La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Empaparse de alegría


Domingo. Parece que hace frío, eso dicen en la televisión y eso se intuye mirando a través del cristal de la ventana. No importa, en cuanto doy dos pasos tengo ganas de quitarme la chaqueta, de quedarme dando vueltas por la habitación con la falda del vestido moviendose de un lado a otro y sus volantes queriendo cantar lo que nos dice Andrés Suárez.
Al ser el último día de la semana me entran ganas de encender unas velas, de ver fotos y de llorar un poco. Pero hay más ganas de salir a la calle con poco más que unos leggings, tenis y camiseta y ponerme a andar, sin rumbo; al final siempre acabo en Gran Vía. Un paragüas negro que envejeció en Galicia me cubre de la lluvia madrileña, salto los charcos y no me importa mojarme porque hoy soy feliz. Hoy, ayer y procuraré serlo mañana; porque no es lo mismo ser que estar... ser equivale también a estar feliz.
Intenta ser feliz pero no lo tengas como meta, no pretendas despertarte cada día con el pie derecho y acabarlo con una sonrisa. Puedes llorar, puedes tener frío a veces e incluso te dejaré sentirte solo. Pero sé feliz sin procurar serlo, no pienses que debes ser feliz y no lo eres, simplemente has de estar a gusto contigo mismo para sonreír a los demás y reflejar en ellos tu serenidad y alegría.
Enciende una vela si quieres, repasa las fotos... pero si te vienes abajo mírate al espejo y dime si vale la pena ver el día gris o disfrutar del cielo mojado.


(((maca)))

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