La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Se trata de VIVIR


Antes de cerrar los ojos me ha venido a la memoria las noches que como hoy no conseguía dormirme: hace dos años cuando era "nueva" en Madrid, o hace cinco cuando creía que sabía lo que era estar enamorada. Cerré los ojos y sonreí por todas las lágrimas que se lanzaron suicidas contra tantas almohadas, sonreí por ellas y por aquella Maca ingenua que sabía todavía menos que ahora y soñaba siempre despierta.
Es increíble la capacidad que tiene el cerebro de recordad ciertas cosas que creíamos irreales o pasadas, nos creemos incapaces de recordarlo todo, pero basta una imagen, un olor, un sueño... que todo vuelve a abrirse ante nuestro ojos incrédulos. Sin pensarlo he abrazado a mi almohada, como si quisiera desearle a alguien las buenas noches y así de pronto y sin pensarlo se me han venido a la mente todas las noches de mi primer año en Madrid: esas noches que lloraba, que echaba en falta todo lo que no tenía, que se me hacían eternas e inmensas. Esas noches en las que escribía semi a oscuras, en aquel cuarto mio que ya no me responde, al que todos llamabamos "Cripton". Abría la puerta y me cerraba en el baño, de puntillas salía de allí con un pañuelo que a la mañana siguiente seguía húmedo.
Irse de casa con dieciocho años es el sueño de muchos, yo quería irme de casa pero no porque no quisiera estar en mi ciudad ni con mi familia; quería empezar otra vida, estudiar periodismo para poder mejor mi escritura y estilo, conocer a gente nueva, desde cero, y pensé que todo vendría rodado. Pero claro, tenía dieciocho años y aunque me hubiesen preparado la habitación más bonita que jamás he tenido... era una niña. Ya, probablemente ahora te rías y pienses que sigo siendolo, bueno... creo que eso es relativo. Efectivamente sigo siendo joven, como me dice siempre mi madre "tú siempre serás la pequeña por muchos años que pasen", pero puedo tener 20 años y haber aprendido de mis dieciocho y diecinueve. La vida siempre pone en marcha el reloj, siempre ofrece sus clases, pero unos vamos y tomamos nota y otros se quedan dormidos.
No me gusta ver a la gente pasarlo mal, no me gusta saber que alguien llora en la habitación de al lado y no le sale venir y pedirme un abrazo. Yo también soy reservada a veces, yo también echo de menos ciertas cosas pero.. ¿sabes? Creo que juntos lo malo se lleva mejor, tú me dices qué aprendes y yo te enseño lo aprendido; lo bueno se disfruta el doble, las fiesta son más largas y mejores.
Hace mucho, muchísimo, que no suicido lágrimas contra la almohada; soy feliz y si alguna vez lloro pues me desahogo y luego me sigo riendo. La vida dicen, no está hecha para contar calorías, yo creo más bien que la vida no está para lamentarnos, está para vivirla.


(((maca)))

3 comentarios:

  1. No sé por que , pienso que tienes la cabeza muy bien amueblada.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. ¡¡¡Qué afirmación tan preciosa escribes:"Soy Feliz"!!!(sabes que a tu madre siempre le gusta con mayúscula por Todo lo que conlleva).
    ...Y lo que más me alegra es pensar Taaaaanto bonito y bueno que te queda por descubrir y vivir.Más NO sé quererte.

    ResponderEliminar