La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Único

Antes de haber besado al primer chico de mi vida uno que me encantaba me dijo que yo era rara, me sentó mal porque era una niña y el calificativo "raro" no suele agradar ni a los adultos. Después matizó y me dijo que ser rara es ser diferente, era también un niño así que a día de hoy le disculpo por decirme "rara" y no "diferente", "especial" o "única" incluso. Acabe tomándolo como un halago y bueno, al final nunca nos besamos, pensé que tendría que aprender más vocabulario para que eso ocurriera.
Yo era una niña repito, y lo que podía hacerme diferente era quizá el colegio al que iba, la música que escuchaba, las preguntas que le hacía... no lo sé, tal vez lo que me hacía ser así para sus ojos era que no había besado todavía a ningún chico.
Todos queremos diferenciarnos, recogemos esa chaqueta vieja de nuestro padre que está metida en una caja que huele a humedad y a tiempo y la utilizamos sabiendo que lo más probable es que seamos los únicos en toda la ciudad que la llevemos por la calle -las chaquetas que se vendieron en 1950, o bien perdieron su vida hace años o siguen escondidas en alguna caja del desván esperando a desintegrarse-. Nos queremos diferenciar tiñéndonos el pelo, haciéndonos el tupé más alto, poniéndonos los tacones más vertiginosos y escuchando música que oye, tal vez nos guste, pero reconozcamos por favor que todos nos lo pasamos bien con las orquestas del pueblo, los conciertos que ofrece el ayuntamiento de cantantes que salieron de O.T. creyéndose estrellas y han acabado estrellados.
Queremos ser diferentes porque queremos ser especiales a los ojos de los demás, queremos ser innovadores y no hacemos más que seguir las modas. Ey!, me gustan las modas, pero las adapto a mi. Sigo escuchando José Luis Perales una vez al mes aunque no sea "trendy" o todas esas palabras que se utilizan para definir categorías dentro del rebaño.
Y no quiero hablar solo de objetos, sino de personas, que es de lo que más me gusta hablar realmente. No podemos dejar que nuestros gustos y preferencias dependan de lo que otros quieran, no podemos caer en la trampa de creer que ser como esos maniquíes sin vida de los escaparates nos hará felices. La felicidad está en las personas, no en los objetos, podemos mejorarnos a nosotros mismos y ayudar a los demás a ser felices, pero unas zapatillas Nike nuevas super modernas con doble airbag y no sé que más no nos van a ayudar a ser mejores ni más felices si tan solo nos las ponemos con el pantalón por el que tuvimos que dejar medio riñón en la tienda para pagarlo y la chaqueta de 1950, sí, esa que huele a rancio pero que te hace único. Prueba a utilizar esas zapatillas para correr, para volar más lejos, para superarte, para descubrir que las metas se alcanzan, para comprobar que siempre hay nuevos retos.
Y un día sin esperarlo alguien te dirá que eres diferente, especial, tal vez único, y entonces entenderás que ahora que eres adulto simplemente eres auténtico.

(((maca)))



3 comentarios:

  1. Te sigo desde hace tiempo y,aunque no te conozco personalmente,puedo asegurar que vas madurando de una forma increible y que eres auténtica.Hasta me atrevería a decir que eres única.
    Sigue así.

    ResponderEliminar
  2. ¡Bravo Macarena una vez más! Precioso y muy cierto!

    ResponderEliminar