Vivir es ir abriendo regalos y sorpresas: unas buenas y agradables, otras amargas; unas apestan, otras son dulces y las hay también que parecen algodón de azucar. Así, entre unas cosas y otras vamos creciendo unos, otros vamos madurando y hay quien consigue crecer y madurar al mismo tiempo. No sé qué será de mi mañana, solo sé que acabarán los exámenes y empezará la tranquilidad de haber terminado y los agobios por la mudanza y otras tantas cosas.
Sé que seré feliz, porque para serlo ante todo hay que proponerselo, pero no sé mucho más. No sé que será de mi estos días en Madrid, algo me dice que van a ser especiales. Luego vendrá Gandía, con su paz, su mar y mi familia y esas sorpresas que todavía no sé ni cual es su envoltorio. Y así llegará Agosto en La Coruña y mi reencuentro con Fer y Lore y mil historias de antes, que quizá alguna depsierte, quién sabe.
No sé que será de mi mañana, ni de tí, pero si tenemos suerte podemos abrir juntos algun regalo.
(((maca)))
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