La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 17 de febrero de 2011

El último encuentro


"Cuando el destino se dirige a nosotros, con cualquier forma, y nos llama por nuestro nombre, en el fondo de nuestra angustia y de nuestro temor siempre brilla cierta atracción, porque uno no solamente quiere vivir a cualquier precio, sino que quiere conocer y aceptar la totalidad de su destino, tambien a cualquier precio, incluso a costa del peligro y la destrucción." - eso dice Sándor Márai en un libro que me enamoró por completo: "El último encuentro", lo empecé a leer cuando me lo regalaron, por mi santo el 18 de Diciembre, y me lo acabé con tiempo todavía para decírselo al abuelo.
"El último encuentro" encierra muchas ideas y mensajes que me hacen pensar y eso es lo que busco en un libro: que me enseñe algo, que me haga utilizar lo que tengo encima de los hombros... descubrir cosas nuevas y afirmar las viejas.
Es un libro que habla de la historia de dos ancianos, de dos amigos y de cada cosa de sus vidas... no todo es como parece en un principio; los ancianos siempre tienen algo con lo que sorprendernos.
Esta frase habla del destino, nos afecta a todos y siempre querremos que lo haga así: llamandonos por nuestro nombre aunque pueda angustiarnos, dando sentido a lo que somos y hemos hecho; el destino viene y en el fondo, aunque nos de miedo a veces, queremos que venga porque el hecho de sentirnos a el vulnerables lo hace más atractivo.
Creer en el destino es para mí ineludible, tal y como es el: inevitable. Estas palabras provocan inseguridad, pero la inseguridad es lo que hace todo más apetecible. Saber que pasará mañana sería interesante, pienso que todos hemos pensado alguna vez... "me gustaría saber que será de mí dentro de X años"... pero ahora me pregunto, ¿por qué me atrae la idea? Pensandolo... lo más intrigante de la vida, lo que le da sentido, es justo eso: no saber que va a pasar, que por mucho que planeemos las cosas no siempre van a salir como creemos.
Sonrío sin pensarlo si repites lo que dijiste, sonrío si salgo a la calle y compruebo que ha salido el sol esta mañana, sonrío con lo que pasa hoy y ... que nadie me quite lo que ha pasado porque eso ya es mío.
¿Ahora? Pues a seguir así, como quiera el destino que es lo que siempre a hecho. Los que me lean me leen por cosas del destino, yo escribo porque el destino me lo ha puesto en las manos y hoy... bueno, hoy estoy así por cosas de la vida, del destino al fin y al cabo.


(((maca)))

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