La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Alma


Recuerdo cuando hace 15 o 20 años contaba cosas que habían pasado diciendo "cuando era pequeña..." y mis hermanos siempre me decían que seguía siéndolo; yo me molestaba por sus comentarios, sin embargo ahora lo digo y nadie rebate mis palabras. No sé cuando crecí, cuando mi visión de la realidad empezó a parecerse más a los de mi alrededor.
Cuando era pequeña -que bien sienta poder decírlo y que vacío siento al no oir a nadie interrumpir- mis padres me enseñaron que dentro de mi había un alma, que la cubría mi cuerpo como un envoltorio cubre a un caramelo; que mis ricitos dorados eran preciosos pero que dentro tenía algo que lo era más. Yo no entendía de qué me hablaban y aunque durante toda la etapa escolar en el colegio me repetían la misma idea yo nunca llegué a plantearme si realmente eso que decían era real o no era más que otra historia de esas que nos cuentan para intentar hacernos creer que la vida es preciosa y que no existe el miedo; como si el miedo no hiciese de la vida algo apasionante.
Yo era feliz creyendo que cada 6 de enero tres ancianos muy sabios venían a mi casa -sí, sí, a la mía- y se bebían las tres copas de Champagne que les habíamos preparado, se comían todos los polvorones y se fumaban dos de los tres cigarrillos que mi padre les había dejado. Yo deducía que Baltasar, mi favorito, no fumaba, y me parecía lo más lógico que hubiesen ido a mi casa a comer, beber y fumar y que, ya que estaban, colmasen de regalos el cuarto de estar.
A mi me parecía lógico, mágico y muy real que mi padre sacase monedas de sus orejas y que mi madre pudiese hablar con gnomos que se esconden en la ciudad. A mi me parecía cierto que la risa era una medicina y que una cucharadita de azúcar te curaba de todo mal. Hay cosas que todavía creo, quizá sea que sigo siendo un poco niña.
Eso que me contaban de un cuerpo y un alma se me olvida en muchas ocasiones, es como si al despertarme lo hiciese mi cuerpo y no eso otro que forma parte de mi, que es en realidad mi ser, mi esencia, aquello a lo que le pertenece mi nombre más que a nada. Hay épocas de la vida en las que me preocupa mi aspecto hasta tal punto que si no salgo de fiesta con unos buenos tacones no me siento segura, hasta el punto de ir en el metro juzgando -"sin querer"- el aspecto de los demás entre listos/interesantes/atractivos/probablemente grandes personas... según cuanto se hayan arreglado ese día o no, según la suerte -física- con la que hayan nacido. Me siento mal por ello y cuesta un poco admitirlo pero así es, así soy, y a veces me pregunto qué tal llevaré el envejecimiento dentro de 30, 40, 50 años.
La arruga es bella dicen, y así lo creo, pero hay algo -estúpido- que me hace presentir que será un mal día si ese día no me veo guapa, si nadie me recuerda que aunque ya no tengo rizos mi pelo quizá sigue siendo bonito para los ojos de alguien. En realidad, ¿qué importa el aspecto físico? ¿Dice tanto de alguien?
He tenido unos días de vacaciones, diez para ser exacta, y creo que los he aprovechado de la mejor manera. Estaba pasando una época bastante estresante en mi vida, nada del otro mundo pero a mi modo de verlo demasiadas responsabilidades. Salía de casa para ir a trabajar y cuando volvía mi cabeza no podía dejar de dar vueltas a lo que había hecho y a lo que tenía pendiente por hacer mañana, me metía en la cama con la angustia de pensar cómo sería el día siguiente. Dormía y me despertaba asustada, revisando el móvil y mis tareas pendientes y cada llamada telefónica era un golpe nervioso. Me preocupaba mi falta de equilibrio y mi ausencia total de vida social. Amanecía y como me veía con mala cara me maquillaba y una vez pintada me veía mejor, el problema es que me costaba sonreír y por tanto mi imagen no resultaba tan atractiva. Una sonrisa abre más puertas que una llave.
Pretendía hacer todo con agilidad y estilo, sin olvidar un solo detalle, dejando constancia de mi paso por cada lugar al que acudía (al fin y al cabo se reducía a casa-metro-autobús-trabajo-; algunas veces mi ruta se alargaba e iba al supermercado).
Vivía la vida que yo quería, porque en realidad yo así la había elegido pero, ¿realmente quería vivirla de esa manera? No.
Desconozco en qué momento olvidé quién era y desconcté de mis porqués, olvidé la razón por la que me despertaba cada día y solo me limitaba a sobrevivir. Sobrevivía mi cuerpo pero mi alma permanecía en un estado de coma profundo, no vibraba por nada, solo lloriqueaba de vez en cuando sin hacer nada por cambiar lo que me disgustaba.
En mis días de vacaciones solo quería andar, caminar y caminar un recorrido que no acabase nunca, para huir quizá de mí misma y reencontrarme con mi esencia. Para huir de lo que había construido alrededor de mí y que no me servía - rencores, prisas, excusas, limitaciones- y volver a despertar a lo que me mantenía viva: mi alma, mi yo verdadero, llámalo como quieras. 
Estoy descorchando mi alma, puliendo los daños y errores, recordando otra vez quién soy y sobretodo a dónde voy.

(((maca)))

jueves, 15 de octubre de 2015

Te quiero amiga. Estoy aquí. Gracias.


Estamos mal acostumbrados, damos por hecho cosas que no deberíamos tener impuestas en nuestra vida como simples cosas lógicas, fáciles o con derecho a tenerlas. Me despierto cada día con la seguridad de que -a pesar de estar a 600 km- tengo unos padres que a cualquier mínimo grito de auxilio podrían hacerlo todo con tal de aliviarme, y no hablo de malcriarme, sino de la seguridad que aporta el saber que tienes personas en tu vida que aparte de ser tu Norte son tu saco de boxeo.
Yo aparte de a esas personas a las que me une más la sangre que la similitud física tengo a otras pocas que me hacen sentir única. Por eso digo eso de "estamos mal acostumbrados", porque considero que tener la inmensa fortuna de tener a una amiga como ella a mi lado -a pesar de los 600 malditos kilómetros- debería de tenerse en cuenta a diario como un milagro. Sí, un milagro, un hecho extraordinario es para mi tener a una amiga como ella que me entiende tan bien que parece que nuestros cerebros y sobretodo almas están conectados.
Me gustaría ser capaz de sorprenderme a diario con sus frases y ocurrencias que me hacen pensar más allá de mi ombligo, más allá de mis ideas y de las suyas... de las nuestras propias. Pero me acostumbré hace algún tiempo a llamarle cada vez que se me encoge el alma o a compartir con ella cómo mi alma se expande. Es como un desayuno de hotel a diario, como si cada día pudieses llegar tarde al trabajo y como si el autobús llegase a la parada justo cuando tu lo alcances. Ella es esa persona de la que de verdad sé que no me separaré nunca, porque aunque hayamos vivido más días alejadas que unidas en el terreno material... en el otro terreno, ese que no sé cómo se mide pero en el que no importa la distancia, llevamos juntas toda una vida.
Estamos mal acostumbrados porque no somos conscientes de lo afortunados que somos por tener a gente así en nuestra vida, gente como ella que es capaz de hacerme reír aunque haya tenido un día penoso. Persona con la que te entran ganas de aislarte del mundo para volver a conectar con todo.
No podemos olvidar que esta clase de personas, que esta amiga mía, también tiene una vida llena de alegrías y despropósitos como la nuestra , una vida que tiene sus rachas de euforia y sus épocas en las que parece que la semana se compone de siete lunes. Es por eso que no podemos acostumbrarnos a tener el amor siempre de nuestro lado, aunque lo tengamos, vamos a darle un abrazo a esa persona que siempre está ahí dispuesta a darnos uno, dos, tres, cuatro... Vamos a sorprender a esa persona -y por qué no a la vida- y a decirle que la queremos, que gracias a su existencia nuestros días grises se tiñen añiles y nuestras alegrías no se quedan en simples sonrisas sino que estallan en carcajadas.
Para todo, para nada. Siempre aciertas con tus palabras y por eso no se me ha ocurrido mejor manera para empezar este jueves de octubre que diciéndote que siempre procuraré entenderte y el día que no lo haga haré un cursillo especializado en tu mente, para poder ayudarte. Tengo suerte de que mi alma se parezca tanto a la tuya de que hasta ahora al menos no he necesitado esforzarme nunca por entenderte, porque tú y yo siempre lo hacemos. Solo quería decirte que "Te quiero amiga. Estoy aquí. Gracias."


(((maca)))

sábado, 26 de septiembre de 2015

Adolescentes sin infancia




Normalmente suelo llegar pronto al trabajo, pero una cosa es llegar 10 minutos antes y otra cosa es que te sobren cuarenta minutos así que decidí sentarme en un banco a leer. Había olvidado mi libro en casa con lo cual pensé, que como para mi leer y escribir me da un placer semejante, sacar mi libreta y un bolígrafo no sería tan mala idea. Había un grupo de niñas hablando nerviosas a unos metros de mi, no pude escribir nada en cuarenta minutos, solo escuchaba esa voz aguda que taladraba mis oídos contándole a sus amigas -de unos trece años- su vida. Sí, les estaba contando su vida, su corta vida, más corta que la mía, pero de una manera tan increíble que no quería prestar atención a otra cosa, solo podía escuchar esa voz incómoda y esas frases de adolescente que se cree interesante. Pensándolo ahora, algo de interesante tenía que tener, porque me tuvo un buen rato pendiente de sus palabras y ahora voy a escribir sobre ella... pero si lo hago, es por otra razón.

Tenía una voz aguda que intentaba camuflar respirando desde el estómago y forzando la garganta, desde la primera frase deduje que esa niña lleva toda su infancia intentando comportarse como una adolescente, y ahora que es adolescente quiere que su reflejo sea el de una mujer adulta. Decía a sus amigas frases como "sí, bueno, mi padre tiene otro hijo al que tampoco le hace ni caso. Él siempre ha querido comprarme con juguetes y ahora con ropa. A ver, es que mi padre es alcohólico y toxicómano, qué queréis que os diga, probablemente tenga más hijos, yo no lo sé ni quiero saberlo, él para mi no es mi padre. No tengo padre." U otras cosas como "creo que por esto es por lo que estoy con Christian -deduje que era el novio de la niña/chica, si hay gente que con trece años tiene novio...-, al no tener una figura paterna estable yo lo que busco en un hombre es estabilidad y cariño, todo lo que nunca he tenido, y alguien que me diga cómo hacer las cosas".

Me dio una lástima tremenda escuchar esas palabras de una niña, porque al fin y al cabo por mucho que hayas vivido sigues teniendo trece años. Me dio una pena infinita que hablase así de su padre, que no tuviese de verdad ese calor que da la figura paterna, y que le diese igual todo lo que a el se refiere y se lo estuviese contando a otras niñas como si nada, en mitad del pasillo de un centro comercial rodeada de gente que podía escucharla. Y más pena me dio que con esa edad ya se crea que necesita tener a "un hombre" que "sustituya" a su padre. Primero, hablaba de ese Christian más como un remedio para "curarse" que como un novio y segundo, no quiero olvidar que es una niña. Y hablaba con tanta ira y creyéndose con tanta verdad que me daba lástima más que por su padre por ella misma, por esa niña que pudo ser y no fue, por esa niña que probablemente hoy sea adolescente y mañana adulta, y al no haber vivido su infancia como una niña mañana no sé si sabrá vivir como lo que le corresponderá en ese momento.

Escucharla era triste, pero hablaba intentando sacar una carcajada a las otras niñas que la estaban oyendo, estaba tratando sus historias como un monólogo en búsqueda de aplausos, de una risa final, y lo único que creo que necesita esa niña es ser niña, y nada más. Una niña "sin padre", una lástima, pero una niña al fin y al cabo. No me gusta esta moda de que los padres sean amigos de los hijos, de que los hijos sean jueces de los padres, y de que los niños ya no tengan ideas de infante. Dejemos a la infancia jugar con su inocencia e imaginación, no llenemos sus cabecitas de ideas y palabras nuestras, dejemos que sean ellos quienes conozcan la vida y ojalá decidan por si mismos conocer a Peter Pan.
(((maca)))

jueves, 17 de septiembre de 2015

El boulevard de los idiotas

"La verdad me sabe amarga al ver que toda mi ilusión es un monstruo que anda suelto por ahí y que se escapa siempre como tú de mi". Esta frase de El boulevard de los idiotas, junto con el resto de diamantes afilados que desgarra Goñi en la canción, hacen que me tiemble el alma.
Es una de las canciones que más me conmueve, y sin embargo no sé explicar su significado con precisión para quién me lo pregunta; creo que la poesía cada uno la interpreta cómo quiere, yo puedo escribir o decir algo y tú lo interpretarás cómo la vida te haya enseñado a hacerlo.
Yo interpreto esa canción como poesía, como mi historia, como si alguien me abriese el cuore en este preciso instante y pudiese leer su biografía.
Necesito ametrallar el teclado mientras la escucho, como si cada palabra cantada fuese mi realidad a medida que la escribo
"Después de más de veinte años escarbando
y de miles de km de huir
de los fantasmas que a mi espalda llevo atados que intento a golpes de guitarra destruir.
La verdad me sabe amarga al ver que toda mi ilusión es un monstruo que anda suelto por ahí, que se escapa siempre como tú de mi.
Y que se escapa siempre, como tú de mi.
Y aunque me empeñe en encontrar la frase exacta, o el acorde que destruya el hormigón, ¿de qué están hechos el orgullo y la arrogancia y las batallas de vergüenza por honor.
Y me rompo en mil pedazos como un sueño de cristal cuando estalla la verdad contra mi piel, y la noche se desangra en su brutalidad oscuridad, cuando las promesas mueren al nacer. Si el empeño nació ya siendo un fracaso quién lo sabe hasta que no se ve llegar, yo deje mi alma empeñada en una calle sucia y gris, a cambio de este sueño por vivir. Y mil tipos me persiguen locos por verme caer, colocándome sus trampas a los pies, pero me escapo de ellos como de tú de mi.
Como tú de mi."

¿No te desgarra cantar que alguien haya escrito tu historia?


(((maca)))

domingo, 13 de septiembre de 2015

Memoria selectiva

No iba a pensar en ti, y no lo hago, salvo cuando me sorprendo distraída viendo la única foto que guardo de ti. No tenemos ni una juntos, tuvimos una pero por estúpida decidí borrarla, o por inteligente, quien sabe. ¿Has oído hablar de la memoria selectiva? No me hace falta esa foto, si supiese pintar cuadros como soñaba de pequeña la pintaría tan bien que parecería la fotografía auténtica. Quizá tú si la guardes, en algún rincón de "fotos con las que no sé que hacer".
Las mejores decisiones, las más inteligentes, muchas veces duelen y tú dueles más que nadie.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Me quiero

Las despedidas son una mierda, una "M" mayúscula, un vacío desconcertante en el que muchas veces no se sabe cuanto tiempo durará la ausencia o se desconoce si, en el inexacto momento del reencuentro, la vida volverá a ser igual que antes. Las despedidas pueden ser de cosas o situaciones, como despedirnos de aquel tutú o disfraz de action man que usabas cuando eras un crio y que por muchos momentos y cariño que le guardes ya no te vale y en tu armario solo ocupa espacio y polvo, o pueden ser también entre personas. Estas despedidas suelen venir acompañadas de un "hasta pronto" que en ocasiones convierte al "pronto" en nunca. Pero así es la vida, despedirnos de situaciones para aprender a vivir con ellas pero sin cargar su peso.
Una de las despedidas más duras para mi fue despedirme de mi infancia, y reconozco que puede sonar algo extraño ya que no recuerdo cómo ocurrió, solo sé que a veces todavía me duele. Otra despedida dura fue la del colegio, ¡con la de veces que había soñado con salir de aquellas paredes!, al final me costó asumir que me tocaba empezar a tomar decisiones y a ser consecuente con mis ideas y actos. Me despedí de amigas de la infancia para siempre- o al menos quizá hasta ahora- y afiancé mis relaciones más importantes. Hubo despedidas sonadas y otras silenciosas, que hicieron más mella. Otra despedida se asomó a mi vida cuando conocí la muerte como la despedida más tajante, como la más definitiva, como la falta más absoluta de segundas oportunidades, como el consecuente aprendizaje de que todo aquel que nace muere y por tanto, hay que dejar un rastro de vida allá por dónde besen nuestros pasos.
Hoy he vuelto a despedirme de algo y de alguien, de la circunstancia actual de mi vida, de la idea de ser una estudiante universitaria y dar una tímida pero decidida bienvenida al Master que comenzaré en unas semanas. Hoy me he despedido de mi otro yo, de ese que llevaba un tiempo anunciando que estaba cansado, que se movía arrastrando consigo recuerdos y un pasado que no hacía más que pesar en mi regazo. Hoy me he despedido de la posible historia de amor que pudo ser y no fue, de esa que siempre supe que acabaría algún día y que hasta hoy no tuve la valentía de abordar - y eso que en realidad he sido casi siempre yo la que la he tejido sola-, esa historia que llevo cuatro años alargando a la espera de que los sapos bailen flamenco o de que, yo que sé, quizá vea en mi lo que yo en él veo. Hoy me he despedido de no darme la importancia que tengo, de la niña débil que protesta porque le cuesta cargar con tantos juguetes y sueños, de la chica que sueña y no alcanza. Hoy me he mirado en el espejo y me he dicho bajito que me quiero, y mientras una lágrima anunciaba la despedida he ido cerrando capítulos pesados de mi vida; capítulos que no aportan ni reportan.
Llevo un tiempo viendo en mi lo que soy ahora, pero me resultaba extraño esto de crecer y no poder hacerlo con alguien de la mano, así que me abrazaba al pasado a ver si le nacían raíces o alas y me hacía la ciega cuando veía que el sol ya no se ponía en tu espalda.
Hoy he despedido a las excusas, me he despedido del querer volver a verte aunque sepa que me vaya a costar meses que lo que pienso y digo de ti tenga concordancia.
Despedirse puede ser una "M" mayúscula, una mierda o una señal de que decido quererme tanto o más como quise todo contigo.


(((maca)))

P.D. Mamá no te preocupes, sabes que estoy mejor que nunca.

viernes, 24 de julio de 2015

Letras al pasado y futuro de Mario.

(Lo aquí narrado puede ser fruto de mi imaginación, o un relato basado en una historia real de la vida de Mario. ¿Que quién es Mario? ¿Y a quien le importa? Lee y déjate convencer de que el pasado siempre vuelve, y si no lo hace no debes de insistir en que lo haga.
Mario se levanta cada día sin saber que desde tu ventana alguien le espera, con un beso pendiente, de despedida o de bienvenida; bienvenida a la vida de Laura.)

Crezco y me hago mayor, más consciente del abismo, de tu falta, de mi esencia efímera sin tu presencia, de que la vida es eso que pasa mientras me empeño en no caerme ni parecer demasiado despeinada. Espero y desespero a que aparezcas mientras beso a los sapos que menos merecen mis besos. Y mientras no apareces juego con el pasado a ver si volviendo a tirar los dedos me toca algo más de suerte; y en realidad lo que toco y agarro es el daño, el placer que me produce volver a verte es directamente proporcional a las dudas que tengo de hasta cuando querré alargar los puntos suspensivos. Mis clavos de la cabeza son dudas y cuando siento que estallo floto, floto como si no hubieses existido nunca, como si jamas te hubiese dado la importancia que te dí algún día y como si a día de hoy no sintiese que por fin estas empezando a significar para mi otra cosa. Será que me hago mayor y los sapos están dejando de interesarme tanto como el salir de fiesta cuatro noches seguidas, a ver placer en un "no levantarse de la cama en todo el dia".
 Menos de lo que me das sería un castigo a mi inteligencia, lo que me ofreces es lo necesario para que no suelte la cuerda y para que en las noches que se me da por pensar sobre la utilidad que estoy dando a mi tiempo contigo la balanza resulte siempre en positivo. Positivo, porque soy así, soy dos entes negativos que se unen para dar lo mejor de si mismos. Soy esa loca que se iría hoy mismo contigo a una playa, y vería amanecer pegada a tu boca, y cuando amaneciese y viésemos la realidad asomándose a nuestros ojos y al mar y nos tocase volver a nuestras vidas, yo te preguntaría que por qué no me incluyes en tus días y dejas la rutina a un lado y volamos juntos y saltamos pegados desde los abismos menos investigados.
Estallo contigo y quiero expandirme a tu lado, retorcerme de todo clase de pecados y confesarlos contigo. Quiero ser libre como siempre pero sentir que tu boca es más que un beso y un mordisco de cuando en cuando, que tu boca sea eso que me calma y que me da vida. Que no late cuando estalla, sino que lo hace también cuando no la llamo, cuando no le robo un beso mientras habla.


(((maca)))

lunes, 20 de abril de 2015

Beluca, mañana hará un año

He aprendido a dejar ir a las personas que quieren hacerlo de mi vida, antes yo era más de guardar cartas, de romper mi alma entre las fotos y de cantar recuerdos en la ducha. Antes era una idiota, una suicida, una persona de esas que da todo a cambio de nada.
He aprendido que quien se quiere ir se va, y quien no quiere pero encuentra algo mejor, te olvida. Así que llegado a este momento de la vida en el que ya me dan igual las fotos, las palabras y la falta de hechos, me pregunto cómo ha podido pasar un año desde que tú te has ido.
En estos 365 días he conocido a personas por las que he apostado al menos una de mis sonrisas, he conocido a gente a la que he hablado de ti, porque no hablar de ti sería algo así como olvidarte, y cómo voy a olvidarte si ni siquiera siento que te hayas ido.
Hay mañanas -sobretodo de domingo- en las que amanezco cansada, a pesar de haber dormido; y es que hay días en los que no me acostumbro a no ver a alguien como tú en mi vida, a no escuchar tu voz que siempre ríe y que no se queja por nada. Vivir sin ti es posible, porque el reloj no para, porque respirar es ley de vida y aquí sigo en este mundo, feliz igual que siempre, pero asombrada.
Me asombran estos doce meses, me asombra comprobar que no estas y que por aquí las cosas cambian. Ya te he dicho que he empezado a dar la importancia que tiene a cada cosa, y empiezo a comprender hoy el valor de cada una. Una foto es solo una foto pero si sales tú conmigo es un baúl de sentimientos, un pozo de sabiduría, un chute de optimismo, un escalofrío que me ahoga.
No me creo que no estés, de verdad no me lo creo. Que me despierten por favor, que me pellizquen, que alguien me diga que no es cierto. Llámame, ven a verme, quiero enseñarte mi nueva casa. Quiero que veas mi trabajo, que conozcas a mi gente. No ha podido pasar ya un año, no ha podido, yo no quiero.
Vivo, que es mucho más que sobrevivir, porque tú me lo enseñaste. Vivo, que es sobretodo reír, porque tú lo demostraste.
Te echo de menos cada día de mi vida.

(((maca)))

lunes, 13 de abril de 2015

Oasis

Haz de tu vida un oasis, donde tengas todo aquello que más anhelas y precisas, sin exageraciones. Haz de tu vida un oasis donde calmar siempre tu sed, no hagas de ella una montaña rusa.
Pregúntate por qué estas aquí, cómo has llegado a este momento, quizá por qué me lees ahora. 
La vida se compone de de dos cosas: providencia y ejecución de nuestros actos.
Las cosas no ocurren solas, detrás late una razón, un origen que quizá desconozcamos o no podamos comprender.
El ser humano no esta capacitado para entender todo, un ser tan pequeño no puede comprender los misterios más grandes del universo, pero sí a de tener cabeza que marque qué vida quiere vivir y cómo.
El hecho de no saber qué será de ti y de mi mañana no impide nada, al contrario, nos asegura el día de hoy, así que vivámoslo; sin aspavientos, sin subirnos a la atracción más loca de todas, sin decidir no pensar las cosas porque así todo es más fácil...
La vida esta para vivirla con inteligencia y el punto justo de locura, no hay que ser un loco para vivir la vida al máximo, las cosas que necesitamos descubrir y conocer están muchas veces dentro de nosotros. Solo hay que hacerse preguntas, tener una vida más allá del trabajo y las cañas de después, ¿cómo puede ser que el mismo que viaja a la Luna, que el mismo que es capaz de salvar vidas con un bisturí o una pizarra no sea capaz de comprender minimamente al menos el sentido de la vida? ¿Cómo puede ser que se prefiera huir de toda duda y responsabilidad?
Un oasis.Una vida más allá de mis caprichos y los tuyos, una vida que no es mejor cuanto más alejada este, ¿de que huyes si te vas? Ábrete el corazón y mira, ábrete el alma y sopla, dentro de ti algo palpita con más fuerza que la sangre que te hace ser hombre. Dentro de ti está lo que buscas, descúbrelo y podrás bañarte en el mar de tu desierto.


(((maca)))

sábado, 14 de marzo de 2015

Hoy brindo por ti

Desde hace unos días tengo ganas de escribir aquí y por una cosa u otra no encuentro el momento, esas cosas suelen tener que ver en el 80% de los casos por la necesidad de irme a repartir CVs por la ciudad, en un 15% porque estoy trabajando, y en el 5% restante... porque a veces se me da por dormir. El caso es que hoy -son las 01:00 horas así que ya cuenta como sábado, 14 DE MARZO- hace una semana que me dijeron que no van a renovar mi contrato de trabajo. Vamos, que el día 20 será mi último día como dependienta en una de mis tiendas favoritas de Madrid, y del mundo si cabe. (Es lo que tiene, quizá, no haber viajado demasiado).
Desde que me dijeron la noticia me ví en la obligación de ponerme a buscar trabajo muy en serio, pero en serio de verdad, mucho más en serio que esas dietas que uno se propone hacer siempre que se acerca el verano; más en serio todavía que esas promesas de no volver a hacerse daño uno mismo. Así que es por esto que mis ganas de escribir aquí aumentan a diario pero nunca encuentro el momento idóneo. Hoy, en mi 5º día oficial en búsqueda activa de trabajo me llamaron para una entrevista: dependienta en una perfumería. Creo que pocas llamadas me han hecho más ilusión que esa; sí, soy una casi licenciada en periodismo que se muere de ganas por trabajar como dependienta. ¿Alguna vez mi vida ha sido muy lógica? No, y tampoco quiero que lo sea. Tengo muy claro que Madrid es mi ciudad, y tengo muy claro que con tal de vivir aquí trabajo de lo que sea.Y tengo más claro todavía que no eres mejor por trabajar en tal o en cual cosa, sino que eres mejor cuanta más felicidad seas capaz de albergar dentro de ti mismo y eso no te lo da  tal o cual trabajo, sino tu modo de afrontar la vida. En estos últimos 6 meses he aprendido muchísimas cosas, y entre muchas de ellas esta que ser dependienta -al menos en el H&M Gran Vía 37- no es algo que pueda hacer cualquiera. Quizá no te piden tener una licenciatura o un máster, pero hace falta mucha, pero mucha paciencia y sobretodo un aguante tremendo. Ahora que han pasado ya seis meses veo que ha sido una experiencia tan positiva en mi vida que no la cambiaría ni un poco, me he exigido cosas a mi misma que antes no me hubiese planteado. Son  cosas como estar viviendo en Getafe y tener que amanecer cuando muchos todavía no se han acostado para entrar a trabajar a las 7 de la mañana, medir cada minuto de mi tiempo solo por pasar unas horas de Navidad con mi familia, sudar lo que haga falta con tal de poder -al fin- pagarme un piso en el centro, cansarme, estresarme... pero lo mejor: comprobar que las cosas con una sonrisa se hacen mejor, y que las cosas hasta que no se hacen no te hacen sentir realizado. De esta experiencia me llevo algunas personas estupendas que sé que seguirán formando parte de mi historia que podría llevar como nombre "Maca buscándose la vida en Madrid". (Marta y Patri).
No hay nada mejor que llegar a un piso y poder llamarlo casa, no hay nada como que llegue el fin de mes y cobrar lo que te has ganado con tu esfuerzo y poder ir a hacer la compra y pagar tu casa con ese dinero que es tuyo, que te pertenece. No hay nada como ver que se te acaba el contrato y que, o te busca la vida mociña, o a ver cómo vas a pagar el piso... Todo esto te lleva a ser responsable, y no hay nada mejor que ver que eres eso. Responsable. Quizá compruebes también que ya has dejado a Peter Pan de lado, pero que no has dejado tu esencia, ni tu sonrisa constante... ni tu insoportable manía de sentir todo al cien por ciento.
Hoy he tenido una entrevista y he salido contenta, ahora toca esperar a que me llamen...
¿Sabéis que día es hoy? Hoy es el día en el que la abuela quería celebrar su 90 cumpleaños en la cámara de oficiales, ella decía que disfrutaba imaginándose ese día, que ojalá pudiese celebrar su 90 cumpleaños y de esa manera... y que si no podía ... ¿quién iba a quitarle todo lo que había disfrutado imaginándose ese día? Hoy es 14 de marzo, hoy la abuela lleva diez meses transformada en mariposa que vuela, quién sabe dónde, hoy, como siempre, se te echa de menos.
Yo sigo jugando a que me ve desde algún sitio, desde algún espacio, y que disfruta viendo como me las ingenio para seguir siendo un poco niña. Yo sigo nombrándola cada vez que alguien me dice que soy muy optimista... ¡claro, como la abuela!
No creo que puedas leerme desde donde estés pero oye... por si acaso allí también tenéis Internet ... TE QUIERO


(((maca)))

lunes, 9 de febrero de 2015

Luz de vela

 http://youtu.be/ySA_QYVWj9k

Podemos llenarnos la vida de placeres, si llevamos un billete morado en el bolso la vida se nos llena en un momento de placeres mundanos. Pero no todos pueden llevarlo, ni todos quieren.
Hay placeres infinitos como este, meterte en ropa interior en la cama, abrir la ventana y encender tu vela favorita, la que mejor te alumbra, la que te da placer con solo verla. Hay placer en no hacer nada, en escuchar los acordes de guitarras y observar cómo quema; disfruto, vuelo, la vela se consume y por no sé cuantos minutos siento que la belleza no es más que este fuego.
Todo se ve mejor a la luz de una vela, bajo esta luz no he visto jamás una guerra. Su luz me da toda la paz que quisiera.

(((maca)))

jueves, 5 de febrero de 2015

Ilusión

Cuando esta mañana salí de casa, antes de atravesar la línea que separa mi hogar de la calle, la espalda de un hombre me iluminó el alma.
Me mantuvo abierta la puerta del portal para que saliese a la calle, helada; al principio solo vi un cuerpo de espaldas con una altura semejante a ti, una elegancia parecida -la tuya irrepetible- y una cabellera con una cantidad y peinado bastante similar al tuyo.
Ese hombre me abrió la puerta con educación y jamás podría imaginarse lo que ese gesto provocó en mi.
No querría haberle visto nunca su cara, porque cuando le vi delante de mí mi mente jugó -sin pedir mi permiso- a imaginar que quizá ese hombre podrías ser tú.
Tal vez te enfadases al ver la espalda de mi vecino, seguro que dirías que no tenéis ningún parecido, tal vez lleves razón, como siempre. Te echo en falta a veces sin ser consciente y supongo que hoy entre el frío y los intentos de nieve Madrid amaneció con ganas de ver la sonrisa aquella que se me escapaba cada vez que te veía, cada vez que me abrías la puerta o me hacías llorar emocionada con un simple roce de manos.
Quizá la ciudad quiso comprobar que todavía sonrío, que aunque hayan pasado los años soy capaz de verte en cualquier reflejo de un charco, en la espalda de alguien con cierta altura y percha. Pienso que hoy mi menté fantaseó con la idea de que no existe la muerte, de que tú de algún modo querías comprobar en persona que todo me va bien y que sigo emocionándome con todo; quizá hoy la muerte hizo un pacto con la vida y te dejo asomarte desde un balcón para verme pero tú, como eres curioso y exigente quisiste comprobar de cerca si es verdad que los años me han sentado bien.
Sé que no estas con un cuerpo, que ya no te corresponde ninguna espalda firme pero para mi tú estas siempre en cada resto de elegancia que veo, en cada abuelo impecable, en cada sabio consejo.
Hoy mi mente ha querido volar sin mi permiso y aquí estoy, acordando me de eso que me dijiste un día "no existen los imposibles".

(((maca)))

miércoles, 28 de enero de 2015

Autorretrato

Iba paseando por Fuencarral, con la melena al viento, sintiéndome la protagonista de cualquiera de esas comedias románticas que tienen un éxito relativo en las taquillas y que luego se acumulan con otras tantas, cientos, en el último videoclub de tu barrio. Me sentía como muchas chicas nos sentimos a veces paseando por cualquier calle, será cosa de chicas pero ¿quién no se ha sentido así?Llevaba puesta la radio y la verdad es que no escuchaba nada, andaba sin rumbo -mi super salida de la tarde de hoy a consistido en ir a Carrefour- y sin ser muy consciente me puse a escribir el principio de una novela, en mi mente claro. Soy muy dada a hablar de más diciendo menos, a reírme sola recordando viejas historias... y también a escribir cosas en mi mente, : mientras desayuno, mientras doy un paseo sin rumbo -una de mis especialidades junto con ganar a la guerra de miradas -.
Iba andando con mi abrigo nuevo y con la pierna al aire, tan fiel a mi estilo de chalada del norte que no me di cuenta de que lo que iba escribiendo en mi mente -con la idea de luego plasmarlo al llegar a casa- no era más que una historia más que se desvaneció con el viento. Otra historia más en el tintero, otro monólogo sin aplausos, otra risa hueca.
Llegué a casa, a este piso que ya considero mi hogar, y encendí Spotify. Ismael Serrano me recordó que "Ya nada es lo que era, los paisajes son nuevos, lo son también las fronteras... que delimitan  mis gestos, mis costumbres."y de una manera extraña esas frases me convencieron de algo.
Pienso que nunca volveré a ser tan niña como lo fui hace un tiempo, y echo un vistazo a algunas fotos que me hacen extrañamente feliz, me alegra verlas pero siento cierta nostalgia de un tiempo que no volverá. Sin embargo, sé que no volveré a ser nunca más joven que hoy, y probablemente no vuelva a sentirme tan viva.
Disfruto de un paseo por Fuencarral tanto como mis sobrinos con todos los regalos que les dejaron los Reyes Magos, disfruto tanto a veces con tan poco que no pido más que cualquier bebida en cualquier terraza de este barrio.
No sé si me estoy haciendo mayor, no sé si será una señal acaso, pero lo que sí sé es que soy  feliz con lo que tengo, me gusta descubrir que cada día me trae algo nuevo que, por muy pequeño que sea el cambio, constituye mi vida. Yo soy quién decido qué camino coger, creo que lo estoy haciendo bien. Y lo creo porque me sigue sorprendiendo la vida, y yo sé que a ella también le sorprendo.

(((maca)))

martes, 6 de enero de 2015

Carta al viento

No sé si sabes, si eres consciente, de que estas leyendo a una loca. Desconozco si en su dia te enseñaron la diferencia entre vivir algo seguro y tranquilo, y vivir chapoteando en cada charco. No sé si tu conocimiento viene de la lectura, o de sentir algo en tu propia historia. Perdóname si parezco arrogante a veces, soy esa clase de personas que lo ponen todo en el fuego cuando quieren a alguien y a su vez soy de esa clase que quiere todo aquello que le devuelva una sonrisa. Pienso que querer no tiene límite, y si el amor nos hace grandes no me cansaré de sonreír a quien se cruce en mi camino.
Soy ingenua, tal vez, y a la vez desconfiada; ingenua porque no me dan miedo los golpes, y desconfiada porque me han hecho sangrar a veces. La vida es eso que pasa mientras tú no llegas, eso que me ha desgarrado el alma y que me recuerda que el día de hoy también vale la pena.
No me conoces, pero si lo hicieras por favor explícame como llevarme, ni yo lo sé. Sé mi veleta, mi rosa de los vientos,  pero cuidado que si quiero, cambio la dirección del viento.


(((maca)))