hace medio año y me ha gustado volver a abrirlo y leer algún día en especial. Lo empecé el 10 de enero del año pasado.
Es gracioso ver mis pensamientos ahí reflejados, ver lo que no sabía si pasaría o no y luego cómo sucedía... no sé, creo que todo el mundo que tenga el diario de alguien a mano para leer siempre sentirá esa curiosidad por abrirlo y ver que contiene cada hoja pero... yo he podido hacerlo porque es mío, esta mañana he revisado un poco mi vida, lo que yo era.

Depende del momento de tu vida en el que escribas quienes serán los personajes de cada una de las hojas; los padres, hermanos y amigas siempre se cuelan en alguna historia de ese presente que ya es pasado, o de un pasado que ahora es más lejano todavía: cuando se me da por recordar. Siempre he sido de eso, melancólicamente, pero leyendome me doy cuenta de que he cambiado... muchas cosas que han pasado las dejo ahí, no creo que sea necesario revolver entre ellas.
Aparece gente en mi diario que ni se lo imaginaría, es mi día a día y en el caben muchas personas; relacionadas con la universidad o con otras cien mil cosas.
En mi diario hablaba de todo, hay de todo y no pienso revelar nada. Es mi diario y mi cabeza: solo mío, no veo que sentido tendría hacer público mi intimidad.
Eso sí, hay frases que me han gustado, me han llevado justo a ese preciso momento o me han emocionado,son cosas que me ocurrían y yo escribía cómo las sentía. Dejé de escribir en el porque, confieso, yo utilizaba esas hojas muchas veces para descargar mi pena, mi rabia; hablo también de morriña, de amor no corresponido o solo a medias. Era mi vía de escpe, mi secreto nunca contado, mi modo de salir de alguna parte; cuando esa necesidad se fue, dejé de escribir en él, pero lo guardé porque sabía que algún día leería todo sin sentir lo que sentía mientras escribía, eso era lo que quería: conseguir volverveme apática ante lo que en ese momento me parecía tan importante; quería volver a leerlo solo cuando fuese capaz de entender porqué es ese momento decía eso y entenderlo, solo eso, no quería volver a sentirlo. ¿Me explico? No quería abrir heridas, quería disfrutar leendo y por eso han pasado meses desde que lo cerré.
Creía que más tarde otro me enamoraba cuando en realidad mi mente buscaba un clavo con el que tapar el espacio que me había dejado el otro ya oxidado. Yo escribía enamorada y ahora veo que nunca hubo amor: eso es lo que tiene revisar los guiones, uno siempre ve todo más claro... el problema es que nadie puede detener su vida, rebobinar y volver a empezar ciertas cosas. No rebobiné, es imposible, pero ahora esas heridas ya están curadas... dicen que el tiempo cura todo, yo no estoy tan segura pero al menos si lo calma y yo... no sé qué o quién me hechado la pomada pero no me quedo ni una cicatriz siquiera.
Hablaba mucho también de mi ciudad, de las ganas que tenía de que llegasen las vacaciones para volver a sentir que estaba en casa; hablaba de todo lo que suponía para mí mi hogar, el mar, mi familia... recuerdo (y está notado en el diario) que un día le dije a mi madre "mamá echo de menos todo... incluso que me digas que tengo que bajar a la calle al perro y que llueva... tengo ganas hasta de ir a la compra contigo". Lo leo y me río, jo... que pena daba. (Y que insoportables hice los primeros meses a María y a Pedro que al fin y al cabo el también se comió más de una lágrima) ...
Así es la vida, y así escrito está mi diario. Son horas y horas de metro, horas y horas de autobús, horas metida en la cama alumbrada con el flexo de la rana, horas escribiendo mientras andaba por la calle intentando no chocarme con nadie. Son horas de boligrafo en la boca, de bolígrafo jugando entre mis dedos. Horas de plantearme cambios, horas de narrar... horas y horas.
Lo cojo, cierro el verde lazo que lo guarda, y lo meto dentro del cajón. Me pregunto cuando volveré a abrirlo, seguro que no pasa tanto tiempo.


-Tenía que contarle a alguien que necesito olvidarlo y que, a la vez, me encanta como huele.

-En este tiempo me he reído, he llorado y casi he sido feliz.

-Hay personas que marcan lo que eres, marcan tu vida pero otras... aparte de eso te han hecho vivir, por eso las grabo, porque eso no quiero olvidarlo nunca.

-Me encanta el círculo de Bellas Artes, sus escaleras... va a empezar el teatro y no puedo seguir con esto...

-Descubrí Madrid este viernes de abril...

-¡Hoy se ha publicado mi segundo artículo firmado; en "Expansión" sobre Ismael Serrano y su nuevo disco... ¿podía haber algo mejor? Sí, ¡¡hoy han dicho que al abuelo no se le ha extendido el cáncer!! Los milagros existen. Estoy en Nuevos Ministerios y ya no me da miedo... (27/Abril/2010)

SEGUIRÁN PASANDO... TANTAS Y TANTAS COSAS...



(((maca)))

2 comentarios:

  1. Curioso, Maca.
    UN diario es de lo mejor, ¡debería ser obigatorio tener uno en el colegio, para leerlo ahora, años después y ver cómo hemos cambiado...
    ¡Me gusta el final! ¡¡¡SIEMPRE en positivo!!!
    TE QUIERO, peque.

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  2. Qué bonito! Has visto Rebeca? Es un clásico, de Hitcochk. Ella dice que le encantaría poder tener frasquitos de buenos momentos, llenar con ellos estanterçías y poder abrirlos cuando quieras revivir ese momento. Sería genial verdad? Y un diario es un poco eso! Qué alegría al leer lo de Ismael Serrano, el Círculo de Bellas Artes, las buenas noticias del abuelo... Ay la vida... MUA

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