La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

martes, 8 de marzo de 2011

Medio grano de arroz


Bajo las escaleras y ahí está otra vez, le señora mayor que baja las escaleras a medio kilómetro por hora.
-Buenas tardes
- Muy buenas niña
-Pase, pase usted.
Me voy con algo de prisa y no espero a que se cierre la puerta. Decían que hoy llovería, mentían pero eso no hace que me sienta mejor; incluso esperaba ver la lluvia para sentirme todavía más hundida.
Un paso y varios más. Llego a Cuatro Caminos y como siempre esto lleno de gente. El chico del chaleco rojo me sonrie y me paro aunque se que la conversación no va a durar más de tres segundos, me equivoco. Me pongo los cascos al cuello.
- ¿Puedo robarte un minuto de tu valioso tiempo?
- Hoy no tiene tanto valor... digo... sí claro dime.
- No se si sabes qué hago pero...
Le corto la palabra, se lo que quiere explicarme: no es que me importe perder hoy mi tiempo, es que no quiero hacerselo perder a el.
- Sí, ya sé que hace la Cruz Roja. Soy socia.
- ¿En serio?
Me sonríe como si no me creyese, siempre que digo esto no me creen así que saco la cartera para enseñarle el carnet y hacerle ver que no miento.
- No hace falta que me enseñes nada, te creo.
- Solo es para presumir de cartera... No en serio, te enseño el carnet por si te queda la duda.
Se lo enseño y ve las tres fotos de mi cartera, veo que se queda mirando y no hace ni caso al carnet.
- Es un niño precioso.
¿Se creerá qué es mi hijo?
- Gracias, es mi sobrino, el mayor.
- ¿Tienes más?
- Otro... está en camino.
Veo como mi autobús pasa de largo y no me importa, no, hoy no me importaba nada más que quitarme todas las lágrimas de encima.
- Bueno, eres socia así que no tengo nada nuevo que decirte.
Le miro y ya no sé que se supone que tengo que hacer, a lo mejor le interesan las otras fotos... a lo mejor no le interesa mi vida. Me doy cuenta de que me he quedado quieta a su lado, no por nada en especial sino porque hoy no me apetece nada ir a clase y busco cualquier escusa que me haga perder el siguiente autobús.
- Bueno solidaria, supongo que vas a clase.
-¿Lo deduces por la libreta?
- Claro.
No sé que más dijimos, no importa. Hoy me importan pocas cosas.


No viene a cuento que lo diga pero gracias mamá, se que me lees y quiero darte las gracias por escucharme hoy, por respirar conmigo y por recordarme que siempre hay motivos para sonreír. A veces cuesta verlos pero ahí están. Te quiero.



(((maca)))
- Todos tenemos cosas nuevas seguro. Que tengas suerte.

2 comentarios:

  1. ¡Pues CLARO que hay motivos para sonreír.Maca! Aunque suene cursi, ¡tú eres mi séptimo motivo! (No por ser el séptimo motivo eres menos importante).No miento si te digo que es a la que MÁS disfruté, ¿Será por cogerme cuarentona?
    I LOVE YOU!
    Tu naiciña

    ResponderEliminar
  2. ¿A la que más disfrutaste? =)
    hoy te echamos en falta... TE QUIERO

    ResponderEliminar