La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Me quiero

Las despedidas son una mierda, una "M" mayúscula, un vacío desconcertante en el que muchas veces no se sabe cuanto tiempo durará la ausencia o se desconoce si, en el inexacto momento del reencuentro, la vida volverá a ser igual que antes. Las despedidas pueden ser de cosas o situaciones, como despedirnos de aquel tutú o disfraz de action man que usabas cuando eras un crio y que por muchos momentos y cariño que le guardes ya no te vale y en tu armario solo ocupa espacio y polvo, o pueden ser también entre personas. Estas despedidas suelen venir acompañadas de un "hasta pronto" que en ocasiones convierte al "pronto" en nunca. Pero así es la vida, despedirnos de situaciones para aprender a vivir con ellas pero sin cargar su peso.
Una de las despedidas más duras para mi fue despedirme de mi infancia, y reconozco que puede sonar algo extraño ya que no recuerdo cómo ocurrió, solo sé que a veces todavía me duele. Otra despedida dura fue la del colegio, ¡con la de veces que había soñado con salir de aquellas paredes!, al final me costó asumir que me tocaba empezar a tomar decisiones y a ser consecuente con mis ideas y actos. Me despedí de amigas de la infancia para siempre- o al menos quizá hasta ahora- y afiancé mis relaciones más importantes. Hubo despedidas sonadas y otras silenciosas, que hicieron más mella. Otra despedida se asomó a mi vida cuando conocí la muerte como la despedida más tajante, como la más definitiva, como la falta más absoluta de segundas oportunidades, como el consecuente aprendizaje de que todo aquel que nace muere y por tanto, hay que dejar un rastro de vida allá por dónde besen nuestros pasos.
Hoy he vuelto a despedirme de algo y de alguien, de la circunstancia actual de mi vida, de la idea de ser una estudiante universitaria y dar una tímida pero decidida bienvenida al Master que comenzaré en unas semanas. Hoy me he despedido de mi otro yo, de ese que llevaba un tiempo anunciando que estaba cansado, que se movía arrastrando consigo recuerdos y un pasado que no hacía más que pesar en mi regazo. Hoy me he despedido de la posible historia de amor que pudo ser y no fue, de esa que siempre supe que acabaría algún día y que hasta hoy no tuve la valentía de abordar - y eso que en realidad he sido casi siempre yo la que la he tejido sola-, esa historia que llevo cuatro años alargando a la espera de que los sapos bailen flamenco o de que, yo que sé, quizá vea en mi lo que yo en él veo. Hoy me he despedido de no darme la importancia que tengo, de la niña débil que protesta porque le cuesta cargar con tantos juguetes y sueños, de la chica que sueña y no alcanza. Hoy me he mirado en el espejo y me he dicho bajito que me quiero, y mientras una lágrima anunciaba la despedida he ido cerrando capítulos pesados de mi vida; capítulos que no aportan ni reportan.
Llevo un tiempo viendo en mi lo que soy ahora, pero me resultaba extraño esto de crecer y no poder hacerlo con alguien de la mano, así que me abrazaba al pasado a ver si le nacían raíces o alas y me hacía la ciega cuando veía que el sol ya no se ponía en tu espalda.
Hoy he despedido a las excusas, me he despedido del querer volver a verte aunque sepa que me vaya a costar meses que lo que pienso y digo de ti tenga concordancia.
Despedirse puede ser una "M" mayúscula, una mierda o una señal de que decido quererme tanto o más como quise todo contigo.


(((maca)))

P.D. Mamá no te preocupes, sabes que estoy mejor que nunca.

1 comentario:

  1. Comparto Tooodo lo que sientes y escribes y te entiendo a las mil maravillas.No me preocupo porque sé que estás mejor que nunca...¡¡¡hasta ahora!!! porque...¡¡¡te queda Taaanto bueno y bonito por vivir!!!
    Aquí me tienes para Tooodo lo que necesites o,¿simplement?,quieras.JUNTAS.De corazón a corazón.Mamá.

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