La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Volar

Voy a estar sola, subida a un avión con decenas de personas, pero al fin sola. Lo que me hace sentirme más vulnerable aquí es la falta de compañía, pero compañía de peso claro, no me vale cualquier sombra. Anhelo una sonrisa amiga, un "qué tal estas" sincero, un "vamos a dar un paseo", y no volver hasta el día siguiente, medio muertas, pero nunca quietas.

Si tuviese que pedir un deseo pediría la tranquilidad que te hacen sentir tus personas queridas, esa sensación que te provocan las sonrisas de tus compañeros de trabajo al verte aparecer por la puerta, esas llamadas de teléfono mientras andas por mitad de Fuencarral y que acaban colgándose cuando os tenéis frente a frente. Esas tardes en las que no haces nada con alguien pero simplemente le tienes, sentada a tu lado, en pijama, viendo una película que tampoco es que te entusiasme, pero sabes que lo que importa no es lo que sale en la pantalla.

Necesito buena compañía , calor, seguridad y confianza. Es por eso que deseo emprender mi viaje, sentirme realmente sola en un avión y comprobar que la soledad, cuando es elegida, puede ser una bendición.

Quiero verme en una cama nueva, sin hablar en plural, ducharme sin prisa sabiendo que nadie después de mi tendrá que ducharse, caminar sin rumbo y con sentido, hacer lo que yo quiera en el momento en que lo sienta.

Quiero volver a hablar conmigo misma, reflexionar; inspirar y expirar.

Quiero apagar las luces y encender una vela y dejar mi mente volar. No quiero agobiarme por nada, quiero conocerlo todo, quiero volver a ser yo. Yo, esa ingenua que de tonta no tiene nada.


(((maca)))

lunes, 5 de diciembre de 2016

Llevo 51 días lejos de casa. No es que haya vuelto a dejar La Coruña por Madrid, es que directamente me he ido de España; y de Europa.

Recuerdo lo perdida que estaba el último verano que era estudiante de periodismo, la cantidad de dudas que tenía en mi cabeza con respecto al futuro... Aprendí que la vida se entiende de una forma tan sencilla como es viviendo, que a veces me complico demasiado y solo con vivir día a día, con la intensidad suficiente, puedo ser feliz y seguir sorprendiéndome a mi misma. Quién me iba a decir a mi hace un año que estaría viviendo a más de 8000 km de mi tierra natal, que hablaría a diario un idioma que no domino, que trabajaría en un colegio... con niños pequeños. Si alguien me hubiese leído el futuro le hubiese dicho que estaba loco. Pero bendita locura.

Quién me diría a mi que volvería a superarme, que decidiría salir de mi zona de confort y dejar atrás la etapa más viva de mi vida por una nueva en forma de gran interrogante.

No pensé que lo haría y lo hice, no pensé lo que dolería la distancia, el choque cultural... y duele, mucho. Pero aunque duele me lamo las heridas y disfruto de lo bueno, que por ahora es más que suficiente y estoy segura de que en unos meses volveré a pensar... "quién me diría a mi ...?" Con otra sonrisa en la boca.

Vivo el día a día, y sigo sorprendiéndome a veces, espero que la vida me sorprenda todavía... 


(((maca)))