La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Para el abuelo


El abuelo sentado en el sofá: mirándolo de frente en la esquina de la derecha, al lado de la televisión siempre apagada. Está un poco encorbado mirando unos papeles a través de su lupa, lleva las gafas en la punta de la nariz y solo presta atención a esas pequeñas letras; no sabemos que está leyendo, no nos interesa: somos sus nietos, un poco más jóvenes que ahora, y pasamos por el pasillo sin preguntarnos qué es lo que llama tanto la atención del abuelo. Cruzamos el pasillo una y otra vez con otros primos en fila india y sin mirarle a los ojos.
Mamá se nos acerca y dice que nos sentemos a su lado, es la Navidad de 1999, 2000, 2001... Somos algo más pequeños y nos asusta sentarnos ahí, en el sofá granate que nos ha dejado un hueco. Sabemos que hoy el abuelo no nos va a contar historias divertidas, sino más bien nos preguntará por nuestras notas y después vendrá la consabida charla de todos los años.
Era un clásico de todas las Navidades: no lo era solo en esa época del año, podría ser cualquier día pero eran esos los que tenía para reunirnos a todos e intentar amansarnos. El abuelo siempre ha querido hacernos pensar, cosa que él ha hecho hasta el último segundo: utilizar eso tan útil que hay encima de los hombros.
Al final obedecíamos a nuestra madre e íbamos a sentarnos al lado del abuelo, le sonreíamos y le decíamos -"¿qué tal abuelito?"- como si el abuelo fuese un ser diminuto y débil, como si fuese tonto y sonase mejor acabar la palabra en -ito. Él dejaba su lupa y papeles a un lado y era ahí cuando te dabas cuenta de que no había escapatoria: como poco diez minutos de charla continua, más bien monólogo del que nunca sacabamos nada en claro. Que pena. Era complicado atender y comprender teniendo en cuenta que tendríamos unos diez años menos que ahora y que a esa edad no eres capaz de asimilar lo que te dice una persona con un coeficiente intelectual superior al tuyo: vamos, que lo que nos intentaba enseñar el abuelo no era asimilable. Es triste, pero me río recordándolo: me gustaría volver a tener esa edad y que el abuelo me regañase por las notas, me repitiese que fuese buena con mis padres... todo eso en su idioma claro: tan lleno de ironía y palabras abstractas para mí entonces.
Me gustaría también volver a esos primeros días en los que el abuelo estaba ingresado, no por su dolor ni la incomprensión de todos; sino por la última media ahora. Ese noviembre de 2009... Yo salía de clase y me cogía el autobús "U" que me dejaba en el hospital de Moncloa, María salía del trabajo y llegaba también y así lo mismo en coche cada día Tere, la abuela, Tonin... Venían también el resto de primos que podían, el caso es que el abuelo siempre estaba acompañado y atendido. Cuando ya se hacía tarde Tere se iba con la abuela a casa, Tonin que se quedaba a dormir allí bajaba a la cafetería a cenar un triste sandwich y fumarse un cigarro y era entonces cuando nos quedabamos los tres: el abuelo, María y yo. Siempre aprovechaba para estar un poco más juntos, para preguntarnos por el día y por escucharle a él. Había tiempo para sentarnos con cuidado en un lado de la cama o en el suelo a sus pies y cogerle de la mano: al abuelo le gustaba que le cojiesemos de la mano pero no le gustaba que se la acariciasemos, me lo confesó un día entre risas y me gustó ser la confidente. En eso es como yo: nos gustan las caricias, pero solo las suficientes en los momentos adecuados.
Así que nos dabamos la mano, no se la acariciabamos ni hacíamos caminos por ella con las yemas de los dedos: simplemente dejabamos que nos apretase con fuerza y el dejaba que se la apretasemos también.
Una noche de hospital, cuando el tío estaba ya apunto de volver a la habitación del abuelo para irnos nosotras, el abuelo nos dijo que estaba teniendo pesadillas. Todas las noches soñaba con caras feas y no le gustaba que se acercase el momento de dormirse. A María se le ocurrió algo con lo que pudiese soñar bonito, algo en la línea de María claro: a los segundos estuvimos un buen rato con nuestras caras delante de la del abuelo, no sonriéndole sino poniéndole "cara graciosa", "cara de mono". Sí, esa cara tan típica de todos nosotros cada vez que hacemos el payaso. Así estuvimos un rato, con nuestras caras pegadas a la carcajada del abuelo, así estuvimos hasta que nos fuimos a dormir a nuestra casa.

Creo que nunca he visto reír tanto al abuelo como en los últimos años; parece raro si los últimos años se supone que fueron los peores pero no. El abuelo nunca tuvo años malos, tenía días negativos que es diferente. Pudieron pasarle cosas en la vida, pero como siempre estas en comparación con las buenas acabando siendo insignificantes. De lo bueno se disfruta, de lo malo se aprende.

He tenido y tendré siempre un abuelo que se iba quedando cada día más seco, más chupado, consumido. Tengo un abuelo que rezaba lento el rosario, que iba cada domingo a misa, que la palabra Dios está siempre en su boca. Tengo un abuelo con voz seca y tos ronca, un abuelo con ironía en sus palabras siempres, con consejos que dar en cualquier momento. Tengo un abuelo que obtuvo un diploma en Harvard y Oxford por cortar tan bien el queso, que se abrió la cabeza con un ladrillo por jugar a "serenidad británica" y que cambiaba jamón serrano por higos secos. Tengo un abuelo que siempre tiene tiempo para hacer comentarios sobre los borbones y a su vez para querer tanto a España.

El abuelo Gabriel es el mejor abuelo que haya podido tener, siempre tiene frío y aunque sea verano siempre lo verás con chaqueta y con la calefacción cerquita. El abuelo es de esos que arregla cosas inarreglables, qu epega cosas ya inpegables que saca de todo algo mejor. El abuelo siempre recordará la fecha d etu cumpleaños, la de el día en que ocurrió cada cosa importante: desde el día mes y año en el que le pasó él algo hasta la hora en la que te pasó a tí. El abuelo es cuidadoso, ordenado; quizá algo maniático.

Ha sido un marino de los que no quedan o casi, de los que ha dado todo por los suyos y por aguantar un día más. El abuelo fue retocador de fotos de pequeño y de más mayor ha retocado muchas cabezas... muchos hijos y nietos.

La abuela siempre tendrá calor y él frío, ella siempre querrá hablar y él para hablar prefiere el silencio. Mi abuelo ha querido a mi abuela como nadie sabrá hacerlo, han pasado juntos toda su vida: porque la vida no se mide en años, se mide en experiencias.

Por él, porque nos costará todavía más darnos cuenta de que ya no vamos a verlo. Por él, porque siempre que le leía algo sonreía y le brillaban los ojos. Por tí abuelo, por tí y para tí escribo porque ahora ere stú quien te mereces todo esto.


(((maca)))

Océano

Si sientes frío y necesitas compañía,
si estás cansado y echas de menos la alegría,
si cada vez te cuesta más mirar al cielo,
si estás buscando algún consuelo.

Si te parece que ya no existen las estrellas,
que solo eran sueños de niños cada una de ellas,
que el sol se ha helado,
y que la risa no es más que un sueño, si estás muy solo, como sin dueño.

Cambia tu manera de vivir,
échale a la vida más sentido,
si no tienes ganas da lo mismo,
otros van buscando tu cariño.

(...)


Así dice una de las canciones que se inventó mi tía Carmen Martorell, hija del abuelo claro, de quién sino.
Ayer por la mañana mi abuelo cumplió el sueño de todo hombre, el sueño que tenemos desde niños, desde antes de nacer incluso: llegar al Cielo. Es un sueño infantil, un sueño maduro que nos da miedo.
El ser humano, por naturaleza teme lo desconocido y lo superior, por eso a veces tenemos miedo a Dios, cuando se nos pone delante y permite cosas que no entendemos: pensamos que tal vez un día nos coja a nosotros y deje que sucedan cosas incomprensiblesdesde aquí abajo. Es lógico que nosotros, seres humanos simplemente, seamos así: tal como somos. Mi abuelo es un ángel, y nunca antes lo había sido porque en la tierra eso no es posible: no hay cabida para eso en nuestra cabeza y mucho menos en nuestro cuerpo. Ahora él está más feliz que nunca, ya no volverá a sufrir y nos mira desde arriba así. Ha vuelto a estar con sus padres, con sus hermanos, con sus compañeros de la marina; ahora está con tía Belu cogido del brazo y ella le canta una canción con su niña.
Ahora, estemos dónde estemos y hagamos lo que hagamos él está con nosotros. Yo lo noto a mi lado, y sé que tú también. Antes siempre acudiamos a él para verle, para escuchar algo inteligente cuando nos hace falta, para verle reír: para sentirnos un poco importantes.
Hace tiempo, antes de siquiera pensar que podría llegar este día, yo le pregunte indirectamente que qué podríamos hacer cuándo el ya no estuviese, a quién cómo él podría pedirle consejo o quién se alegraría tanto cómo él si saco un sobresaliente; quién sería cómo él. Recuerdo que me miró como él siempre miraba, con esa mirada sumamente limpia y azul de tanto ver el mar; me vino a decir que el habla y tiene la suerte de ser escuchado, que él habla y sabe porque ha vivido y que todo lo que dice lo dice porque Dios se lo dice a él. Tal vez yo no me explico bien pero sé que es cierto, mi abuelo estaba tan unido a Dios que era más que un abuelo, más incluso que un guía espiritual: era más, y sigue siendolo siempre, un ejemplo. Y no lo digo porque se halla muerto o porque soy su nieta y ¿qué voy a decir sino? Lo digo porque es cierto, porque lo quiero y lo noto conmigo.
Hace unos días decía que no podía escribir, lo decía porque me veía incapaz de hacerlo. Viviendo estod días con el abuelo, todos nos sentiamos muy raros, por eso estabamos juntos y lo seguimos estando ahora. Decía que no podía escribir porque no podía explicar lo que sentía, no porque no escribiese mi teclado o porque se me hubiesen olvidado las palabras. Hoy en cambio es diferente: parece cómo si Gabriel, me gusta llamarlo así y además tiene un nombre precioso, me ayudase a hacerlo. Le he leído varias cosas que he escrito: cosas sobre mi madre, sobre mi sobrino, sobre él, sobr etodo un poco... sé que le gusta leerme, le gusta escucharme y por eso ahora permite que pueda volver a escribir. Él ordena un poco mis emociones y hace que escribir vuelva a ser algo sencillo.
Imagínate poder tenerlo al lado siempre que quieras, imagínate no tener que salir de tu casa y tener que andar a Nuevos Ministerios, no tener que cogerte el autobús 7 en la esquina de Joaquín Costa con la Castellana para ir a verle. Imagínate no salir de clase antes de tiempo y decírle a tu madre que esque hoy el profesor acabó antes cuando en realidad no lo ha hecho y lo dices solo porque quieres estar con ellos. Imagínate no tener que ir al hospital si está ingresado, imagínate no echarlo de menos. Yo ya no tengo que hacer eso, ningúno tenemso que hacerlo porque ahora siempre va a estar conmigo, contigo.
Seguiré andando hacía esa esquina para cogerme el autobús 7 porque quiero estar con mi abuela, porque la capacidad de estar en todas partes solo la tienen los ángeles y mi abuela aunque casi roza ese estado, tiene los pies en la tierra.
En fin, solo quería hablar de él un poco. Espero que quién me lea y conozca al abuelo lo identifique, y quién no haya tenido la suerte inmensa de conocerlo, ya lo conoce un poco más. Que sepais que aunque ya no esté en su casa y yo no pueda verle no voya dejar de escribir de él cuando me de la gana, ¡nunca!; eso sería como no aprovechar la fruta de un huerto: si está madura, en su punto exacto, hay que cojerla a tiempo. Cómo el abuelo lo noto conmigo pues diré lo qué sea de él siempre.
Acabo escribiendo algo que el abuelo me dijo hace un par de meses "tú conmigo has descubierto un océano".


(((maca)))

lunes, 27 de diciembre de 2010

Siempre encendida


Uno se propone no llorar mucho, o no hacero delante de todos y al final lo acaba haciendo, quizá como el que más.
El abuelo está en la cama, respira con dificultad y el oxígeno que le han puesto le amortigua un poco el daño.
No quiero explicar cómo ha ido yendo todo porque eso se queda con cada uno, y a los que no han estado ahí no les incumbe. No hablo de hoy, de esta noche o de mañana, hablo de todo este tiempo: estos más de 12 meses. El resumen de todo es que el abuelo se apaga, se apaga como todas las velas se consumen un día. Lento, con todos presentes y compartiendo sonrisas. No voy a describir su cara ahora, ni las palabras que dice entre sueños, no voy a escribir para que nadie lea cómo me siento ahora; y no voy a hacerlo porque no puedo, porque soy incapaz de escribir ahora al igual que lo era hace diecinueve años: no sé. Abré escrito sobre él muchas cosas, he hablado de muerte más de una vez y sobre mi abuelo siempre acabo diciendo algo en casi todo lo que escribo.
Sí dire que es raro, sumamente extraño e incómodo ver cómo ha ido avanzando todo. Pero a su vez ha sido como llegar a algo más que a un aprobado. Y ahora, cuando ya no es que no haya fé en un futuro, sino que está claro que la vela se apaga y no hay nada que ya consiga encenderla, es ahora cuando me siento satisfecha. He sacado todo lo que he podido, he olido esta vela casi cada día desde el pasado año, la he ido a encender la mayoría de los días para que me iluminase un poco. Siempre ha iluminado y nos ha invadido con su magnífico olor, parecía que se apagaba pero siempre llegaba alguien con un nuevo mechero y, al final, cuando todavía quedaba cera pero nada de gas: llegaron las cerillas. Y así estamos, con el corazón encojido y al lado del abuelo.
Siempre, siempre a su lado porque aunque parezca que se apaga todos tenemos claro que seguirá con nosotros, un poquito más arriba.



(((maca)))

sábado, 25 de diciembre de 2010

El consomé está de nota

Las calles llenas, llenitas de luces y gente que va rápido de un lado a otro, caminan por grupos; familias con los brazos llenos de regalos: desde sonrisas hasta trenes de colores.
Es Nochebuena y el cielo está ya negro, los que llegan tarde a sus casas apuran un poco más y llaman a sus seres queridos.
-¡Ya llego!Hay atasco ya sabes... en 5 minutos estoy ahí, ¡estoy deseando veros familia! ¿Cómo están los padres?
- Estan bien, algo cansados pero deseando estar todos reunidos. ¿te has acordado de los regalos?
-Sí, pero ssssssshh... voy con los niños.

Todas las ciudades están iluminadas, pronto es Navidad y los niños y adultos que hoy no han tenido que trabajar desean con fuerza que lleguen las 24:00. Unos cenan con sus hijos, otros incluyen abuelos, tíos y primos. Tambien hay quien va a cenar con amigos: no importa si la dicha es buena.
Ya están cortando los turrones, las fuentes rebosan de mazapán y los villancicos suenan alto en las bocas de los niños.
En un piso de Madrid, en Arturo Soria, viven los Martorell Lacave. Este año es realmente especial, más que ningún otro; será más emocionante que cualquiera.
Ayer, Nochebuena, cuando el abuelo decidió levantarse de la cama y sentarse en el cuarto de estar... ¿ocurriría eso en alguna otra familia? Supongo que sí, los abuelos son esa clase de gente que por muy cerca que esten de lo malo siempre buscan lo mejor, aunque sea para conseguir sacar una sonrisa a sus hijos y nietos.
Débil de cuerpo pero fuerte en realidad apareció en sillita de ruedas y todos le estabamos esperando, 18 personas esperando verle entrar, 18 personas sorprendidas con verle allí.
El abuelo, que últimamente solo duerme abre los ojos y sonríe a quien tiene delante, apareció arregladito en el cuarto de estar. Lo sentaron en su sillón y empezamos a cantar villancicos, los 36 ojos que le mirabamos estabamos emocionados y de 34 de ellos fue inevitable dejar caer lágrimas. Puede ser que nunca antes haya vivido tantas emocione sjuntas. Alrededor de el, cantando a ver a quién no le temblaba la voz y sonriendo para el. La abuela le daba fuerte la mano y los demás , entre nosotros, nos apretabamos fuerte para no dejar de cantar.
Puede parecer triste, lo fue; pero fue a su vez precioso y alegro. Fue tal mezcla de sensaciones que por mucho que lo intentase explicar quién no estuviese allí no podré intentar hacerselo vivir.
Cenamos todos juntos, los abuelos a un ladito en silencio y sonriendo de cuando en vez. La abuela mira hacia otro lado y llora, ninguno queremos que el abuelo nos vea llorar. Luego reímos, damos gracia spor poder celebrarlo así: no había mejor manera.
Ya cuando los abuelso se acostaron nos quedamos los demás cantando y hablando, apoyandonos en otros qu eparecían más fuertes y ayudandonos unos a otros. Y la Navidad es eso, familia. Familia que puede estar doloriada pero por eso necesita todavía más unirse.
Ya la voz no temblaba, ya no podía cantar mal, parecía que la música salía sola de mi garganta y hacía que todo sonase tan bien...

Feliz Navidad a todos. Escribo esto porque aunque sé que nunca nadie de los que allí estuvimos olvidaremos la noche de ayer, quiero que los que no hayan estado puedan intentar visualizarnos allí: entre villancicos, abrazos y tanta emoción condensada.



(((maca)))

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Las vacaciones huelen a lluvia


Día en el que todo el mundo quiere un gordo en su vida (hoy):

Hoy soñé que me tocaba la lotería y me desperté con la duda. Encendí el televisor: primer año que lo hacía sola.
Dicen que el cerebro es selectivo, que cada uno recuerda lo que el considera importante y las cosas que pasan y no le afectan...las olvida. Yo puedo recordar perfectamente el día de hoy del año pasado, el del año anterior y tantos otros... el día de la lotería siempre me recuerdo frente a la tele. Exceptuando el año pasado esta fecha siempre la hemos vivido en Madrid, y siempre unos mirabamos a la tele pensando que, si la lotería les tocaba a nuestros padres, nos compraríamos un a casa en la playa y que, si le tocaba a nuestros tíos, seguro que darían la mitad del premio a papá y mamá. Siempre parecía simple, solo tenían que salir nuestros números y ya seríamos felices. El problema es que todos los niños de España piensan lo mismo, el problema es que este día todo español se vuelve niño y sueña que sería de el si tuviese 300.00 en el bolsillo.
Creo que quien no juegue a la lotería o que ni siquiera hayan soñado con que les toque alguna vez... no tienen nada que hacer. Así suena muy drástico, digo "no tienes nada que hacer" y ala, te doy una patada y listo. No , no soy así lo que pasa es que me cuesta creer que exista gente que no haya soñado nunca; hay gente que sabe que las posibilidades de tocarle la lotería son mínimas y no juegan, pero en cambio saben que para otras cosas en la vida existen casi las mismas probabilidades y lo intentan.
A mí me gusta intentarlo todo, intentarlo no es lo mismo que conseguirlo y eso es emocionante, porque justo eso e slo que nos hace soñar que lo conseguiremos. Si no llega la suerte, si no somos capaces de hacerlo... al menos lo habremos tenido dormidos.



(((maca)))



Día que acabé las clases (ayer):

Después de una exposición en clase que podría haber salido mejor.
Después de cruzarme con nadie y prometerle que nos veremos aquí el año que viene.
Después de la tempestad viene la calma y después de la lluvia llega este olor.
Después de las clases llegan las vacacione sy después de estas otra vez las clases pero... ¡espera que acaban de empezar y dentro de poco será Nochebuena, déjame exprimir el tiempo!
Después de una duda llega una respuesta, puede seguirle quizá el silencio pero la duda está ahí y eso es lo que hace que nos mantengamos vivos.
Si la Navidad no viene a cuento en verano, ahora tampoco la ubico. ¿Qué tendrán estos días que son capaces de despertar sentimientos tan fuertes dónde no hubo apenas nada? Qué tendrán esta sfechas que consiguen aunar lágrimas y sobretodo sonrisas, qué tendrán que dan ojos al mar y al día para verlo nacer.
Sonrí siempre pero hazlo más en Navidad, comparte más hoy y promete para el próximo año ser algo más justo. Ríete porque tenemos suerte: podemos reírnos juntos ahora.
Se me ponen los pelos de punta solo con verlo todo.
(((maca)))

domingo, 19 de diciembre de 2010

Mamá


Pelo oscuro, muy ondulado y justo por encima del hombro. Cejas finas y ojos entre verde y marrón oscuro. Brillantes, a veces se apagan, pero preciosos.
Me llaman la atención sus pestañas, no son como las de los anuncios: eternas y artificialemnte rizadas, las suyas son largas pero completamente lisas, originalmente planas.
No sabría decir si su piel es morena o blanca, lo dejaré en un tono intermedio: mucho más morena que la mía por supuesto y menos que la de mi padre.
Tiene una nariz que he querido tener desde que aprendí a envidiar, pequeña y respingona,le dá un aire amable y juvenil. Mi nariz, más grande y de la rama paternal, intentaba asemejarse a la suya durmiendo con un trozo de fixo tirando de ella hacía arriba: no hizo efecto.
Tiene los labios que, entre gruesos o finos los calificaría de lo segundo pero, no por ello no son bonitos.
Mi madre es guapa, siempre lo ha sido. No me importa que me haya tenido con cuarenta años y que claro, ahora se supone que debo verla "mayor"; eso me dice. Si tuvo a la mayor de sus hijas con 25 y a mí con 40 no es que para Vito sea joven y para mí mayor; para todos es más de lo que nos merecemos.
No solo es guapa por fuera, por dentro es todavía mejor.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Lara

Tiene dieciocho añitos recién cumplidos y me alucina ver lo bien que está. Este es su primer año fuera de casa, de ciudad y del colegio; juraría que hasta ahora ha sido el máximo de tiempo sin sus padres.
Se vino a Madrid a mediados de septiembre, estuvo una semana sola y luego llegué yo. No ha habido ningún problema en la convivencia, más bien al contrario y cuando una está decaida pues se lo cuenta a la otra y ya se ve todo un poco mejor.
Vamos juntas de compra, incluso hasta el supermercado. Salimos juntas y nos lo pasamos bien.
Independizarse ayuda a madurar un poco, al menos a aprender que no todo se regala en la vida: si quieres volver a tu ciudad tienes que esperar a que pasen los exámenes, si quieres comprarte un vestido tienes que ahorrar en comida... que un piso no se limpia solo y que si hoy dejo una camiseta en el suelo nadie va a recojerla. Hemos aprendido a poner la lavadora, a ducharnos sin mampara, a abrir puertas sin llaves. Somos capaces de crear una diferencia de más de 15 grados entre nuestra casa y el patio, hemos sacado un tendedero de una tabla de planchar, hemos chamuscado sartenes y ollas, hemos dicho que solo ibamos a devolver una prenda a H&M y al final hemos vuelto con conco bolsas.
Hemos hecho botellones con mantas en el suelo a falta de sillas, hemos limpiado todo para volver a ensuciarlo al día siguiente.
Hemos hablado de Coruña y ¡por fin te vas! Sinceramente preferiría que te quedases aquí otra semana, 'que ahora me quedo sola en el piso! Pero bueno, te entiendo más que al cien por ciento y aunque me des envidia... yo me quedo aquí que es lo que tengo que hacer.
Ojalá que disfrutes cada día allí, ¿un consejo? No te pases los días pensando que cada vez queda menos para volver aquí porque eso no va a hacerte ningún bien; y te lo digo yo, que el año pasado era a eso a lo que me dedicaba.
Bueno Lara, que te vas mañana así que eso:disfruta mucho, pásatelo genial y vive la Navidad como se merece; pero antes... ¡tenemos esta noche por delante!


(((maca)))





hemos ido a correr y hemos acabado andando

miércoles, 15 de diciembre de 2010

París



Y llega la fecha esperada y al fin se vá, no ha puesto demasiadas cosas en la maleta pero sabe de sobra qué es lo que se lleva; lleva pensándolo muchos días. Sale de casa, se vá al aeropuerto y se preguntá que será de él cuando vuelva: a lo mejor vuelve tan feliz como ahora, tal vez incluso más.
Van a volver a verse después de... no sé, unos meses; es lo que tienen las fronteras.
Ahora brindarán con champagne francés y aprovecharan esos segundos.

martes, 14 de diciembre de 2010

El camino de regreso

El camino de regreso es una canción de Ismael Serrano que ya habría escuchado algo así como unas cien veces pero la primera vez que la escuché entendiendo el significado de las palabras fue esa tarde: un septiembre de hace unos años, dos años o tres... ya no me acuerdo si fueron cuatro.
Iba andando a clases particular de análisis sintáctico. Sí, lo sé: estas clases no son tan típicos como las de matemáticas o inglés pero... me venían bien y Carmen Gomez las daba estupendamente.
Allí iba yo, a casa de Carmen a recibir mis clases; de 19:00 a 20:00 o de 20:00 a 21:00. De camino, enfrente de la estación de autobuses sonó está canción otra vez, y ese momento lo dediqué expresamente a escucharla.
"Hasta entonces nunca me habían aterrado de esta forma los aeropuertos..."


Ahora, siempre que escucho esta canción recuerdo todo lo que pensé en ese momento, recuerdo mi imagen cruzando esa esquina y recuerdo mi asombro con cada palabra de Ismael.
Es genial descubrir canciones, a veces lo haces despues de años escuchandola... tras veces te abraza a la primera y no te suelta. Me gustan esas canciones, las que te abrazan sin darte cuenta.


(((maca)))

Es noticia

Las malas noticias solo hacen daño si no sabes aceptarlas, si las aceptas solo se quedan en eso: malas noticias. Son dos palabras, lo mismo que buena noticia: ocupa el mismo espacio en un folio. Dos palabras son si lo aceptas, y aceptar no es lo mismo que rendirse, aceptar es asumir que siempre hay probabilidad de cambio pero que hay probabilidades más fuertes que otras.
Las malas noticias son eso, noticias malas y punto. Siempre habrá noticias peores y siempre habrá gente peor que nosotros, ¿dónde está el problema? que no somos capaces de verlo.
¿Somos egoístas queriendo que todo lo bueno sea para nosotros? ¿Y qué hay de los demás? Más allá de nuestro círculo hay enfermedades peores, incluso vidas más cortas. Tampoco quiero consolarme con el "no es tan malo, siempre podría ser peor", pero entre positividad y negatividad me quedo con lo primero.
Que cada uno elija que hacer con su vida, yo eligo aferrarme a los míos.


(((maca)))

jueves, 9 de diciembre de 2010

"Ayer ejercí de abuelo"


"Ayer ejercí de abuelo". Eso dices, mientras tus palabras acuchillan mi cabeza.
Ayer, ayer se repetía una y otra vez.
Cuando colgamos tengo ganas de llorar, me pongo la canción de Rihanna y Eminem para evitarlo y consigo no derramar ni una sola lágrima mientras mueve el cuello hacía delante y atrás; con esta canción es inevitable.
Me cuentas orgulloso, con ese tono tan característico tuyo de cuando hablas de algo que te gusta; igual que cuando nos hablabas de tu trabajo, o tus amigos de tus hijos...
Preguntas por mí, por mis hermanos, por mis clases.
Pregunto por tí.
Te hablo de mis planes de ahora y también del padre de mamá.
Tu me habals de tí y dejas que hable de él.
Luego me cuentas que ayer estuviste con mi sobrino, tu nieto; ahí se clavan tus palabras y me pregunto cuándo fue la última vez...
¿Sabes? Sonaá horrible, egoísta, pero pienso poco en tí; el tiempo no cura las heridas, solo las cubre de mierda pero el tiempo es también culpable de que pasen las cosas, esas cosas me hacen crecer y... crecer conlleva aprender, yo aprendo a cómo y cuándo pensarte; aprendo a escribir de tí.
¿Cuándo ejerciste por última vez de abuelo? Ayer.
¿Cuándo ejerciste por última vez de padre?
Crezco y sigo siendo la pequeña, crezco y aprendo a quererte otra vez. Porque te quiero a pesar de todo, y porque hay más de una manera de querer.
Como en todo hay mil opiniones, y hay quien podría pensar que tal vez no te lo merezcas per... ¿qué tipo de persona sería si no quisiese a mi padre? Es probable, y digo probable porque no creo en los imposibles, que tu y yo no tengamos, y no añado nunca porque nunca es demasiado tiempo, una relación como la de mamá y el abuelo. Esa relación de padre e hija, de hija y padre tan ... tan todo.
Creo que te mereces que te quiera, y daría igual que no lo creyese porque ... querer es inevitable y ya sabes, de querer hay mil maneras.



(((maca)))

Lucubraciones macarenísticas breves

Hoy va por toda esa gente que no tiene con quien celebrar la Navidad, y por toda esa gente que está sin ganas de hacerlo.
Ayer Pedro dijo que estabamos en una época gris, creo que algo así dijo... no por mal tiempo ni nada parecido, sino porque, bueno, hemos tenido épocas mejores.
Pues hoy por ellos, por los que cargan con el gris de estas épocas, por un padre o por un abuelo, por ellos. Para que, quien me lea, se acuerde de los que no les sale sonreír a la primera si ven la iluminación navideña. ¿Sabeis que es lo mejor de todos ellos? Que no siempre sonríen a la primera pero al final siempre lo acaban haciendo, y en cambio quienes no tienen nada gris a sus espaldas... van todo el día con carra de perro.


(((maca)))

P.D. No hay tiempo, me voy a clase

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Learn to lose

Fer ya se ha ido, mi dolor de cabeza parece que también y... aquí estoy, tumbada en la cama pensando un poco. Nunca viene mal pensar y es algo inevitable cuando te vuelves a quedar solo, cuando has estado unos días con alguien y ese alguien se va... piensas, da igual lo que pienses pero lo haces.
No me quedo sola que tengo algo llamado familia que está muy bien tener, unos más cerca que otros... otros al otro lado del pasillo y otros a 600km pero oye, que no me dejan sola.
Tengo sueño, y eso que me he pasado en la cama casi todo el día.
Se me cierran lo ojos y sigo pensando.
Agota pensar al ritmo que lo estoy haciendo.
Cierro los ojos... a ver si me duermo.

(((maca)))

martes, 7 de diciembre de 2010

Neones


Sabía menos incluso que ahora.
Era más niña todavía.
Tenía el pelo más largo y bebía whisky solo.
Vivía en Madrid pero estaba casi los mísmos días en Coruña.
Creía que un sí a las 3 de la mañana era un sí de los buenos.
Pensaba que las cosas, insistiendo, se conseguían.
Echaba más de menos a mi madre que ahora.
Echaba mal de menos, ahora he aprendido a hacerlo.
Lloraba muchas noches porque mi vida no era como quería.
No sabía como quería que fuese mi vida.
Era una auténtica exiliada, me habían robado el mar y eso me hizo enloquecer y no pensar con la cabeza.
Hace un año, justo un año yo era plenamente feliz un día y al otro estaba en el suelo pisoteada. Hacía insufribles los días a la gente que me rodeaba y solo pensaba en lo que quería. Sí, eso que creía querer pero en relaidad no sabía nada de mí. Un día en la cima y al otro hundida.
Solo quería estar en Coruña, solo quería que él me mirase y sonriese, que me llamase como el me llamaba y que se quedase conmigo esa noche. Solo quería que me diese un cigarro y no fumo, darle su caramelo favorito y que se fuese pensando en mí.
Quería una vida que no tenía y me empañaba en no acostumbrarme a Madrid ni a la falta de su aprecio. Adoraba mi ciudad y adoraba salir de mi casa y cruzarme con el "por casualidad", me encantaba comprobar que no estaba con nadie y que se había fijado otra vez en mi sonrisa. Odiaba sentirme vacía cuando veía que otra estaba en mi lugar y yo no podía pedirle cuentas de nada. Lo que fue de nosotros ya había pasado pero yoquería más, siempre más.
Sonreía, miraba a otro lado y hacía que me lo pasaba bien. Me iba de allí porque ya no podía aguantar más viendo sus labios sin los míos, viendo que yo no le importaba.
Hace un año era más niña que hoy.
Hace un año muchas cosas eran diferentes.
Hoy, hace ya un año de la última vez que compartimos un beso: hoy, ayer , mañana... que más dá; casi 365 son los días que no he vuelto a estar así contigo.
Hace ya un año que voy camino a ser más feliz.


(((maca)))

Muerte


Muerte.
Nunca he hablado de esto, suelo hablar de otro tipo de cosas, y aunque a veces se tuerzan grises... intento pintarlas de colores. No, la muerte no tiene color alguno, es la absorción de todos ellos: negro oscuro, nítido y pofundo; misterioso.
Muerte puede ser dolor, lo improbable es que sea no. Muerte es dolor porque hay miedo ante ella, muerte es dolor porque pienso que eso se siente al marcharse uno y... muerte es dolor, porque aunque al principal no le duela... a los que deja les parte un rayo.
Muerte. Nunca la había tendio tan cerca y no consigo entenderla bien.
Muerte es la ausencia de vida, muerte es el fin de lo que hay. Muerte es inevitable y tan desconocida...
No me gusta la palabra, no conozco bien que hay detrás de ella pero me asusta igual que la oscuridad. No sé que pretende apareciendo de repente, haciendose notar y marchandose por fin de nuevo. No sé que quiere enseñarme si hoy se sienta a tu lado y mañana se va, no sé cuando va a irse contigo, y conmigo menos todavía.
Nos creemos sabios, nos creemos superiores a muchos por saber más, por tener un ordenador en el que escribir nuestras desaveniencias con la vida, por haber vivido con diecinueve años cosas que gente ni con treinta, por ser así, por creer en esto firmamente y... por seguir vivos. Y qué somos, no lo sabemos. Porque cuando quiera la muerte vendrá y se irá con nocotros, a los nuestros les partirá un rayo y nosotros estaremos muertos.
Creo en un cielo, inmenso y puro donde me encontarré algún día con todos ellos: con la gente que quiero y querré y que hayan dejado que me parta un rayo. Creo y tu crees, me haces dudar e intento ser tan convincente como tú: tener la cabeza tan limpia, las ideas tan claras y tanta fe.
Tengo diecinueve años, apenas sé que es la muerte. Me cojerá cuando quiera igual que a todos, se que noe s ahora porque antes tengo que vivir más: respirar más teimpo a tu lado, que sigas explicandome porqués; todavía quedan lágrimas de tristeza y muchas de alegría.


(((maca)))

Sino


Y ahí estaba yo, con una maleta sin ruedas al hombro y esperando que se despejase todo un poco: el metro, el cielo, las calles y mi cabeza. Frases revoloteando de aquí para allá, mensajes y el viento. Frío, mucho frío y yo con calor. No podía llegar tarde a la estación, no quería llegar tarde y no iba a hacerlo.
Universitarios, familias, gente sola... desconocidos y pocos conocidos salían y entraban en el vagón, la mayoría bajábamos en el mismo sitio. Una estación tan típica como irse a casa este puente, una estación tan llena como era de esperar en estos días. Pero lo típico, lo lógico que un universitario hace en un puente no era lo que a mí me tocaba. Tenía la sensación esa de irme otra vez, el hecho de tener el peso en mi hombro y verme como otra más entre tanta gente buscando su autobús... me hacía recordar mi ciudad, mi casa. No me tocaba irme a mí, el destino hizo que este año no me fuese; el destino no quiso repetir mi historia del año pasado: quiso que no me fuese, quiso que me que me quedase aquí para recibir.
El autobus de Coruña llegó con retraso y la idea de comprar un billete e irme apareció como otras tantas. Pensar algo no significa que se cumpla, pero soñar es gratis y bonito. Si alguien hubiese aparecido ahí con un billete a mi nombre no me hubiese subido al autobús, esa fue otra de las cosas que pensé. ¿Por qué? Pues porque soy así, porque este año he sido yo quien ha decidido quedarse, porque este año las cosas son diferentes y cada uno tiene su lugar en cada momento.

Hay sensaciones únicas, evidentes y no podemos perderlas, no podemos hacer como que no están ahí, como si no sintiesemos quedandonos callados. Escribo esto porque en ese momento hubiese necesitado explicar que sentí ahí, rodeada de gente y maletas, con ideas de esperanza y sabiendo que quiero quedarme. ¿Quiero? Querer... querer muchas veces es sinónimo de deber, debo quedarme y quiero, pero eso no evitó sentir eso aquella tarde.


(((maca)))

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ideas nada más

Este puente está siendo demasiado movido así que poco rato tengo para escribir, para hacer una de esas cosas que me encantan porque me paso el día haciendo las demás.
Como no encuentro momento para escribir voy a escribir aquí algunas ideas que se me han venido a la cabeza, momentos en los que hubiese escrito si no fuese por alguna serie de razones que me lo "impedían".

- Genta que viene y va en este puente
- Un año...
- "Y me dí cuenta de que fue una sonrisa sincera"


Estas son ideas que, así leídas, pues no tendrás idea de que hablo pero... lo escribo aquí porque yo sí y porque no quiero que pienses que te he olvidado querido lector :)
Esero que esteis teniendo unos días maravillosos y que no os haya afectado la huelga de los controladores aereos... Mua


(((maca)))

jueves, 2 de diciembre de 2010

Diciembre y helados

Llegó Diciembre, así, casi desprevenidos nos ha cogido apresurados recordando los últimos días de agosto. Agosto, verano.. que lejos queda eso.
Ayer hablando con mi madre, abrazada a ella despues de un tiempo, me preguntaba si había escrito algo más, ¡si escribo algo casi cada día! Piensa que no me gusta que ella lea lo que escribo y yo siempre digo lo mismo: mamá si escribo y lo cuelgo es porque quiero que más gente lo lea, ¡si uno de Japón se mete por casualidad ( y entiende el castellano) pues bienvenido sea!
No escribo pensando en quién me leerá aunque es cierto que a veces pensarlo influye y hace que varien algo las palabras... creo que es normal.
Abrazada a mi madre me dice que porqué no escribo sobre el verano, ¡con lo que a las dos nos gusta! Pero no me gusta tanto que me digan sobre qué puedo escribir... porque eso hace que tenga que hacerlo y no me gusta que me digan que tengo que hacer. Sé que mi madre me lo dice por darme ideas, y como a ella le encanta el calor, la playa, el mar etc pues me lo dice porque así, si escribo sobre ello, para ella será como volver a vivirlo.
Realmente, después de la salida de clase y el paseo con Lara por Sol solo me apetecía escribir de Diciembre, Navidad... pero puedo hacer un compendio entre Navidad y verano, ¿o no?
Creo que no miento si digo que el verano es de las cosas que más me gustan del año, y digo más: el verano es de las cosas que más me gustan de la vida. Claro está que el verano lo uno a vacaciones, familia, amigos y mi casa y el mar. La Coruña, Gandía, sol, a ver quién está más moreno, agua templada o muy fría. Paseos con helado, noches que amanecen y bocadillo de atún. ¡Que complicado hablar del verano con este frío! Sí, hace frío, y si yo lo digo es que lo hace realmente porque no soy friolera que digamos...
Bueno, sigo con el verano: que no entiendo coómo hay gente a la que no le gusta, ¡está claro que su contexto será diferente al mío porque me parece que en mi contexto es imposible que no guste! Levantarse de MI cama y que esté mamá preparando el desayuno, que nadie tomé la leche caliente y que al bajar a pasear al perro el cesped esté verde verde. Subir en el ascensor e ir pensando en dónde deje la crema de sol el día anterior... ponermela en todo el cuerpo, dar un beso a mi madre e irme si me voy sola o darle un beso e irnos las dos.
Playa, ¡que maravilla! El sol que empieza a calentar la piel y luego la va volviendo dorada. El calor excesivo y la necesidad de bañarse, estar en la mejor cala del mundo y que al bañarte se te corte la respiración/circulación, ¡es perfecto!
¿Y qué me dices de la ropa de verano? Mucho mejor que las medias de invierno, las camisetas d emanga larga, jerseys, bufandas, zapatos cerrados... ¡vivan las faldas cortas, la pierna morena y los vestidos de tirantes! VIva el ir descalza por la arena y viva la falta de resfriados.
Diciembre, ¡que ha llegado! Me encanta ir por las calles de MAdrid y que esté todo iluminado, que se oigan villancicos aunque tal vez sea algo temprano... me encanta que haya nevado aunque no cuaje, y me encanta el olor a castaña aunque no me gusten. Me gusta que el aire frío me de en la cara, me gusta el frío, pero solo cuando en Navidad, ¡y queda tan poco!
No sé que nos deparará diciembre ni el próximo verano, pero lo cojo con ganas.

(((maca)))

martes, 30 de noviembre de 2010

Allí dónde solíamos gritar


Fíjate tú, otra vez hemos conseguido lo imposible. ¿Te das cuenta del valor del silencio? ¿Te das cuenta del valor de las palbras?
No, tú no te das cuenta de nada. No me miras si te miro, me respondes solo si te hablo y nunca me has besado como has sabido hacerlo antes. Por qué se supone que tengo que hacerte caso ahora, porqué tendría que creer en tí y pensar que si hoy eres tú quien me mira de esa manera esto va a durar más que antes.
Mírame y dime que las cosas no han cambiado tanto. Dime porqué quieres intentarlo, y si tus palabras pesan más que lo que pesaste aquí dentro algún día... si es así, si es cierta tu mirada... volveré a dejar que me hagas daño.
Soy así, se que no volverá a ser perfecto, sé que lo que fue acabo pero no sé porque vienes a buscarme otra vez. ¿Creías que te había olvidado? No, nunca lo he hecho. Y he podido creerlo, llegar incluso a no sentir nada volviendo a repasar las fotos pero... ahora que has vuelto a mirarme, ahora que has pulsado el botón para ver todo de nuevo... es ahora cuando vuelvo a quedarme absorta escuchando tus bobadas, es hoy cuando me sorprende otra vez tu sonrisa,ahora es cuando todo pasa sin que te des cuenta. Es el momento en el que el mundo da un giro, quien sabe que será de nosotros.
Puede ser que funcione, tal vez no... quieres intentarlo y por nosotros me tiro al vacío. Tengo vértigo y lo sabes pero a tú lado el miedo es algo placentero.


(((maca)))

lunes, 29 de noviembre de 2010

Nieva lo suficiente

Da rabia no ir a clase, da rabia quedarse en casa y ver que fuera está nevando. Me da rabia tener una habitación tan pequeña con una ventana tan grande, preferiría no ver hoy la calle: tengo que estudiar para hacer bien mañana mi primer exámen.
Da rabia ver que podría estar con el pelo cubierto de diminutos copos de nieve y en vez estoy aquí metida, mintiendome si creo que ahora estudio en vez de escribir de esto.
Da rabia ver que las cosas no son como pensabamos, da más rabia todavía no esperar que nada sea de ningún modo y comprobar que nos quedamos vacíos igualmente. Es triste ver que no sonreímos porque siempre nos quedarán motivos para hacerlo.
Es cruel hablar con alguien que quiere hacerte daño, es dulce una mañana de frío.
Es cálida mi habitación ahora y está ardiendo el calefactor.

Cesar Rodriguez canta mientras intento evadirme un poco. Canciones como "vuelve" me hacen recordar que existe la poesía. Esta mañana, bajo la luz del flexo reflexiono sobre el dolor, la rabia y las cosas de la vida. La intensidad de esta luz me aclara, cojo otra vez lo sapunte sy vuelvo a estudiar.
¿La vida? Nos da cientos de oportunidades.

Aquí os dejo, con nieve o no sobre vuestras cabezas y con una reflexión final del cantautor y su letra "vuelve".


«Antes de lamentarse por las cosas que no se han hecho, es importante intentar evitar que se esfumen a menos que sea demasiado tarde. Pedirle que regrese a la persona que queremos no es más que un signo de valentía y madurez que nos permite analizar nuestra intención de aprovechar la oportunidad sí por fin se nos brinda.»


Vuelve a ofrecerme tus palabras
que te prometo, si lo haces,
no volveré a infravalorarlas.
Siempre, mi mano permaneció limpia,
con la ocasión de acariciarte
y en el momento de abrazarte.
Ahora, te fuiste sin la despedida
dando a entender que te me olvidas,
sin atreverte a sincerarte.
Tú, que tanto presumías
de ser amiga de la vida, de conservar lo que tenías.
Tú, que me animabas en los días
en los que el mundo se me hundía,
me conformó tu compañía.
Y tú, que acelerabas nuestros roces,
si nos robábamos las voces en cada beso, en cada noche.
Y siéntete totalmente identificada
con cada letra, con cada verso,
con cada palabra que te retrata.
Y a la hora de mirar que nada es eterno,
y que los días se nos van sin tiempo para vernos.
Pero quizá es verdad que me he crecido por momentos,
creyendo sin pensar en cada cual
que estábamos contentos.
Y a la hora de mirar tardé algo más que el resto
enconcretar y valorar el precio de tus gestos.
Y de brillo se empapan mis ojos
cuando el sol me ciega y tu sombra no lo impide.
Porque estás ausente.
Que me sobra soledad
y me falta tu presencia,
y no importa que el destello que desprendes sea más fuerte que el sol,
porque no me importa quedarme ciego
si lo hago mirándote.



Avanzando, que ya es bastante. Bien, que para hoy es suficiente.
(((maca)))

domingo, 28 de noviembre de 2010

Dios existe

Positiva, Positiva.
Maca... ¡postiva!
Me inundo el ojo de humedad y miro al techo: blanco, lo veo borroso e intento no derramar la sal de la lágrima.
Positiva, Maca... tengo que ser positiva.
Me repito una y otra vez que más vale una sonrisa que una mala cara, me repito a mi misma la idea que me transmitió el abuelo: sea lo que sea, da igual lo que alla: positiva.
Cómo cuesta, intento aplicarme el cuento pero esque me sale voz de idiota si hablo en alto y no puedo evitar sentirme una mierda.
Domingo, sola en casa. Domingo, no sé cómo lo hago pero casi todos acaban teniendo un toque agrio o amargante: este es la combinación de ambos.


Hubiese seguido escribiendo pero una llamada ha conseguido arrancarme las lágrimas, ha hecho que me temblase la voz y ahora este sonriendo otra vez, como hace un par de horas.
Dios existe, está claro.

(((maca)))

viernes, 26 de noviembre de 2010

El lado positivo

No vas a creertelo, el tema de hoy es toda una sorpresa: empieza por A... y sigue por B.
No, no voy a hablarte de Abdu el profesor de relaciones internacionales; no es que no pueda ser un tema interesante pero... creo que el que tengo en mente es mucho mejor.
Sí, acertaste, como siempre yo tan evidente. ABuelo.
Dicen que cada uno puede hablar u opinar de lo que ha vivido o al menos de lo que no ha visto pero ha estudiado... yo como vivo con esto pues lo escribo, y no solo por eso sino porque este tema da para mucho. Sobretodo ahora.
Si me pongo a pensar en el día en que mi relación con el abuelo s ehizo más estrecha, más cercana, más de poder hablar de cosas y no solo escucharle como "un sermón de abuelo"; si me pongo a pensar en ese día no sé dónde ubicarlo, no sé qué día fue exactamente.
Hace años el abuelo consiguió calarme, estoy segura. Pero eran momentos, nada más, conversaciones que parecen eternas pero en realidad no son más de 10 minutos porque la Navidad no es tan larga como parece y los nietos con los que el abulo quiere hablar somos demasiados. El abuelo me transmitió cosas, estoy segura, hace ya tiempo; pero no de la manera que lo hace ahora.
El cambio fue, aunque no sepa la fecha exacta siempre se pueden hacer rodeos, los últimos meses del 2009: tal vez Agosto, en Septiembre ya seguro.
Fue el hecho de vivir en Madrid, en la misma ciudad que el, lo que me hizo darme cuenta de que si quiero hablar con el abuelo solo tengo que ir a verle; viviendo en Coruña esto ni se me ocurría, las conversaciones telefónicas también son buenas pero no tienen nada que ver con el cara a cara. Además, en mi epoca anterior a Madrid yo tenía otras preocupaciones, algunas de ellas egoísmo disfrazado de escusas para no llamar a los abuelos. La adolescencia no es la mejor etapa para algunas cosas,creo que son esos años en los que sin saber muy bien el porqué uno coge alergia a la palabra familia o domingo. Lo mío no fue así, pero si es cierto que si sonaba el teléfono yo nunca iba a cogerlo, a no ser que fuese alguna de mis amigas...
Bueno, creo que no soy la única en el mundo así que aunque sea por esto ya no me siento mal. Sería mal seguir haciendo lo mismo ahora, o anteponer siempre mis cosas a las de los demás o las de mi familia que son todavía más importantes. No es que ahora lo primero que haga al levantarme sea llamar a todo el mundo para saber cómo están, si necesitan algo... no, simplemente es tenerlos presentes.
Ahora tengo presente a la gente que merece la pena, en la adolescencia uno tiene presente a sus amigos y a su enamorado; el resto... bueno sí, están ahí, pero en un segundo plano.
En la edad del cambio solo te fijas en eso y en las injusticias. Eres un rebelde y si tienes que teñirte el pelo de rosa fucsia para hacer entender a la gente que te rodea que la vida es injusta: lo haces. No te paras a pensar que a tu abuela le puede dar algo si te vé entrar con ese pelo en casa, no te paras a pensar que a lo mejor quien actúa injustamente eres tú con eso que empieza por F y acaba por AMILIA.
Siempre digo que yo no he tenido una etapa difícil, quiero decir: creo que nunca he hecho insoportable al alguien la convivencia conmigo: ni me he teñido el pelo, ni me he escapado de casa, ni me he hecho un piercing a escondidas, ni he estado con la típica gente que unos padres no quieren que estés. He tenido y tengo mis cosas, pero siempre hay casos peores.
Vuelvo a lo de párrafos anteriores: la etapa de no coger el teléfono o de no preguntar a mi madre qué tal está.
Es así, la vida es así: a veces la ves perfecta, dotada de todo el sentido y otras... algo negro, y repito la palabra: "injusta".
No sé, me parece que hoy estoy escribiendo sin mucho orden. Lo siento, pasa a veces cuando sientes mucho y se te mezcla todo.
Ayer por la noché abrí la libreta que me regaló María el año pasado, cuando iba a empezar en El Periódico de la Publicidad: 10 de Noviembre. Como siempre, la libreta está dedicada en la primera hoja pero eso lo dejo para mí. Se suponía que usaría la libreta para las cosas que tuviese que escribir para el periódico pero al final, preferí darle otro uso. Iba a escribir cosas útiles, de cuando estuviese en casa de los abuelos. Las primeras frases son de Noviembre del 2009.
Cojo la libreta y me disgusta comprobar que no escribí lo suficiente: empecé en ese Noviembre y no volví a escribir en ella hasta Marzo de 2010. No recordaba la última frase que está escrita, la leo y me preguntó si es cierto que lo dijo; sí, si está ahí escrita seguro. "Eres mi cura, ma das optimismo. Tú conmigo has descubierto un océano".
Adelanto un par de páginas y leo algo que que escribí hace justo un año.

"Es viernes 27 de Noviembre, van a dar las seis d ela tarde y estoy en el autobús de camino al "Hospital de Moncloa" para estar con el abuelo. Hoy falto a clase de historia, sé que no ir a clase está mal pero si comparo una clase (la que sea, incluso mi favorita) con estar con el abuelo... lo siento por los profesores. El domingo volvió a sangrar y desde ese día no ha parado. A él le duele, a mí verle así. Se le vé ánimado, parece cansado. Me mira con atención, cierra los ojos y notas como sufre. Silencio, risas. Lágrima que se pierde y sonrisa forzada a veces. Hoy está mejor pero tal vez solo me lo ha parecido. Hoy está peor y el se empeña en hacernos creer lo contrario.
Es cierto: el dolor nos hace fuertes a la vez que nos convierte en enanos. Aprendes pero, cuando te muerde, en ese preciosa momento en el que te pellizco con fuerza, te vuelves vulnerable y pequeño. Eres grande pero te transformas, al menos por un momento hace que parezcas debil.
El abuelo parece estar mejor, sonríe y se ríe de las cosas. Otra vez cierra los ojos, antes acariciaba mis manos con las suyas y, ahora en cambio, las aprieta con fuerza. No dice nada y tampoco se si yo debo abrir la boca ahora. El dolor le ha sorprendido otra vez, aprieta mi mano. Cuando abre los ojos noto el deshaliento en su mirada, no se rinde, pero en algún momento parece que le han abatido.
Poco a poco va recuperando fuerza su mirada, no conozco nada que derrumbre un muro de cemento, como mucho se pule un poco, se desgasta por el tiempo. Mi abuelo es cemento, puede parecer algo más viejo pero es el, el de siempre. Nunca va a decir que no a la vida, aunque esta le pellizce y arañe, aunque le haga llorar de impotencia. Siempre acaba sonriendo.
Abren la puerta, la enfermera trae la cena. El caldo no está lo suficientemente caliente como para que te quemen los labios, así le gusta a mi abuelo, pero se bebe media taza de todos modos.
-"¿Está bueno?"- pregunta mi abuela acercándose a la cara de el como intentado adivinar su cara. -"¿Te gusta?"-
- "A mí me gustas tú"- contesta mi abuelo. Muchas veces tan serio con su sonrisa dentro y siempre atento a ella.
-"¡Ay como quiero yo a este caballero!"



(((maca)))

martes, 23 de noviembre de 2010

Fulanito

Pueden decir que soy monotemática, al menos escribiendo: familia y mi vida (y mis paranoias). No se equivocan y siento si al escribir solo de esto aburro a alguien o consigo que algunos deje de leerme. (Si es que alguien me sigue leyendo claro).
Hago esto aquí porque necesito escribir, porque la etapa de libreta y bolígrafo está en la cuneta y porque en el fondo me encanta saber que alguien puede leerlo.
Siempre digo que si escribo sobre algo tengo que sentirlo, da igual que a veces escriba cosas que no me incumban o, para entenderme mejor, que no las haya vivido yo: que no sean historías mías, solo "mías" en el sentido de yo haberlas escrito. Pues no es así, yo siempre tengo algo que meter entre esas letras, algo que lo haga mío. Si escribo sobre una pareja con hijos... es evidente quue yo no tengo hijos (ni pareja) pero algo hay en esa historia que s emezcla conmigo. P
Por eso escribo, pòrque es una necesidad y un gusto. Por eso escribo de esto que escribo, porque siento que debo hacerlo y las palabras salen solas siempre.

Ahora quiero hablar de alguien , claramente en estrecha o estrechísima relación conmigo: no diré todavía quien es, averiguarlo vosotros mismos.
Empezaré hablando de esta persona como de alguien sin sexo, dejemoslo en "el" aunque el o/a no voy a definirlo todavia. ¿Para qué hago esto? Porque en mi opinión la lectura tiene como capacidad, entre otras, crear mundos aparte y puede también confirmar nuestro mundo; si desde un principio ya digo de quién voy a hablar... ¿cómo voy a dejaros crearlo?
Bien, pues lo dejo en Fulanito. Quiero que imagineis a Fulanito por dentro, el físico importa, pero menos. Esto a veces cuesta entenderlo pero pensandolo un rato es lógico: yo prefiero un interior bueno que un físico de escandalo. Imagínate a Fulanito, por ahora no tienes ninguna imagen... pues empieza por una sombra. Quiero que a esa sombre le situes otra más grande a su lado, y otra, en comparación con estas dos, diminuta a su otro lado.
Fulanito es complicado de describir. Es una sombra correcta, le han enseñado bien y se nota de donde viene. A Fulanito le gusta llamar la tención, me pregunto a quién no le ha gustado eso alguna vez. Fulanito llama la atención incluso cuando no quiere hacerlo. Fulanito a veces se calla aunque podría pasarse el día hablando. No pued decir que sea tímido, ni que no heche cara a las cosaS: el lo intenta, prueba y si no sale... pues prueba otra vez.
Fulanito se apoya de los que están a su lado y sin ellos, firmo lo que haga falta firmar para decir que es verídico, no podría con nada.Fulanito no es Fulanito, Fulanito es "Fulanito y los demás"; "sus demás".
Fulanito no tiene la vida más facil pero la vida le ha puesto delante tantos regalos... que tiran de la balanza mucho más abajo. Fulanito sabe lo que es y lo que tiene, sabe lo que puede tener y por ello es como es: Fulanito sabe pelear, luchar contra lo que no quiere tener delante y defender loq ue ve suyo.
Fulanito, es de armas tomar, mejor tenerlo de tu lado, en tu frente que en tu enfrente. Fulanito no tiene enemigos, o no demasiados.
Fulanito está siempre rodeado.
A Fulanito un día le creció la barriga y eso le hizo convertirse en madre.
Fulanito es mujer, es hija y madre.
Fulanita es la victoria de una guerra tal vez perdida, Fulanita es Victoria siempre y que nunca se te olvide.

Para quienes la conocen ya pueden dejar de imaginar, para quienes no tengan esa suerte... que se queden con el conocimiento de quienes imaginaron, seguro que se parecen.

(((maca)))

Superhéroes


Ya sé que siempre estoy con lo mismo, con lo que fue o pudo haber sido y de lo que tengo ahora poco aprecio. Sé que soy una pesada, que es cansado leerme si solo hablo de ayer pero es que el hoy es bonito solo por serlo pero no puedo evitar enamorarme de imposibles. Puedes leer las frases con calma, tienes tiempo.
Hoy el abuelo estaba cansado, ha dormido mal y se le cerraban los ojos y su cabeza se caía hacía un lado, suave. La abuela sigue sentada a su lado, cogida de su mano y charlando de todo un poco; todos hablando también un poco por hablar.
Habar por hablar digo porque hay que conseguir que el abuelo se mantenga despierto, que participe en la conversación: somos buenos haciendo eso, disfrutamos y le hacemos reír. Le preguntamos qué planta nos podemos comprar… le confieso que quiero un bonsái, María pregunta qué planta es mejor para interiores… no sé, lo que sea que pueda interesarle más que el sueño. Como no quiere dormirse lucha un poco consigo, le cuesta pero vence y habla de corazones húmedos. Igual que su corazón, a veces se le humedecen los ojos: se acuerda de su madre hoy especialmente y conseguimos que acabe hablando de su familia. Delante de mamá habla de cada uno de sus hijos, no habla bien de de todos porque mi madre esté delante sino porque de ellos no puede hablarse de otra forma. Cada uno es diferente, y cada uno tiene sus cosas, su familia, su ciudad… pero todos son hijos de Gabriel y Beluca: todos son Martorell Lacave. El abuelo habla del pequeño Tonin, y de Belu y su organización.
María vuelve a contar las noches en las que me sacaba de la cuna siendo yo bebé y me llevaba a la litera, mamá preguntaba “quién ha robado al bebé” y María me escondía. María contó que hasta hace poco yo siempre le pedía que me contase “cosas de cuando yo era pequeña” , como si ahora fuese muy mayor… Entonces me acordé de los cuentos que me leía Candela, de las sabanas blancas de lunares azul, naranja y amarillo. De los loros, ahora creo mutilados, que colgaban en mi habitación.
Y el abuelo vuelve a sonreír.
La abuela llega y pregunta a su marido cómo está; “tan bien como siempre”. No es lógico no preguntarle cómo se encuentra, creo que es normal hacerlo pero… siempre que alguien lo hace, yo siento vergüenza ajena. El abuelo suele responder con su humor inglés y no añade mucho más.
Aquí son grandes y muy buenas noticias que el abuelo haya engordado 300 gramos, que se haya comido una finísima rebanada más de pan o que diga que le ha gustado la comida porque ha podido saborearla. Aquí son logros las cosas pequeñas, aquí lo pequeño parece improbable pero es posible.
Me da pena verlo así, alto como siempre pero tan chupado; como si le hubiesen absorbido la energía y la grasa. Sumamente delgado, sumamente cansado y tan sumamente aferrado a la vida.
Mi abuelo es grande; es una enciclopedia de valor incalculable y de profundidad infinita, de tapas duras pero lisas, de páginas repletas de vida y de circunstancias. Es un superhéroe, es el superman de todo hijo, nieto y biznieto.
Mi abuelo salva vidas y esperanzas, limpia corazones y almas, absorbe lo malo de la gente y lo escupe; mi abuelo es un superhéroe en versión moderna. No ve la tele porque dice que no hay nada que valga la pena, apenas lee revistas y solo lee el periódico que él considera. No es abierto en opiniones pero al final, pueden pasar incluso años, acaba aceptando lo que es bueno y rectifica si se ha equivocado. Mi abuelo tiene dedos de pianista y manos manchadas, piel suave: más incluso que la de un niño.
Es elegante, correcto y un poco maleducado pero es que es libre. Mi abuelo es el padre de mi madre, es el amigo que he descubierto y el consejero perfecto. Es capaz de hacerme reír con solo una palabra, de sonreír con una mirada y de llorar si no hace nada. Con él ha llegado incluso a faltarme la respiración: cala tan hondo lo que dice que se te olvida que para vivir no solo hay que sonreír un poco, sino que es útil inspirar y expirar de vez en cuando.
Es como Batman, Spiderman, el Capitán Trueno o Popeye. Su Olivia es Beluca.

(((maca)))

sábado, 20 de noviembre de 2010

En mitad de la balanza


Hay personas muy sentimentales, otras que tendrían que haber sido piedras en vez de tener piernas y brazos.
Hay personas que lloran por nada y otras que nunca veré llorar.
Hay personas que te abrazan y no quieres soltarles, hay personas que te abrazan y parece que te pasan su peste.
Hay personas intermedias, como yo.
Y luego... están los límites claro: gente que ya ni te abraza y gente a la que querrías abrazar toda la vida.
Tengo un abuelo que está en el ´límite, en el último que he nombrado, tengo una abuela que igual.
Hay muchas personas intermedias, como nosotros que somos capaces de llorar tres veces al día y luego pasarnos un mes de sequía. Nostros sabemos lo que necesitan pero no siempre hacemos caso. Somos... nostros, diferentes a los demás aunque casi todos estemos en la mitad de la balanza.
Ser del montón es lo corriente, pero ser del montón, o como todos, no nos hace iguales a los demás.


(((maca)))

Vendo coliflor a tipos con boina

Ayer me apetecía escribir en el metro y como no tenía papel a mano...acabé escribiendo esto en un folletín de publicidad.


"Salir de casa con el fin de comprar jamón serrano y al cerrar de un portazo darte cuenta de que te has dejado las llaves dentro no es tan malo.
Estaba en casa haciendo nada y pensé en ir a Carrefour. Vale, supongo que el plan de viernes a las 21:30 no suele ser ese, pero iba a pasarme la noche sola y me apetecía dar una vuelta antes de ponerme el pijama y quedarme en mi sillón con música y manta.
Cuando llamé, desde una cabina, a María y a Pedro para decirles que me había quedado fuera no se extrañaron; claro, estan hablando conmigo.
Puedo ser un poco desastre, despistada. ¡Pero solo es la segunda vez que me pasa esto! Mi compañera de piso, Lara, no vuelve hasta el domingo por la tarde así que... ¡me paso el finde con María y Pedro! ¿Veis? No ha sido tan malo, en absoluto.
Antes de ir hacia su casa fui a Carrefour directamente, ese iba a ser mi plan en un principio así que no iba a dejarlo a un lado. Fui con la típicas pintas con las que se va a un supermercado, yo al menos... y más cuando llevo todo el día en la cama.
Unas botas, una falda de verano, una chaqueta de pico estirada y la trenca. Vamos, colaría por mendigo si me pido en el metro; soy un poco exagerada pero hablo en serio.
Generalmente debajo de la chaqueta la gente normal se pone una camiseta... pero total, con la trenca daba el pego e iba a volver en 15 minutos. ¡JA! Ahora estoy en el metro muerta de calor porque no me puedo desabrochar ni un solo botón de la trenca y riendome de mí misma que es muy bueno.
En la sección de frutas y hortalizas un chico muy guapo al que la boina le quedaba de vicio, me preguntó por el precio de la coliflor: me alegra saber que no llevo pinta de mendigo sino de dependienta. Es cierto.
La cola para pagar era muy larga y para dos cosas que iba a comprar... nunca lo hago pero me colé. La mayoría de la gente eran tipos como yo, hablo de edad porque en cuanto a lo demás iban mejor vestidos e iban en grupos. Iban a salir y antes hay que comprar las bebidas.
Yo era una vendedora de coliflor que se había quedado fuera de su casa y decidió gastarse dos euros en un paquete d elomo y tres endibias. (El lomo era mucho más barato que el jamón serrano y además tambien es bueno). Muy triste, tanto que me hace gracia.
Y comop me apetecía escribir y seguir dando vueltas me he metido en el metro (14 paradas)y luego me tocan 30 minutos de autobús... y por fin llegaré a mi ex-casita donde me reciben siempre que da gusto.
Pedro me ha pedido la rebancha en el Risk... ¡pero si siempre os gano!"


(((maca)))

viernes, 19 de noviembre de 2010

Gabriel

Ojo.
Ojo azul.
Brillante y profundo.
Mirada fija e intensa.
Parpados que descansan de día.
Duermes de día y de noche.
Inquieto, no te mueves pero lo estás.
Estás despierto, atento, con luz o sin ella.
Esperas palabras de alguien, me gustaría saber qué decirte.
Sabes que me encanta escucharte, disfruto al verte tan sabio.
Alto, valiente, fuerte, guapo, cabezota... eres todo en todos los sentidos.



(((maca)))

Arrancarse un ojo

Parece que el dolor de cabeza se va a quedar conmigo por un tiempo, ya podría venir más gente para quedarse pero bueno; es lo que toca.
Salgo de clase y tengo calor como casi siempre, decido ir al piso andando... nunca lo he hecho pero hoy me apetece. Las calles están a oscuras, no hay ni una sola farola encendida hasta llegar a Metropolitano... menos mal que no paran de pasar coches y así se por donde ando.
Me encanta que haga frío; notar el aire helado contra mis rodillas y mi cara me despeja un poco, pero solo durante un rato. Llego a casa algo cansada y llamo a mis abuelos para felicitarles: lo celebraremos el sábado. Luego hablo con Manu, después llamo a Vito... me gusta oírles pero...PUM la cabeza no para de hacer PUM PUM PUM cada vez más fuerte.
Mamá, al otro lado del teléfono, me dice que pregunte a María que puedo tomar; María me dice que ibuprofeno. Vale, pero no quiero abusar y prefiero agunatar un poco a ver si se suaviza un poco.
No se pasa. Voy a acostarme; bueno no. Mejor sí, bueno no.
Me tomo un ibuprofeno y me pongo el pijama. 5 minutos, 10 minutos, 15... parece que no hace efecto.
Consigo relajarme un poco porque agobiarme no me va a servir de nada. Ha pasado una hora y cada vez me duele más así que definitivamente me meto en la cama.
Acabo en la cama, la persiana entornada y nada de ruido. Quiero arrancarme el ojo, me duele: me duele mucho.
Abro la caja de Zomig Flash y espero que haga efecto. Se deshace debajo de la lengua y, sin enterarme, acabo dormida.






Ahora tengo el preestreno de "Poesía" (Premio al Mejor Guión en Cannes 2010). Tengo que irme ya que no quiero llegar tarde.
MUA

(((maca)))

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Qué alta la calefacción

En menos de 10 minutos será 18 de Noviembre, y esta fecha no solo e simportante por el estreno del musical "Los Miserables" (que por cierto me encantó), sino porque en menos de 9 minutos...hará 64 años que mis abuelos se dijeron "si quiero".
Hoy fui a su casa y la abuela no había llegado todavía, había ido con Tere al médico así que solo estaban mi madre y mi abuelo.
Mi madre abrió la puerta y ví desde la entrada al abuelo dormido en su sillón. A veces me preguntó porque soy tan poco comprensiva con mi madre, a veces pienso que no merezco ni la mitad de lo que me da.
El abuelo abre los ojos, me vé y sonríe.


Luego ya fuimos cinco en la casa y tuve tiempo para hablar con él a solas, también con la abuela y un poquito con mi madre.
La calefacción tan alta me da dolor de cabeza, pero a veces el dolor de cabeza compensa.

martes, 16 de noviembre de 2010

Tuentilleo


Siempre miro atrás, siempre. Me dicen que no es bueno, sé que eso no me facilita las cosas pero me gusta hacerlo, porque si no fuese así no lo haría.
Me gusta escuchar canciones que me traen recuerdos, ver fotos con mis amigas del colegio, ver las cosas que pensaba hace años, lo que me interesaba y decía. Soy de las que se quedaron en el pasado, como esos ancianos que se creen que pueden salir a correr un día como antes aunque ahora no puedan andar sin su bastón.
Me gusta hacerlo, y sé que no es tan malo como dicen pero... sé bien que no es bueno.
Una cosa es ser melancólica, o tener siempre un ojo fijo en lo que fue, y otra cosa es no ver que lo que está pasando es ahora presente, fue futuro y en poco se convertirá en pasado que querré que vuelva.
Ayer decidí ordenar la habitación, pero ordenarla a conciencia es decir: fuera la ropa de verano, fuera los pantalones que ya no me cierran y fuera la ropa que nunca uso. Fuera.
Ayer me volví a proponer empezar de nuevo. Dejo fuera los pensamientos de "no voy a poder", "no se está tan mal así...". Fuera.
Ayer me arriesgué y borré mi tuneti. Fuera.

Me acuerdo, y ayer lo recordé: en agosto de 2007 una amiga me dijo que me abriese una cuenta en tuenti, no había escuchado nada sobre eso en mi vida y al principio no me interesaba nada. Un par de meses más tarde algunos amigos empezaban a tenerlo y ya fue mejor, acabé enganchada a el como creo que lo está la mayoría de gente que lo tiene. No me pasaba el día pensando en eso, no me moría si un día no podía meterme y ver si alguien me había escrito algo... no, pero creo que no hace falta hacer eso para considerarse adicto.
Hablo de adicción a pesar de poder estar días sin meterme en tuenti, hablo de estar enganchada porque por estar metida en tuenti me perdí mil cosas. Me perdí días de estar en un bar con lo smigos por estar en casa pegada al ordenador, me perdí un día de playa por qorque era más cómodo y fácil ver fotos de otra gente en la playa desde casa.
En mi opinión, y repito mía, tuenti nos ha quitado mucho tiempo y a la vez nos ha dado otras muchas cosas. Sí, tengo que reconocerlo: he conocido a gente gracias a tuenti, a poca pero lo he hecho. Tuenti me ha servido para mantener contacto con gente que, si no fuese por esta red social no habría vuelto a saber de ella. Tuenti me ha servido como álbum de fotos, como psicólogo, como diario de mis últimos cuatro años.
Nada es infinito, al menos nada en este mundo y tuenti, no iba a ser menos , evidentemente. No sé cuando se supone que la gente va a dejarlo, no sé si será cuando se casen, cuando tengan hijos.. o cuando sean sus hijos quienes suban fotos por ellos; no sé, pero yo he decidido hacerlo antes y me preguntan porqué. Pues... me da pena pero lo he hecho porque tengo motivos y porque me ha dado la venada.
Quien no reconozca que pierde mucho tiempo en tuenti...creo que se engaña. Quien diga que solo usa tuenti para quedar y hablar con maigos o con gente de clase... sigue engañandose. Tuenti está bien pero esque como casi todo siempre se acaba enfermando: pareces raro si no hay fotos tuyas con una copa en la mano, eres un friqui si no tienes, como poco, más de cien amigos. Todos van a tener una foto con amigos, o conocidos, sonriendo como si s elo estuviesen pasando bien solo por el hecho d etener esa foto y no para recordar ese momento bueno porque en realidad, no es bueno ni es nada.
Tienes que tener una foto abrazada a algún chico (abrazado a alguna chica), una foto de cuando eras pequeño para enseñar a todos lo guapo que eres y eras... una foto tuya haciendo surf auqnue no sepas, jugando al poker aunque no te guste y en un after aunque tengas ganas de irte a la cama.
Verás las fotos d etus amigos, y d elos amigos de tus amigos, y de gente que no conoces de nada.Escribirás estados para llamar la atención de quién te lea, en intereses musicales siempre intentarás ser alguien culto, interesante...
Tuenti es nuestro escaparate, nuestra manera de enseñar a la gente quienes somos y qué es d enosotros cuando en realidad no sabemos bien quiens somos porque perdemos el tiempo mirando escaparates cuando podríamos utilizarlo en ser nosotros mismos.
E ahí la cuestión, sé que hay gente que solo es eso: un tuenti, alguien vacío, que no espera nada y le gusta estar así. Les gusta que su vida esté disponible a todos, le gusta llegar a casa saludar a sus padres y ponerse a hablar con gente que acaba de ver por el chat.
Si quieres hablar con alguien no lo hagas así, si quieres saber de la vida de alguien preguntaselo tú mismo.
Estoy harta y decepcionada con tanta gente que si tuviese que dejar a los amigos en tuenti... acabo decidiendo que es mejor borrarlo.
Ayer expliqué a quien yo quise que iba a cerrarlo. Ayer fui viendo cada foto, empezando por las del verano del 2007. Ayer leí algunos mensajes... empezando por los de ese verano y por un segundo me heché atrás. Luego ví que todo cambia, todo pasa y hay que dejar lo que uno no quiere a un lado.
No iba a volver a tener esas fotos, no iba avolver a leer ningún mensaje, no iba asaber de alguna gente si lo hacía. Vale, acepto.
Me canso de estar tan apegada al pasado, me canso de cruzarme con gente que no espera nada.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Contra uno mismo


Prometes no volver a hacerlo y ahí estás, así:otra vez. Te has defraudado a tí mismo, te sientes mal y te da vergüenza verte reflejado en un espejo, en el escaparate de esa tienda o en el cristal de cualquier bar.
Intentas no pensar en quién te has convertido, avanzas por la calle intentando no cruzarte con nadie que te haya conocido antes; tienes miedo de que no reconozcan en tí al que fuiste ayer.
Has cambiado, todos lo hemos hecho. A unos el paso del tiempo les hace madurar, otros siguen igual o peor. A la mayoría las arrugas y las manchas en la piel les molestan, a mi me molesta ver que nosotros no somos excepción: algún día me saldrán canas y algún día querré volver al día de hoy.

Porque hay días, tiempo, en el que no podemos sonreír de buenas a primeras. Porque hay días, tiempo, que nos proponemos aguantarnos y estar bien con nuestra sombra y con los demás. Porque hay días, y tiempo, que es mejor estar solo crucificandonos a nosotros mismos y... ya llegarán esos días, ese tiempo en el que ahora no confiamos, esos días y ese tiempo en el que nos veremos mejor.
Perdemos la fe en quién somos, perdemos la esperanza de sentir e incluso a veces nos parecen visiones lo que un día fue.
Por esos días no hay que maltratarnos, por esos días tenemos que seguir viviendo exactamente igual, de la misma manera que lo estamos haciendo porque así es: hay días buenos, días malos y días en los que necesitamos sentirnos inseguros.
No sé querer bien, todavía no sé dónde está el fallo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Plaff


Ahora estará aquí, tanto tiempo soñando con ese día, planeando cosas juntos, una vida... y llega el día y el pasado pasó.
Ahora llegará el día soñado, el que soñaste una vez y ahora ya no importa tanto; importa, pero lo que importó ha pasado.
Esa canción que sonaba vuelve a sonar, suena igual pero no es lo mismo que antes. La música es la misma, y los sentimientos se retuercen dentro de alguien.
Hay escalofríos, caras de sorpresa y pensamientos de volver a verse. Hay planes tachados, días de espera contagiados de llanto. Hay ganas de volver a vivir lo que no puede vivirse de nuevo, hay ganas de mirar atrás e intentar robar el tiempo.
Hay miedo porque aquello ya ha pasado, hay miedo porque la oportunidad pasó y siempre queda la esperanza de volver a intentarlo ver nacer. Hay miedo, hay esperanza, hay tiempo... mucho tiempo por delante que echaremos mañana de menos y hoy queremos que no avance.
A lo mejor volverá a llamar, a lo mejor volverá a mirar a los ojos y derretirnos en un momento. Puede ser que consiga dejar nuestros planes de superación a un lado y, sin darnos cuenta, todo consista en darle a rew.
Creeremos ser los primeros en pisar la luna, tocaremos las estrellas y no enfermaremos nunca. Saltaremos más alto que nadie, respiraremos sin darnos cuenta y llegará el adiós de nuevo. Nos golpeará en la cara, en todo el cuerpo y en el fondo de quienes tienen alma.
Los planes podrán haberse cumplido, pero no enteros o no en su totalidad, nos sentiremos inseguros, solos y volveremos a odiar.
Romperemos cartas, gritaremos, cantaremos sus canciones para que vuelva... sin volver. Nos preguntaremos porqué y a Dios le diremos que nos explique. Volveremos a los días de esperanza, volveremos a creer verle pasar. Otra vez volveremos a llorar viendo películas de amor que antes nunca veríamos, leeremos poesía de libros que pocas veces habíamos abierto y escribiremos otra vez.
Estaremos solos o lo sentiremos así, veremos sus fotos y conseguiremos odiar y amar al mismo tiempo.
Preguntaremos si alguien sabe algo, si alguien a vuelto a verle y nos dolerá el cuerpo.

Nos sentiremos viejos aun no habiendo alcanzado esa edad, las ganas de todo las perderemos y solo nos quedará recordar.
Recuerdos, si hay algo más que eso que alguien me lo diga. Recuerdos, de cuando no eramos conscientes de que la vida es cómo es, recuerdos de cuando eramos felices creyendo tenerlo todo. Recuerdos, todo roto y nosotros desgarrados.
Ya se fue, a lo mejor vuelve o tal vez no, podremos volver a vernos ...quien sabe. Yo nunca se nada o no quiero decirlo.

FOTO: creo que a mi ciudad le pasó lo mismo

viernes, 12 de noviembre de 2010

Siempre he preferido una carta a un correo


Otra más, el cartero abre el buzón y deposita allí otra de tus cartas.
Escribes para no perder el tiempo, porque es sencillo recuperar esas palabras, porque sabes como hacerlo.
He crecido porque ha pasado el tiempo, porque he aprendido de los momentos vividos y porque les puedo sacar provecho.
No escribías pues no estabas lejos; te servían las palabras y el modo de hacerlo.
No te escuché porque nunca me hablaste, no quise encontrarte; me pudo el miedo.
Te fuiste sin hablar sin hacerlo y ahora escribes.
Me quedé en un mundo aparte y crecí con cada momento.
Cada vez que veo otra carta, otro tiempo dedicado, otras letras de información, amor y duelo me pregunto para que lo haces; para no perder el tiempo, porque es sencillo recuperar esas palabras y… porque sabes como hacerlo.
Cada vez que las dejo en una esquina abandonadas esperando una de vuelta, me doy cuenta que he crecido, y que crees sabes hacerlo.
Sé escribir porque lo has hecho, decir cosas que no siento y no llorar si me arrepiento; ¿ves?, también soy capaz de hacerlo.
Puedo inventarme las razones, engañar y volverme hueco; ¿ves?, me veo incapaz lo siento.



(((maca)))

FOTO: no viene a cuento pero la encontré ayer y ya no me acordaba de ella... me gusta

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Adeus





Me parece que la última vez que lo había leído fue hace como poco dos años, en clase de Gallego. Creo que Rosalía de Castro lo escribió cuando fue a vivirse a Madrid, se despide de todo con inseguridad, no sabe cuándo volverá a verlo.
Antes de volverme a Madrid he buscado lo que escribió Rosalía y lo he leído con calma, leyéndolo detenidamente es emocionante. Yo podría personalizarlo y decir “adeus Coruña, miña terra, , terra onde me eu criei. Adeus meu mar infinito non sei cando te verei”… Podría personalizarlo pero tal y como está escrito llega a cada gallego: yo no tengo ninguna “hortiña”, ni “figueriñas” pero lo leo y lo siento mío igualmente, ahí está el poder del poema.
Esta mañana, como despedida, he ido con Vito a ver el mar. Alerta roja; recomendaban, o más bien decían, no acercarse al paseo marítimo pero… es de mala educación irse sin una despedida y… más si necesitas despedirte, porque no sabes cuándo será la próxima vez y aunque las Navidades estén bastante cerca… no sé qué será de mi mañana, y si no lo sé de mí… tampoco sé que será de mi familia así que… me despido. Hasta la próxima.
No llovía, el cielo no estaba encapotado: solo alguna zona gris, pero ahí estaba el mar que había arrancado parte de la barandilla del paseo. Agitado, de un lado a otro iba y venía como queriendo que todos nos asomásemos a ver lo bonito de su movimiento. Esta mañana no había ni un surfero, nadie en la playa paseando y pocos éramos los locos que lo observábamos en directo. Estaba precioso. Me recordó a un niño pequeño, cuando sus padres lo arreglan por ser domingo, porque es día de Misa y porque luego comerán en casa de los abuelos. Del niño toda la iglesia y la familia tiene que decir que ha crecido sano y que cada día está más guapo. Pues igual, hoy el mar enseñó sus mejores olas, removió toda la arena y formó muchísima espuma blanca, tan blanca como las nubes del cielo, tan blanca como mi IRIS humedecido. Porque para mí hoy era un día de despedidas, porque el mar quería decirme que crece sano también sin mí, quería que hoy le viese guapo e intentó hacerme reír.
Nunca pensé que fuese a decírselo a nadie, ahora me doy cuenta de que hay cosas que no he dicho nunca a nadie: esta es una de ellas. De pequeña hablaba con el mar. Suena ridículo pero es cierto y a la vez genial. ¿Cómo lo hacía? Sí le hablaba directamente no me entendía, si hablamos así al mar no va a entender nuestro idioma.
¿Qué hay entre nosotros y el mar? Tierra. Eso es, para hablar con el mar cogía un puñado de arena, le contaba a ella lo que quería contarle al mar y luego se la tiraba a las olas. El mar me respondía en la orilla, agitándose con suavidad.
No sé cuando empecé a hacerlo pero el caso es que lo hice y nunca lo he dejado de hacer. Ahora, cuando hablo con él, siempre empiezo preguntándole cuando fue la última vez que hablamos, si me ha echado de menos y le cuento cuanto le eché yo de menos a él. Hablamos poco pero lo hacemos bien. Suelo hacerle un resumen de mi vida hasta ese momento, me río pensando que sería lo último que le conté y me doy cuenta de cómo avanza todo. Le cuento mis alegrías y lo que me preocupa, luego suelto la arena, mojo mi mano y me siento mejor. Miro la inmensidad azul y sonrío, sé que me ha escuchado, lo hace desde que soy pequeña y eso me hace sentirme bien.
Hoy no puedo bañarme, no solo porque estemos en Noviembre y haga mucho frío y viento, sino porque hoy el mar, de lo emocionado que está al volver a verme, podría aplastarme por no saber medir la fuerza de sus olas. Yo no sería capaz de asfixiar a nadie de un achuchón, pero el mar sí… quiere demasiado.


(((maca)))

Cuánto quieres


¿Cuánto puedes querer a alguien? A veces me pregunto dónde está el límite de las cosas, si ese límite existe realmente y hasta dónde llega. Cosas que se dicen como “te quiero mucho”, o se cantan como “moriría por vos”, ¿son realmente ciertas? No sé cuánto abarca la palabra mucho.
¿Te quiero mucho significa que sería capaz de morir por ti? No creo, o sino la gente no mide sus palabras porque el TQM está globalizado y en boca de todos. Pienso que querer es algo que no se puede dar con todo el mundo, no al menos con toda la gente a la que se le dice. Querer… es un sentimiento, es algo complicado de explicar y de sentir, pero se quiere igualmente.
Veo a una pareja por la calle y pienso cuánto se querrán: mucho, muchísimo, hasta el infinito, tanto que duele… maneras de querer hay demasiadas y también de expresar ese sentimiento. Cuánto se querrán, y lo que más llama mi atención: quién querrá más al otro. Un padre y un hijo, ¿se supone que es el padre quién más quiere en esa relación? Un padre y sus hijos, ¿es cierto que quiere a todos por igual? ¿Cuánto quiere a cada uno? ¿Y cuánto es mucho?
Me pregunto cuanta es la capacidad de querer de la gente, en mi opinión querer no tiene límites…eso creo. Puedo querer a una cantidad innumerable de gente y puedo quererlos muchíííísimo (que sigo sin saber cuánto es esto) a cada uno. Pero, no sé, a lo mejor un día no puedo querer a la gente más de lo que quisiera quererla porque llega el límite. Imagínate, no poder querer a alguien porque ya has querido hasta el infinito unas 100 veces, ya no puedes más. Sería horrible.
Querer es gratis, por eso duele a veces. Querer puede ser voluntario, pero es involuntario más que nada. Querer es tan complicado que no puede expresarse con palabras y decir mucho, muchísimo o infinito no es abarcable. Querer no se mide con tiempo, no sé con qué se mide.
Se puede querer a la familia, se puede querer a una ciudad, se puede querer a una mascota, se puede querer a un amigo, se puede querer al mar. Se puede querer a todo lo que se nos ocurra, podemos querer y ser queridos pero no siempre existe la reciprocidad, o al menos no al mismo nivel o parecido. La falta de reciprocidad aquí es lo que nos lleva a veces a pasarnos horas escribiendo, a quedarnos en casa aunque haga un día de sol, o a tener ganas de pasear abrigados si está lloviendo. La falta de reciprocidad nos hace vulnerables: nos da ánimos para conseguirlo y otras nos hunde y no vemos nada. Por eso decía que querer es complicado y a veces duele, por esto y por otras muchas cosas.


(((maca)))
FOTO: La Coruña... obviamente aquí no había ningún temporal.

Al agua patos


Más de un mes y medio sin tumbarme en la bañera, más de un mes y medio sin dejar el grifo abierto, dejando caer el agua caliente y con un luz tenue quedarme ahí relajada.
Es lo que tiene vivir en un piso de dos por dos, que estoy encantada con todo pero nunca voy poder darme un baño en condiciones por el simple hecho de que no tengo bañera. Tengo un plato de ducha, un grifo del que sale agua por todos lados y una mampara recién estrenada pero… no tengo bañera.
Es genial esa sensación; el baño lleno de vaho, al salir escribiré un mensaje en el espejo. Solo el ruido del agua pasando a toda prisa, las yemas de los dedos ya arrugadas y yo quedándome dormida. Me sumerjo y ya apenas oigo nada, asomo la cabeza e inspiro tranquilidad. Nunca quise tanto a una bañera.


(((maca)))