miércoles, 10 de noviembre de 2010
Al agua patos
Más de un mes y medio sin tumbarme en la bañera, más de un mes y medio sin dejar el grifo abierto, dejando caer el agua caliente y con un luz tenue quedarme ahí relajada.
Es lo que tiene vivir en un piso de dos por dos, que estoy encantada con todo pero nunca voy poder darme un baño en condiciones por el simple hecho de que no tengo bañera. Tengo un plato de ducha, un grifo del que sale agua por todos lados y una mampara recién estrenada pero… no tengo bañera.
Es genial esa sensación; el baño lleno de vaho, al salir escribiré un mensaje en el espejo. Solo el ruido del agua pasando a toda prisa, las yemas de los dedos ya arrugadas y yo quedándome dormida. Me sumerjo y ya apenas oigo nada, asomo la cabeza e inspiro tranquilidad. Nunca quise tanto a una bañera.
(((maca)))
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