Brindamos porque somos locos

Hoy ví a alguien que se parecía a él en el metro. Se sentó justo enfrente y no pude evitar mirarle desde el primer momento, era "achuchable" a pesar de ser el hombre más serio de todo el vagón. Tú eres más guapo, por supuesto, pero me recordó a tí por su aspecto serio, sus ojos, las manchas de las manos y la frente llana y brillante. Repeinado hacia atrás tenía un aspecto elegante, escepto por el bigote era tu sombra en algunos aspectos. Evidentemente no eras tú pero me recordó a tí y no pude dejar de contemplar cada detalle de su ropa durante todo el trayecto. Te echamos de menos. Odio ser consciente de que ya no estás.


Escribo aquí, publico en este blog porque me encanta escribir, porque lo necesito, y saber que alguien puede leerme me hace sentir bien... puede parecer raro, pero me gusta. Incondicionales, osea los que sé que me leen siempre, cada día, son María y Peter Anthony.
Peter... que quede aquí escrito cuanto te quiero, que quede por escrito que no eres un hermano, eres dierente y estupendo. A veces vemos la vida como un amierda, siento la expresión, y aunque queramos entender las cosas... no vemos a nada el sentido. Pues por eso te escribo a tí, porque hay días, épocas de la vida que vemos el cielo más gris... pero la vida es solo una así que porfa, la próxima vez que te vea quiero verte una sonrisa todavía más limpia ¿vale? Y si quieres, si tu quieres podemos gritar fuerte contra el viento.

(((maca)))