La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

domingo, 30 de enero de 2011

No hago más que estar así, tirada en la cama sin cerrar los ojos leyendo, escuchando música de hace tiempo y viendo fotos. Me gustaría poder escribir pero no quiero, si no has querido algo y tampoco has podido hacerlo, simplemente porque no has puesto suficiente empeño, es porque será mejor dejarlo así.
Qué voy a escribir ahora, sigo tranquila pero no me atrevo a escribir: miedo. Tambien quise sentir miedo y ahora que lo tengo encima, no es que esté incómoda con el, esque unacosa es sentir miedo y escalofríos y otra es que no te suelten ni para dormir. Miedo, frío... falta de sueño. Incredulidad ante cosas de la vida, que paradoja.
Que si no me explico bien es porque prefiero no hacerlo, que si no me entiende nadie pues mejor... que nadie beneficie un sentimiento falso. No es bueno dar siempre explicaciones. Porque hay veces que no sabes dónde estás, no sabes que hacer ni a quien llamar para que te haga compañía; porque no siempre hay que pedir compañía, lo bonito es que alguien aparezca en tu puerta sin tú llamarle.
Y en el día a día te sorprenden a veces, y esas sorpresas injustificables, buenas o malas, hacen que los días sean diferentes y que la monotonía no sea una palabra común, sino carente de sentido.
No son días de gritar al Cielo, no son días de preguntar por mí, no quiero mirarme en el espejo. No sé, supongo que podré abrazar si se hace necesario el momento, supongo que me saldrá una palabra adecuada y que podré captar igualmente al viento, el frío, el calor de un beso...
No me duermo y ya no me preocupa, si hay noches que duermo 6 o 12 horas creo que no importa. Lo que a la gente le importa, lo que a mí me importa tambien, es cuantos abrazos podremos dar cada día: existe un tope o son eternos. Eterno, es difícil, hasta cuando.



(((maca)))

4 comentarios: