Cadavérico

Siempre supo que no estaría ahí toda su vida pero a pesar de eso le costó decírle adiós, supo que tal vez, con suerte algún día volverían a cruzarse sus vidas, pero aún así nada volvería a ser como hasta ese día.
Le avisaron con tiempo que eso se acabaría, que siempre hay un final y que no valía la pena llorar pero cuando llegó el momento no pudo evitar separar en dos su cuerpo y su alma. Su cuerpo, inmóvil y frío, no pudo dejar d etemblar; su alma, triste y furiosa corrió detrás. Perdió el alma de vista, la vió correr muy lejos y no ha vuelto a verlos nunca.
Se quedó el cuerpo frío y sediento sin alma y sin otro cuerpo al que amar, se quedó el cuerpo sin apenas vida buscando una razón.
Le habían dicho que dolía el desamor, había escuchado historias parecidas a la suya pero... hasta que algo no se vive no se puede sentir en su totalidad, hasta que no te desgarran el corazón y te roban el alma no te puedes quedar así de dolido; así de... indescriptible.
Conocía desde niño las leyes de la vida; vida y muerte eran un mismo camino que iba desde el principio hasta el fin. Supo que la muerte es el fin de vida de ambos, cuerpo y alma, pero su alma se había ido y aunque mantenía templado el cuerpo se sentía así: cadavérico.
Su alma gemela se fue junto con la suya y aquel cuerpo, le dejó la piel a tiras y le sostuvo el aliento; no hubo abrazos más que a la almohada no hubo más besos que los que dejaron las sombras de las fotografías lloradas. No quedo más baile que el de sus lágrimas en su cara, no sonó más música que la de un aguitarra destrozada: no le dejo más que airefrío en la noche, pasando por su cuello para pedírle que no le olvidara.



(((maca)))