La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Se apagaron nuestras farolas


Hay clases que me gustan y otras que no, hay de todo en la vida y en la universidad también. Cuando estás cansada y ya te entra la risa floja, cuando te duele la espalda y no puedes seguir atendiendo porque ya no entiendes más... ves que dan las 9 y se acaba la última clase, casi termina el día porque la mayoría de martes no suelen dar para mucho más aunque, en realidad, todos los días pueden ser infinitos si quieres.
Entonces ya no hace falta esperar al cambio de clase para abrir la ventana y respirar un poco, ya puedo salir por la puerta, bajar las escaleras y saber que en un breve tiempo no volveré a subirlas.
Salir a la calle y ver que ya es de noche y no hace ningún frío. Salir de la "Jaula" y andar por esa calle oscura. Ir hacia la parada de autobús que está a pocos minutos casi en penumbras... me encanta. Quien sabe, a lo mejor me he cruzado contigo y no hemos podido vernos.
¿Te imaginas?
Dicen que mañana va a llover, eso ya no me importa; creo que llovía la última vez que te ví. Yo no tenía frío, ¿lo recuerdas? Siempre lo mismo.
Si mañana ando por la iluminación de los coches y te encuentro en el camino, quédate un rato, de verdad que luego te olvido.


(((maca)))

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