La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Es real

Entender la realidad es más sencillo que vivir de su mano, no digo que entender la realidad sea cosa fácil, ni que haya que conformarse con lo que nos da la vida, hay que aspirar siempre a más, a mejor, a la felicidad buena, a la que persiste, a la que no es un estado sino una continuidad del alma.
La realidad más clara es la muerte, y quien no asuma una realidad así no puede hacer otra cosa más que morir viviendo. La muerte es real, como la vida, y las dudas son eternas, quizá como la muerte.
Lo que intento explicar es, como siempre cosa mía, pero para eso escribo, para vivir y sobrevivir, y si ya de paso puedo hacer recapacitar a alguien...  pues oye, yo encantada. Quizá parezca algo arrogante, en absoluto, o tal vez lo soy y todavía no me he enterado.
En mi cabeza hay espacio para ideas nuevas, y también para otras ahí asentadas desde que soy pequeña, y otras que las he ido modificando o cogiendo de otras personas; porque creo que no hay nada mejor para llegar a lo que realmente somos que abrirnos a nuevas ideas, compararlas con las nuestras, y una vez hecho crear nuestra propia red de preferencias; nuestro ideario, manera de pensar y vivir la vida.
La realidad, quién sabe qué es eso; nadie a ciencia cierta pero hay cosas como que amanece y atardece cada día o como que una vida llena de sonrisas es mejor que una cargada de apatía son ciertas, reales, y que nadie se atreva a ponerlas en duda.
Pues bien, entender la realidad es algo que ocurre a veces, no hay una edad para eso pero con normalidad las personas vamos comprendiendo realidades a medida que vamos cumpliendo años e historias. Hay realidades que se nos presentan en el momento de haber nacido: necesitamos oxígeno, agua y alimento para vivir. Otras realidades nos llegan con los años, como esa que hace que entendamos que aparte de esos tres básicos una vida sin atenciones, sin afecto, no es del todo una vida. Entendemos la realidad de que el contacto, la sociabilización, la palabra, la relación con los demás... son características necesarias para la realización del ser humano. Así es, y un día comprendemos eso y continuamos viviendo, mejor si acaso.
Pero hay realidades que un día se nos presentan a la cara pero a pesar de comprenderlas, entenderlas y aceptarlas no las incluimos en nuestra realidad diaria. Me explico, ¿quién no sabe que el día de hoy no va a repetirse? ¿Quién no sabe que la felicidad depende en una inmensa y aplastante mayoría de los casos en la capacidad que tenga cada uno de querer ser feliz?
Me permito contestar a unas preguntas que yo misma me formulo, tal vez parezca absurdo, yo lo veo lógico por eso lo escribo
¿Quien no quiere ser feliz? ¿Hay alguien?
¿Quien desconoce las claves para serlo? No conocemos todas, vale, todavía no he conocido a nadie perfecto y si tiene que haber una reina de las imperfecciones yo misma me presento como candidata. Pero sabemos la realidad, es decir, conocemos muchas de las claves de la felicidad. Porque sabemos -lo hemos ido comprobando a lo largo de la vida- que hemos sido felices durante más tiempo por más razones inmateriales que materiales. Es así, ¿cuanto os ha durado la felicidad "plena" que sentisteis al estrenar vuestro nuevo móvil? ¿No se acabo enseguida en cuanto comprobasteis que a los pocos meses ese modelo se considera ya obsoleto y habéis deseado tener uno nuevo y con más capacidad y aplicaciones "útiles"? ¿O no os habéis dado cuenta de que sin embargo el hecho de que tu madre te de un beso de buenas noches a diario quizá no te aporte nada especial pero el día que tu madre falta -por la razón que sea- y no tienes ese beso el día es menos completo? ¿Y qué duele más, no tener un beso o no tener un móvil? Por tanto, ¿que nos aporta más? ¿Cual de esas dos cosas nos hace más felices? Creo que yo ya he respondido.
La felicidad no puede considerarse un estado de ánimo, algo que viene y va, sino algo que forma parte de nosotros, no vale con un "estoy feliz", sino que tenemos que serlo. Y no obligo a nadie, que cada uno haga lo que quiera, pero al menos el que se ha molestado en leer hasta aquí que acabe hasta la última línea porque, quien sabe, tal vez le haga recapacitar en algo, en comprender una realidad y a vivir conforme a ella.
Vuelvo a lo de antes, a que no es lo mismo entender algo que asumirlo y vivir acorde a ello. Porque ya dije, que el día de hoy es único, que para unos será un buen día porque supondrá el día en que le asciende su jefe o el día en que salga del paro para unirse al triste y ridículo número de trabajadores que hay en España. Pero puede ser hoy para ti un mal día, quizá porque estés con gripe, o porque te haya dejado la novia o el novio, o simplemente porque hace frío y... bueno, no te gusta el frío, y punto.
Pues bien, os presento una realidad que conocéis, solo quiero que al menos una de las personas que me esta leyendo aprenda a vivir de la mano de esta realidad, con eso yo ya me sentiría útil, plena, porque a veces siento que mis palabras no sirven para nada más que para desahogarme yo, para sentirme libre, y para que se las lleve el viento a los ojos y oídos de un pájaro que esta lejos y no entiende el idioma de estas letras.Esta es la realidad: puedo tener un mal día, o un buen día, soy yo, y solo lo que yo haga quien hará que mi día sea bueno o no.
Nadie mejor que uno mismo sabe lo que le conviene y lo que no, la diferencia entre el querer y el saber, eso sobre lo que ya escribí en enero de 2011 Pincha aquí si quieres leer mis paranoias entre el deber y el querer


(((maca)))

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Qué motivador,precioso y profundo lo que has escrito!!!
    Gracias por compartirlo con nosotros.
    Recuerda que ESTOY.

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