La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

lunes, 18 de febrero de 2013

Presentación

Buenas tardes, me presento.
Mis padres decidieron llamarme Macarena por la Virgen, por eso de que mi madre es andaluza aunque por mi corra sangre gallega. Nací en La Coruña hace 21 años y pico, y siempre celebro el día de mi nacimiento con la gente que más me quiere y quiero en la playa de Gandía, Valencia.
Desde pequeñita no hay nada que me guste más que el sol, la playa y el mar; ya sea el de mi norte o el de levante, donde haya un rayo de sol ahí estoy yo dejando que me caliente. Si soy adicta a algo es al salitre y a las cosquillas en la espalda, no me gusta el tabaco y últimamente el alcohol me da asco, especialmente sus consecuencias. Mi droga favorita quizá sea la soledad, eso es lo que adoro y ha intentado matarme a veces, pero disfruto en compañía, con mi gente; esas personas que realmente se merecen mis sonrisas y abrazos.
Me gustaría saber pintar, de pequeña en vez de ir a clases de piano o ballet yo iba a clases de pintura y de fútbol. De verdad que lo intenté, pero nunca marqué un gol y aunque en la pared de nuestra casa se exhiba uno de mis cuadros,nunca me he sentido una verdadera artista.
De mi padre no he heredado la paciencia ni el arte, ni de mi madre la constancia ni su fe; pero guardo dentro de mi algo de ellos.
Soy de las que usa la cabeza para más cosas que para peinarse, intento encontrar la solución de este mundo y a veces eso me trae dolor de cabeza. Siempre doy oportunidades, es fácil que me hagan daño y algunas heridas no se me han cicatrizado. Sé querer, quizá no de la mejor manera, pero creo que todavía nadie me ha enseñado. Me paso el día abriendo ventanas, no soporto que se cargue el aire y no entiendo a quien inventó los radiadores; me asomo al balcón y siempre que puedo lo hago descalza, y cuando cierro los ojos me imagino en una playa aunque aquí nieve o el sol arda en el asfalto y la polución.
Soy transparente, quizá a veces demasiado, y no entiendo por qué a alguna gente le divierte hacer daño. Soy consciente de que el poder absorbe, y por ello me alejo de él, para mi el poder está en saber dominarme y saber estar donde me encuentre.
Sueño despierta y por las noches tengo pesadillas, he matado a tanta gente en sueños que lo único que puede alegrarme de eso es que se supone que les alarga la vida, o eso dicen.
Me refugio en la música, creo que canto bien y si no es así lo siento porque si no canto o no escribo no soy yo; así que siento por quienes tengan que oírme, por estar a mi lado.
Creo firmemente que la mejor manera de conocer a alguien es hablando, no escuchando a los demás que dicen de ella; viéndole actuar ahora y no viendo fotos del pasado.
No sé definirme, pero así soy.

(((maca)))

jueves, 7 de febrero de 2013

Qué pasó con ese humo

La ventana dice que se acerca la primavera, pero cuando abro el balcón y me expongo al sol noto el frío: las yemas de los dedos se enfrían, el pelo brilla y la cabeza arde. Enciendo el humo por ti, y por mi, no vamos a mentiros, pero te recuerdo en cada calada. No toso, porque he aprendido a respirar, y me siento absurda, como encarcelada en las barras de metal que impiden que toque el asfalto.
Inspiro, expiro, inspiro fuerte y expiro mezcla de dióxido y humo. Me sigo acordando de ti, pero a cada calada todo se desvanece, se vuelve más frágil y divertido, menos pesado. Empiezo a volar y me veo en no sé donde, contigo, soplándonos a la cara desde un octavo piso. Nos veo a los dos, bebiendo cafés hasta extasiarnos, mirando absortos las hojas que mueve el viento desde aquel balcón en el que vivías. Se nos duermen las piernas, nos reímos y empezamos a hacer sonidos que acaban en canciones. Sacamos fotos a cada segundo que luego hay que repetir, decimos con cigarros que fumar es salud de vida; solo tú y yo nos entendemos y eso es mágico.
Y te recuerdo a cada calada, y sabes que odio los cigarros. Me pregunto si me estoy perdiendo, si me refugio en echarte de menos como escusa válida para todo. Y ya no sé quienes son los culpables, ni las víctimas. Solo sé que tienes un sueño, que tiene que cumplirse, que tienes que viajar y hacerte un hombre. Que aprenderás idiomas y a sonreír de otra manera, que cantarás con otra gente y seguro que ellos sabrán encontrar el tono a cada melodía.
No te crezcas, que no hablo para eso, solo es que te echo de menos, desde Vallehermoso hasta Cuatro Caminos. Te echo de menos y a un café de madrugada, te echo de menos y a una terraza con lluvia, té y hielo. Te echo de menos, nos entendemos tan bien que podemos hasta creer que nos odiamos.
Pero, a pesar de todo, de dejar las cosas claras, te quiero. Te quiero tanto que duele.

(((maca)))