La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cuánto quieres


¿Cuánto puedes querer a alguien? A veces me pregunto dónde está el límite de las cosas, si ese límite existe realmente y hasta dónde llega. Cosas que se dicen como “te quiero mucho”, o se cantan como “moriría por vos”, ¿son realmente ciertas? No sé cuánto abarca la palabra mucho.
¿Te quiero mucho significa que sería capaz de morir por ti? No creo, o sino la gente no mide sus palabras porque el TQM está globalizado y en boca de todos. Pienso que querer es algo que no se puede dar con todo el mundo, no al menos con toda la gente a la que se le dice. Querer… es un sentimiento, es algo complicado de explicar y de sentir, pero se quiere igualmente.
Veo a una pareja por la calle y pienso cuánto se querrán: mucho, muchísimo, hasta el infinito, tanto que duele… maneras de querer hay demasiadas y también de expresar ese sentimiento. Cuánto se querrán, y lo que más llama mi atención: quién querrá más al otro. Un padre y un hijo, ¿se supone que es el padre quién más quiere en esa relación? Un padre y sus hijos, ¿es cierto que quiere a todos por igual? ¿Cuánto quiere a cada uno? ¿Y cuánto es mucho?
Me pregunto cuanta es la capacidad de querer de la gente, en mi opinión querer no tiene límites…eso creo. Puedo querer a una cantidad innumerable de gente y puedo quererlos muchíííísimo (que sigo sin saber cuánto es esto) a cada uno. Pero, no sé, a lo mejor un día no puedo querer a la gente más de lo que quisiera quererla porque llega el límite. Imagínate, no poder querer a alguien porque ya has querido hasta el infinito unas 100 veces, ya no puedes más. Sería horrible.
Querer es gratis, por eso duele a veces. Querer puede ser voluntario, pero es involuntario más que nada. Querer es tan complicado que no puede expresarse con palabras y decir mucho, muchísimo o infinito no es abarcable. Querer no se mide con tiempo, no sé con qué se mide.
Se puede querer a la familia, se puede querer a una ciudad, se puede querer a una mascota, se puede querer a un amigo, se puede querer al mar. Se puede querer a todo lo que se nos ocurra, podemos querer y ser queridos pero no siempre existe la reciprocidad, o al menos no al mismo nivel o parecido. La falta de reciprocidad aquí es lo que nos lleva a veces a pasarnos horas escribiendo, a quedarnos en casa aunque haga un día de sol, o a tener ganas de pasear abrigados si está lloviendo. La falta de reciprocidad nos hace vulnerables: nos da ánimos para conseguirlo y otras nos hunde y no vemos nada. Por eso decía que querer es complicado y a veces duele, por esto y por otras muchas cosas.


(((maca)))
FOTO: La Coruña... obviamente aquí no había ningún temporal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario