La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Ellos

Últimamente  me quejo demasiado, y es que podría decirse que tengo motivos para hacerlo; el dolor de cabeza diario parece que quiere quedarse en esta casa a vivir, y como llevo unas semanas sola, se ha empeñado en dormir conmigo.  No quiero empezar a volverme como el enano gruñón que en vez de darme cuenta de que estoy rodeada de otros seis "enanitos" geniales protesto por mi falta de sueño, mis horarios o yo que sé que más banalidades.
Esta claro que si quiero buscar motivos para ser infeliz puedo sacar del bolsillo unos cuantos, eso sí... motivos para sonreír me sobran.
Hoy he vuelto a ser consciente de la suerte que tengo - si es que la suerte existe- con los hermanos que me han tocado. Los tengo de todos los colores y tipos, por lo general son pacientes y escuchar es una de sus mejores virtudes. Mis hermanos y hermanas son a cada cual más diferentes, físicamente me gustaría parecernos más, y que me pudiesen pasar sus poderes más a menudo; esos poderes que son el cariño, la capacidad de estar en todo, el don de dar los más sentidos abrazos en persona y por teléfono... Poderes como la generosidad sin límites, el amor sin límites, la fidelidad sin límites.
Ellos son mi motor tantas veces...

(((maca))

domingo, 28 de diciembre de 2014

Cuatro años sin que estés

Cuatro años sin que estés y no te he olvidado, me sigo emocionando cuando te recuerdo, y sonrío cada día que veo tu foto mirándome. Han pasado cuatro años y a mi me parece que fue ayer cuando me cogías de la mano y me dabas lecciones de vida con solo mirarme a los ojos, con esos ojos tuyos de mar infinito que arrastraban tantas verdades.
Cuatro años sin que estés y todavía no me acostumbro a hablarte en pasado. Cuatro años sin que estés y sigues dejándome sin aire.


(((maca)))

sábado, 20 de diciembre de 2014

Vuelve la Navidad

Ya está aquí la Navidad, hace unas semanas me sorprendía la larga cola diaria que hace la gente para comprar un número en Doña Manolita, los escaparates llenos de nieve artificial y paquetes de regalos de gomaespuma y el frío como anticipación a lo que se nos acerca ahora.
Últimamente me han dicho varias personas que no les gusta la Navidad, no entiendo porqué hay gente que adora esta fecha y otros que no la soportan; entiendo más a los que les gusta. Entre las razones que me han dado los que odian esta fiesta están dos principales: el primero es que les falta alguien, el segundo es que lo ven como un paripé.
Hace cuatro años mi abuelo estaba el día de Nochebuena en una silla de ruedas, le quedaban tres días con nostros, luego se fue, a donde quiera que se vayan las personas que nos dejan un vacío en el alma. Mi abuela lleva fuera ocho meses, y no me acostumbro a estar sin ella, no soy capaz de imaginar cómo vamos a sonreír todos los tíos, primos, sobrinos etc sin los abuelos presidiendo la mesa el día de Nochebuena.
En mi familia estas fechas son las más importantes del año, mis abuelos nos han inculcado el valor de la familia desde bien pequeños y no es que nos reunamos todos -cuarenta personas- por seguir la costumbre, sino porque nos queremos, sin paripes ni medias tintas, somos diferentes pero tenemos algo común, eso que nos corre por las venas.
Luego está mi hermana Candela, con su marido y mi ahijada que vievn a 8000 km y no vendrán estos días, aún así sé que lo celebraran y al fin y al cabo... todos estamos bajo el mismo cielo.
Esta claro que la Navidad esta llena de frivolidades, de publicidad, de una idea falsa de cariño... pero eso no es el espíritu real de la Navidad, ese espíritu que me enseñaban mis padres de pequeña de calzarme unas botas de lluvia e irnos al monte más húmedo de Coruña con todos mis hermanos a coger el musgo más verde para hacer nuestro Belén lo más gallego posible. Ese espíritu de Navidad que consistía en compartir regalos con los hermanos, ese espíritu que llenaba de alegría y gritos de niños la casa de los abuelos.
La Navidad es en su origen la celebración de un nacimiento, no hay nada más bonito que celebrar la vida. Por tanto no entiendo que parezca frívolo un día como este, un día en el que me reúno con mi familia sin importarnos los kilómetros, un día en el que nos reunimos y somos capaces de reírnos y llorar a la vez; de ser felices y sentirnos dichosos.
Es una felicidad melancólica porque no olvidamos a los que no están, pero celebramos poder estar juntos, celebramos ser una familia.
Si la Navidad no te gusta porque no puedes celebrarla con todos los que tú quisieras... ¿que te parece si valoras a los que pueden estar contigo? Y si no te gusta la Navidad por que te parece una escusa para seguir abusando del consumismo... recuerda su origen, y demuestra que quieres a quienes tienes a tu lado a base de besos y abrazos: son gratis y siempre vienen bien.


(((maca)))

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Mi calle

Hoy empieza de verdad el resto de mi vida, esta frase es una de esas que uno se repite una mañana de cuando en cuando, en ese momento de la vida en el que te propones empezar de cero, en ese instante en el que la euforia de un nuevo comienzo es tal que no importa lo que pese el pasado. "Hoy es el primer día del resto de mi vida", es cierto, siempre lo es, pero hoy más que nunca. Me vine a Madrid hace dos meses, sin saber qué sería de mi aquí, que conseguiría, pero teniendo claro que no me iba a ir con el rabo entre las piernas; mi cabeza era una enorme duda con una sola aclaración "Madrid". Esta ciudad ha sabido abrazarme siempre, le debo mi felicidad, aquí soy quien soy realmente. No pretendo que nadie lo entienda, es solo que necesito expresarme.
Lo mejor que puedo hacer es compararme con mi reflejo en el espejo, con nadie más, aunque tenga mi misma edad o deseos los sueños al fin y al cabo son personales y también lo es la fuerza de cada uno. Sin compararme con nadie me puse unas metas: decidí que no iba a vivir de mis padres, decidí que querer a alguien no es solo decirlo, es también demostrarlo y sentirlo así que me vine a Madrid queriéndome a mi misma y a mis sueños, queriendo a los míos más que a nadie. Abrir las alas es fácil cuando el precipicio esta cubierto de nubes y colchones, pero la adrenalina es mayor cuanto más te arriesgues, cuanto más altas sean tus metas, cuantas más cosas consigas solo por tu propio esfuerzo.
Siempre he tenido vértigo, siempre he disfrutado de un paseo a solas con mi sombra, pero a la vez siempre he sabido que si un día me caigo enseguida tendré más de una mano en la que apoyarme.
A día de hoy avanzo, sola, con apoyo pero sola porque así lo he decidido, porque con esta decisión reitero mis ideas.
Hace cuatro años y medio abrí este blog como método de desahogo y expresión libre, para aprender a vivir a mi manera, y aquel día escribí "La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.".
Ha pasado el tiempo y he crecido por dentro y por fuera, hoy es un día importante, hoy doy un paso más hacia delante. Cojo mi maleta y sigo andando, una casa nueva es siempre un comienzo.

(((maca)))

lunes, 3 de noviembre de 2014

Recuerdos cálidos para el primer día de frío

Me cansaba ya tanto calor, llegar a Noviembre con la camisa remangada y con coleta no era tan agradable como había pensado. Las escaleras automáticas a veces se frenan y es costoso seguir avanzando si no te empeñas.Todos tenemos un día malo, el problema es que ese día se convierta en una mala racha o en un conjunto de semanas que acaban confinando en un pifio tu futuro.
No creo en el destino, cada uno nos buscamos nuestra propia suerte; vale, si hoy me cae una maceta en la cabeza yo no habré hecha nada para que esto suceda, pero hablo de un 90% de mi vida, ese 90% lo controlo yo así que yo decido si ese día malo será solo un mal día o se alargará en el tiempo. Si estas mal es porque te da la gana. Sí, soy tajante, pero es que ir titubeando por la vida no muestra seriedad, y ahora que ha llegado noviembre... es hora de ir poniéndonos serios.
Pedía frío, si, yo, la que mataría por un día en la playa, la que muere por un rayo de sol, la que no encuentra sentido a que bañarse en el mar se haga solo en una estación del año. Quería frío y ya ha llegado, ha empezado noviembre en condiciones y estoy deseando tener un día libre para pasear por Madrid envuelta en mi nuevo abrigo. Quiero irme a la montaña -ya que el mar me queda lejos- y disfrutar del frío y del oxígeno puro que creo que existe todavía en algún rincón de la sierra. Quiero seguir así, avanzando, paso a paso hacia delante, no cansarme y seguir teniendo sueños.
Echo de menos a las personas que no están, a esa casa ya vacía a la que probablemente no vuelva - y qué sentido tiene volver si las personas que le daban vida ya no están-. Todavía soy una niña a la que le cuesta aceptar que la muerte suele llevarse a las mejores personas antes de tiempo, antes que cualquier paseo por el centro o en la montaña preferiría dos segundos abrazada a mi abuela, antes que cualquier cosa preferiría volver a ver los ojos de mi abuelo mirarme atento mientras me aprieta la mano. Hay cosas que no pueden ocurrir, hay personas que no vuelven y mi cabeza va a tal ritmo que se me atropellan a veces sentimientos y ganas. Sería genial poder contarle a la abuela que por fin he encontrado un piso nuevo, que me mudo en solo dos días y ver su cara de alegría intentando ver las fotos. Sería estupendo poder llegar a su portal y que estuviesen allí los dos, esperando con ganas mis historias, poder sentarme al lado de ellos en el sofá granate y leerles lo nuevo que he escrito. Poder contarles mis dudas y que con una mirada me las aclararan. Me sigue pareciendo irreal que nunca vaya a poder ir allí y rodearme de la mejor compañía, de la conversación con el perfecto equilibrio entre sabiduría, educación y cariño.
Ha llegado el frio y para variar os echo de menos, procuro hacerlo con una sonrisa y si alguna vez se me escapa una lágrima es mi modo de soltar la rabia contra el tiempo que se ha vuelto en mi contra, con el hecho de no poder seguiros haciendo participes de mi vida. Si me vieseis ahora seguro que os alegraríais por mi.
Ha empezado noviembre, tengo frío y voy a ponerme a andar, siguiendo paso a paso, así entraré en calor. Si pudieseis verme, querría deciros que he tomado vuestro ejemplo. Me pongo a andar.

(((maca)))

lunes, 27 de octubre de 2014

Ya son tres años desde entonces

Recuerdo el día de hoy de hace tres años, cuando vivía España una etapa de crisis más profunda, y es que ahora dicen que vamos en progreso, difícil sería haber ido a peor. Empezaban los meses fríos y el invierno anterior seguía aun atragantado , todos perdimos a alguien y algunos a más de los que habían pensado, -si es que alguna vez uno llega a aceptar realmente que las personas que uno más quiere pueden desaparecer un día del mapa-. Después de un invierno duro llegó un nuevo curso, extraño. Las hojas de los arboles caían mientras tú me pedías un café como escusa para poder contarle a alguien tus idas y venidas, recuerdo que siempre tenías frío y yo no sabía bien cómo hacerte sentir a gusto. Ese invierno era más desordenada que hoy, era más niña y empezaba entonces a entender cómo funciona la vida; a ti te sorprendió igualmente y decidiste escapar de una ciudad de recuerdos para encontrar nuevas metas en esta ciudad donde yo he terminado por encontrarme a mi misma.
Mi ciudad favorita no consiguió encandilarte del todo, quizá es que yo me dejé comprar con facilidad o es que tu no estabas para nada en ese momento; el caso es que ahí estabamos los dos, cada noche en una terraza de Vallehermoso con un café entre las manos, yo temblando de frio  y tu de eso y de soledad. En esa época vivimos también días buenos, digamos que yo iba dejando pasar mis dias como si no contasen para gran cosa, saliendo de noche como si lo máximo que una noche puede ofrecer a alguien sean unas copas de alcohol y algo de baile. Tu fumabas, creo que más que ahora, y desde tu terraza esnifábamos el humo de Madrid, nos reíamos y hacíamos ritmos que en su momento parecían buenas melodías. No teníamos grandes planes, pero íbamos llevando la vida como sabíamos, aprendimos los dos bastante y ahora sabemos que la muerte forma parte de la vida y como eso es así más vale coger una manta y buscar una taza que compartir con alguien que desesperarse y no querer salir de ahí. Para mi no fueron días malos en realidad, te exprimí más que nunca, y atamos lazos que siguen así, fuertes.
Mi cerebro tiene la capacidad de olvidar muchas cosas feas que he vivido o pasado, y subraya de colores las que más me gustan; así, cuando echo la vista atrás solo veo momentos buenos y que me han llevado a donde estoy ahora. Algo tiene que ver el perdón en todo esto, pero eso ya es otro tema. Tú hoy no estas en Madrid, estas en la ciudad que quieres y te va mejor que hace tres años. Yo sigo aquí, me aferro a esta ciudad aunque quemen las calles o aunque el frio que esta por venir pueda llegar a helarme las ganas. Aquí estoy, buscándome la vida, tres años después de aquella noche en la que recibimos un SMS de madrugada que decía que nuestra hermana María iba para el hospital: empezaban las contracciones que serían el paso previo al nacimiento de nuestro sobrino Edu. Tu, nervioso, no me dejaste dormir en toda la noche, así que fuimos en taxi al hospital y como llegamos muy pronto nos recorrimos una y mil veces el pasillo anterior a la sala donde se escucharía llorar a Edu por primera vez.
Han pasado algunos años, Edu ya tiene tres, y tu y yo seguimos buscando algo de calor dentro de una taza.


(((maca)))

jueves, 16 de octubre de 2014

Historia de nada

Era guapo, y hablo de él en pasado no porque ya no viva, por supuesto que vive y apuesto a que le quedan por vivir mínimo el triple de años, sino porque para mi no existe realmente, digamos que no es accesible. No hablo desde el rencor, en absoluto, tampoco soy negativa, pero él ocupa menos en mi vida que Andrés Velencoso por ejemplo. En común tienen que son infinitamente guapos, que son esa clase de hombres que ves por la calle en traje y aunque no sepas quién es le miras, y da igual que seas hombre o mujer, que estés soltero o con pareja, no puedes evitar mirarle y pensar "que belleza". No importa que vaya en chándal, que este sudado o acabe de salir de la ducha, que este sonriendo o mire a el suelo cabizbajo: él es guapo, infinitamente guapo, ya tiene mucho ganado.
Eso de que no existe en mi vida suena traumático lo sé, pero de Velencoso puedo saber sus gustos y deseos si me sumerjo en la web, si le sigo en Instagram sabré que adora a su perro y dónde le gusta pasar sus vacaciones. Sin embargo del chico que hablo no se nada, y es por ello que no ocupa espacio en mi agenda. En cierto modo esta decisión la tomé yo el día que me crucé con él en ese maravilloso espacio.
Era una noche de esas que estas en la calle porque necesitas que te de el aire frío en la cara, que no te importa que este contaminado ni tener que tragarte el humo del apestoso que se te ha puesto al lado, una noche de esas que sales a disfrutar con las amigas, sin planes de llevarte un ligue del brazo, con la única idea de disfrutar y reírte de todo. El local estaba lleno y quieras que no siempre buscas -aunque no quieras- una cara que te diga algo; yo no vi solo una cara, vi un cuerpo entero, una sonrisa perfecta, una nariz del tamaño exacto. Vi una camisa impoluta y unos vaqueros lo suficientemente ajustados como para ruborizarme al verle pasar por mi lado. Pasó muy cerca y mi olfato se desmayó a su paso.
Soy de esa clase de personas que no se fijan en los chicos perfectos, sí en los guapos claro, en los atractivos ¿alguien de primeras tiraría el primer dardo al feo? No creo... Pero soy de esas que la belleza llevada al extremo le impone, hasta tal punto de no atraerme; quizá por sentirme inferior, quizá porque en cierto modo creo que si tiene tanto por fuera tal vez necesite mucho por dentro... Es injusto lo sé, pero creo que hay demasiadas chicas en el mundo interesadas en esta clase de chicos como para que mi decisión pueda importarles. No sé, el caso es que me sale así, cuando veo a un chico de esos que quitan el hipo, que hacen que tuerzas el cuello, que sonrías "sin motivo" y que la temperatura de tu cuerpo aumente en milésimas de segundo un par de grados suelo echarme atrás un par de metros y seguir disfrutando, sin acercarme al peligro.
Lo veo así, esa clase de chicos para mi llevan escrito en la frente un cartel de "caution" porque si me acerco a ellos suelo acabar lamiéndome heridas como un gato, así que aquella noche le observé con cuidado.
La historia no da para más, volvió a pasar por mi lado -o quizá fui yo quién le rocé con el brazo- y los dos sentimos esa electricidad que fluye a veces por los cuerpos; al fin y al cabo nosotros también somos máquinas. Sentí el escalofrío y le miré a los ojos, creí haberme enamorado. Él me sonrío y me fui de allí, no quise saber qué podría haber pasado. Probablemente nada. Probablemente todo.

(((maca)))

jueves, 9 de octubre de 2014

Sigo esperando mi tren

Sigo esperando mi tren, no estoy sentada en el banco de madera vencida, me muevo entre los andenes pero hoy me he cansado de caminar sin encontrar una puerta que se abra a mis pies. He descansado, me he sentado y resoplando he mirado este cielo contaminado y me ha recordado al de Coruña. Puede haber quien no entienda porqué estoy en Madrid, no voy a dar más explicaciones aparte de que me veo aquí y no en la ciudad del salitre, por mucho que me encante y eche de menos ver temblar al Estadio de Riazor.
Puedo parecer una sin techo, una marinera que se ha perdido por dejar atrás el mar y la infancia y adentrarse en esta jungla que es Madrid y que tanto, tantísimo me gusta.
Hoy me he puesto a llorar porque se me había acumulado en el pecho la sal de las lágrimas que he ido ahogando en este último tiempo, tiempo y días en los que como siempre he sido muy feliz, a pesar de todo lo "malo" que pueda ocurrir o de que no se me cumplan los sueños pasando la tarjeta VISA entre las manos del aire.
Sigo esperando mi tren y no me canso de mirar al cielo, pero hoy el día se ha nublado y otro sueño se ha desvanecido. No me canso, quien quiera mandarme de vuelta a casa no me conoce, me han forjado de hierro y llevo grabado en la frente que "el que la quiere la consigue".
Aquí estoy, en un pueblo -¿o es esto una ciudad?- a las afueras de Madrid buscando mi tren. Sé que un día me reiré de esto, algún día que cada vez esta más cerca, ese día en el que habré logrado eso por lo que tanto he llorado hoy y por lo que no voy a rendirme.
Madrid abrázame que hoy tengo frío.


(((maca)))

martes, 23 de septiembre de 2014

"Se busca trabajo" o "se cumple un sueño".

"No sabes lo que es la vida hasta que tienes que empezar a ganártela" - a trabajar vaya-.
"No conoces el significado de la vida hasta que no amas"
"El dolor, a veces, da sentido a la vida"
He encontrado trabajo y hoy, que es mi día libre, me ha tocado amanecer a las 7 de la mañana.  Habrá días que entre a trabajar a la hora que hoy he amanecido así que aunque ahora este muerta de sueño tendré que dar gracias de no haber tenido que salir hoy a las 6:10 de casa, como haré varios días de la próxima semana. Supongo que ya voy sabiendo qué es la vida, aunque a mis 23 años no me haya enamorado.
A día de hoy mi frase es "estoy buscando otro trabajo para compaginar horarios y sueldo". Claro, la vida aquí no es fácil -dicen- yo digo que es adictiva. Madrid es todo lo que dice Sabina, lo que te prometió La Fontana de Oro y lo que pinto Goya. Madrid son versos en forma de edificios y en gente que te llena la paleta de colores. Madrid no son pinturas negras a dia de hoy, pero son sueños desvanecidos en muchos casos, sueños latentes que se duermen y vidas que van de un lado a otro sin saber muy bien porqué lo hacen, respondiendo simplemente al acto del deseo más simple de todo ser humano: la supervivencia.
Yo he conocido Madrid en traje de luces, repeinada y dispuesta a comerse el mundo conmigo, y la he conocido en días grises en esos en los que uno duda si salir a votar o quedarse en casa lamentándose por la humanidad. Tan solo he vivido la ciudad más polivalente que podía conocer, y como en  Madrid me han crecido más los sueños que las piernas no puedo quejarme si he de acostarme antes, o dormir menos. Madrid me acogió indiscreta, y yo le regalé todos mis besos. Madrid es la razón más concreta de todos mis despertares con el pie derecho, Madrid es la niña más bonita que me ha guiñado jamás un ojo.
Ella es fiel, coqueta y culta. No es de esas que por hacer nuevos amigos te deja de lado, sabe aceptarte y sin saber muy bien cómo se adapta a ti y tú a ella hasta llegar a formar una masa indiscutible que hacen que muchas personas que no han sabido besarla no sepan responder muchos porqués. Cuando Madrid te acoge- antes o después siempre lo hace- no tienes que ponerle peros ni dudas, deja que te enamore y sé feliz con ella. No hay mayor simpleza ni receta de autenticidad en una decisión que te cambiará la vida.
Estoy buscando otro trabajo, para compaginar horarios y sueldo, para hacer algo más que sobrevivir en esta ciudad, para cumplir mi sueño, para ser quien soy realmente en la ciudad que me ha robado el sueño.

(((maca)))

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Único

Antes de haber besado al primer chico de mi vida uno que me encantaba me dijo que yo era rara, me sentó mal porque era una niña y el calificativo "raro" no suele agradar ni a los adultos. Después matizó y me dijo que ser rara es ser diferente, era también un niño así que a día de hoy le disculpo por decirme "rara" y no "diferente", "especial" o "única" incluso. Acabe tomándolo como un halago y bueno, al final nunca nos besamos, pensé que tendría que aprender más vocabulario para que eso ocurriera.
Yo era una niña repito, y lo que podía hacerme diferente era quizá el colegio al que iba, la música que escuchaba, las preguntas que le hacía... no lo sé, tal vez lo que me hacía ser así para sus ojos era que no había besado todavía a ningún chico.
Todos queremos diferenciarnos, recogemos esa chaqueta vieja de nuestro padre que está metida en una caja que huele a humedad y a tiempo y la utilizamos sabiendo que lo más probable es que seamos los únicos en toda la ciudad que la llevemos por la calle -las chaquetas que se vendieron en 1950, o bien perdieron su vida hace años o siguen escondidas en alguna caja del desván esperando a desintegrarse-. Nos queremos diferenciar tiñéndonos el pelo, haciéndonos el tupé más alto, poniéndonos los tacones más vertiginosos y escuchando música que oye, tal vez nos guste, pero reconozcamos por favor que todos nos lo pasamos bien con las orquestas del pueblo, los conciertos que ofrece el ayuntamiento de cantantes que salieron de O.T. creyéndose estrellas y han acabado estrellados.
Queremos ser diferentes porque queremos ser especiales a los ojos de los demás, queremos ser innovadores y no hacemos más que seguir las modas. Ey!, me gustan las modas, pero las adapto a mi. Sigo escuchando José Luis Perales una vez al mes aunque no sea "trendy" o todas esas palabras que se utilizan para definir categorías dentro del rebaño.
Y no quiero hablar solo de objetos, sino de personas, que es de lo que más me gusta hablar realmente. No podemos dejar que nuestros gustos y preferencias dependan de lo que otros quieran, no podemos caer en la trampa de creer que ser como esos maniquíes sin vida de los escaparates nos hará felices. La felicidad está en las personas, no en los objetos, podemos mejorarnos a nosotros mismos y ayudar a los demás a ser felices, pero unas zapatillas Nike nuevas super modernas con doble airbag y no sé que más no nos van a ayudar a ser mejores ni más felices si tan solo nos las ponemos con el pantalón por el que tuvimos que dejar medio riñón en la tienda para pagarlo y la chaqueta de 1950, sí, esa que huele a rancio pero que te hace único. Prueba a utilizar esas zapatillas para correr, para volar más lejos, para superarte, para descubrir que las metas se alcanzan, para comprobar que siempre hay nuevos retos.
Y un día sin esperarlo alguien te dirá que eres diferente, especial, tal vez único, y entonces entenderás que ahora que eres adulto simplemente eres auténtico.

(((maca)))



miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mariposa surrealista

Estaba recogiendo mariposas, es lo que hacemos aquí, nunca me he planteado porqué lo hacemos, es nuestra labor supongo, no hay más.
Nunca hasta ahora se me había ocurrido dejar a una escapar, se fue lejos y mientras se alejaba volando envidié su libertad.
A veces solo tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos para volar hasta donde queramos. El polvo de mariposa no es necesario para volar y hacer resplandecer todos tus vivos colores, basta con ser tú mismo y tener claro qué quieres conseguir de ti. Las trampas no son tu enemigo, es la flaqueza y el desánimo propio, no dejes de volar y hazte saber que llegarás lejos.

(((maca)))

jueves, 4 de septiembre de 2014

Septiembre inconexo

Cada año a estas alturas escribo una entrada hablando de nuevas oportunidades, de nuevo curso y nuevas metas. No es nada original ya que todo aquel que tiene un blog suele hacer algo parecido: despedirse del verano y cargarse la espalda de recuerdos y nuevos objetivos. Suelo proponerme ser más ordenada, y vivir con más intensidad los días, poco a poco soy más consciente de la importancia de las ideas y los actos de cada uno, de que la vida o se vive o se pasa, de que ya es tarde para algunas cosas pero que el "hoy" está lleno de oportunidades.
Suelo escribir en septiembre una promesa de que iré todos los días a clase, de que haré saber a los profesores quién soy y lo que valgo; luego eso se va haciendo complicado a medida que van pasando los meses y al final... veo que han pasado cinco años y ya no puedo escribir ni prometerme a mi misma que seré una estudiante excepcional. No, ya no puedo, y es que ya no soy estudiante. Esta vez sí me marco objetivos nuevos, no rehusados, empiezo una nueva etapa y puedo afirmar que será maravillosa, porque sé que si me lo propongo el día a día será una caja de sorpresas tan agradable como los bombones de Forrest.
No me gusta empezar algo pensando "lo que no pudo ser", sino "lo que ha sido". Tras cinco años me llevo una licenciatura de periodismo bajo el brazo y miles de experiencias de todo tipo que han hecho que hoy este aquí orgullosa de vivir lo que he vivido, y más importante que eso, de vivirlo tal y como lo he hecho.
No creo en los arrepentimientos, en eso de "si pudiese retroceder el tiempo no hubiese hecho aquello"; no, soy humana y por tanto imperfecta, pero de cada elección y de cada momento vivido se aprende, y no veo sentido alguno a desprestigiar lo aprendido.
Tengo un objetivo claro: VIVIR -con mayúsculas-, dar siempre lo mejor de mi, y no cansarme de tener aspiraciones.

(((maca)))

martes, 15 de julio de 2014

Instantes

En mi mente esta la guitarra que va a venir, y sin sonar la escucho, detenida a unos metros de las olas, insertando entre traste y traste palabras como "calma" y "cielo". Las nubes y la niebla se despidieron, no espero a nadie y nadie me va a esperar.
El mar repta como queriendo abrir paso a caminos nuevos, a mis pies sacudiendo la arena, a las algas que juguetean con los pequeños cangrejos que suben y bajan las rocas, invisbles para todos los que vienen a disfrutar aquí del sol. La marea ha llegado al punto de cambio, parece que ahora quiere subir y sacudirnos las ideas. Desde donde estoy mi mayor problema es no ser pez para poder pasarme los días con Neptuno, así que cada pequeño, diminuto y breve instante de soledad lo disfruto hasta extasiarme.
La playa esta espléndida hoy, ella sabe que para mis ojos siempre ha sido la mejor, pero hoy se me muestra radiante, como para que hable de ella, para que la mime, a cambio de dormir aqui mis sueños, con ella.
Escucho una risa de niña y vuelvo a pisar con los pies la arena, puede ser que alguien rubio y diminuto si espere que le haga caso.

(((maca)))

martes, 8 de julio de 2014

A ti, periodista

Parece que fue ayer cuando eras niño, y que fue hace bien poco cuando decidiste que lo tuyo era el periodismo. Te gustaba escribir y salir en primer plano en cualquier video familiar o con los amigos. La clase de lengua se te hacía más amena siempre que había que redactar qué habias hecho el fin de semana o que tal lo habías pasado en las vacaciones. Tus compañeros del colegio envidiaron siempre tu labia y tus ganas de querer conocer siempre más, de ahondar siempre en cada hecho. Tu sueño no era ser futbolista, era poder locutar los partidos, tu mayor afán no era desfilar como modelo sino informar qué se llevará cada temporada. En realidad lo que siempre has querido ha sido escribir un best seller. Nunca es tarde, quien sabe.
Ha pasado el tiempo, mírate ahora, hoy te licencias y eres una mezcla entre orgullo y nervios, estas con la duda de qué será de ti ahora... que será de tus compañeros. Tranquilo, se que ahora todo puede parecer un poco caótico, que la crisis no se nos despega y que si tienes suerte de encontrar unas prácticas tienes que dar gracias de que sean remuneradas. No olvides que continua una etapa de aprendizaje, no dejes nunca de buscar lecciones porque no vivirás realmente si no aprendes algo de cada día.
Se paciente, las cosas al final ocurren, porque el tiempo pasa por mucho que quieras detenerlo. Te harás mayor y si te empeñas serás un buen profesional, recuerda que el primer día que posaste esta facultad soñaste con salir de aquí siendo alguien grande. No dejes atras tus sueños.
Estos cinco años te parecen un suspiro y quizá creas que no has aprendido lo suficiente como para salir al mundo laboral, tranquilo, una vez metido en ese mundo serás uno más, porque con la práctica y tu esfuerzo diario te convertirás en esa persona que soñabas ser de pequeño. Pero no te conformes con ser solo uno de tantos, busca siempre la excepcionalidad. Eres ya un licenciado, decide tú si quieres ser uno más o el mejor.
Se honesto, procura ser objetivo y defiende tus principios. No te vendas, el dinero no es más que una excusa de alcanzar una falsa felicidad. Disfruta con cada cosa que hagas, esa es la clave; y nunca te rindas.
Pasará el tiempo y sin darte cuenta estarás haciendo lo que te gusta.
No dejes de leer, sigue escribiendo. No te canses de aprender.
Vive cada segundo como una experiencia, como un aprendizaje.
Te seguiré sorprendiendo

Fdo: La Vida

Marea

Migajas. Migajas de ti es lo que me queda y no sé si quiero que se vayan o seguir esparciéndolas por el cuerpo. A veces juego a que sigues, y a veces sin quererlo sueño contigo. Como si estuvieses sin estarlo brindamos con el vino que se nos quedo a medias, con la copa rota que deje en aquel piso vacío.
El cerebro y el tiempo son fieras indomables que pisan y azotan cada recuerdo, y quiero borrarte y no quiero, y huelo el corcho que deja el deshielo del corazón tras escarcharse, esnifo la sombra de lo que fuimos y me vuelvo algo más vieja.
Luego viene una mariposa que me hace volar bien lejos, me acerca al mar y me dice que escuche las olas que con salitre y cormoranes todo suena más bello. Y contemplo la furia del oleaje, el devenir de la marea y no sé si escucho una gaita o un palmoteo.
Me inundo en el paisaje y me vuelvo fuego que todo lo quema, en mar que pule la roca, en arena que deja que la baile el viento.
Bailo, bailo y me dejo llevar, y con el humo me vuelvo risueña, me río de todo, y de lo nuestro. Y cuento las horas que fuimos menos que dos y más que uno, las horas que no borran las olas, ni el vino, ni las palmadas que dé sobre un recuerdo.
Despliego las alas y vuelvo a volar, me marcho del nido dejando migajas, migajas por si vuelvo.


(((maca)))

Madrid, nos vemos (2 julio 2014)

Cuando uno quiere algo lo hace, sin excusas ni pretextos. Yo quería estudiar periodismo y aún siendo gallega y viendo que la nota de corte de la universidad de Santiago de Compostela era altísima quise hacerlo, nunca olvidaré el día en que me puse a buscar el resto de universidades españolas y vi que en Madrid la nota de corte era mucho menor, un 6 y pico, llegaba de sobra. Antes de saber esto me plantee muchas posibilidades, desde estudiar Historia en Santiago para acabar dando clase en algún colegio, hasta estudiar magisterio; eso de la enseñanza me atrae, pero me atrae mucho más desarrollar mis ideas y plasmarlas donde sea. Enseñando aprenden los que están en clase, si quieren atender, escribiendo pueden aprender y disfrutar tantos como quieran leerte.

Ya dije un día qué supone para mi escribir, lo dije hace muchos años y sigue siendo lo mismo, creo que forma parte del oxígeno que necesito para levantarme cada día y poder meterme en la cama feliz, es la prolongación de mi ser, y si me quitan las ideas y la tinta me cortan las alas; aún de ocurrir eso buscaría alguna otra forma de volar haciendo bolígrafos mezclando las hojas de los árboles con flores de colores y hierba.

Hoy puedo decir que he hecho cinco años de carrera maravillosos, digo hoy maravillosos y hace unos meses no los hubiese calificado de tan buenos; ¿no os pasa también a vosotros que cuando algo se acaba lo veis mejor de lo que fue? No hablo de recuerdos malos, sino de agradables que vuestro cerebro acaba recordándooslos como increíbles, y si de verdad fueron increíbles los visualizáis en vuestra mente como gloriosos. Así ocurre en mi cerebro con mi paso por la Universidad Complutense de Madrid, donde llegué como una niña ingenua, como la que más, que no sabía cómo funcionaba el Metro y jamás había visto a un chino vender “celvesa” en mitad de la calle. Yo era una niña recién salida de su burbuja de algodón, que aunque tampoco tuve la vida tan fácil como las de las princesitas de los cuentos para mis padres y hermanos siempre fue la niña pequeña que había que cuidar y salvar de cada tropiezo. En la adolescencia aprendí que la vida no es siempre rosa, pero hasta que no llegué a la universidad no comprobé que existían miles de cientos de colores.

Me empapé de costumbres y extrañezas que no había visto jamás y aprendí lo mejor de cada cosa –por supuesto ahora sé ir en Metro hasta con los ojos cerrados-. En estos cinco años he crecido, no sé si esta bien que yo diga de mi misma que me he convertido en una mujer, pero soy más mujer que niña aunque sigo soñando. No sé si ha sido gracias a alguna asignatura, a algún profesor en concreto, a alguna canción o poema o al hecho de irme de casa de mis padres y de mi ciudad lo que me ha llevado a ser yo quien decida qué hacer y cómo hacer en la mayoría de los casos. A día de hoy yo tengo mis ideas, no son ideas que me han inculcado mis padres o mi colegio, hoy yo tengo cabeza para ver qué me hace daño y que no, qué es un político hipócrita y qué es un torero sin arte. Sé que es una noticia sensacionalista, y diferencio el amarillismo de toda calidad de información, a día de hoy moriría solo por la idea de familia, esa que me lo ha dado todo y más. Hoy sé que con la educación no se juega, que a quienes se educa es al futuro que un día podrá dar una patada a todos aquellos que quieran gobernar sobre algo que solo debería dictaminar el conocimiento. Y de la vida creo que quien juegue con ella no es un asesino, es alguien que no tiene ni corazón ni mente.

Se me acabó la etapa universitaria, cinco años en los que he aprendido mucho más fuera que dentro de las aulas, pero no echo la culpa a los profesores – he tenido algunos bastante buenos - sino a la riqueza de esta ciudad que me acoge. Madrid es la mezcla perfecta de todos los ingredientes del mundo, no tiene mar pero no le falta salero y a quien diga que aquí todo el mundo tiene prisa es que no conoce lo que es llegar a tiempo. Madrid te hace suya en un momento, y cuando te vas y vuelves de verdad sientes que nunca te has ido. Debo tanto a esta ciudad y a su gente que sé que nunca podré irme de aquí del todo, porque aquí he vivido lo momentos más duros y fáciles de mi vida, el éxtasis lo conseguí aquí y también aquí el dolor más profundo, la pérdida, la angustia, el no saber qué hacer. Aquí me he enamorado a diario y he tenido desamores, aquí he querido y llorado más que nunca, aquí he reído más que nadie.


(((maca)))

jueves, 12 de junio de 2014

Como pájaros volais

Hoy se me ha dado por mirar las nubes cuando atardecía y un chico desde la calle miró a la ventana y se pensó que estaba enamorada, como si tuviese yo espacio en mi cabeza para eso. Estaba contemplando las formas y colores, esperando a que algún pájaro me diese la señal de que sigues vivo. Me recorrió el cuerpo un escalofrío y os eche de menos. Note al viento suave y vi como movía, delicado, las hojas del árbol que casi acaricio. Sentí que queríais mandarme un abrazo pero no me alcanzaba el suspiro del roce.
Es difícil asumir algo que uno no quiere creerse, es mejor encontraros en cada pequeño detalle del día a día. Sé que no me llamareis por teléfono, que no volveré a escuchar vuestras voces más que en vídeos pero de algún modo creo -o quiero hacerme creer- que os escucho aunque sea en otro idioma, desde otro sitio. Dicen que para el amor no hay barreras, así que puede atravesar también desde vuestro mundo al nuestro.
Las nubes hoy eran lilas y malvas y el cielo se tornaba azul grisáceo. Estaba precioso y desde vuestra terraza se vería Madrid fabulosa, aunque bueno, si el Cielo está ahí arriba realmente sin duda vosotros tendréis las mejores vistas.

(((maca)))

domingo, 1 de junio de 2014

Querida nieta

Hace unos meses te acariciaba el viento de poniente, dulce adolescente soñadora. Mírate, lo que para mi es un segundo para ti son años, te has hecho mayor; eres algo más que ayer, creo que más feliz, y sobretodo más consciente.
Fíjate, tu graduación está a la vuelta de la esquina y ya tienes ganas de salir al mundo y de comprobar con tus propios pies que este mundo tiembla. Sé también que tienes miedo, tranquila eres humana, solo tienes que procurar que no te frene, úsalo como motivo para intentar todo lo que hayas soñado. Si tienes miedo cuenta conmigo, de algún modo te estoy rondando.
¿Recuerdas la escena de "El rey león" en la que Mufasa se aparece a su hijo entre las estrellas y le dice que vuelva a su reino y que no le venza el miedo? Yo no tengo pensado hacer una aparición estelar, lo siento, ya me tienes en las fotos, en algún objeto mío que has guardado y sobretodo en tu mente. Llegará el momento en que sin pensar, comprendas que todo aquello a lo que te aferras no es más que aire, que el valor que das a las cosas es algo estúpido. Tú vales oro y puedes transformarte en diamante; pero no tú, sino tu alma y tu mente. Cuando mueras solo quedará tu esencia. Serás mucho más que la imagen de un recuerdo formado con estrellas, serás otra, pero tú misma. Ojalá me comprendieras.
Yo sé que me sientes, porque a veces yo también te escucho llamarme; solo que aquí las cosas son muy diferentes... ya lo entenderás -espero-, dentro de muchos años.
Descubre el mundo como tú quieras, y no descuides nunca a tus padres ni a la tierra que te vio hacerte una mujer. Sé feliz empapándote de cosas buenas, busca siempre lo mejor de ti y aprovecha cada suerte que te brinde la vida.
Prueba lo que quieras pero enganchate solo a las sonrisas limpias.
Descubrirás tu horizonte lo sé, encontrarás a un hombre que esté ahí para ti como yo lo estuve con Beluca, y serás con él mujer y madre. Tal vez te parezca inverosímil poder encontrarme en los ojos de unos niños pero aquí arriba está todo hablado. Sabrás qué quieres y qué necesitas, te tropezarás cien veces y te ayudaremos a levantarte siempre que podamos.
Te veré crecer y me harás estar orgulloso, ya sabes que tu abuela llorará emocionada con cada pequeña cosa que te ocurra, no te preocupes por ella, ambos flotamos igual de bien. El reencuentro fue bonito y ¿sabes?, ya no se me despega. Aquí ella sigue con su acento y con su positivismo, pero multiplicado por siete. Si la vieses ahora te enamoraría su belleza, la misma de siempre iluminada con este estado de paz constante. Aquí no hay gritos ni lágrimas, ni siquiera de amor, porque aquí solo hay amor y es tan latente que no precisa de expresiones para demostrarse; uno lo respira, lo come, lo abraza... es así, aquí el amor te envuelve. El amor es mucho más que lo que tú consideras.
No te agobies si sientes que la vida te aplasta, recuerda que lo único eterno es esto que yo tengo y que al lado de Beluca, francamente, parece breve.
No nos olvides, guardame en cada gota de mar. No nos busques en la casa vacía, allí ya no estamos, nos hemos ido, no llores ese espacio ni sus sombras. Aprende a mirar desde otra perspectiva. Nos veremos dentro de mucho tiempo, pero primero vive para poder contarme después tus experiencias. No dejes de escribir, sé libre, sé tu misma. Yo te sigo leyendo.
No te canses de vivir, no tengas prisa, pero no ceses.

(((maca)))

(((maca)))

martes, 20 de mayo de 2014

Beluca

Las flores de tu muerte se han secado y tengo miedo de perderte. Así es la vida y su fin -o principio- pero yo me aferro a tu suerte y a tus manos manchadas que me cogían con fuerza y me transmitían tanto.
Ojalá seas feliz, ojalá seas consciente, porque no sé dónde habitas -si es que vuelas- pero sé que no me faltas; y si no te lloro demasiado es porque sigues conmigo, en el verde de los ojos o en el pliegue de los labios.
No pediré que vuelvas, solo que me oigas, que me observes, que me riñas y me guíes; aunque sea haciendo formas y señales con las nubes.
Te veo en cada gesto de amor que me dedica la vida, te siento.
No te vayas nunca, que sin ti se pierde la risa en un lamento. Quédate así, aunque no haya cuerpo que abrazar, mano que me apriete o pintalabios tatuado en mi mejilla. Quédate así, en forma de aliento, como beso alcanzable, como un gracias eterno.
Te quiero tanto... Tanto que duele.


(((maca)))

Fuente verde

Madrid brilla entre Cibeles y Neptuno, con su inadvertida fuente rodeada de verde y adornada con rosa flor. Madrid sigue tan preciosa como siempre y yo, tan enfrascada en mi galaxia, a veces solo veo la sombra de lo que soy. Pero aprecio todo rl lujo, los detalles de sus calles, de sus tiendas, de su gente y siento que nunca tengo suficiente a cada paso que doy.
Porque caminar por Madrid no es bullicio ni es jaleo. Porque puedes cruzarte a un rey y a un ladrón; es ciudad de monumentos en manzanas, de gente de todo el mundo que entre prisa y bocinazo busca la calma donde yo la he encontrado. En cada cruce, en cada parque, en ese instante en que un rayo de sol te acaricia el pelo mientras esperas al autobús que te lleve a tu próximo destino.
Aquí siempre buscamos el destino próximo, la siguiente cita, la paz del caos. Adoro esta ciudad tanto como la odié un día, tanto multiplicado por mucho más.
Pienso que es la ciudad perfecta para vivir un amor- aquí en el barrio de Galdós-, en principio este es hacia ella, ya veré si encuentro aquí quién soy.

(((maca)))

Una ciudad y un hombre



Despegas, te vas, vuelas lejos. Tal vez decidí cortar mis alas, o el miedo a un futuro incierto hizo que me las cosiese al cuerpo una noche de esas que me juré odiarte para siempre, una noche en la que te olvidé y te recordé al día siguiente. No sé, el caso es que avanzas y yo me quedo, o me voy no sé hacia dónde, y la distancia se hace eco de la risa del destino. Tengo miedo a volar, el nido se me hace pequeño pero no conozco otro lugar. No creo que haya nada escrito, así que igual que el azar me puso en tus manos, igual que el azar dejó que me agarraras por dentro... de igual manera te aleja.

Acabó nuestra etapa y no recuerdo ese momento, ni cuando fuimos mejores que hoy, ni cuando fui más tonta que ahora y corría tras de ti esperando algo parecido a un final quizá algo más tierno.

Vivir con sueños es mejor que vivir a secas, pero vivir nunca está del todo mal; es ese puente entre un estado y otro, entre el polvo y el aire. Son cosas que aprendí con la muerte, con la ausencia, y con pensar mucho y llorar menos. Hay cosas que se aprenden solo con mirar, otras que solo respirando el cerebro las aspira y las células las multiplican como series de siete.

Tuve sueños, desde aquí arriba se ve todo diferente, desde una perspectiva que asustaría hasta a un trapecista. Tú sueñas y yo no tengo sueño, doy vueltas en la cama y el miedo me vuelve a abrazar, quiere hacerme creer que eres tú, pero sé que no estás. Y venga, otra vez el miedo vuelve y la soledad es triste si dura más de lo que se desea, así que me empujo a mi misma a un vacío a tu lado que no me lleva a otro lugar que a un piso menos del garaje del abismo. Y tengo vértigo, y escalar es cada vez más complicado.

Repaso semanas, meses y años y encuentro el momento del primer "hola ¿qué tal?, de los primeros "adioses", de los portazos en el pecho, de los gritos diversos. Los años me parecen meses y los días segundos, las fotos dicen que estuve ahí, que fui más niña, pero cuando miro al espejo veo una interrogante que no sabe dónde, cómo, ni con quién. Y el tiempo pasa, y a veces tiemblo.

Vuelves, lo desordenas todo y te alejas. Tú vuelas, yo miro el día de hoy y pienso que aprovecharé tus días, el futuro es tan incierto como el escozor del adiós que me dejaré el último abrazo, así que miro de frente a este martes de mayo y dejo que sigan las horas.

Si quieres besamos una botella de vino y te ríes de mi mientras yo sonrío imaginando cada una de tus calles. Y cuando me preguntes "por qué sonríes y no hablas", te haré callar y pensaré "nada"; lo que nos queda.


(((maca)))

sábado, 19 de abril de 2014

Candela

Te juro que si te pasase algo a mi me pasaría también, sea bueno o malo no puedo ni quiero evitar dejar de sentir que eres parte de mi: mi brazo derecho, mi corazón... lo que más valga. No es solo que seas preciosa o diminuta y tan frágil, es que eres perfecta y tan vulnerable a todo... tu sonrisa es la más limpia y cada vez que lloras, aunque sea por hacerme chantaje emocional -que por cierto lo consigues-, se me cae el alma al suelo. Porque cuando estoy contigo soy feliz al cien por ciento, y ya no me preocupa mi futuro, ya vendrá, ni me importa nada más que comprobar que caminas recta y sin tropezarte. No hay nada en el mundo entero que me guste más que tú. Nada.
No te cambiaría por ningún hombre, ni por cientos, ni por una playa entera para mí, ni por un verano eterno, ni por el mejor de los abrazos. No te cambiaría por un helado de after eight, ni por todo el oro del mundo. Eres lo mejor que me ha dado la vida.



(((maca)))

miércoles, 16 de abril de 2014

Lo que dejé por ti

 Nunca me conveció el flequillo que me dejé crecer hace ya tanto, ni me gusta el zumo de manzana. Siento darte la noticia de que cada vez que te dabas la vuelta yo lo escupía en el lavabo o donde fuese, y sino tragaba simulando que como a ti, ese es mi zumo favorito. En realidad no soy muy de zumos, apenas bebo más que cafés y vasos de agua. Pero por ti me dejé flequillo, me teñí de negro el pelo, bebí zumo de manzana y nunca salía de casa sin una buena base de maquillaje. Luego llegaba a casa y me ponía un moño bien alto y con un par de orquillas recojía ese mechon de pelo que desfilaba tan molesto sobre mi frente, me desmaquillaba con brio y me echaba capas y capas de crema hidratante; a ver si así compensaba la sequedad del maquillaje.
Por tí deje de escuchar bulerías y me pasé al otro bando, al tuyo, como quien cambia de ideario en la guerra por no acabar muerto. Yo me he dado cuenta de que me dejé morir en el instante en que decidí seguirte a ti sin darme valor, ni a mis pasos, ni a mis canciones, ni a mis cafés ni vasos de agua.
Hice tanto por ti que nunca supe describir quién era yo realmente, y no tenía más aficiones que las tuyas, ni más intereses que seguir a tu lado.
Que curioso es que nunca me quisiste tanto como a ella, y eso que yo me esforcé por ti hasta el límite... La diferencia tal vez sea que ella se esforzaba para sí, sin ser egoísta pero consciente de que el tiempo y los besos de uno solo uno mismo a de decidir a quién los manda. Ella era auténtica, esa es la diferencia.

(((maca)))

26 marzo 2014

 Me acerco a mi vieja facultad, a la que he empezado a querer de un modo extraño en estos últimos años, y descubro la soledad que hoy le abraza. Nunca la he visto tan sola , hoy el gris del cemento era impacto de tregua y fuego. Había carteles que hablaban de promesas pasadas, incumplidas; pintadas en los muros que gritaban reivindicación y exigían derechos subyacidos.
El derecho a la expresión es de todos, y todos la usamos a nuestra manera. Que cada quien asuma su conciencia. Yo estoy muy a favor de la huelga porque pienso que no es más
que defender mi "yo universitario", ese yo que pisa una Ciudad Universitaria llena de jovenes con mochilas para pasar aquí la noche con el único fin de hacer eco, de que más arriba se enteren de que hay muchos jovenes que realmente no pueden pagar tantas tasas, ni quieren dejar de estudiar porque no puedan permitírselo. Qué queda de lo público, ya no es para todos los ciudadanos.
Yo defiendo la huelga honesta, la que no es violenta y la que es en realidad -salvo esa minoría que destroza toda coherencia de libertad de expresión- no defiendo ni apoyo la violencia, apoyo a aquella mayoría de personas que acuden a la huelga, aquellas que hablan con la boca y no con las manos. Y sinceramente se me pone la piel de gallina al ver a tanta gente, pacífica, de la que por supuesto nadie hablará.
Así seguimos, nos comemos nuestra propia mierda.


(((maca)))

21 marzo 2014



Tenía 15 años cuando la secretaria interrumpió la clase para pedir a la profesora que yo bajase a recepción, que mis padres habían venido al colegio para decirme una cosa. Bajé las escaleras nerviosa, mucho, pero como si no tuviese prisa porque cuando tus padres van al colegio a decirte "algo" una nunca sabe si ese algo será bueno o malo, y por la racha que llevábamos algo me decía que no iba a ser muy bueno. Recuerdo a la directora del colegio y a la subdirectora allí con ellos, las dos mujeres de secretaría tambien celebraban ese algo que a mí no me habían comunicado todavía.
La cara de mi padre no era de entusiasmo o plenitud pero evocaba cierta alegría, le costaba creer supongo que fuese cierto lo que acababan de decirle los médicos una hora antes.
Mi madre se adelantó para abrazarme y medio riendo medio llorando me dijo "Manolo no tiene cáncer".
Se me cortó el aire. Inmediatamente se abrieron grifos de mis ojos y me puse a llorar y a llorar. No recuerdo bien qué les dije, solo recuerdo una emoción enorme, una alegría desbordante  y unas ganas tremendas de abrazar a todo el mundo - incluso a la directora-.
Sí recuerdo cómo meses antes una llamada telefónica de mi padre me hizo saber que tenía cáner de pulmón. Fueron meses difíciles de los cuales la mayoría de mis memorias se reducen a esfuerzo, esperanza y silencios.
Al final mi padre saltó el bache y mi madre y mis hermanos saltamos con él aunque no siempre al mismo tiempo.
Hablo de esto porque hoy siento algo que me ha removido de manera semejante a aquel día que mis padres vinieron juntos a interrumpir una clase de historia. Hoy he sentido que la vida es importante cada día, que las personas que más quiero me quieren sin porqués -simplemente me quieren sin medida-, y que no hay nada mejor que sentir que la vida tiembla a veces para encontrar el equilibrio en una sonrisa.
Aquel día de vuelta al aula me secaba las lágrimas con los puños del jersey, decidí ir al baño antes de volver a clase para lavarme la cara y vi a dos chicas de último curso fumando un cigarro a escondidas. Me preguntaron "qué te pasa" y con una carcajada les dije casi gritando "mi padre ya no tiene cancer". Nada más terminar la frase volví a llorar como si aquello fuese lo más triste que me pasó en la vida. A veces pasa que eres tan feliz que la energía no sabe cómo salir de ti y lloras y ríes a la vez.
Hoy como aquel día he llorado, porque hoy me siento más viva que ayer.

(((maca)))

miércoles, 19 de marzo de 2014

Hoy es futuro

Me preguntan qué haré con mi vida y ya no lloro, sonrío y una duda me hace reír "¿qué pretenden ellos con sus vidas?". ¿Acaso la vida se ve mejor llevando corbata, acaso lo es por tener siempre suficiente dinero en el banco o personas a las que abrazar al llegar a casa? Esto último sí, pero creo que la vida realmente es mejor cuando se vive pensando -lo justo-, amando -al máximo-, y procurando siempre ser mejor -persona-.
Sí, acabaré la universidad en unos meses, evidentemente el "qué hago ahora" se asoma una y otra vez por la puerta de mi pequeña habitación, pero no creo que mi vida vaya a dar un giro crítico en ese momento; quiero decir, puede darlo ahora mismo ¿por qué no? No voy a esperar a tener un papel que diga: "Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid" para moverme, para pensar, para dejar de razonar por un momento y sólo sentir.
Por qué se supone que tengo que tener todo claro en la vida, porqué tendré que querer el trabajo que más dinero me dé. Tengo tantos porqués que mi cerebro continúa trabajando constante, y mi alma mientras vuela por encima de cualquiera que piense que pueda llegar a entenderme.
Adoro mi libertad, la música que todo lo envuelve, los versos al amor y sobre todo aquellos que son crítica, que hablan de realidad. Adoro a las personas que hacen y dicen, las que sólo hablan que no se molesten en acercarse. Adoro este sol y mi capacidad de evadirme de todo tantas veces, de volar aún con vértigo, de alejarme de los edificios y de la gente, de creer que el mar me baña y de volver - cuando yo quiera- para seguir, seguir, vivir y aprender.
Hasta que no encuentre algo que me llene como mínimo al 99% no voy a decidirme, y si decidirse es meterse en una oficina, pasarse 10 horas diarias frente a un ordenador o meterse de becaria en algún sitio no voy a decidirme. Si decidirme es ignorar a mis principios, si decidirme supone más sobrevivir que vivir no contéis conmigo. Nunca. No soy ingenua, sé dónde he nacido y cómo funciona el mundo pero sé cómo quiero que funcione el mío. El color de mis ojos no se apagará hasta que me muera, igualmente mis ganas no lo harán hasta morir. No cambiaré eso jamás. ¿Por qué iba a dejar de seguir el camino hacia la felicidad?

(((maca)))

Principios y propósitos

Vivir en una montaña, que el mar acaricie su falda.
Aprender a querer mejor, sonreír más y preocuparme aún menos. 
No irritarme si me atacan, no dejar que broten lágrimas si vuelco el alma.
Confiar más, cansarme menos.
Creer que soy lo que soy y aceptar que puede existir alguien mejor que quién firma.
Perdonar, aún cuando duela, y ponerme siempre en la piel de a quién perdono.
Aprender que el perdón no se da en exclusiva a aquellas personas que dicen "lo siento".
Ser más dócil, pero no ingenua. 
Aprender, de todo un poco; respirar más aire puro.
Envidiar menos, volar más alto, correr lejos.


(((maca)))

Expresame

Cuéntame qué haces, qué piensas, a qué te dedicas. No me digas qué nombre le han puesto a tu trabajo, no me hables de sueños de hojalata, de polvo que se pierde, de metales que se oxidan. Dime si te detienes en algún momento del día y sin tener que preguntarte qué has hecho te sientes tranquilo. Dime qué te mueve, qué te despierta... y hazlo sin nombrarme ciudades ni monedas; deja que hablen tus manos y tu boca, que tu alma se me muestre para entender las vidas otras.


(((maca)))

jueves, 27 de febrero de 2014

Hipocresía humana

Ayer debatíamos en clase de Redacción sobre el tema de los inmigrantes subsaharianos que han sido tratados no como seres humanos, ni como animales, ni siquiera como seres vivos destinados al peor de los horrores. Unos decían que qué va a hacer el Estado, que qué tiene de bueno que 30.000 inmigrantes se alisten a la lista de personas que viven en nuestro país, o mejor dicho que intentan sobrevivir. Otros decían que cómo se puede hablar así de personas que lo único que han hecho ha sido luchar hasta el final por vivir, que saltan muros con pinchos, son disparados por balas de goma y se debaten entre ahogarse o pedir perdon a un grupo de gente que se cree que por estar un poco arriba son quizá algo más importantes.
El debate no llegó a una conclusión final, y es que lo único que teníamos todos claro es que no hay una solución definitiva a todo esto, y mucho menos una que nos guste a todos.
España está fatal, vivimos una crisis horrible y un cuarto de niños españoles viven bajo el umbral de la pobreza; casi es más común encontrar una familia con gente parada que con gente que tiene un trabajo, y a las familias que tienen más de un hijo se les empieza a considerar chaladas porque ¿cómo van a mantenerles en estos tiempos que corren"?. Anda ya. Que sí, que estamos muy mal, y soy la más privilegiada del mundo por poder llevar cinco años viviendo fuera de mi ciudad, pagando un dinero impensable en otro sitios por un pequeño piso de unos 35 metros cuadrados con suerte, por poder hacer la compra que yo quiero y comer carne y pescado y todo lo que necesite o creo que me convenga. Puedo ir a la farmacia si me duele la cabeza y no es extraño que me vaya a tomar algo con un amigo, que me deje el dinero en unas tapas, en unos zapatos, en un champú que se supone que te deja el pelo como el de la peluca de la modelo del anuncio. De alguna manera todos nos ajustamos, y ya he jurado a mi madre que cuando yo trabaje va a tener la mejor jubilación de su vida, que voy a devolverle todo lo que me ha dado, aunque eso sea difícil, porque no creo que me de la vida para vivir 700 años. (Tiempo que he calculado que necesitaría vivir para devolverle todo el tiempo, amor y dinero que ha invertido en mi).
A lo que iba, que soy afortunada, que quizá no tengo todas esas mierdas que enseñan por la televisión esas personas que nos hacen creer que sin arrugas seras feliz, que con un pelo brillante serás mejor, y que al final lo único que importa es ser un grupo de entes que ni piensan, ni sienten, ni padecen. Con que consumamos basta.
Vuelvo al tema de la inmigración, que no sé dónde esta la solución solo sé que si estamos hablando de vidas no hay más que hacer que dejarles vivir. Quién soy yo para cerrar la puerta a nadie. Y no me creo eso de que "claro, es que ellos se creen que aquí vivirán bien pero no se dan cuenta de que la vida que tendrán si vienen será con unas condiciones pésimas". ¿Y qué vida tienen allí? Lo único que ven a la vuelta de la esquina es la muerte, y si el caso no es tan extremo al menos es como morir en vida. ¿Si tuviesen unas mínimas comodidades, un mínimo para vivir acaso piensa alguien que cruzarían una frontera dejando todo lo poco que tienen atrás -pero que al fin y al cabo es todo lo que conocen y siento como propio- por ser recibidos cómo lo han sido?

(((maca)))

viernes, 21 de febrero de 2014

Sueño o pesadilla

Hoy soñé algo extraño, quizá posible como lo es todo dentro del efímero número de probabilidades que hay de que el planeta vuelva a reunirme contigo. Soñé despierta con tu imagen, en un futuro más lejano que el mañana, más incierto que el próximo año, y más doloroso tal vez que nuestra historia - si es que alguna vez consideraste lo nuestro tal cosa, si es que hubo un "nosotros" cuando se cerraban las cortinas del teatro-.
Soñé no sé muy bien en qué año, pero ya teníamos los dos una edad más que suficiente como para ser padres, es más, la imagen del sueño es un parque de una ciudad sin nombre, yo corro detrás de un niño que intuyo será mio y tu apareces de pronto con otro crío de tu mano y tu sombra eclipsa las palabras de mi boca. Te miro pensando si me reconocerás, y en solo unos segundos me digo a mi misma que los años no me han tratado nada mal y que tienes que reconocerme, seguro, y encima pensarás que el padre del niño tras el que corro tiene que ser bastante atractivo, porque el pequeñajo es precioso. Me miras y me preguntas que tal me va todo, que cómo es que estoy en esta ciudad y que curiosa es la vida que vuelve a ponernos uno enfrente del otro. Hablamos de banalidades y nos despedimos, finjo que tengo que ir a recoger unos pedidos de no sé qué a no sé dónde. Desconozco en qué trabajo, no sé el nombre de mi hijo ni si tendré más, no sé qué ciudad habito pero si sé que te recuerdo bien aun pasados los años. Sé que tu eres ese alguien que todos tenemos en nuestra vida, que nos marca, que nos sorprende, que de alguna manera nos reconforta y nos hace daño.

(((maca)))

Buenos días Edu

Me despierta mi hermana a las 07:10. Pienso que por qué el mundo es tan cruel y tengo que despertarme yo a esa hora pudiendo dormir sin problema. Me meto en la ducha como un zombie y cuando estoy aclarándome el pelo oigo a mi sobrino Edu gritando desde la otra punta de la casa "¡Esta Maca! ¡esta Maca!". No puedo imitar su voz, pero es esa que tienen los niños de dos años cuando ven algo que les gusta mucho: un Pocoyó gigante, a su madre ir a recogerle a la guardería o cuando ...escucha una canción de los Beatles - sí, es un fanático de este grupo y resulta adorable verle cantar sus canciones-. Es increíble, a un niño puedes enseñarle lo que quieras que ellos lo repetirán todo, lo absorberán como esponjas y empezará a formar parte de sus gustos y personalidad. Edu adora los Beatles, y le he enseñado a responder "porque me parezco a Maca" a la pregunta de "¿Edu, ¿por qué eres tan guapo?" . Me lo como, y no necesito ni patatas ni salsa alguna. Es un cielo de niño, tan bueno, tan lindo... aaaaaay...
En fin eso, que estaba yo en la ducha y le escuché emocionado por ser consciente de que yo había estado el día anterior en su casa,pero su sorpresa -lo que él no sabía- es que yo había dormido aquí, por eso de que los niños se meten en la cama cuando los adultos casi casi acabamos de merendar.
´Mi hermana se acerca a la puerta y por los ruidos intuyo que está con mi sobrino, me pregunta que si pueden pasar, me enrollo en la toalla y respondo "claro".
La cara de Edu es indescriptible, solo los que le conocen saben que cara es, esa de felicidad en estado puro, de nervios, de risa floja, de un cierto grado de vergüenza... ya sabéis cual es. Me mira riéndose y dice "¡Es Maca!", y a mi me entran ganas de comérmelo a besos, pero me decido a hacerlo cuando le dice a su madre que quiere desayunar al lado de Maca. es decir ¡a mi lado! Y sí, en el baño, mientras me visto. A él cualquier cosa le parece una juerga, y si a nadie se le ocurriría desayunar en un cuarto de baño lleno de vaho a un niño sí se le ocurre, y lo mejor de todo, eso a Edu le hace realmente feliz, y a mí mucho más.


(((maca)))

jueves, 20 de febrero de 2014

Nuestro territorio

No me duermo, no importa que esté con la luz apagada o encendida, hoy no dormiré facilmente así que lo asumo y abro el libro que descansa en la mesilla: empiezo a soñar despierta. Leo la palabra "libertad" y me viene el discurso de William Wallace a la cabeza claro,y esa frase tan escuchada -y menos puesta en práctica- que dice "tu libertad acaba donde empieza la de los demás".
Llueve pero abro l...a ventana y agradezco el frío. Me fijo en la pared de mi pequeña habitación y siento que, aunque aquí pueda parecer estar acorralada, aquí sigo siendo libre; porque la libertad nace en la mente, y en la mente no ha de haber barreras.
¿Conoces el porqué de que en la antiguedad las casas fuesen redondeadas? No es porque la circunferencia sea la figura arquitectónica más sencilla, sino porque así los perros no se hacían pis en las esquinas. Al menos esa explicación es la que me daban a mí de pequeña. Muchos animales marcan así su territorio, quizá por eso esta pared de la habitación sea redondeada, justo la que está próxima a mi cabeza, porque aquí dentro no hay murallas y puedo soñar con la ventana abierta.
Buenas noches.

(((maca)))

Todavía no lo sabes

"Tú no lo sabes pero de pequeña te soñaba con música en tus manos y poemas en tu boca. Tú no lo sabes pero te busqué y no te he encontrado y por cansada hoy me dedico a buscar otra clase de amores. No te guardo rencor por no haber aparecido mientras que a mis amigas se les llenaban la boca de besos y a mi de arañazos; no voy a mentirte, yo también he hecho daño. No me conformo cuando quiero a alguien, te aseguro que cuando quiero lo hago de verdad, en eso me parezco a la española al besar. Amo hoy la poesía que no me has escrito, las letras que no me has dedicado y las calles de la ciudad que no he conocido en tus brazos.
Tú no lo sabes todavía pero cuando te conozca te diré que toda niña sueña con su principe azul, subido a un corcel blanco que la lleve a su castillo para hacerla reina del mayor de los imperios. Ya te darás cuenta de que estaré contigo a pesar de no tener caballos, ni armaduras ni palacios; tú no lo sabes pero te querré porque no serán tus cosas las que me hagan feliz, sino tú; en cuerpo y alma, y tus sueños, y tus logros, todo lo que por ti mismo has conseguid
Vivo bien conmigo misma, me caigo bien - me soporto - incluso diría que soy la compañera de viaje perfecto, para unos dias o para toda una vida. A veces también resulto arrogante pensando que mis ideas son la única verdad en la vida, pero no hagas caso a las apariencias porque te aseguro que escucho más de lo que leo, que atiendo a más palabras de las que escribo y que si alguien me da una razón para cambiar o mejorar una idea yo lo hago, yo decido. Ya me conocerás, me reconocerás a lo lejos por ser quien lleve un nido en la cabeza y ande con los pies en el suelo."

(((maca)))

martes, 11 de febrero de 2014

Equilibrio

Todo esta en orden, puedo decir sin dudar que estos exámenes son los que mejor me han salido en mucho tiempo, y aunque ahora me veas tumbada y algo seria te aseguro que soy feliz. Espera, me siento y te lo cuento. Siéntate a mi lado, dame la mano. Te echo de menos.
Fíjate que han pasado más de tres años desde que le prometí que sería una buena periodista, desde que me dijo que yo con mis palabras podría cambiar -al menos un poco- el mundo; que tenía que promover mis ideas, cultivarlas, y darlas a conocer a la gente. Recuerdo que le miraba a los ojos, siempre provocaba alguna emoción al otro lado de mi pecho. Le echo de menos, y no pensaba hablar de él ahora pero ha sido acariciar el teclado, escuchar cierta B.S.O. y salirme solos los recuerdos, de otra época muy diferente a esta, pero también feliz, a su manera; porque hasta fue capaz de hacer de su despedida un recuerdo donde refugiarme a veces.
No sé bien cuales eran mis sueños en aquellos días, tantísimas tardes que pasaba sentada a su lado, o más bien enfrente, para poder mirarle fijamente a los ojos. Le recuerdo como si fuese ayer, y es que para mi no hace tanto que estaba a mi lado. Siempre nos decía -a todos- que teníamos que buscar la grandeza, que no nos conformarnos con ser uno más, que teníamos que ser los mejores, luchar por lo que quisiésemos y ser siempre fieles a nuestras ideas. Él nos inculcaba las suyas con tanta verdad que creo que hubiese sido capaz de convencerme de que mi perro no tiene alma.
En fin, yo quería hablar de que soy feliz, a pesar de parecer en calma. Y es que la calma es un reflejo de la felicidad, aunque a veces pueda confundirse con la apatía, la melancolía o la tristeza. Pero ser feliz no es solo gritar al viento, cantar sola por la calle o tener a alguien a quien besar y sentirse amado. Ser feliz puede reflejarse de muchas maneras, y yo lo estoy, lo soy, y leo los poemas de Marwan una y otra vez, y escucho Miachael Giacchino, y Damien Rice, mientras quizá alguna gente podría entrar en coma haciendo lo que hago. Considero que lo que a uno le puede hacer infeliz a otro puede aportarle la mayor de las alegrías, desde hace muchos años no me considero igual que la inmensa mayoría, ni mejor ni peor, solo es que mi amor de los catorce años me definió como "diferente", y solo por decirle que prefería ir a una tetería que beberme una botella de calimocho en un banco. Me quede con eso de "diferente" y quizá a veces parezca muy igual, o muy definible, pero ni yo misma me defino correctamente, quizá algún día pueda hacerlo, cuando deje de correr de aquí para allá con mi mente, cuando deje las letras, las melodías, y los escalofríos. Solo espero que ese día no llegue.
Yo disfruto de esta calma, que no es más que lo contrario a esos nervios que suelen ir acompañados de una vida angustiosa. Lo defino como equilibrio, y creo que es lo mejor que he encontrado.


(((maca)))

domingo, 2 de febrero de 2014

Tu poesía

Ahí te vi, en la calle que besa la esquina de mi portal, como quién ve una aparición o un Ferrari de esos que solo se fabrican uno o dos al año en la otra punta del planeta. Cruzaste la calle, mirando al infinito, como confundido o quizá meciendo en tu mente una idea para una nueva composición; quién sabe. Solo sé que te ví y quise abrazarte, llorar a la vez, y gritar de alegría. Sorpresa, nostalgia, cada poro de mi piel se dilató para dejar erizarse a cada vello. Y tú continuaste caminando, doblaste la esquina y deje de verte, sin haber salido de mi garganta ni una sola palabra. No me viste, no me reconocerías, pero yo sentí al verte que tenía enfrente a alguien muy cercano.
Mi corazón ha ido a comprar pegamento cantando tus canciones, leyendo tus poemas. He soñado con tus letras y he visto el sol con tus palabras. Me he visto reflejada en tus historias, y he odiado a tus ex como si fuesen míos, estoy convencida de que esa chica que te dejo sin aliento en realidad es ese chico que a mi me arrebató el oxígeno de mi habitación.
Hay poemas tuyos que pienso que hablan de mi, otros de quienes me han dado la vida, otros simplemente me hacen sentir tanto que me retuerzo en mil sensaciones distintas. Por eso hoy te vi, como alguna otra vez ha ocurrido, y esta vez ni siquiera he podido nombrarte y pedirte una foto. Me planteé pedirte que esperaras unos segundos y yo podría subir a mi piso, coger tu libro y que me lo dedicases -junto a la dedicación que me escribió mi madre el día de Reyes-. Luego me detuve, te fuiste, y al irte se fueron mis desamores, mi pasado y mi futuro.
Tuve enfrente algunas historias de mi alma, y no supe reaccionar. No te siento como un Dios, ni yo como una groupie, es solo que al verte se me vienen encima tus letras, y cada historia que yo he vivido con ellas, y siento que formas parte de ellas, como si me hubieses escuchado cuando el corazón me escocía, o como si hubieses luchado conmigo cuando venía la cuesta arriba.


(((maca)))

martes, 14 de enero de 2014

Un poco de mi

Hubo una vez que creí haberlo encontrado, al amor de mi vida. Y hubo un día que creí saber cual sería mi futuro. Y durante un tiempo creí saber que la razón de que uno y uno sea uno tiene más que ver con la generosidad que con el egoísmo. Durante años grité haber encontrado la amistad verdadera.
Y ahora sé que no sé nada, que no sé que es el amor auténtico entre dos personas que no comparten sangre y sí saliva, ni qué será de mi mañana, ni si es mejor vestir de blanco o negro. Qué se supone qué es lo correcto, ni siquiera qué es lo que me hace sentir bien.
He divagado suficientes veces sobre lo que es la felicidad, cómo se consigue, de dónde sale... tantas que he empezado a dudar de ciertas grandes teorías, y a inventarme las mías propias.
Porque es cierto, que no sé demasiadas cosas en comparación con la inmensidad de conocimiento que hay abrazando al mundo pero siendo así, una duda permanente, una interrogación gigante en mi cabeza es cuando soy realmente yo. Y nadie puede decirme que he cambiado, porque siempre he sido un poco yo y un poco vosotros. Y disfruto así, sin saber si tomar un camino u otro, pero sabiendo que camino mejor por donde hay aceras.


(((maca)))

domingo, 12 de enero de 2014

Pertenecerme

Me bajo del tren, antes de meterme en la boca metro que me lleva a la estación más cercana a mi casa ya siento que Madrid vuelve a pertenecerme. Siento lo mismo siempre que vuelvo, no extraño nada, parece que he cerrado los ojos y en realidad nunca me he ido.
Pero claro que me he ido, y ahora que vuelvo lo hago de manera distinta a como me fui, con un libro quemado y las cenizas repartidas por mi cama, con una sonrisa a ver si el espejo se cree lo que quiero contarle.
Vuelvo y tengo tantas ganas de hacerlo que se nos corta el aire...


(((maca)))