La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

martes, 26 de abril de 2011

Me ha llamado caballero la puerta de un lavabo...



Se encienden tenues luces en el escenario, va a empezar el concierto: suenan susurros de fondo y copas alcoholizadas brindan con otras; hay carcajadas suaves de amigos y el público está atento a la sombra que acaba de subirse ahí en medio. Quién no lo haya visto antes verá tan solo una camisa suelta, unos pantalones oscuros y una melena envidiable hasta para un hombre. Cuando levanta la cabeza ves una cara con barba: es uno de los muchos jóvenes cantautores del panorama musical español. Es uno de tantos pero no es uno más, es diferente, único. Os presento a Andrés Suarez, un ferrolano cuya vida no es en absoluto paralela a la música: vida y música para él siempre han estado unidas.

El leve ruido da paso un intrigante silencio, Andrés se mueve con timidez, a lo largo de la noche la irá perdiendo lo sé, no es la primera vez que lo veo en directo. Mueve el cuello con nerviosismo y, con el acento gallego que no ha perdido, pregunta a los técnicos por lo bajo si todo va bien. Así es, relaja los hombros y el espectáculo da comienzo.

Se acerca al micrófono y empieza agradeciendo que hayamos ido al concierto, yo para mis adentros le agradezco que esté ahí: cantando para todos nosotros. Empiezan sus canciones, una tras otra mandan mensajes de amor, de esperanza, de desazón… se siente la morriña en el aire, el ambiente huele a salitre y a espuma de olas; suena el arpegio de “Marinero” y todos los gallegos o los que hayan leído “Cartas desde el infierno” se nos pone la piel de gallina. Canciones como “Sálvate tú”, “Vuelve”, “Aún te recuerdo”, “Piedras y charcos” consiguen estremecernos y otras como “Visa para un beso” o “A día de hoy” nos hacen sentir la rabia y la euforia.

El concierto pasa rápido, han sido poco más de dos horas de guitarra, piano y voz desgarradora. Cuando todo acaba me da la sensación de que acababa de empezar, será que, como dicen, lo bueno pasa rápido y… sí, se hizo de rogar. Si digo que el concierto fue largo e intenso diré también que comenzó poco más tarde de lo que estaba previsto pero, así es, como buen artista Andrés Suarez se hace de rogar.

La gente se marcha, me acerco al escenario lleno de cables, luces y altavoces y le pregunto a uno de los técnicos de sonido por el artista. Me dice que saldrá ahora, sabe que le estoy esperando y no va a tardar.

Andrés, ¿Qué suponen para ti cada una de tus canciones?

- Coherencia, vitalidad, continuidad… Todas son lo mismo, el reflejo de lo que no se ve. Quizá sean sólo eso, lo que no se ve de mí.

Andrés Suarez parece un tipo reservado e introvertido, a lo largo del concierto no solo canta, toca la guitarra o dice algo que consiga sacarnos una carcajada, sino que también brinda para recordar su tierra, con licor café; tal vez para apagar la sed de la garganta, tal vez para sentirse más seguro.

¿Qué sientes cuando ves que gente que no has visto nunca canta tus canciones sintiéndose identificados con las letras sentidas, compuestas y cantadas por ti?

- Siento que tiene sentido la siguiente. Agradecimiento, respeto… Las canciones son de quien la escucha, hay tantas interpretaciones como personas, y es una grata sensación la de que alguien pueda sentirse identificado con una historia que creé, seguramente, por y para algo distinto u opuesto.

¿Te has sentido alguna ve invencible encima de un escenario?

- No. En la música nunca se está “de vuelta” y no se deja de aprender. Cada escenario son “tablas”, aprendizaje, ayuda… En el momento en que consideras que estas por encima de la propia altura del mismo, tienes un problema. Y grave.

El ferrolano se muestra directo, tal y como piensa una cosa la dice y no le preocupa no gustar a todos: eso le hace auténtico. Compruebo que para él un concierto no es una exhibición de su arte, para él un concierto es una experiencia a disfrutar, algo de lo que absorber cada instante y de lo que siempre se sacan cosas útiles: hasta canciones.

Tu biografía expuesta en internet es breve, seguro que no tus experiencias en la vida, ¿Qué es lo qué te empujo a cantar y a seguir con ello?

- Mi abuelo, mi madre, el mar… Demasiadas cosas. Lo amo, lo necesito. Es lo que quiero hacer, creo que soy un afortunado, vivo de lo que realmente me gusta.

Lo que la gente sabe de ti, dejando a un lado los aspectos que tienen que ver con tu música, es que eres ferrolano, que adoras Galicia y especialmente Santiago de Compostela y ahora has acabado en Madrid. ¿Por qué ha sido eso? Has ido cambiando de sitios más pequeños a más grandes, ¿de menos a más oportunidades?

- Creo que en el fondo tiene un poco que ver con eso. Ferrol es tierra de músicos pero sentí que ya había tocado con quien y donde quería tocar. Luego me fui a tocar/estudiar a Santiago y sentí otra vez lo mismo, eso sumado a que en Santiago fueron prohibiendo mas y mas la música en directo. Me vine a Madrid buscando más experiencia, más aprendizaje, más noches. En esas ando.

Se nota que esto es una conversación de dos gallegos en una ciudad sin mar. No lo dice pero sé de sobra que echa de menos el mar, todo gallego que se considere amante de su tierra lleva salitre dentro del cuerpo.

¿Echas de menos el mar? ¿Cómo te ha tratado Madrid?

- Echo de menos más el mar de lo que te puedas imaginar, pero lo llevo mejor (por fin). Voy a verlo, como mínimo, una vez cada dos meses. Madrid me va tratando mejor porque yo me trato mejor, es todo una cuestión de energía. También de claridad, la verdad es que vine “engañado”. Me habían dicho que en Madrid están todas las oportunidades, la suerte… Y creo que no es así, eso es tu trabajo. Madrid tiene millones de habitantes pero estás solo. No por venir a Madrid vas a “triunfar” en la música. Eso depende de ti, estés donde estés.

Andrés es un tipo cercano, en su web www.andressuarez.es así lo expone; eso y muchas otras cosas como sus inicios con la música, sus canciones, sus próximos conciertos… Todo lo que tiene que ver con el artista aparece en su web y si lo que quieres es decantarte con las grabaciones en directo no tienes más que buscarlo en youtube. En la página web se habla del momento en el que otro cantautor, Tontxu, comenzó a ser para el alguien más en su historia con la música.

Podría decirse que tu padrino musical o tu gran apoyo ha sido Tontxu, ¿cómo llegaste a esa relación con el bilbaíno?

- Ha sido el productor de mi segundo disco y ha sido un apoyo a mi llegada a Madrid. A Tontxu y a otra gente del circuito le estoy verdaderamente agradecido porque gracias a muchas ayudas me fue mejor. Lo conocí en “nuestra” casa, el Libertad 8. Le hablé de producir un disco (cosa que no había hecho nunca), le gustaron mis canciones y aceptó. Tengo un gran recuerdo de esa grabación en Galicia.

Uno del norte, el otro también. Tú necesitas el mar… ¿y él?

- Coincidimos en eso, ama el mar. Cuando podemos, allá vamos. Es el origen.

Ambos cantautores y ambos, permiteme decírtelo, grandes creadores de poesía convertida en música. ¿Crees que para llegar a esas letras hace falta tener un sensibilidad especial o es que todos sentimos lo mismo pero no sabemos expresarlo?

- Particularmente no considero que sea mejor que nadie ni más sensible que nadie por mi trabajo. Soy sensible como lo puedes ser tu o cualquier otra persona. Tal vez sea eso, que me gusta contarlo y lo necesito y otra persona no. Para llegar a esa conclusión hace falta mucho tiempo y prefiero gastarlo en acordes.

Es en este momento cuando me doy cuenta de que aquí todos somos humanos, bien quien hace la entrevista y bien el que la responde: aquí no hay una diferencia de posiciones; realmente estoy ante alguien sencillo que no es lo que es por pretensión de fama o leve gloria, sino porque es lo que le gusta hacer y así lo siente. Así lo entiendo: yo escribo porque lo necesito y me gusta, el compone y canta por lo mismo.

Tus canciones están basadas en tus experiencias o en experiencias o vivencias de otros que a ti, de una manera o de otra, te han tocado, ¿En qué y en quienes te inspiraras? Noto algo de Chaouen, P. Guerra… incluso Antonio Vega, ¿me equivoco?

- Evidentemente, tengo referentes. Creo que renegar de eso es una estupidez. Me debo a gente con la que aprendo a tocar la guitarra, a escribir, a leer. Por los libros que uno sostiene se mantiene luego. La lista sería larga: Chaouen, Javier Ruibal, Antonio Vega, Juan Luis Guerra, Franco Battiato, Enrique Urquijo, Robe… En cuanto a la temática, yo no compongo con una “predisposición”. Escribo cuando lo necesito sobre lo que necesito, creo que es mucho más sincero así. No creo que haya que trabajar una temática determinada, el amor, el dolor… Creo que hay que trabajar con el corazón.

Me entra la curiosidad, quiero adentrarme un poco más y me lanzo a preguntarle:

Con que te sientes más identificado: ¿con un perro o con un gato? De los perros dicen que son fieles, de los gatos libres…

- Perro.

Si tuvieses que elegir, que elegirías: montaña o playa, ¿por qué?

- Playa. Creo que la respuesta está ya elaborada. De todas formas hay dos playas, Pantin y Baleo, en las que la montaña y la playa se juntan exactamente en el mar. Te las recomiendo.

Se nota que es del Norte, eso al menos.

¡Claro que conozco esas playas! Hay quienes se decantan por una cosa u otra, playa o montaña, pero se ve que eres inteligente y decides unir las dos. ¡Claro! ¿Por qué no?

- (Risas). Porqué no…

Ahora quiero centrarme en un tema diferente a todo esto si me lo permites…

- Por supuesto, eres tú quien pregunta. Adelante.

Andrés, ahora que la Ley Sinde está en boca de todos dime… ¿Cuál es tu postura? ¿En contra o a favor de su aprobación? No hables solo como artista, sino también como persona corriente que también eres.

- No estoy de acuerdo.

Reconocerás que alguna vez te has bajado algo de música, alguna serie o una película…

- Si podemos tener algo gratis, lo vamos a tener. ¿Tú conoces a alguien completamente “legal”, en ese sentido?

No respondo, no creo que quiera preguntarme solo a mí esto; que cada uno responda por sí mismo.

¿Cuál crees que sería la solución ante tanta polémica que ha creado esta ley?

- No sé EXACTAMENTE cuál sería la solución, pero en general estoy en contra de cualquier prohibición, y mas si se acerca a la propia libertad de expresión. Creo que hay otras medidas contra el miedo de la crisis.

Y ya que hablamos de actualidad, ¿Qué crees que haría falta en el mundo de hoy: más disciplina, más leyes, más libertades, más corazón, más raciocinio… tal vez más música?

- Si. Creo que hace falta más música en TODO. En la educación, en las calles, en los ministerios, en el metro. Creo que esa si es una solución para muchas cosas. Más paz, más diálogo, más calma y más bailes. Y estoy comprobando que ni en Galicia, ni en Madrid ni en ningún lado de este país hay un apoyo “real” a la cultura, a menos que sea la que mueve masas y millones y cuenta con todos los mass media a su favor. Es decir, ningún apoyo.

Si el mundo se detuviese y todos, políticos y cualquier ciudadano, se pararan a escucharte, ¿qué dirías? ¿Acabarías con una canción? (Créeme que sería alucinante acabar con “Números Cardinales” o “No te quiero tanto” por ejemplo…)

- Pues me acojonaría lo primero. No se puede llegar a todo a la vez, y no sólo en la música. Pero desde luego, intentaría afinar. Y que el mensaje fuera positivo.

¿Eres de los que sueña de noche o también durante el día?

- Sueño ahora mismo.

¿Cuál es tu próximo sueño por cumplir?

- Ver, por fin, el tercer disco terminado. Creo que saldrá en Septiembre y lo presentaremos en Octubre, pero hasta que no lo vea en mis manos, no despertaré.

Gracias por tu tiempo dedicado a la entrevista, por tu amabilidad… y sobre todo por tu música. Te deseo mucha suerte.

- Gracias a ti. Lo mismo, y que no te falte salitre.

Mientras coge su chaqueta miro la hora, el tiempo se ha pasado más rápido incluso que en el concierto; será porque estaba mejor todavía. Andrés se queda con su gente, antes de cerrar sus puertas me voy de allí y camino un poco bajando la calle. Tarareo sus canciones y me doy cuenta de que es de noche y estoy andando sin rumbo, veo pasar un taxi y lo paro.

- Buenas noches, por favor a Galicia.

El taxista gira la cabeza y me mira, no dice nada y espera que vuelva a hablarle. Mientras con las letras de Andrés vuelvo a mi origen le digo al taxista la dirección exacta de mi casa, aquí en Madrid claro… volvería al mar pero ahora es complicado.



(((maca)))

2 comentarios:

  1. Es preciosa esta entrevista!!! Me chifla
    Oye podrías coger el teléfono alguna vez...
    MUA

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  2. ¡¡¡Enhorabuena!!! ¡¡¡Me ha "tocado" el corazon...aunque no sea de vuestra preciosa tierra!!!
    Te aunguro un futuro preciosisimo como periodista y como TODO lo que te propongas:haz como el mar...¿la mar?...que no tiene limites.

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