La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

martes, 14 de febrero de 2023

Mil días desde entonces

 Uno: nervios y ganas. Más ganas incluso que nervios. El primer beso. Las primeras palabras.

Dos: te pellizco y me pellizcas. Es real, no es un sueño.

Tres: ya no te tropiezas al caminar conmigo. Canela y chocolate. Paseo marítimo.

Cuatro: caminar de madrugada. Llorar por miedo a que duela. Sonreír. Koala.

Cinco: cogernos de la mano para soñar despiertos. Libretas en blanco, listados y pruebas.

Diez: un boli y un folio para proyectar el futuro.

Quince: escribimos ideas. Café leche y hielo. Ballantaines. Que no atardezca.

Veinte: seguimos juntos. Me crees y te creo. Seguimos con miedo y jugamos a no tenerlo.

Veinticinco.

Treinta.

Un mes.

¿Un mes? - ¡Y parece media vida! - nos decimos.

Y dos.

Y tres.

Un año. 

Dos años. 

Tres años.

¿Y hoy? Hoy ya son mil días y resulta ser catorce de febrero.

Hoy ya son mil días de aquel veinte de mayo en que eramos un manojo de ganas y nervios. 

Hoy quedan ciento setenta y siete días para gritar al mundo que te quiero. Para vestirme de blanco. Para decirte que "sí" para lo malo y lo bueno. Para jurarte por siempre que desde el día uno te he querido y que hoy, y siempre, te quiero.



(((maca)))

jueves, 31 de diciembre de 2020

2020

 Querido 2020,

ha sido un placer conocerte y vivirte. No te culpo, me has dado momentos maravillosos. 

Creo que los años no son horribles o estupendos, simplemente son distintos unos a otros: unos nos hacen más daño y nos hacen aprender más, otros quizá se disfrutan más - o simplemente de otra manera- y otros estamos más preparados para valorar lo que nos dan y nos enseñan.

Gracias 2020 por las dos nuevas adquisiciones de la vida: Mía e Isabel y por la nueva adquisición de mi vida: Pedro.

Gracias por seguir enseñandome aunque a veces me canse de hacerlo y te pida una tregua.

Gracias por cada momento VIVIDO.

Solo quiero dar gracias.

Gracias infinitas.


(((maca)))

jueves, 31 de octubre de 2019

Al fin la calma



Porqué nos avergüenzan nuestras piernas si nos dan la capacidad de caminar, porqué nos pasamos la vida jurándonos que cada lunes empezaremos una nueva forma de torturar nuestro cuerpo a base de dietas imposibles.
Porqué nos avergüenza el tamaño o la gravedad de nuestro pecho si guarda nuestro corazón, porqué nos excusamos cada vez que alguien nos mira pensando que estarán juzgando y mal. Por qué nunca es suficiente, por qué siempre es demasiado de lo que nos sobra y anhelamos lo que no tenemos, lo que no somos, cuando en realidad somos todo lo que deberíamos ser. Y no sabemos verlo.
¿Por qué no nos queremos? O por qué insuficientemente.
¿Cuál es el tamaño de tu pecho? ¿Cuánto ocupas en un asiento? ¿Sabes cual es la respuesta? «Perfecto». Somos seres humanos perfectos, formados por billones de células que no se preocupan en el tamaño o en la firmeza de nuestros organismo, sino que se encargan de que respiremos, de que.nuestro corazón bombeé sangre a cada maravilloso rincón de nuestro cuerpo. Es el lugar que habitamos, pero qué más da que sea alto o bajo, gordo o delgado, blanco o negro, es nuestro, y solo nuestro.
¿Has pensado alguna vez qué pasaría si te cambiases el color del pelo? ¿Y si te pusieses tacones y te embutieses en unos vaqueros dos tallas más pequeño? ¿Qué habría cambiado? Tu apariencia, solo tu apariencia, no quién eres, porque lo que eres está detrás de esas lágrimas que lloras porque no te gusta lo que ves en el espejo, lo que eres es la energía que desprendes cada vez que sonríes. Eres tus experiencias y tus sueños, tus fortalezas y tus debilidades, eres todo lo que has aprendido en estos años, las veces que te has caído y las que te has levantado. Eres parte de una historia que puedes llenar de sueños, tu vida es tuya y no eres solo un cuerpo. ¿Sabes lo bonito que es ver cómo te ríes? Y lo feliz que soy al comprender que después de tantos años parece que por fin empiezo a ver la luz después de todo, y no es una luz abrumadora ni parpadeante, no es una luz que me deja ciega y me vuelve loca, es una luz que me da calma, que me ha iluminado para aceptarme, que me permite verme tal y como soy y enfocarme en lo que quiero. Esta luz me ha demostrado que tengo gente que me adora, que no estoy sola porque para empezar tengo mis sueños, y un grupo de gente que vale más que todo el peso de sus cuerpos multiplicado por infinito. No les quiero por cómo lucen, les quiero por cómo me hacen sentir cuando pienso en ellos.
Estoy aprendiendo a quererme, y ojalá tú también lo hagas, ojalá seas consciente de que la vida es una gigante incógnita que tenemos que vivir siempre alerta, pero agradecidos, por todo lo que tenemos, por todo lo que hemos conseguido –que es bastante- y ojalá algún día puedas darte cuenta de ello. Pierde el miedo, por favor pierde la culpa, ¿no serías capaz de perdonar a tu mejor amigo?, ¿y por qué tú no te perdonas? Pierde esa venda que tienes en los ojos y aprende a observarlo todo de nuevo, respira, inspira, ¡que maravilloso es estar vivos!. Que maravillosa tu sonrisa.



(((maca)))

sábado, 26 de enero de 2019

(Escrito en octubre 2018).

Llevo cinco meses viviendo en Londres.
¿Sabeis que desde pequeña me gusta hablar con el mar? No es algo que suela contar en una primera cita... ¿Sabeis qué es eso de hablar con el mar? No es tan raro como probablemente estéis imaginando, hablar con el mar es algo así como rezar, como hacer meditación supongo, no es más que parar el mundo y bajarnos de los adornos absurdos que imponemos a nuestra vida y desnudar nuestra alma y nuestras intenciones en el inmenso azul que nos moja los cuerpos.
Hablar con el mar consiste en hacer eso que cada vez menos hacemos: dedicarnos tiempo a nosotros mismos, pero tiempo del bueno, no se trata de comprarnos ropa o hacernos un corte de pelo, se trata de escuchar nuestro yo interior, recordar las promesas que nos hicimos, tal vez crear otras nuevas, y dar gracias. Si no eres agradecido no puedes ser feliz.
Hablar con el mar es genial, desnudarse siempre es bueno y desnudar el alma es mágico. Si desués de eso ya te bañas... la sensación es brutal.
Bueno eso, que llevo 5 meses viviendo en Londres y me he puesto a hablar del mar. Llevo tanto tiempo sin publicar textos que a veces pienso que el blog es el mar y que la próxima vez que le hable se va a sentir extraño y tal vez no me reconozca. Las últimas veces que escribía aquí lo hacía desde EEUU, y hasta ese momento mi vida había cambiado tanto... pues ahora más, mucho más. Me gustaría ahora estar frente al mar y gritarle llena de euforia y con una carcajada en la boca todos mis cambios, ¿sabes que ahora pienso en inglés? Incluso sueño en inglés a veces... pero sigo soñando contigo, mar, no te celes, yo siempre te he querido.
Pues ya son 5 meses aquí, y como era de esperar en mi cuando vine a este país no vine con ninguna clase de expectativa, no suelo crearme expectativas de las situaciones porque generalmente a la vida le gusta dar la vuelta a las cosas y la desilusión puede ser grande. Así que si no tienes expectativas de qué sucederá todo lo que venga podrá ser bienvenido. Y asi llevo 5 meses dando la bienvenida a esta vida. ¿Qué si echo de menos España? Claro: familia, amigos, comida, sus calles, el mar... ¿he nombrado ya la comida?
Pero lo que más echo de menos - cuando se me da por echar de menos que doy gracias de que no sea a diario-

domingo, 21 de octubre de 2018

2 febrero 2018

Soy la mujer más feliz del mundo, soy la más feliz del planeta tierra. No lo digo por creerme más que nadie, sino para ver si diciéndolo en alto, escribiéndolo, de verdad me lo creo.
No sé cuantas veces he dicho ya que me siento agradecida de lo que soy y de lo que tengo, si es que se puede considerar a la familia y amigos como una posesión, pero es que no siempre quien oye está escuchando, y prefiero quedar de insistente a desagradecida.
Soy feliz, ¿cómo no voy a serlo?
Llueve y soy capaz de sentir una melancolía agradable, como una caricia de esas que te remueven, que acaban en escalofrío. Aprendí que las metas y la constancia son parte fundamental de la vida, de cualquiera que tenga sentido, porque una vida sin sentido es más bien sobrevivir que vivir, y aunque la palabra sea más larga no tiene ni una séptima parte del valor de la otra.
Aprendí que la vida te sorprende y puede trastocarte los planes, aprendí que no todo va a ser lo que yo decida, entendí que muchas veces la vida decide por tí.
Estos días he aprendido algo nuevo, que la vida sabe sorprendernos siempre, también para bien, que un día llega y te sopla en el cuello y te hace vibrar, sin esperarlo descubres que puedes ser más feliz. He entendido que hay sorpresas buenas y otras más buenas todavía, sigo sin saber entender qué quiere la vida de mi pero tengo claro que yo quiero bailar con ella.


(((maca)))

sábado, 18 de agosto de 2018

August 2018

Creo que se deberían de valorar más los espacios de tiempo en los que nos pasamos mirándonos a los ojos, sin decirnos nada, la sensación que me provoca el acariciar la piel con las yemas de mis dedos, y besarnos con los ojos abiertos; y cerrados.
No siempre que uno esta en silencio tiene porqué estar pensando, no siempre que abramos la boca hay que dar por supuesto que saldrá algo inteligente de nuestros labios.
¿No te ha pasado nunca que llega un día en el que te encuentras a ti mismo respirando un oxígeno de paz que te alimenta y te preguntas cómo no haces eso más veces? Pues a mi últimamente me pasa a diario, y ocurre en los momentos más sencillos y usualmente desapercibidos del día... Me alimentan los abrazos, las conversaciones -incluso en esas en las que no hay ni un cruce de palabras-,  el contacto con la hierba y el olor a flores. A mi me da la vida el "buenos días" de la mañana, una mirada que con solo un guiño de ojos me diga que puedo con todo... porque claro que puedo con todo, por supuesto que todo irá bien, pero cuando alguien te abraza sientes que realmente el mundo se rinde ante esos brazos. Sé que no todo dependerá de la fuerza con la que yo me enfrente a la vida, ni de lo grande que sea mi sonrisa, pero sé que cuanto más sonría más energía positiva recibiré de vuelta; y al final todo se resume en eso, en energías que van y vienen, y mejor será enviar buena energía no vaya a ser cierto eso que dicen del karma...
A veces tan solo hace falta frenar un poco, olvidarse de los mil pensamientos que golpean nuestra mente y respirar, a pulmón abierto, esnifar flores si es necesario, abrazarse a lo que sea pero sentir un abrazo y dejar de lado todo aquello que nos hace daño.
Es mejor sentir dolor que miedo. El dolor nos hace fuertes, el miedo puede paralizarnos. Gracias que tenemos piernas .y a veces parece que alas. y sabemos llegar hasta donde nos propongamos. Lejos. Más alto. Más fuerte.


(((maca)))

lunes, 5 de marzo de 2018

Flores y canela

Los olores se cobijan en el apartado de la memoria de los recuerdos, quizá no seas capaz de recordar el aroma de tu infancia pero si un día una panadería hornea croissants de mantequilla probablemente te venga a la mente las meriendas de domingo en tu casa; esos días en los que tu padre tenía algo más de tiempo para jugar contigo y escuchar tus historias de piratas.
Es posible que hayas olvidado el perfume de los que se fueron, pero hay regalos en forma de instantes mágicos que nos da la vida que nos inundan sin esperarlo de esos tesoros olfativos, y en cuestión de milésimas de segundo son capaces de revolvernos en infinitud de sensaciones. Puedes creer que has olvidado un aroma, pero un día una ráfaga de aire te devuelve ese recuerdo en forma de olor a caricia, y aunque las caricias no huelen, sientes que alguien te abraza. Puedes llamarlo magia.
El olor a lluvia besando la tierra seca me recuerda a las tormentas de veranos mágicos, el que contiene el bote azul de Rive Gauche parece guardar un pedacito de mi abuela, y me hace pensar que tal vez debería invertir el resto de mi tiempo en desarrollar una fórmula química que haga perdurable el olor de su armario. 
A mi la vida me huele a flores y a canela, a piel tostada después de un día al sol; aunque aquí llueva, cierro los ojos e imagino un día de verano, y mi mente confundida al oir la lluvia me trae a la mente ese olor a lluvia seca.


(((maca)))

viernes, 2 de marzo de 2018

Agosto sabe a recuerdo

Escrito el 21 de agosto de 2017
Publicado el 2 de marzo de 2018
Vuelvo, a donde me vio nacer, y no voy a hacerlo cabizbaja. Creo que lo peor ahora es este tiempo que me queda, cuando ya tengo fecha en el billete de avión pero mi cuerpo sigue aquí y mi mente no sé a dónde vuela. Mi alma está partida, no podré explicar jamás lo que siento cuando estoy en clase con mis alumnos, con esos seres diminutos que están aprendiendo a ser todo lo que se supone que debe de ser un adulto.
Tengo ganas de seguir avanzando, y es por eso por lo que no voy a agachar la cabeza jamás, porque volver no es rendirme, volver es entender que ha llegado el momento de dar las gracias, y de seguir subiendo peldaños. No creo que sea fácil, y eso me asusta un poco, pero es irónico porque no suele gustarme lo regalado. 
Pienso en mis primeros días aquí, cuando por las noches me dolía la cabeza porque mi cerebro no era capaz de traducir todo simultáneamente y llegaba un momento en que hacía "plof" y ya me daba igual que me hablasen en inglés o en chino mandarín, ya no asimilaba más información y me saturaba. Ha quedado atrás el invierno, que me pareció tan frío y tan largo. En todo este tiempo he aprendido muchísimo, no pensé que esta experiencia sería así, ni pensé que acabaría de esta forma. He conocido a tanta gente... y no recuerdo ni la mitad de los nombres; eso sí, los importantes no los olvido y me llevó mil recuerdos y momentos inolvidables. Sobretodo he aprendido características del comportamiento humano, que asombrosamente no se corresponden mucho conmigo, aunque yo siempre he intuido que estoy hecha de otra pasta...
He sido capaz de entender y comprender a niños pequeños hablando en otro idioma, he sido capaz de comunicarme con ellos -tanto verbalmente como con el lenguaje del cariño-, de quererles, lo aseguro, sin medida. (No sé qué haré el día que ya no me abracen).
He sido capaz de hacer snowboard y climbing, he hecho hiking aún faltándome el oxígeno, he viajado sola y he tenido que pedir a desconocidos que me saquen una foto. He pasado la Navidad en Manhattan, he entendido qué es el día de acción de gracias y me he sentido arropada. He dormido bajo las estrellas, he encontrado el equilibrio sobre una tabla de paddle surf en los lagos, y me he caído millones de veces, en todo tipo de terrenos, también sentimentalmente hablando.
He visto un partido de la NBA, y un partido de béisbol, he conocido "la noche americana", la forma de conectar de aquí, la forma de conocerse y relacionarse.
Aquí he dejado de sentirme blanca, porque los verdaderos blancos son ellos, resulta que ahora mi piel es oscura, con la de noches que he llorado por ser la más pálida de mi familia...
He cambiado el punto de vista, me han cambiado los esquemas, y he seguido siendo yo, aunque ahora soy mejor. Me reconozco en el espejo y cuando leo escritos míos de hace tiempo, pero ahora he crecido, y algunos aspectos han cambiado. No soy otra, quién me conoce lo sabe, soy la de siempre, pero mejor, porque crecer no es cuestión de que pasen los años, crecer es cuestión de aprender, de rectificar y de no cansarse de buscarte a ti mismo.
Ahora veo las montañas tan diferentes... Veo todo tan distorsionado... 

jueves, 12 de octubre de 2017

Tierra

No lo sabía pero cuando salí de casa nada sería como antes, y es que damos por hecho que cuando volvamos todo será igual y lo cierto es que, cuando esto ocurre, al menos nosotros no somos los mismos.

No hay mejor piropo a que te digan "has cambiado", cambiar para mi es ganar, al menos así es como yo cambio. Si cambio es porque he aprendido, porque he conocido algo mejor y he decidido adherirlo a mi esencia.

Así que cuando salí de casa con 18 años recién cumplidos pensé que cuando volviese todo seguiría igual, y lo cierto es que a mi vuelta comprobé que algunas amistades se habían evaporado, otras se habían aferrado a mi como bateas que siguen ahí a pesar de la marea, la lluvia y las olas. No hay muchas bateas cuando el invierno es gris, y aquel primer invierno mío de universidad fue algo opaco. El siguiente vino el diluvio y el frio, y después de eso ya solo se podía despegar y ganar.

Siempre digo que jamás hubiese imaginado lo que me han ido regalando los años y la vida, a esa edad mi ciudad, La Coruña, era mi TODO; yo era ella y me ahogaba si no volvía de cuando en cuando a bañarme en su mar.

Pasaron los años y aprendí que la palabra amor es infinita, que puedes amar a más de una ciudad y sus habitantes, así fue como me enamoré de Madrid, sin darme cuenta y alocadamente; como estos adolescentes que si se separan de su pareja un fin de semana piensa que pronto llegará el final... 

No sé cómo pasé de niña a mujer y un día sentí que como lo mío es crecer no podría echar raíces en una ciudad sin mar, tenía que volar, sin huir de nada, tan solo buscando algo más.

Hay dos motivos por los que viajar: los hay que viajan para huir de algo -rutina, realidad-, y los hay que viajan para llegar a algo; y yo tengo la manía de querer llegar siempre a más.

Cuando te vas cambias, y al cambiar ya no encajas de la forma que siempre lo hiciste. Cuando cambias sigues buscando, sin saber bien qué pero si cómo. Avanza.



(((maca)))

lunes, 14 de agosto de 2017

Otra partida

De la vida he aprendido que le gusta jugar a sorprenderme, que se hace la huidiza a veces, que en ocasiones se muestra tranquila. La vida me ha enseñado que nunca podemos dar nada por hecho, y es que, cuando ella quiere, cambia todos los interrogantes y nos hace temblar o vibrar, eso ya depende de a quién se enfrente.
Hace unos días me planteaba mi vida como algo totalmente diferente a lo que me planteo ahora, y es que la vida ha vuelto a barajar mis cartas y le he dicho que no me da miedo empezar una nueva ronda. Llámalo destino o azar, llámalo suerte o karma, el caso es que ha querido decirme algo y yo intento interpretar qué me dice.
No voy a negar que la sorpresa no fue grata, que por un rato sentí ahogarme, que me desestabilizó todos mis planes, que me arrebató el oxígeno; pero también te digo que ahora me siento más viva.
No podemos controlar todo lo que ocurre así que no tiene sentido lamentarnos por lo que no podemos llevar a cabo, es mejor centrar la energía en lo que sí que podemos hacer.
Si la vida me cambia el mapa voy a hacer de ese viaje una experiencia enriquecedora, voy a darle sentido a lo andado.
Vivir es jugar las cartas tantas veces como nos dejen y acordarnos de dar las gracias.


(((maca)))

domingo, 30 de julio de 2017

Celos

La ultima vez que te vi creo recordar que llorabas. Tu siempre dices eso de "yo soy feliz si t'u eres feliz", y quiz'a es por eso por lo que te quiero tanto y a la vez se que estoy tan lejos de ser parecida a ti. Llorabas, aunque intentabas esconderlo, porque nos despedíamos en el aeropuerto. Yo sonre'ia nerviosa porque acababa de ser consciente de que era cierto que me iba. Dejaba Madrid, dejaba a mi familia, ya hab'ia despedido a todos mis amigos... no me hab'ia despedido de historias ya muertas y de noches largas y de pronto me vi cogiendo un avi'on con rumbo al futuro.
A veces no siento alegría cuando veo las fotos tuyas jugando con tus nietos, a veces me invaden los celos y me pregunto si cuando fui pequeña me diste tanto como les das a ellos. S'e que si, que es absurdo, que como puedo envidiar a unos niños y a su abuela... pero la verdad es que lo hago mama, y aunque les adoro les envidio.
Deber;ias de verme en mi trabajo actual, como me manejo con los pequenajos es increíble, jamas me imagine haciendo algo así, y jamas pensé que seria buena haciendo esto. Lo soy, y me quieren, y no sabes cuanto les quiero... A veces me entran ganas de parar a los padres cuando vienen a buscar a sus hijos y decirles cuanto me importan sus pequeños, siento que muchos de ellos no son conscientes del tiempo y amor que les dedico. Sabes? Es rid'iculo, pero suelo emocionarme cuando veo un abuelo venir a recoger a su nieto. No se parecen en nada a ti y a papa, tampoco a los abuelos... pero me hacen recordarlos e imaginaros a vosotros cuando vais a ver las actuaciones de fin de curso de vuestros nietos, cuando vais a buscarles a la parada del autob'us, cuando compartis las tardes con ellos...
La 'ultima vez que te vi, de estos hace ya casi 10 meses, me dijiste "disfruta, vive la experiencia" sin tener ni idea de a donde me llevaría esto. Siempre digo que lo bonito de la vida es que sorprende, para bien o para mal no suelo imaginarme lo que va a regalarme a continuacion. Tu no sab'ias que seria d mi, y alguna vez te comparti mis miedos. Hace casi 10 meses madre que no te veo, y envidio cada segundo que otra gente pasa contigo, y se que no es justo, y menos decirlo porque soy feliz, porque no tengo nada de lo que quejarme, porque me vine aquí porque me dio la gana, y porque si sigo aquí es porque quiero.
Conoces la sensacion d evertigo de decir que "SI" a algo? Y conoces la incertidumbre de no saber que pasar'ia si lo niegas? Esta es mi realidad madre, no s'e que me espera, y es por esta razón por la que quiero quedarme, porque a pesar de todo creo que disfruto al echarte d emenos.
Es curioso pensar cuantisimo te quiero y que poco te lo demuestro, como he ido cambiando con los anos, como te pedía que me rascaras la espalda y sin embargo ahora a veces no te escribo aunque me muera de ganas de hacerlo.
No me gusta hablar de vosotros, cuando me preguntan de donde vengo suelo resumir y solo os nombro diciendo "son lo mas importante de mi vida", y enseguida cambio de tema. Porque prefiero no pensar en vosotros, porque hacerlo me hace ser lo mas vulnerable y poque aqui la gente mama no se hace una idea de cuanto puedo llegar a quereros.
No olvides que soy tu hija pequeña. Dicen por ahí que los pequeños son los mas mimados... vena darme mimos mama, que quiero enseñarte todo esto.

(((maca)))

domingo, 2 de abril de 2017

San Diego

En 2 horas y media estaré embarcando en el aeropuerto de San Diego, destino Salt Lake City, ciudad que llamo "casa" desde hace 6 meses.
Necesitaba alejarme y encontrarme a mi misma, de nuevo sola, haciendome preguntas vitales cómo "qué quieres hacer en tu vida?" y otras menos transcendentales como "hoy como ensalada o hamburguesa?". Necesitaba el sol en la piel, necesitaba quemarme, volver a arder, apaciaguarme en el mar. Necesitaba hablar con desconocidos y conocer nuevos lugares. Necesitaba recordar qué quiero y por qué estoy aqui.
Han sido 8 días maravillosos en los que mi alma se ha regenerado casi por completo.
No olvidaré nunca mi primer atardecer en esta playa, el día en Black Beach bajando por aquellos acantilados, la noche en North Park, los infinitos paseos por Pacific y Mission Beach. Saltar todas esas olas, la arena negra, el pelo lleno de salitre hasta volverse a rizar. Los encuentros que el destino o el azar me han presentado.
Me voy, no sabía qué haría aquí y al final terminé enamorandome de esta ciudad.
Me he prometido volver...

(maca)))



domingo, 12 de marzo de 2017

Dejándome sorprender

Hay cosas que tengo claras en la vida: solo se vive una vez, no eres el dueño de tu destino y si no arriesgas no ganas. La experiencia me dice que arriesgando muchas veces "la cagas", pero tengo tan claro que de equivocarse se aprende que juro que estoy empezando a disfrutar cada vez que tengo un mal día o tomo una decisión "equivocada". (Llamarme rara o intensa, pero no creo que haya decisiones equivocadas).
La mayoría de mis amigos ha soñado con viajar a Estados Unidos, vivir fuera de España y ser feliz. A mi esa idea nunca se me pasó por la cabeza, llamarme rara pero era feliz con lo que tenía. Me costó bastante hacerme a Madrid y después de dolerme la morriña empecé a querer a esa ciudad como nunca había imaginado, así que no soñaba con irme de allí, en todo caso me imaginaba volviendo a ella cuando pasaba "demasiado tiempo" fuera de la capital. La gente de Madrid sueña con irse a sitios menos estresantes, donde la playa o la montaña te recuerden que para vivir no hace falta ir corriendo a todos lados. La gente que vive en sitios calmados sueña con cruzar el charco y vivir aventuras en las grandes ciudades de América del Norte...  muchas veces queremos lo que no tenemos. Sin embargo yo estaba viviendo la vida que había soñado: ser feliz en Madrid. No soñaba con ser la periodista mas codiciada, o la profesora mejor pagada. Solo quería seguir aprendiendo, llegar a fin de mes y seguir dando gracias por mis amistades, que aunque se cuentan rápido, valen mucho más de lo que pesan. No pedía nada más, Madrid era mi ciudad, por qué iba a querer irme de allí si paso a paso iba consiguiendo lo que me proponía.
En Madrid pase de ser una niña, la persona más inocente del planeta, a ser lo que soy ahora. En Madrid entendí que hay amistades que se pierden y que hay otras nuevas que te cargan el alma, en esa ciudad aprendí de desamores y fiesta y comprendí que yo soy la persona que mejor me entiende. Aprendí lo que significa la palabra "muerta" y quizá ese día empecé a vivir de otra manera.
En Madrid me acepté a mi misma y quise desplegar las alas. Mi último año allí fui feliz, siempre se puede aspirar a más -y en ello estaba- pero no tenía suficiente con trabajar en la tienda y pensar en acabar el Master. Empecé a agobiarme en la ciudad, tenía días que necesitaba hacer kilometros como fuese solo por estar cerca del mar, tenía momentos en los que si no estaba sola pensando en nada me entraba ansiedad. Me cansé de esperar a que me sucedieran cosas y pensé a salir en búsqueda de otra clase de experiencias.
Llevo 5 meses viviendo en Utah, más de 150 días llamando "casa" a un apartamento que no había visto en mi vida. Llamando "trabajo" a un lugar en el que si una pitonisa me hubiese dicho "este es tu futuro laboral" le hubiese exigido que me devolviese el dinero -y con intereses- por mentirosa y loca. 
Jamás me imaginé viviendo donde vivo, mi sueño era vivir sola en Madrid y sin embargo vivo con mi hermana y su familia en Utah. A más de 8000 km de a lo que llevo llamando "casa" toda mi vida, a algo más de distancia donde se supone que se iban a cumplir mis sueños.
Estoy aquí porque necesitaba algo nuevo, porque tengo la extraña manía de querer mejorar siempre en algún aspecto -y suele ser mentalmente- porque no me canso de pensar que seguiré aprendiendo y cambiando hasta que me muera.
Mi rutina aquí son cosas que jamás pensé que haría y no me creí capaz, las ideas que hoy me reafirman no se me pasaban por la cabeza antes, y eso, esto, es lo que hace que no me arrepienta de haber venido.
La idea era cambiar, aprender a vivir de otra forma con otro trabajo, otra gente y otra forma de vivir la vida. El resultado esta siendo inesperado... Si alguien piensa que desde que llegué aquí solamente he disfrutado se equivoca. Esto no tiene nada que ver con mi vida anterior, nada, y por si queda alguien en el mundo que todavía no lo sabe salir de nuestra rutina parece idílico al soñarlo, pero duele llevarlo a cabo.
El plan era trabajar aquí como profesora un curso y volverme a España, era como una pausa en mi vida donde podría viajar hasta hartarme (pensaba usar todo el sueldo en eso), pero los planes cambian y ME ENCANTA.
Al poco de llegar sentí que yo no estaba hecha para vivir aquí y me planteaba volverme a Madrid en cuanto terminase mi contrato... que feas se ven las cosas cuando los sentimientos te aprietan las tuercas del alma. 
Lloré algún día, otros me quede en "mi habitación" sin hacer nada... que no os mientan, todo aquel que deja su casa, su país, amistades y familia sufre, y yo pasé por eso y aun creo que me quedan días de seguir echando de menos. Pero hasta creo que eso es bonito, si todo fuese fácil y gratis no lo querría, lo tengo claro. Así que aquí estoy, en un país que antes no conocía ni despertaba mi curiosidad, en un Estado que pensé que no tendría mucho que aportarme y que me esta enamorando. Utah es precioso, sabeis que lo primero que veo al mirar por la ventana son infinidad de montañas cubiertas de nieve? Y parece que puedes tocarlas si estiras un poco el brazo. 
Sé que me queda mucho por conocer,  por aprender y descubrir de mi misma sobretodo, y es por eso por lo que sé que todo esto está valiendo la pena. Es por esto por lo que he decidido que me quedo, que voy a empezar el  papeleo para cambiar mi tipo de Visado, que espero que Trump me acepte más tiempo del esperado porque voy a quedarme aquí a pesar de que mi cuerpo me pida playa en verano, aunque ahora mismo mataría por un día -y noche- con mis amigos de España, aunque me vaya a perder las bodas de mis primos, el nacimiento de mi futuro nuevo sobrino y a saber qué más me pierdo... 
Sabéis qué? Tomando decisiones siempre se pierde algo, pero lo mejor de todo es que siempre se gana, y si tienes actitud puedes ganar el triple de lo esperado.
Me quedo, voy a comerme el mundo, hasta pronto...podéis venir a visitarme.


(((maca)))

sábado, 25 de febrero de 2017

Lost

Hoy a muerto Pablo Raez, escribo esto muentras dejo sonar la BSO de la serie Lost; esa BSO que me acompaño tantas veces de inspiración cuando escribía sobre el abuelo, cuando empecé a entender el significado de la palabra "muerte". Mi hermana María me ha dicho hoy que no entiende la vida, que es muy duro que Pablo Raez muera. Claro que es dura la muerte, gual que duro es vivir. El caso es que morir es la etapa final de la vida y si no aceptamos eso seremos incapaces de entender lo poco que el universo nos deja comorender de él. La muerte tal vez sea la puerta a una vida nueva, no voy a ponerme a hablar de creencias y mucho menos de religión porque cada día tengo más claro que mi religión es lo que me enseñan mis vivencias. Yo en quien creo de verdad es en quien me qyiere, yo creo en el amor, pienso de verdad que el amor muevr montañas. Creo que la sokedad nos envejece antes de tiempo, creo que la vida hay que disfrutarla porque lo hagas o no llegará ek capitulo final y acabarás algún dia bajo tierra, o flotando sobre el mar.
No necesito llevar una vida exitosa -qué es el éxito al fin y al cabo, deoende de tantas cosas...-, solo quiero dar y recibir amor. Quiero respirar naturaleza el mayor tiempo que me sea posible, poder ver infinitas estrellas fugaces y pedir deseos por los cuakes me esforzaré en que se hagan realidad.
Quiero vivir cono vivo, y aprender a hacerlo mejor. No quiero avergonzarme nunca de ser quien soy, y es por eso por lo que vivo a dia de hoy.
Quiero dar gracias a la vida pir dejarme vivirla, quiero dar gracias al sol por haber salido para mi otra vez esta mañana, gracias ak frío por calarme los huesos, a la manta que me abriga.
Gracias a las personas que me quieren, gracias sobretodo a las que no me han querido querer y a las que no han podido, gracias a esas personas puedo entender -mínimamente- cómo funciona esto que llamamos VIDA.
Vivo en conciencia, respiro mus daños y sigo. No soy perfecta y cada día es una lección.


(((maca)))

lunes, 20 de febrero de 2017

Pequeña reflexión de domingo

Tengo 25 años y pienso que estoy tan enamorada de la vida como loca. Y quien me vuelve loca es ella.
Espero poder vivir al menos el triple de tiempo del que llevo vivido, solo en este tiempo la vida me ha enseñado tanto... Nunca sabes qué va a ser de ti, da igual los planes que tengas, no importa si eres meticuloso y ordenado, a veces no importa siquiera tu esfuerzo. Si la vida quiere lo hace, puede crear y destrozar a su antojo; y no sé si lo hace con un sentido claro o no es más que una conjunción de casualidades, pero el caso es que no somos dueños de nuestro destino.
Ni tu, ni yo, ni nadie.
Podemos decidir dónde viajar, dónde vivir y a quien querer. Podemos escoger la forma en la que nos vestimos cada mañana, podemos decidir si sonreir o mirar a los demás con cara de absoluta indiferencia.
Podemos hacer todo lo que nos propongamos, hasta que la vida diga basta.
Podemos perder las ganas y decidir abandonar hasta que la vida brille.
Tú pon las ganas, la vida va a jugar quieras o no, más vale tener ganas de aprender y reír. Para vivir hace falta tener sentido del humor.


(((maca)))

lunes, 16 de enero de 2017

8 años atrás

Cuando estudiaba primero de periodismo -madre mía, primero...- el profesor de Lengua y Literatura nos dejaba escribir sobre algo los últimos 5 minutos de clase, el decía un tema, una palabra, y nosotros desgarrabamos el alma. Quien quisiese luego se lo podía entregar, el profesor lo puntuaba del 1 al 10 y luego lo tenía en cuenta a la hora de hacer el sumatorio de notas finales. No servía de mucho, pero esos 5 minutos me encantaban. Ninguno de aquellos textos que escribí obtuvieron el sobresaliente, y la verdad es que acabaron todos en la basura, después de tantas mudanzas... creo que solo conservo uno.
Y en realidad tan solo recuerdo el tema del único que conservo "por qué quieres ser periodista"; wuau, se me pone la piel de gallina al recordarlo. La mayoría de los alumnos que escribimos aquel día nos sentimos decididos a escribir, nos estaban preguntando en realidad el sentido de nuestra vida en ese momento. Antonio Dueñas lanzaba a sus alumnos una pregunta que sabía que no causaría indiferencia. Me sentí libre escribiendo , me sentí auténtica, comprendida. Alguien se había interesado por nosotros, por la razón que había hecho que muchos de los que estabamos en el aula 801 nos mudaramos  de ciudad y de ideas. La razón que nos impulso, sin saberlo, a dejar atras a los niños que fuimos en la escuela.
Jamás escribí buscando la máxima nota, hubo quienes calaron mi forma de escribir -como Félix Rebollo- y otros que no; pero eso nunca me ha importado. Jamás conseguirás que la humanidad te entienda, me conforno con entender mi mundo, el que han creado mis ideas.

(((maca)))

lunes, 9 de enero de 2017

Felicidad es levantarse cada mañana

No entiendo cómo sucedió pero he comprendido que no tiene sentido preguntarse los porqués,  el caso es  que me abandoné, me olvidé de mi misma y justo en el momento en el que decidí abrir las alas encerré mis ganas.
Empecé aquí desde cero, sin  comprender todavía que eso se hace a diario sin importar dónde te encuentres, con ganas y algo de fuerza; fuerza  que se diluyó con la llegada de las primeras nieves. Y me perdí, por no saber encontrarme, porque olvidé mi esencia y no me centré en quién soy ni a qué pertenezco.
Mis ojos lloraron y se invadieron de bruma, así no pude ver con claridad que aquí también amanece a diario. No sé qué ocurrio ni cómo pero eso ya no me interesa, solo sé que olvide que soy dos, que no soy solo un cuerpo que quizá a primeras no encajaba o no dominaba el idioma, también soy ese espíritu que dejé de alimentar y se puso enfermo.
Hoy he comprendido que la felicidad no existe, o al menos estoy segura de que ir en su busqueda es la mayor pérdida de tiempo. Hoy, así, como un milagro de domingo, he madurado un poco más de golpe y me he vuelto a ver en un reflejo. Había olvidado dar de beber a mi alma, había olvidado sentir, con paz, en silencio. Hoy me callé, callé todo y escuché mis latidos, inspiré y expiré 23 veces, me escuché a mi misma, hoy sentí mi cuerpo.
Mi cuerpo me habla, mi "yo interior" me gritaba atenciones y me senté a mecerlo. Sssssh, sssshhh, estoy aquí de nuevo. Volvemos a ser quienes somos, alma y cuerpo.
Me olvidé de leer, me olvidé de mi paz, pensé que ser feliz era depender de otros y de cosas, de sansaciones y de momentos. Hoy he aprendido que ser feliz es haberme despertado esta mañana, ser feliz es vivir, nada más. No existe el tiempo, eso solo nos acorrala y nos ahoga.
Existo yo, existe mi alma, existe esa voz que acallaba. Existe el esfuerzo y el compromiso, la sonrisa que he devuelto hoy al espejo. Existe la vida, existe la muerte, y esta noche moriré, y siento dicha de haber vivido así hoy mi día. Hoy me he escuchado, hoy he entendido muchas cosas, hoy he simplificado la vida y he entendido que el sentido de todo no está en planificar, sino en amar, en hoy, en este preciso instante que es lo único que sé que es verdadero.
Hoy, ahora, que celebro que estoy viva, no solo escucho a mi cuerpo.

(((maca)))

jueves, 15 de diciembre de 2016

Volar

Voy a estar sola, subida a un avión con decenas de personas, pero al fin sola. Lo que me hace sentirme más vulnerable aquí es la falta de compañía, pero compañía de peso claro, no me vale cualquier sombra. Anhelo una sonrisa amiga, un "qué tal estas" sincero, un "vamos a dar un paseo", y no volver hasta el día siguiente, medio muertas, pero nunca quietas.

Si tuviese que pedir un deseo pediría la tranquilidad que te hacen sentir tus personas queridas, esa sensación que te provocan las sonrisas de tus compañeros de trabajo al verte aparecer por la puerta, esas llamadas de teléfono mientras andas por mitad de Fuencarral y que acaban colgándose cuando os tenéis frente a frente. Esas tardes en las que no haces nada con alguien pero simplemente le tienes, sentada a tu lado, en pijama, viendo una película que tampoco es que te entusiasme, pero sabes que lo que importa no es lo que sale en la pantalla.

Necesito buena compañía , calor, seguridad y confianza. Es por eso que deseo emprender mi viaje, sentirme realmente sola en un avión y comprobar que la soledad, cuando es elegida, puede ser una bendición.

Quiero verme en una cama nueva, sin hablar en plural, ducharme sin prisa sabiendo que nadie después de mi tendrá que ducharse, caminar sin rumbo y con sentido, hacer lo que yo quiera en el momento en que lo sienta.

Quiero volver a hablar conmigo misma, reflexionar; inspirar y expirar.

Quiero apagar las luces y encender una vela y dejar mi mente volar. No quiero agobiarme por nada, quiero conocerlo todo, quiero volver a ser yo. Yo, esa ingenua que de tonta no tiene nada.


(((maca)))

lunes, 5 de diciembre de 2016

Llevo 51 días lejos de casa. No es que haya vuelto a dejar La Coruña por Madrid, es que directamente me he ido de España; y de Europa.

Recuerdo lo perdida que estaba el último verano que era estudiante de periodismo, la cantidad de dudas que tenía en mi cabeza con respecto al futuro... Aprendí que la vida se entiende de una forma tan sencilla como es viviendo, que a veces me complico demasiado y solo con vivir día a día, con la intensidad suficiente, puedo ser feliz y seguir sorprendiéndome a mi misma. Quién me iba a decir a mi hace un año que estaría viviendo a más de 8000 km de mi tierra natal, que hablaría a diario un idioma que no domino, que trabajaría en un colegio... con niños pequeños. Si alguien me hubiese leído el futuro le hubiese dicho que estaba loco. Pero bendita locura.

Quién me diría a mi que volvería a superarme, que decidiría salir de mi zona de confort y dejar atrás la etapa más viva de mi vida por una nueva en forma de gran interrogante.

No pensé que lo haría y lo hice, no pensé lo que dolería la distancia, el choque cultural... y duele, mucho. Pero aunque duele me lamo las heridas y disfruto de lo bueno, que por ahora es más que suficiente y estoy segura de que en unos meses volveré a pensar... "quién me diría a mi ...?" Con otra sonrisa en la boca.

Vivo el día a día, y sigo sorprendiéndome a veces, espero que la vida me sorprenda todavía... 


(((maca)))


domingo, 30 de octubre de 2016

Conocerse es un proceso de vida

Soñaba con irme de Madrid, la ciudad que me despidió de la niña que fui, soñaba con volar lejos. Deseaba cumplir sueños y alcanzar nuevos retos, me sorprendía a mi misma emocionandome entre las calles de la capital, esa que me hizo sentirme más suya que mi propia casa.
Madrid, sigues siendo mi favorita. Madrid, solo con nombrarte asoma una sonrisa en mi boca. 
Suelo querer tanto que rozo el agobio y huyo, las personas a las que les importo me cogen de la mano y me trabquilizan  con un abrazo y haciendome recordar a donde pertenezco. Y es que pertenezco a cada persona y espacio que me ha pellizcado el alma, y Madrid me ha pellizcado y abatido tantas veces... que sentí que era tan suya que ni reconocía mi sombra.
Era feliz a pesar del cansancio y de la inestabilidad horaria, era feliz y quizá no muy consciente. 
Y de tanto soñar que huiría huí, pero no de un modo cobarde ni secando alguna pena; me fui de allí alzando el vuelo tan alto que el vértigo se asemejaba imposible ante mis ojos.
Solo veía infinito, y cálido, apacible. Algo nuevo se abría ante mis ojos.
Estoy a más de 8000 km de mi casa, de las personas y calles que me hacen sentirme yo misma. Y qué curioso es que no sé a dónde pertenezco, tengo que descubrirme de nuevo, volver a retarme y ver hasta dónde llego.
Quiero un abrazo, quiero subir a lo más alto de la montaña y decirme "aquí estoy, lo he hecho".
(((maca)))

martes, 6 de septiembre de 2016

¿Cuánto hace que no estas con alguien?

-          ¿Tienes novio?
-          - No.
-          ¿Y cuándo lo dejasteis?
-          ¿Quiénes?
-          Tu ex, que cuanto hace que no estas con alguien.
Este tipo de diálogo se repite a diario. Cuando empecé la universidad, cuando empecé las prácticas, cuando empecé a trabajar, cuando me cambié de piso, cuando me presentan a alguien, cuando me auto presentaba…
En mi primer trabajo tenía una compañera que se pasaba el día diciendo:
- “Mi chico es lo más … es tan mono… ayer me hizo una cena sorpresa… hoy he discutido con mi chico… hoy me he reconciliado… hoy viene a buscarme mi chico…”
y yo pensaba, ¿yo soy tan pesada hablando de mi perro, o de mis sobrinos? Porque para mí ellos son “mis chicos” -que, por cierto, me parece una horterada eso de llamar así a alguien-. Supongo que ella era súper feliz con su novio, y no lo critico, es más, hasta podría envidiar su situación en algún momento de mi vida, pero no sé, ¿por qué tiene que ser tan obvio que yo también tengo que tener un chico que me haga súper feliz, que me invite a cenar, con el que discuta y con el que me reconcilie de la mejor manera? Pues no lo sé, pero siempre lo dan por hecho. Y no solo a mí, soy consciente de que no soy la única persona del planeta a la que le pasa – por mucho que me guste sentirme única y especial jajaja-.
- ¿Qué cuanto hace que no estoy con alguien? ¿En dónde, haciendo qué? Ahora mismo estoy contigo y esta mañana estuve con una amiga tomando algo… ¿tengo cara de pasar muchas horas sola?

(Aquí hay dos opciones de respuesta)
-a) Jajajajajaja no, en serio, dime… / b) Hablo en serio… ¿Cuánto tiempo llevas soltera?

Al final me veo obligada a tomarme esta pregunta con humor y, lo que antes me “preocupaba” (sin llegar a quitarme el sueño) ahora me parece algo cómico.
-          Pues la verdad es que novio, lo que se dice novio, no he tenido nunca… Bueno… quizá con 18 estuve dos semanas con un chico…. ¡Ah! Y en 2º de bachillerato 3 semanas con uno sí… Bueno, ¿consideras novio a tener 17 años y pensar que alguien es el amor de tu vida? La verdad creo que nunca he estado enamorada… ilusionada sí, muchas veces. A mí me ilusiona ver amanecer incluso un día de niebla así que me he ilusionado con varios chicos… Pero no, creo que nunca me he enamorado. (…)
En este momento de la conversación suelen mirarme con extrañeza, porque igual de obvio resulta que con 25 años he tenido que tener al menos un “ex” que obvio resulta que si no he tenido novio tengo que tener algún hándicap muy grande. La cara de extrañeza es porque todavía no han visto ese algo que se supone que tengo que hace que ningún chico haya querido estar conmigo en 25 años -que tiene tela eh, porque se da por supuesto que son los chicos los que no han querido estar conmigo cuando la verdad es que muchos no han querido estar conmigo, pero obviamente yo tampoco con otros tantos…-. ¿Sabéis eso de “siempre quiero a quien no me quiere y no quiero al que me quiere”? Vaya lio, ¿eh? Pues es así, casi siempre. Y cuando me ilusiono con alguien y ese alguien se ilusiona conmigo al final acaba pasando algo, por lo general suele pasar que el chico no tiene tema de conversación, que da por hecho desde el día uno que como le atraigo y me atrae ya está todo hecho, y que ya solo con tenerle enfrente tengo que ser feliz. Pues no, y la verdad es que él al final tampoco lo es. Y suelo hablar el triple o el cuádruple que la mayoría de los chicos, y suelen asustarse cada vez que digo las cosas claras; cosas mías -para mi tan normales como que siempre que voy a La Coruña me baño en la playa sin importar el día del año o las tormentas... o que tengo un blog en el que he llegado a despojarme de mi alma, o que he viajado sola a una playa por la única razón de que necesitaba bañarme y sentir el sol atravesando mi piel-. Al final siempre salen rana y he llegado a plantearme a ver si es que yo era renacuajo en mi otra vida…
Creo que nunca me he enamorado, y es tan simple como eso. ¿Qué por qué no tengo novio? Pues porque nadie ha sido capaz de atravesarme a pesar de ser transparente y tener un alma fácilmente penetrable, porque nunca me han dado la importancia que -sinceramente- merezco y las veces que sí me la han dado… No tenían nada que ver conmigo. Yo no quiero estar con alguien por estar, por pasar el rato, por poder celebrar cada aniversario de relación con una tarta de zanahoria… Yo no quiero tener un novio solo porque así siempre tendré con quien acurrucarme los domingos de lluvia, un novio que me haga de despertador cuando el mío no funcione, un novio que me escuche – o haga como que me escucha- cada vez que quiero desahogarme…
Sé estar sola, es más, me encanta. Se me da francamente bien disfrutar de mi soltería y especialmente de la soledad, no tengo miedo a quedarme sola un día entero con mi propia sombra. Pero me gusta compartir, así que no es que vaya a morir rodeada de gatos -eso espero- es solo que el día que tenga un novio quiero que sea una decisión basada en todo, y a la vez en nada. Quiero un novio que me haga mejor persona, que me enamoren sus ideas y principios, sus ganas de comerse el mundo que – unidas a las mías- nos hagan imparables. Yo quiero estar con alguien que me vea interesante, elocuente, divertida, cuerdamente loca. Quiero que entienda, acepte y comparta que para mí vivir la vida es darle sentido a los 365 días del año, y que hasta un día en el que no haces nada especial puede ser un día bonito. Yo quiero estar con alguien que me incite a mejorar, que me arranque la pereza y me de energía, alguien que me apoye y que sobretodo me deje hacerle reír y pensar.
Quiero estar con una persona el día que encuentre a alguien que comparta mis sueños, que los promueva, que quiera iniciar cada día un camino hacia la felicidad, que quiera verme bailar sola y bailar conmigo ante cualquier situación dificultosa, que se muera de ganas por compartir mis alegrías, que me vea como la mejor doctora, enfermera, amiga y confidente.
 
(((maca)))

miércoles, 17 de agosto de 2016

Dándome voz

Si tienes miedo a estar solo es que tienes muchos fantasmas dentro. Hay que estar solo a veces, para conectar con uno mismo. Y llegará un momento en el que sientas que ya está, que ya lo has hecho, que necesitas volver a re encontrar personas, que necesitas repartir tu tiempo.
Si tienes miedo de ti mismo tal vez te convenga conocerte un poco, y lo primero que has de hacer para saber qué te gusta y qué detestas es sentarte frente a frente con tu sombra, y mirarle a los ojos.
Cuando te ves a ti mismo con los ojos de los demás, con los filtros de otros, con las metas de otros, con los juicios de quienes por supuesto tienen otros ideales sueles sentirte pequeño, confuso, alterado, y puede suceder que te encuentres a ti mismo esforzándote por cosas que le interesan a otros, no a ti, y hasta el momento en el que has logrado enfrentarte a tu soledad no te has planteado cuales son tus principios.
Sí, claro que sí, casi todos tenemos intereses comunes, eso que se llama "ley natural" y que nos mueve como siguiendo una estrella que no vemos, pero que nos dicen que está por ahí. Luego están nuestras costumbres, las que hemos absorbido de nuestra región, las que hemos aprendido de nuestra familia, la que nos han inculcado nuestros maestros, las que nos tatúa el cuarto poder.
Todos buscamos la felicidad y queremos vivir nuestra vida de la mejor manera, no vaya a ser que sea cierto eso de que solo se vive una vez y estemos malgastando nuestra oportunidad compartiendo tiempo con gente a la que de verdad no queremos, alabando personas e ideas que no nos convencen, insultando en lugar de hablando y llegando a un acuerdo, rompiendo en lugar de comernos a besos.
Todos tenemos intereses comunes, esa luz que nos guía pero a la que muchas veces le ponemos un velo para hacerla callar, porque es más fácil no escuchar lo que nosotros mismos decimos, bajito, muy bajito, desde dentro de nosotros mismos. Muchas veces gritamos para silenciar los oídos, sin ser conscientes de que en silencio, muchas veces, hay cosas que merece la pena escuchar. No podemos olvidar que lo que queremos y sentimos es nuestro, solo nuestro, y debemos respetarlo y reflejarlo en nuestra forma de actuar con los demás.
No podemos ser veleros llevados por otros vientos, creemos nuestras propias corrientes, busquemos, indaguemos nuevos mares, conozcamos otros puertos.
Si es cierto que solo se vive una vez, yo quiero vivir ...
-"Yo quiero vivir"... -oigo una voz que repite lo mismo que digo en alto. Es esa vocecita que todos llevamos dentro-.


(((maca)))

viernes, 8 de abril de 2016

Despierta

Despierta, déjate de excusas y lamentos.
Nadie te preguntó si querías vivir, vives simplemente, así que hazlo de la mejor manera si es posible.
Despierta, de qué sirve vivir si no es contigo, con tu mejor versión, con ese "yo" que busca más razones que pretextos.
Despierta, conmigo, contigo.
Recuérdate que sigues vivo.
Yo, que soy consciente de que hoy estoy y estarlo mañana es negociable con la vida, prefiero crearme oportunidades que tomarlas por perdidas.


(((maca)))

sábado, 13 de febrero de 2016

Nada mejor

No hay nada mejor que querer
Querer a alguien
querer lo que cocinas
querer lo que comes
comer lo que quieres.

No hay nada mejor que querer
Querer los senderos que caminas
querer tu día a día
querer a toda clase de vida
querer no morir nunca en vida.

No hay nada mejor que querer
ni nada mejor a que te quieran
sin medida.

No hay nada mejor que mirar queriendo
querer que te miren
querer lo que miras

No hay nada mejor que saber disfrutar de esta lluvia
queriendo que salga el sol y aunque no lo haga soñar que así ocurre
porque si sueñas quieres
si quieres sueñas
y si quieres, si quieres de verdad lo haces todo
sonríe tu corazón mientras llueva.


(((maca)))

jueves, 19 de noviembre de 2015

Alma


Recuerdo cuando hace 15 o 20 años contaba cosas que habían pasado diciendo "cuando era pequeña..." y mis hermanos siempre me decían que seguía siéndolo; yo me molestaba por sus comentarios, sin embargo ahora lo digo y nadie rebate mis palabras. No sé cuando crecí, cuando mi visión de la realidad empezó a parecerse más a los de mi alrededor.
Cuando era pequeña -que bien sienta poder decírlo y que vacío siento al no oir a nadie interrumpir- mis padres me enseñaron que dentro de mi había un alma, que la cubría mi cuerpo como un envoltorio cubre a un caramelo; que mis ricitos dorados eran preciosos pero que dentro tenía algo que lo era más. Yo no entendía de qué me hablaban y aunque durante toda la etapa escolar en el colegio me repetían la misma idea yo nunca llegué a plantearme si realmente eso que decían era real o no era más que otra historia de esas que nos cuentan para intentar hacernos creer que la vida es preciosa y que no existe el miedo; como si el miedo no hiciese de la vida algo apasionante.
Yo era feliz creyendo que cada 6 de enero tres ancianos muy sabios venían a mi casa -sí, sí, a la mía- y se bebían las tres copas de Champagne que les habíamos preparado, se comían todos los polvorones y se fumaban dos de los tres cigarrillos que mi padre les había dejado. Yo deducía que Baltasar, mi favorito, no fumaba, y me parecía lo más lógico que hubiesen ido a mi casa a comer, beber y fumar y que, ya que estaban, colmasen de regalos el cuarto de estar.
A mi me parecía lógico, mágico y muy real que mi padre sacase monedas de sus orejas y que mi madre pudiese hablar con gnomos que se esconden en la ciudad. A mi me parecía cierto que la risa era una medicina y que una cucharadita de azúcar te curaba de todo mal. Hay cosas que todavía creo, quizá sea que sigo siendo un poco niña.
Eso que me contaban de un cuerpo y un alma se me olvida en muchas ocasiones, es como si al despertarme lo hiciese mi cuerpo y no eso otro que forma parte de mi, que es en realidad mi ser, mi esencia, aquello a lo que le pertenece mi nombre más que a nada. Hay épocas de la vida en las que me preocupa mi aspecto hasta tal punto que si no salgo de fiesta con unos buenos tacones no me siento segura, hasta el punto de ir en el metro juzgando -"sin querer"- el aspecto de los demás entre listos/interesantes/atractivos/probablemente grandes personas... según cuanto se hayan arreglado ese día o no, según la suerte -física- con la que hayan nacido. Me siento mal por ello y cuesta un poco admitirlo pero así es, así soy, y a veces me pregunto qué tal llevaré el envejecimiento dentro de 30, 40, 50 años.
La arruga es bella dicen, y así lo creo, pero hay algo -estúpido- que me hace presentir que será un mal día si ese día no me veo guapa, si nadie me recuerda que aunque ya no tengo rizos mi pelo quizá sigue siendo bonito para los ojos de alguien. En realidad, ¿qué importa el aspecto físico? ¿Dice tanto de alguien?
He tenido unos días de vacaciones, diez para ser exacta, y creo que los he aprovechado de la mejor manera. Estaba pasando una época bastante estresante en mi vida, nada del otro mundo pero a mi modo de verlo demasiadas responsabilidades. Salía de casa para ir a trabajar y cuando volvía mi cabeza no podía dejar de dar vueltas a lo que había hecho y a lo que tenía pendiente por hacer mañana, me metía en la cama con la angustia de pensar cómo sería el día siguiente. Dormía y me despertaba asustada, revisando el móvil y mis tareas pendientes y cada llamada telefónica era un golpe nervioso. Me preocupaba mi falta de equilibrio y mi ausencia total de vida social. Amanecía y como me veía con mala cara me maquillaba y una vez pintada me veía mejor, el problema es que me costaba sonreír y por tanto mi imagen no resultaba tan atractiva. Una sonrisa abre más puertas que una llave.
Pretendía hacer todo con agilidad y estilo, sin olvidar un solo detalle, dejando constancia de mi paso por cada lugar al que acudía (al fin y al cabo se reducía a casa-metro-autobús-trabajo-; algunas veces mi ruta se alargaba e iba al supermercado).
Vivía la vida que yo quería, porque en realidad yo así la había elegido pero, ¿realmente quería vivirla de esa manera? No.
Desconozco en qué momento olvidé quién era y desconcté de mis porqués, olvidé la razón por la que me despertaba cada día y solo me limitaba a sobrevivir. Sobrevivía mi cuerpo pero mi alma permanecía en un estado de coma profundo, no vibraba por nada, solo lloriqueaba de vez en cuando sin hacer nada por cambiar lo que me disgustaba.
En mis días de vacaciones solo quería andar, caminar y caminar un recorrido que no acabase nunca, para huir quizá de mí misma y reencontrarme con mi esencia. Para huir de lo que había construido alrededor de mí y que no me servía - rencores, prisas, excusas, limitaciones- y volver a despertar a lo que me mantenía viva: mi alma, mi yo verdadero, llámalo como quieras. 
Estoy descorchando mi alma, puliendo los daños y errores, recordando otra vez quién soy y sobretodo a dónde voy.

(((maca)))

jueves, 15 de octubre de 2015

Te quiero amiga. Estoy aquí. Gracias.


Estamos mal acostumbrados, damos por hecho cosas que no deberíamos tener impuestas en nuestra vida como simples cosas lógicas, fáciles o con derecho a tenerlas. Me despierto cada día con la seguridad de que -a pesar de estar a 600 km- tengo unos padres que a cualquier mínimo grito de auxilio podrían hacerlo todo con tal de aliviarme, y no hablo de malcriarme, sino de la seguridad que aporta el saber que tienes personas en tu vida que aparte de ser tu Norte son tu saco de boxeo.
Yo aparte de a esas personas a las que me une más la sangre que la similitud física tengo a otras pocas que me hacen sentir única. Por eso digo eso de "estamos mal acostumbrados", porque considero que tener la inmensa fortuna de tener a una amiga como ella a mi lado -a pesar de los 600 malditos kilómetros- debería de tenerse en cuenta a diario como un milagro. Sí, un milagro, un hecho extraordinario es para mi tener a una amiga como ella que me entiende tan bien que parece que nuestros cerebros y sobretodo almas están conectados.
Me gustaría ser capaz de sorprenderme a diario con sus frases y ocurrencias que me hacen pensar más allá de mi ombligo, más allá de mis ideas y de las suyas... de las nuestras propias. Pero me acostumbré hace algún tiempo a llamarle cada vez que se me encoge el alma o a compartir con ella cómo mi alma se expande. Es como un desayuno de hotel a diario, como si cada día pudieses llegar tarde al trabajo y como si el autobús llegase a la parada justo cuando tu lo alcances. Ella es esa persona de la que de verdad sé que no me separaré nunca, porque aunque hayamos vivido más días alejadas que unidas en el terreno material... en el otro terreno, ese que no sé cómo se mide pero en el que no importa la distancia, llevamos juntas toda una vida.
Estamos mal acostumbrados porque no somos conscientes de lo afortunados que somos por tener a gente así en nuestra vida, gente como ella que es capaz de hacerme reír aunque haya tenido un día penoso. Persona con la que te entran ganas de aislarte del mundo para volver a conectar con todo.
No podemos olvidar que esta clase de personas, que esta amiga mía, también tiene una vida llena de alegrías y despropósitos como la nuestra , una vida que tiene sus rachas de euforia y sus épocas en las que parece que la semana se compone de siete lunes. Es por eso que no podemos acostumbrarnos a tener el amor siempre de nuestro lado, aunque lo tengamos, vamos a darle un abrazo a esa persona que siempre está ahí dispuesta a darnos uno, dos, tres, cuatro... Vamos a sorprender a esa persona -y por qué no a la vida- y a decirle que la queremos, que gracias a su existencia nuestros días grises se tiñen añiles y nuestras alegrías no se quedan en simples sonrisas sino que estallan en carcajadas.
Para todo, para nada. Siempre aciertas con tus palabras y por eso no se me ha ocurrido mejor manera para empezar este jueves de octubre que diciéndote que siempre procuraré entenderte y el día que no lo haga haré un cursillo especializado en tu mente, para poder ayudarte. Tengo suerte de que mi alma se parezca tanto a la tuya de que hasta ahora al menos no he necesitado esforzarme nunca por entenderte, porque tú y yo siempre lo hacemos. Solo quería decirte que "Te quiero amiga. Estoy aquí. Gracias."


(((maca)))

sábado, 26 de septiembre de 2015

Adolescentes sin infancia




Normalmente suelo llegar pronto al trabajo, pero una cosa es llegar 10 minutos antes y otra cosa es que te sobren cuarenta minutos así que decidí sentarme en un banco a leer. Había olvidado mi libro en casa con lo cual pensé, que como para mi leer y escribir me da un placer semejante, sacar mi libreta y un bolígrafo no sería tan mala idea. Había un grupo de niñas hablando nerviosas a unos metros de mi, no pude escribir nada en cuarenta minutos, solo escuchaba esa voz aguda que taladraba mis oídos contándole a sus amigas -de unos trece años- su vida. Sí, les estaba contando su vida, su corta vida, más corta que la mía, pero de una manera tan increíble que no quería prestar atención a otra cosa, solo podía escuchar esa voz incómoda y esas frases de adolescente que se cree interesante. Pensándolo ahora, algo de interesante tenía que tener, porque me tuvo un buen rato pendiente de sus palabras y ahora voy a escribir sobre ella... pero si lo hago, es por otra razón.

Tenía una voz aguda que intentaba camuflar respirando desde el estómago y forzando la garganta, desde la primera frase deduje que esa niña lleva toda su infancia intentando comportarse como una adolescente, y ahora que es adolescente quiere que su reflejo sea el de una mujer adulta. Decía a sus amigas frases como "sí, bueno, mi padre tiene otro hijo al que tampoco le hace ni caso. Él siempre ha querido comprarme con juguetes y ahora con ropa. A ver, es que mi padre es alcohólico y toxicómano, qué queréis que os diga, probablemente tenga más hijos, yo no lo sé ni quiero saberlo, él para mi no es mi padre. No tengo padre." U otras cosas como "creo que por esto es por lo que estoy con Christian -deduje que era el novio de la niña/chica, si hay gente que con trece años tiene novio...-, al no tener una figura paterna estable yo lo que busco en un hombre es estabilidad y cariño, todo lo que nunca he tenido, y alguien que me diga cómo hacer las cosas".

Me dio una lástima tremenda escuchar esas palabras de una niña, porque al fin y al cabo por mucho que hayas vivido sigues teniendo trece años. Me dio una pena infinita que hablase así de su padre, que no tuviese de verdad ese calor que da la figura paterna, y que le diese igual todo lo que a el se refiere y se lo estuviese contando a otras niñas como si nada, en mitad del pasillo de un centro comercial rodeada de gente que podía escucharla. Y más pena me dio que con esa edad ya se crea que necesita tener a "un hombre" que "sustituya" a su padre. Primero, hablaba de ese Christian más como un remedio para "curarse" que como un novio y segundo, no quiero olvidar que es una niña. Y hablaba con tanta ira y creyéndose con tanta verdad que me daba lástima más que por su padre por ella misma, por esa niña que pudo ser y no fue, por esa niña que probablemente hoy sea adolescente y mañana adulta, y al no haber vivido su infancia como una niña mañana no sé si sabrá vivir como lo que le corresponderá en ese momento.

Escucharla era triste, pero hablaba intentando sacar una carcajada a las otras niñas que la estaban oyendo, estaba tratando sus historias como un monólogo en búsqueda de aplausos, de una risa final, y lo único que creo que necesita esa niña es ser niña, y nada más. Una niña "sin padre", una lástima, pero una niña al fin y al cabo. No me gusta esta moda de que los padres sean amigos de los hijos, de que los hijos sean jueces de los padres, y de que los niños ya no tengan ideas de infante. Dejemos a la infancia jugar con su inocencia e imaginación, no llenemos sus cabecitas de ideas y palabras nuestras, dejemos que sean ellos quienes conozcan la vida y ojalá decidan por si mismos conocer a Peter Pan.
(((maca)))

jueves, 17 de septiembre de 2015

El boulevard de los idiotas

"La verdad me sabe amarga al ver que toda mi ilusión es un monstruo que anda suelto por ahí y que se escapa siempre como tú de mi". Esta frase de El boulevard de los idiotas, junto con el resto de diamantes afilados que desgarra Goñi en la canción, hacen que me tiemble el alma.
Es una de las canciones que más me conmueve, y sin embargo no sé explicar su significado con precisión para quién me lo pregunta; creo que la poesía cada uno la interpreta cómo quiere, yo puedo escribir o decir algo y tú lo interpretarás cómo la vida te haya enseñado a hacerlo.
Yo interpreto esa canción como poesía, como mi historia, como si alguien me abriese el cuore en este preciso instante y pudiese leer su biografía.
Necesito ametrallar el teclado mientras la escucho, como si cada palabra cantada fuese mi realidad a medida que la escribo
"Después de más de veinte años escarbando
y de miles de km de huir
de los fantasmas que a mi espalda llevo atados que intento a golpes de guitarra destruir.
La verdad me sabe amarga al ver que toda mi ilusión es un monstruo que anda suelto por ahí, que se escapa siempre como tú de mi.
Y que se escapa siempre, como tú de mi.
Y aunque me empeñe en encontrar la frase exacta, o el acorde que destruya el hormigón, ¿de qué están hechos el orgullo y la arrogancia y las batallas de vergüenza por honor.
Y me rompo en mil pedazos como un sueño de cristal cuando estalla la verdad contra mi piel, y la noche se desangra en su brutalidad oscuridad, cuando las promesas mueren al nacer. Si el empeño nació ya siendo un fracaso quién lo sabe hasta que no se ve llegar, yo deje mi alma empeñada en una calle sucia y gris, a cambio de este sueño por vivir. Y mil tipos me persiguen locos por verme caer, colocándome sus trampas a los pies, pero me escapo de ellos como de tú de mi.
Como tú de mi."

¿No te desgarra cantar que alguien haya escrito tu historia?


(((maca)))

domingo, 13 de septiembre de 2015

Memoria selectiva

No iba a pensar en ti, y no lo hago, salvo cuando me sorprendo distraída viendo la única foto que guardo de ti. No tenemos ni una juntos, tuvimos una pero por estúpida decidí borrarla, o por inteligente, quien sabe. ¿Has oído hablar de la memoria selectiva? No me hace falta esa foto, si supiese pintar cuadros como soñaba de pequeña la pintaría tan bien que parecería la fotografía auténtica. Quizá tú si la guardes, en algún rincón de "fotos con las que no sé que hacer".
Las mejores decisiones, las más inteligentes, muchas veces duelen y tú dueles más que nadie.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Me quiero

Las despedidas son una mierda, una "M" mayúscula, un vacío desconcertante en el que muchas veces no se sabe cuanto tiempo durará la ausencia o se desconoce si, en el inexacto momento del reencuentro, la vida volverá a ser igual que antes. Las despedidas pueden ser de cosas o situaciones, como despedirnos de aquel tutú o disfraz de action man que usabas cuando eras un crio y que por muchos momentos y cariño que le guardes ya no te vale y en tu armario solo ocupa espacio y polvo, o pueden ser también entre personas. Estas despedidas suelen venir acompañadas de un "hasta pronto" que en ocasiones convierte al "pronto" en nunca. Pero así es la vida, despedirnos de situaciones para aprender a vivir con ellas pero sin cargar su peso.
Una de las despedidas más duras para mi fue despedirme de mi infancia, y reconozco que puede sonar algo extraño ya que no recuerdo cómo ocurrió, solo sé que a veces todavía me duele. Otra despedida dura fue la del colegio, ¡con la de veces que había soñado con salir de aquellas paredes!, al final me costó asumir que me tocaba empezar a tomar decisiones y a ser consecuente con mis ideas y actos. Me despedí de amigas de la infancia para siempre- o al menos quizá hasta ahora- y afiancé mis relaciones más importantes. Hubo despedidas sonadas y otras silenciosas, que hicieron más mella. Otra despedida se asomó a mi vida cuando conocí la muerte como la despedida más tajante, como la más definitiva, como la falta más absoluta de segundas oportunidades, como el consecuente aprendizaje de que todo aquel que nace muere y por tanto, hay que dejar un rastro de vida allá por dónde besen nuestros pasos.
Hoy he vuelto a despedirme de algo y de alguien, de la circunstancia actual de mi vida, de la idea de ser una estudiante universitaria y dar una tímida pero decidida bienvenida al Master que comenzaré en unas semanas. Hoy me he despedido de mi otro yo, de ese que llevaba un tiempo anunciando que estaba cansado, que se movía arrastrando consigo recuerdos y un pasado que no hacía más que pesar en mi regazo. Hoy me he despedido de la posible historia de amor que pudo ser y no fue, de esa que siempre supe que acabaría algún día y que hasta hoy no tuve la valentía de abordar - y eso que en realidad he sido casi siempre yo la que la he tejido sola-, esa historia que llevo cuatro años alargando a la espera de que los sapos bailen flamenco o de que, yo que sé, quizá vea en mi lo que yo en él veo. Hoy me he despedido de no darme la importancia que tengo, de la niña débil que protesta porque le cuesta cargar con tantos juguetes y sueños, de la chica que sueña y no alcanza. Hoy me he mirado en el espejo y me he dicho bajito que me quiero, y mientras una lágrima anunciaba la despedida he ido cerrando capítulos pesados de mi vida; capítulos que no aportan ni reportan.
Llevo un tiempo viendo en mi lo que soy ahora, pero me resultaba extraño esto de crecer y no poder hacerlo con alguien de la mano, así que me abrazaba al pasado a ver si le nacían raíces o alas y me hacía la ciega cuando veía que el sol ya no se ponía en tu espalda.
Hoy he despedido a las excusas, me he despedido del querer volver a verte aunque sepa que me vaya a costar meses que lo que pienso y digo de ti tenga concordancia.
Despedirse puede ser una "M" mayúscula, una mierda o una señal de que decido quererme tanto o más como quise todo contigo.


(((maca)))

P.D. Mamá no te preocupes, sabes que estoy mejor que nunca.

viernes, 24 de julio de 2015

Letras al pasado y futuro de Mario.

(Lo aquí narrado puede ser fruto de mi imaginación, o un relato basado en una historia real de la vida de Mario. ¿Que quién es Mario? ¿Y a quien le importa? Lee y déjate convencer de que el pasado siempre vuelve, y si no lo hace no debes de insistir en que lo haga.
Mario se levanta cada día sin saber que desde tu ventana alguien le espera, con un beso pendiente, de despedida o de bienvenida; bienvenida a la vida de Laura.)

Crezco y me hago mayor, más consciente del abismo, de tu falta, de mi esencia efímera sin tu presencia, de que la vida es eso que pasa mientras me empeño en no caerme ni parecer demasiado despeinada. Espero y desespero a que aparezcas mientras beso a los sapos que menos merecen mis besos. Y mientras no apareces juego con el pasado a ver si volviendo a tirar los dedos me toca algo más de suerte; y en realidad lo que toco y agarro es el daño, el placer que me produce volver a verte es directamente proporcional a las dudas que tengo de hasta cuando querré alargar los puntos suspensivos. Mis clavos de la cabeza son dudas y cuando siento que estallo floto, floto como si no hubieses existido nunca, como si jamas te hubiese dado la importancia que te dí algún día y como si a día de hoy no sintiese que por fin estas empezando a significar para mi otra cosa. Será que me hago mayor y los sapos están dejando de interesarme tanto como el salir de fiesta cuatro noches seguidas, a ver placer en un "no levantarse de la cama en todo el dia".
 Menos de lo que me das sería un castigo a mi inteligencia, lo que me ofreces es lo necesario para que no suelte la cuerda y para que en las noches que se me da por pensar sobre la utilidad que estoy dando a mi tiempo contigo la balanza resulte siempre en positivo. Positivo, porque soy así, soy dos entes negativos que se unen para dar lo mejor de si mismos. Soy esa loca que se iría hoy mismo contigo a una playa, y vería amanecer pegada a tu boca, y cuando amaneciese y viésemos la realidad asomándose a nuestros ojos y al mar y nos tocase volver a nuestras vidas, yo te preguntaría que por qué no me incluyes en tus días y dejas la rutina a un lado y volamos juntos y saltamos pegados desde los abismos menos investigados.
Estallo contigo y quiero expandirme a tu lado, retorcerme de todo clase de pecados y confesarlos contigo. Quiero ser libre como siempre pero sentir que tu boca es más que un beso y un mordisco de cuando en cuando, que tu boca sea eso que me calma y que me da vida. Que no late cuando estalla, sino que lo hace también cuando no la llamo, cuando no le robo un beso mientras habla.


(((maca)))

lunes, 20 de abril de 2015

Beluca, mañana hará un año

He aprendido a dejar ir a las personas que quieren hacerlo de mi vida, antes yo era más de guardar cartas, de romper mi alma entre las fotos y de cantar recuerdos en la ducha. Antes era una idiota, una suicida, una persona de esas que da todo a cambio de nada.
He aprendido que quien se quiere ir se va, y quien no quiere pero encuentra algo mejor, te olvida. Así que llegado a este momento de la vida en el que ya me dan igual las fotos, las palabras y la falta de hechos, me pregunto cómo ha podido pasar un año desde que tú te has ido.
En estos 365 días he conocido a personas por las que he apostado al menos una de mis sonrisas, he conocido a gente a la que he hablado de ti, porque no hablar de ti sería algo así como olvidarte, y cómo voy a olvidarte si ni siquiera siento que te hayas ido.
Hay mañanas -sobretodo de domingo- en las que amanezco cansada, a pesar de haber dormido; y es que hay días en los que no me acostumbro a no ver a alguien como tú en mi vida, a no escuchar tu voz que siempre ríe y que no se queja por nada. Vivir sin ti es posible, porque el reloj no para, porque respirar es ley de vida y aquí sigo en este mundo, feliz igual que siempre, pero asombrada.
Me asombran estos doce meses, me asombra comprobar que no estas y que por aquí las cosas cambian. Ya te he dicho que he empezado a dar la importancia que tiene a cada cosa, y empiezo a comprender hoy el valor de cada una. Una foto es solo una foto pero si sales tú conmigo es un baúl de sentimientos, un pozo de sabiduría, un chute de optimismo, un escalofrío que me ahoga.
No me creo que no estés, de verdad no me lo creo. Que me despierten por favor, que me pellizquen, que alguien me diga que no es cierto. Llámame, ven a verme, quiero enseñarte mi nueva casa. Quiero que veas mi trabajo, que conozcas a mi gente. No ha podido pasar ya un año, no ha podido, yo no quiero.
Vivo, que es mucho más que sobrevivir, porque tú me lo enseñaste. Vivo, que es sobretodo reír, porque tú lo demostraste.
Te echo de menos cada día de mi vida.

(((maca)))

lunes, 13 de abril de 2015

Oasis

Haz de tu vida un oasis, donde tengas todo aquello que más anhelas y precisas, sin exageraciones. Haz de tu vida un oasis donde calmar siempre tu sed, no hagas de ella una montaña rusa.
Pregúntate por qué estas aquí, cómo has llegado a este momento, quizá por qué me lees ahora. 
La vida se compone de de dos cosas: providencia y ejecución de nuestros actos.
Las cosas no ocurren solas, detrás late una razón, un origen que quizá desconozcamos o no podamos comprender.
El ser humano no esta capacitado para entender todo, un ser tan pequeño no puede comprender los misterios más grandes del universo, pero sí a de tener cabeza que marque qué vida quiere vivir y cómo.
El hecho de no saber qué será de ti y de mi mañana no impide nada, al contrario, nos asegura el día de hoy, así que vivámoslo; sin aspavientos, sin subirnos a la atracción más loca de todas, sin decidir no pensar las cosas porque así todo es más fácil...
La vida esta para vivirla con inteligencia y el punto justo de locura, no hay que ser un loco para vivir la vida al máximo, las cosas que necesitamos descubrir y conocer están muchas veces dentro de nosotros. Solo hay que hacerse preguntas, tener una vida más allá del trabajo y las cañas de después, ¿cómo puede ser que el mismo que viaja a la Luna, que el mismo que es capaz de salvar vidas con un bisturí o una pizarra no sea capaz de comprender minimamente al menos el sentido de la vida? ¿Cómo puede ser que se prefiera huir de toda duda y responsabilidad?
Un oasis.Una vida más allá de mis caprichos y los tuyos, una vida que no es mejor cuanto más alejada este, ¿de que huyes si te vas? Ábrete el corazón y mira, ábrete el alma y sopla, dentro de ti algo palpita con más fuerza que la sangre que te hace ser hombre. Dentro de ti está lo que buscas, descúbrelo y podrás bañarte en el mar de tu desierto.


(((maca)))

sábado, 14 de marzo de 2015

Hoy brindo por ti

Desde hace unos días tengo ganas de escribir aquí y por una cosa u otra no encuentro el momento, esas cosas suelen tener que ver en el 80% de los casos por la necesidad de irme a repartir CVs por la ciudad, en un 15% porque estoy trabajando, y en el 5% restante... porque a veces se me da por dormir. El caso es que hoy -son las 01:00 horas así que ya cuenta como sábado, 14 DE MARZO- hace una semana que me dijeron que no van a renovar mi contrato de trabajo. Vamos, que el día 20 será mi último día como dependienta en una de mis tiendas favoritas de Madrid, y del mundo si cabe. (Es lo que tiene, quizá, no haber viajado demasiado).
Desde que me dijeron la noticia me ví en la obligación de ponerme a buscar trabajo muy en serio, pero en serio de verdad, mucho más en serio que esas dietas que uno se propone hacer siempre que se acerca el verano; más en serio todavía que esas promesas de no volver a hacerse daño uno mismo. Así que es por esto que mis ganas de escribir aquí aumentan a diario pero nunca encuentro el momento idóneo. Hoy, en mi 5º día oficial en búsqueda activa de trabajo me llamaron para una entrevista: dependienta en una perfumería. Creo que pocas llamadas me han hecho más ilusión que esa; sí, soy una casi licenciada en periodismo que se muere de ganas por trabajar como dependienta. ¿Alguna vez mi vida ha sido muy lógica? No, y tampoco quiero que lo sea. Tengo muy claro que Madrid es mi ciudad, y tengo muy claro que con tal de vivir aquí trabajo de lo que sea.Y tengo más claro todavía que no eres mejor por trabajar en tal o en cual cosa, sino que eres mejor cuanta más felicidad seas capaz de albergar dentro de ti mismo y eso no te lo da  tal o cual trabajo, sino tu modo de afrontar la vida. En estos últimos 6 meses he aprendido muchísimas cosas, y entre muchas de ellas esta que ser dependienta -al menos en el H&M Gran Vía 37- no es algo que pueda hacer cualquiera. Quizá no te piden tener una licenciatura o un máster, pero hace falta mucha, pero mucha paciencia y sobretodo un aguante tremendo. Ahora que han pasado ya seis meses veo que ha sido una experiencia tan positiva en mi vida que no la cambiaría ni un poco, me he exigido cosas a mi misma que antes no me hubiese planteado. Son  cosas como estar viviendo en Getafe y tener que amanecer cuando muchos todavía no se han acostado para entrar a trabajar a las 7 de la mañana, medir cada minuto de mi tiempo solo por pasar unas horas de Navidad con mi familia, sudar lo que haga falta con tal de poder -al fin- pagarme un piso en el centro, cansarme, estresarme... pero lo mejor: comprobar que las cosas con una sonrisa se hacen mejor, y que las cosas hasta que no se hacen no te hacen sentir realizado. De esta experiencia me llevo algunas personas estupendas que sé que seguirán formando parte de mi historia que podría llevar como nombre "Maca buscándose la vida en Madrid". (Marta y Patri).
No hay nada mejor que llegar a un piso y poder llamarlo casa, no hay nada como que llegue el fin de mes y cobrar lo que te has ganado con tu esfuerzo y poder ir a hacer la compra y pagar tu casa con ese dinero que es tuyo, que te pertenece. No hay nada como ver que se te acaba el contrato y que, o te busca la vida mociña, o a ver cómo vas a pagar el piso... Todo esto te lleva a ser responsable, y no hay nada mejor que ver que eres eso. Responsable. Quizá compruebes también que ya has dejado a Peter Pan de lado, pero que no has dejado tu esencia, ni tu sonrisa constante... ni tu insoportable manía de sentir todo al cien por ciento.
Hoy he tenido una entrevista y he salido contenta, ahora toca esperar a que me llamen...
¿Sabéis que día es hoy? Hoy es el día en el que la abuela quería celebrar su 90 cumpleaños en la cámara de oficiales, ella decía que disfrutaba imaginándose ese día, que ojalá pudiese celebrar su 90 cumpleaños y de esa manera... y que si no podía ... ¿quién iba a quitarle todo lo que había disfrutado imaginándose ese día? Hoy es 14 de marzo, hoy la abuela lleva diez meses transformada en mariposa que vuela, quién sabe dónde, hoy, como siempre, se te echa de menos.
Yo sigo jugando a que me ve desde algún sitio, desde algún espacio, y que disfruta viendo como me las ingenio para seguir siendo un poco niña. Yo sigo nombrándola cada vez que alguien me dice que soy muy optimista... ¡claro, como la abuela!
No creo que puedas leerme desde donde estés pero oye... por si acaso allí también tenéis Internet ... TE QUIERO


(((maca)))