La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Me duele

Llevo una semana desconectada de todas las redes sociales que tengo, e incluso de whatsapp, el blog lo he seguido usando por supuesto, pero bueno, no quiero hablar de las razones que me llevaron a querer hacer esa "desconexión social", así que iré al grano, a ver si puedo.
Antes de empezar informo que estoy en un estado algo irascible, más bien nervioso, que no quiero hacer daño a nadie ni mucho menos pero o escribo o exploto; aunque, en realidad, acabo de hacerlo hace unos minutos.
Pues bien, a lo que iba, he estado una semana algo desconectada de tecnologías. Ayer fue mi primer día en facebook y me hablo una chica de la que no sabía desde hace tiempo, el clásico "qué tal te va la vida" -realmente tenía ilusión en saberle contenta- y al minuto me suelta "¿puedes darle a me gusta a X página que he creado?
Vale, estupendo, me hablaba para que le de me gusta a una página que no sé de que trata, así que no sé si me gustará o no pero bueno, sin pararme demasiado en su contenido le di a me gusta y me lo agradeció. Fin de la conversación.
No sé ni  porqué estoy contando esto. Maravilloso. Ah sí, porque me dijo que se enteró el otro día de la existencia de mi blog, y que algún día se metería a echarle un vistazo, es decir, nunca. Tal vez si un día titulo alguna entrada con algo así como "si me lees le daré a me gusta a todas tus páginas y aceptaré todas tus peticiones de Candy Crush" si, entonces es probable que me lea.
No escribo para que me lea la gente, soy consciente de que el único público que tengo fiel es la persona que me dio la vida, que se mete cada día a ver si he escrito algo nuevo y cuando he cometido alguna falta de ortografía me llama y me dice "Maca acabo de leerte, que preciosidad, me has emocionado. Por cierto espero que no te siente mal pero tuvo de tener es con V mi vida". Vale, eso lo sé, y no me importa en absoluto. Es evidente que a un pintor le gusta que alaben su pintura, que comenten la precisión y exactitud de cada pincelada, que la gente hable entre si sobre la grandeza de sus obras. A mi, como ser humano que soy, también me gusta que me adulen, pero eso no significa que escriba para agradar a nadie, ni para dorar a nadie la píldora, ni siquiera para que mi madre piense que tiene una monada de hija. No.
¿Y qué hago hablando de esto? Pues lo digo porque cuando esta chica me dijo que algún día leería mi blog añadió -"¿pero más que un blog es un diario no?"
No opines sobre algo que no conoces, o que al menos no te has molestado en conocer. ¿Un diario? Está claro que no has leído la historia de Ciprian, ni has encontrado la fábrica olvidada, ni los muñecos de latón o a Fievel. Seguramente no tengas ni idea de que supone para mi el deber y el querer, ni te has acercado a oler el salitre de La Coruña y de Valencia, ni has leído Cáncer, ni Muerte.
Llámalo diario si quieres, para mi es mi vida, así que no lo insultes, si no te gusta déjalo, pero no juzgues a mi hijo sin saber cómo surgió.



(((maca)))

Gracias a ti

Cuando tú estas todo se vuelve mejor. Cuando apareces, cuando me llamas, cuando me escribes un "cómo te va?", todo cambia, a mejor, y mis labios se tornan suave, hacia arriba, y la sonrisa se me sale de la cara; porque cuando tú estás todo lo que me rodea se vuelve estupendo.
Si tu estás la nieve me parece tener el blanco más impoluto y perfecto que jamás haya visto, y me apetece rodar sobre ella contigo y hacer la figura del ángel y otras tantas. Cuando estás la lluvia no me inspira tristeza, sino la escusa perfecta para arrimarme a ti y cubrirnos de abrazos y mimos. Cuando tú estas, no hay problemas que me hundan, porque cuando tú estas no conozco la palabra "problema".
Charlamos de lo que sea, y cada charla es especial, y recordamos cosas que vivimos y soñamos qué pasará. Tú me cuentas, yo te cuento y al final pasan las horas sin preocuparnos por no haber comido, o porque se haya hecho de noche y el metro vaya a cerrar.
Tengo la suerte de poder decir "contigo" y pensar en varias personas, tengo la suerte de contar con personas que hacen que mi día se torne de bueno a espectacular. Porque con esas personas comparto un té y soluciono el mundo, comparto un silencio y me reconforto.
Soy afortunada, porque contigo todo se vive mejor.


(((maca)))

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Mensaje entre lineas

¿Quién no se ha hecho promesas? Las de el uno de enero: empezar a hacer deporte, tomarse en serio la salud en la alimentación, dejar de fumar, llamar y ver más a los seres queridos...
¿Quién no se ha propuesto adelgazar/engordar alguna vez en la vida? ¿Cuantos nos lo habremos propuesto más de diez veces?
¿Quien no se levanto un día diciendo que apartir de ese mismo instante nunca se levantaría con el pie izquierdo?
La vida esta llena de dias, de oportunidades que usamos y perdemos y de propósitos que se cumplen o que acaban pudiendo con nosotros.
Yo misma me propongo varias cosas al día, y muchas veces los propósitos se pierden, y se me hace el día un camino eterno lleno de piedras y me quejo por ir descalza. Pero al fin y al cabo siempre que no consigo algo me doy cuenta de que es porque en realidad no lo he querido realmente, o no he dado todo lo que tenía que haber dado de mi misma para conseguirlo; porque he decidido rendirme antes de llegar a mi objetivo.
Pero ahora freno en seco, y me pongo unas sandalias y sigo el camino, porque he visto que delante de mi hay personas que andan descalzas, con heridas, y aunque se cansan siguen, y después de seguir y seguir alcanzan lo que les llena, lo que les hace ser lo que ahora son.
Son personas que han dejado de fumar, que han re-aprendido a reír y que no tienen más vicios que exprimir sus días.


(((maca)))

martes, 26 de noviembre de 2013

Para los buenos, para los majos

Hay personas para todos los gustos, y no hablo del anuncio aquel de Coca - Cola de "altos, bajos, gordos, flacos..."  no, sino de otra manera de clasificar personas: valientes, fuertes, generosas, sociables, capaces, constantes, agradables, cálidas... A mi me gustan esa clase de personas, esas que te llaman y te alegran el día, o el simple hecho de pensar en ellas te da energía.


(((maca)))

domingo, 24 de noviembre de 2013

Es real

Entender la realidad es más sencillo que vivir de su mano, no digo que entender la realidad sea cosa fácil, ni que haya que conformarse con lo que nos da la vida, hay que aspirar siempre a más, a mejor, a la felicidad buena, a la que persiste, a la que no es un estado sino una continuidad del alma.
La realidad más clara es la muerte, y quien no asuma una realidad así no puede hacer otra cosa más que morir viviendo. La muerte es real, como la vida, y las dudas son eternas, quizá como la muerte.
Lo que intento explicar es, como siempre cosa mía, pero para eso escribo, para vivir y sobrevivir, y si ya de paso puedo hacer recapacitar a alguien...  pues oye, yo encantada. Quizá parezca algo arrogante, en absoluto, o tal vez lo soy y todavía no me he enterado.
En mi cabeza hay espacio para ideas nuevas, y también para otras ahí asentadas desde que soy pequeña, y otras que las he ido modificando o cogiendo de otras personas; porque creo que no hay nada mejor para llegar a lo que realmente somos que abrirnos a nuevas ideas, compararlas con las nuestras, y una vez hecho crear nuestra propia red de preferencias; nuestro ideario, manera de pensar y vivir la vida.
La realidad, quién sabe qué es eso; nadie a ciencia cierta pero hay cosas como que amanece y atardece cada día o como que una vida llena de sonrisas es mejor que una cargada de apatía son ciertas, reales, y que nadie se atreva a ponerlas en duda.
Pues bien, entender la realidad es algo que ocurre a veces, no hay una edad para eso pero con normalidad las personas vamos comprendiendo realidades a medida que vamos cumpliendo años e historias. Hay realidades que se nos presentan en el momento de haber nacido: necesitamos oxígeno, agua y alimento para vivir. Otras realidades nos llegan con los años, como esa que hace que entendamos que aparte de esos tres básicos una vida sin atenciones, sin afecto, no es del todo una vida. Entendemos la realidad de que el contacto, la sociabilización, la palabra, la relación con los demás... son características necesarias para la realización del ser humano. Así es, y un día comprendemos eso y continuamos viviendo, mejor si acaso.
Pero hay realidades que un día se nos presentan a la cara pero a pesar de comprenderlas, entenderlas y aceptarlas no las incluimos en nuestra realidad diaria. Me explico, ¿quién no sabe que el día de hoy no va a repetirse? ¿Quién no sabe que la felicidad depende en una inmensa y aplastante mayoría de los casos en la capacidad que tenga cada uno de querer ser feliz?
Me permito contestar a unas preguntas que yo misma me formulo, tal vez parezca absurdo, yo lo veo lógico por eso lo escribo
¿Quien no quiere ser feliz? ¿Hay alguien?
¿Quien desconoce las claves para serlo? No conocemos todas, vale, todavía no he conocido a nadie perfecto y si tiene que haber una reina de las imperfecciones yo misma me presento como candidata. Pero sabemos la realidad, es decir, conocemos muchas de las claves de la felicidad. Porque sabemos -lo hemos ido comprobando a lo largo de la vida- que hemos sido felices durante más tiempo por más razones inmateriales que materiales. Es así, ¿cuanto os ha durado la felicidad "plena" que sentisteis al estrenar vuestro nuevo móvil? ¿No se acabo enseguida en cuanto comprobasteis que a los pocos meses ese modelo se considera ya obsoleto y habéis deseado tener uno nuevo y con más capacidad y aplicaciones "útiles"? ¿O no os habéis dado cuenta de que sin embargo el hecho de que tu madre te de un beso de buenas noches a diario quizá no te aporte nada especial pero el día que tu madre falta -por la razón que sea- y no tienes ese beso el día es menos completo? ¿Y qué duele más, no tener un beso o no tener un móvil? Por tanto, ¿que nos aporta más? ¿Cual de esas dos cosas nos hace más felices? Creo que yo ya he respondido.
La felicidad no puede considerarse un estado de ánimo, algo que viene y va, sino algo que forma parte de nosotros, no vale con un "estoy feliz", sino que tenemos que serlo. Y no obligo a nadie, que cada uno haga lo que quiera, pero al menos el que se ha molestado en leer hasta aquí que acabe hasta la última línea porque, quien sabe, tal vez le haga recapacitar en algo, en comprender una realidad y a vivir conforme a ella.
Vuelvo a lo de antes, a que no es lo mismo entender algo que asumirlo y vivir acorde a ello. Porque ya dije, que el día de hoy es único, que para unos será un buen día porque supondrá el día en que le asciende su jefe o el día en que salga del paro para unirse al triste y ridículo número de trabajadores que hay en España. Pero puede ser hoy para ti un mal día, quizá porque estés con gripe, o porque te haya dejado la novia o el novio, o simplemente porque hace frío y... bueno, no te gusta el frío, y punto.
Pues bien, os presento una realidad que conocéis, solo quiero que al menos una de las personas que me esta leyendo aprenda a vivir de la mano de esta realidad, con eso yo ya me sentiría útil, plena, porque a veces siento que mis palabras no sirven para nada más que para desahogarme yo, para sentirme libre, y para que se las lleve el viento a los ojos y oídos de un pájaro que esta lejos y no entiende el idioma de estas letras.Esta es la realidad: puedo tener un mal día, o un buen día, soy yo, y solo lo que yo haga quien hará que mi día sea bueno o no.
Nadie mejor que uno mismo sabe lo que le conviene y lo que no, la diferencia entre el querer y el saber, eso sobre lo que ya escribí en enero de 2011 Pincha aquí si quieres leer mis paranoias entre el deber y el querer


(((maca)))

Ataque de celos

Si escribiendo consiguiese acercarte más a mi, tan solo unos centímetros al menos, escribiría tu nombre hasta que me despertase otro día con las ganas de dormir a un lado. Si escribiendo de ti fuese más feliz nunca dejaría de hacerlo pero lo cierto es que cuando pienso en ti, aunque suelo terminar sonriendo, el día se me hace duro por no tenerte y ser consciente de que por mucho que te llame tu no vas a regresar.
Es difícil querer a alguien cuando le tienes lejos, pero contigo me resulta inevitable y francamente no busco dejar de quererte sino que vuelvas, que te presentes en Madrid sin un billete de vuelta.
Egoísta, puedo serlo tal vez, pero no me importa; si puedo pedir un deseo es que quieras quedarte en esta ciudad realmente, porque dices que quieres hacerlo pero está claro que tu sueño pesa más que todo esto. Pues solo puedo esperar entonces que se cumpla ese sueño tuyo, que esta claro que no es mio, porque yo sueños tengo varios... y uno es, como ya te he dicho, vernos juntas en esta ciudad sin tener que estar pendiente de que se me acaba el tiempo contigo; de que volverás a irte.
Si la vida de por si es siempre un misterio, tú y yo hacemos que sea todavía una mayor interrogante: ahora somos buenas amigas que no pueden verse a diario -y llevan sin darse un abrazo 5 meses y 17 días- porque tú decidiste irte y yo quedarme aquí, pero ¿te has parado a pensar que cuando vuelvas -si es que vuelves- yo me estaré yendo?
Conoces los porqués de que yo viva en esta ciudad, y sabes que a cada día que pasa Madrid me parece más fascinante pero... sabrás también que mis porqués tienen una fecha de caducidad, que el día que sea ya una licenciada abriré las puertas que indican el comienzo de nuevas metas. Tú no cortaste tus alas y decidiste cumplir tu sueño, y sabes que es por eso por lo que más orgullosa estoy de tenerte como amiga. Tengo una amiga, una super amiga, que tiene un sueño y se ha ido volando tras él. Hay quien puede pensar que estas loca, y loca yo por apoyarte, pero aquí solo hay dos cuerdas, y somos nosotras; locos ellos, por pensar que la felicidad la consigue el que no arriesga nada.
Lo que me duele más que no verte ni abrazarte es la incertidumbre esta de no saber si quizá ahora estamos a menos km de lo que lo estaremos en unos meses.
Envidio a México lindo, no por su lindeza, sino porque sus abrazos deben ser mejor que los míos.

(((maca)))

Un otoño que es invierno

Hoy he decidido guardar la ropa de verano, algo tarde lo sé, pero hasta ahora me he empeñado en que este sol no me trae frío, que todo sigue bien y que si quiero verte no tengo que cerrar los ojos, solo abrir la puerta y andar un par de metros.
Quizá sea que es domingo, y no sé porque mi mente suele unir la melancolía más a estos días que a los sábados, por ejemplo. Ya no me dedico a echar de menos a cada segundo, antes si lo hacía, antes era un poco más idiota; voy mejorando. El caso es que aunque menos idiota sigo sin haber logrado ser invencible, y claro, de cuando en cuando me pongo melancólica.
No sirve de nada echar la vista atrás y desear con todas las fuerzas poder volver a salir a la calle en tirantes y pantalón corto, competir con mis amigos a ver quien es el que está más moreno y resultar ser siempre la ganadora. Tampoco tiene sentido seguir guardando en el primer cajon de la mesilla los bikinis, por si acaso, pero siempre tengo ahí alguno, quién sabe por qué, quizá para iluminar un poco el gris de este invierno.
El frío, no lo soporto, no sé qué fui en otra vida pero creo que sirena. Quizá fui un pez que nunca pescaron, o un lagarto que a pesar de que le corten el rabo sigue andando en busca del sol, que es lo único que le mantiene vivo y le calma.
Tal vez fui una mota de polvo, que no pertenece a nadie y vuela libre, a su antojo, de un lugar a otro. Creo que fui un rayo de sol, que iluminaba las habitaciones de las casas más alegres y quizá sea por eso que siempre que veo un espacio con luz siento la necesidad de acercarme, y quedarme allí, tranquila, como si el hecho de estar allí fuese lo único necesario para sobrevivir en el mundo.
Amanezco con frio y viento, esperando que vuelvan a subir las temperaturas -ingenua lo sé, si el frío empieza ahora- y cada día al salir de la ducha me sorprende mi blanco cuerpo, y cuento mis lunares y creo que dejé varios en cada playa.
Hoy, que he cambiado faldas cortas por jerseis de lana y abrigos con pelo. Hoy, que te sigo echando de menos.


(((maca)))

martes, 19 de noviembre de 2013

Luz

Donde quiera que estés haz que ese rincón te pertenezca. Que no te importe lo demás, busca tu rayo de luz, y si no lo encuentras píntalo. Pero no te rindas, no te frustres, haz que cada momento sea tuyo y cada espacio guarde algo de tu esencia.
No te sientas nunca fuera de lugar, perteneces a este universo, al de tantos y al mio. Busca tu rayo de sol, el que te calienta y reconforta, el que te da energía. Encuéntralo, y allá a donde vayas llévalo contigo. Eso te hará sentir lo que eres: único en el mundo.


(((maca)))

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Algo pasa

Subo al autobús y cuando voy a meter mi ticket en la máquina una niña de cuatro años me adelanta, escabulléndose entre los huecos, y corre a ayudar a su padre que sube por la puerta trasera el carrito de su otra hija, un bebé de un par de meses de vida.

-Papi voy a decirle a mamá que ya hemos subido al bus.

Su padre hace como que no la ha oído; o eso creo, no puedo saberlo a ciencia cierta porque yo he centrado mi mirada y mi mente en las manos de aquel hombre, después en las suaves arrugas que rodean la comisura de sus labios, y estudiando también su mirada llego a la conclusión de que tendrá unos cincuenta y cinco años.

Me viene a la cabeza esa idea que cada X tiempo mi madre me repite, claro que para entender esa idea que ella cree que yo la veo como real antes tengo que explicar mis raíces. Breve, muy brevemente, que soy consciente de que puedo resultar liosa a veces. Mis padres se casaron y al año fueron padres primerizos, con 28 años mi padre y 25 mi madre, no sé cuantos pañales habrán cambiado en su vida, lo cierto es que el número redondea el infinito, ya que a día de hoy siguen haciéndolo con mis sobrinos. Pues bien, fueron padres con 28 y 25 años, y tuvieron siete hijos, que no os diré nada de ellos ya que no serían datos objetivos, y aunque la subjetividad está en todas partes no creo que sea muy fiable que yo os diga que mi familia es la mejor del mundo. Comprobarlo vosotros mismos, buscar la objetividad si es que creéis en ella y luego, darme la razón por supuesto.

En fin, para variar ya estoy cambiando de tema... A lo que iba, soy la pequeña de siete hermanos, mi madre me tuvo con cuarenta años y ahí se corto el grifo; puede ser que como superarme era casi imposible decidieron dejar de intentar buscar la perfección, porque se dieron cuenta de que nosotros siete ya eramos perfectos, ¿os dais cuenta de que ni una futura licenciada en periodismo es capaz de ser objetiva?

La idea de mi madre, esa que me repite de cuando en cuando, es que, según ella, yo seguramente piense que mis padres son mayores para mi, que seguro que yo preferiría tener padres "más jóvenes", que ellos para mi hermana mayor están bien pero para mi... son mayores. Siempre, desde que tengo recuerdo he pensado eso de la misma manera, no cambiaría la edad de mis padres, nunca, por ninguna edad "maravillosa". Ellos me han llevado a la montaña, al mar, me han enseñado lo que es vivir en la ciudad y en el campo, a querer a la naturaleza - las plantas y los animales-, a ensuciarme y saber limpiarme, a correr y a disfrutar de un camino bien despacio... Se han agachado a atarme los cordones teniendo 40 años como podría hacerlo un chaval de 15, han disfrutado sin bufanda saltando charcos mientras llovía conmigo, aun a riesgo de poder resfriarse, aun cogiéndose catarros. Me han arropado en mi cama y en la suya más años "de los necesarios". Han soportado mis berrinches de infancia y adolescencia, y todo lo han hecho llevándome 40 o 43 años de diferencia. Su edad nunca les ha impedido nada, es más, en tal caso he aprendido más así, así que a ver si con esto ya se le va la idea esa a mi madre de que "es mayor para mi", la conozco, me lo seguirá preguntando...

Vuelvo a la imagen del autobús, y pienso en que algo está pasando; como puede ser que mi madre llevándome 40 años se ve mayor para mi, y hoy, en noviembre de 2013 lo normal sea tener el primer hijo a los treinta y pico o cuarenta. Algo está pasando, mientras odio un poco a los políticos, banqueros y gente de esa rama tan ajena para mi cerebro doy gracias de haber nacido cuando nací, una época en la que tener siete hijos seguía siendo una locura -eso es lo que me dice el 90% de la gente que sabe que mis padres tienen siete hijos- pero era posible, ¿es viable ahora?

¿Las personas son egoístas y prefieren tener dos coches, una buena casa, que el perro coma el mejor pienso, ir a cenar y comer fuera cada fin de semana y tener un hijo a los cuarenta, después de "haber vivido"... ? ¿O es que la sociedad y la economía no permiten ser padres antes?.

Pienso en esas dos niñas, que cuando tengan veinte y dieciséis años su padre tendrá setenta y un años. ¿Podrán saltar los charcos sin resfriarse? Los charcos no de la lluvia, hablo de los de la vida claro...
Algo pasa.


(((maca)))

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Que te parece si cogemos los problemas de la mano y les cortamos las muñecas?

Que fáciles parecen las cosas a veces vistas desde fuera, con los ojos de los demás, y que difíciles se sienten en nuestra piel. Que sencillo parece todo hasta que nos toca a nosotros, que se nos hunde el mundo y nuestros sueños no se cumplen, ni tan siquiera somos capaces de llegar a soñar. Y recordamos los días en los que todo era fácil, incluso aquellos en los que conseguíamos reír sin tener que obligarnos a hacerlo para que no nos pregunten qué nos pasa o para ver una mejor imagen de nuestro interior en el espejo, sabiendo que nos mentimos, y que por mucho que maquillemos una cara de pena hay algo dentro de nosotros que llora y llora. Es así, ¿vas a engañarte a ti también?
El maquillaje cubre pero no borra, y tanto tú como yo sabemos que hay que ponerle fin a esto. Porque aquí nadie disfruta, porque esto no te conduce a nada más que a una espiral cada vez más profunda y tediosa. Si ya he reconocido en tu cara la pena, y en tu mirada algo esquiva una chispa de esperanza, ¿por qué no cogemos los problemas de la mano y les cortamos las muñecas?  Mis ojos -que ven los tuyos desde fuera- ven todo esto algo más claro, más verde; yo te ayudo -si me dejas- porque a veces un hombro no solo sirve de apoyo y descanso, sino de cuerda, para seguir tirando, avanzando, y que nos muestre algo de luz más allá de lo que son capaces de ver ahora nuestras vendas.


(((maca)))