Solo hacia falta un momento como este, ahora que lo tengo ya puedo decir que conozco la perfección.
Hace unos días - cuando iba camino del punto de la playa en el que quedé para la noche eterna, mágica, o como querais llamar a la noche de San Juan - iba observando todo a cada paso: desde que salí de casa hasta que pude ver el mar. Iba asimilando cada color, cada forma, cada baldosa, cada cara que se cruzaba conmigo y ese olor que solo una noche como esta puede ofrecerte. Esa mezcla a madera ardiendo y a sardina, ese humo que hace que te piquen los ojos y llores; aunque uno nunca sabe bien si las lágrimas son por las llamas o por los fuegos artificiales. Quería grabar cada instante en mi mente y enfrascar ese olor en algún bote que poder llevarme a donde quiera. Pero hay mejores aromas que las colonias, que no se envasan ni se comercializan, que son tan valiosos que solo pueden disfrutarse una vez al año; aquí, en la orilla de la playa rodeada de tus amigos.
Llega el momento de saltar la hoguera, y como no la saltes 7 veces las meigas no te traeran la suerte así que bueno... ahí estoy yo, valiente y emocionada, saltandola, creo, por vez primera. Espero que las meigas lo hayan anotado.
Cada día en esta ciudad es maravilloso, haya algo que hacer o aun sin hacer nada es agradable. Por el acento de la gente, por el mar que lo encuentras siempre que lo busques, y porque aquí guardo un trozo de mi corazón, de mi infancia y gran parte de mi vida.
La Coruña es sin lugar a dudas mi refugio, mi esquina en la que pensar o dejarme llevar y dejar la mente en blanco; es ese sitio donde siempre que vuelves sientes que nunca te has ido, donde siempre queda un abrazo pendiente y te reciben con el plato rebosando de cariño y la mejor comida. La Coruña son mis recuerdos, tantos olores, tantas imagenes y tanto salitre que ha ido dejando salada mi piel. La Coruña es lluvia y viento, es donde me enseñaron que siempre sale el sol, y esta semana ha decidido besarme cada día. No estoy feliz, lo soy, que es mucho más que estarlo. Estoy en paz, en mi mente no hay problemas porque dar importancia a estos es el mayor problema que uno puede tener en la vida.
Respiro, inspiro, me bronceo, me baño, me doy la vuelta, vuelvo. Siempre vuelvo.
(((maca)))
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...Y yo, te recibiré Siemprrrrrre,con los brazos abiertos.
ResponderEliminar"Una madre y su retoño...una amistad (mucho más que eso)para Tooooda la vida" ¿te acuerdas?