La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Dándome voz

Si tienes miedo a estar solo es que tienes muchos fantasmas dentro. Hay que estar solo a veces, para conectar con uno mismo. Y llegará un momento en el que sientas que ya está, que ya lo has hecho, que necesitas volver a re encontrar personas, que necesitas repartir tu tiempo.
Si tienes miedo de ti mismo tal vez te convenga conocerte un poco, y lo primero que has de hacer para saber qué te gusta y qué detestas es sentarte frente a frente con tu sombra, y mirarle a los ojos.
Cuando te ves a ti mismo con los ojos de los demás, con los filtros de otros, con las metas de otros, con los juicios de quienes por supuesto tienen otros ideales sueles sentirte pequeño, confuso, alterado, y puede suceder que te encuentres a ti mismo esforzándote por cosas que le interesan a otros, no a ti, y hasta el momento en el que has logrado enfrentarte a tu soledad no te has planteado cuales son tus principios.
Sí, claro que sí, casi todos tenemos intereses comunes, eso que se llama "ley natural" y que nos mueve como siguiendo una estrella que no vemos, pero que nos dicen que está por ahí. Luego están nuestras costumbres, las que hemos absorbido de nuestra región, las que hemos aprendido de nuestra familia, la que nos han inculcado nuestros maestros, las que nos tatúa el cuarto poder.
Todos buscamos la felicidad y queremos vivir nuestra vida de la mejor manera, no vaya a ser que sea cierto eso de que solo se vive una vez y estemos malgastando nuestra oportunidad compartiendo tiempo con gente a la que de verdad no queremos, alabando personas e ideas que no nos convencen, insultando en lugar de hablando y llegando a un acuerdo, rompiendo en lugar de comernos a besos.
Todos tenemos intereses comunes, esa luz que nos guía pero a la que muchas veces le ponemos un velo para hacerla callar, porque es más fácil no escuchar lo que nosotros mismos decimos, bajito, muy bajito, desde dentro de nosotros mismos. Muchas veces gritamos para silenciar los oídos, sin ser conscientes de que en silencio, muchas veces, hay cosas que merece la pena escuchar. No podemos olvidar que lo que queremos y sentimos es nuestro, solo nuestro, y debemos respetarlo y reflejarlo en nuestra forma de actuar con los demás.
No podemos ser veleros llevados por otros vientos, creemos nuestras propias corrientes, busquemos, indaguemos nuevos mares, conozcamos otros puertos.
Si es cierto que solo se vive una vez, yo quiero vivir ...
-"Yo quiero vivir"... -oigo una voz que repite lo mismo que digo en alto. Es esa vocecita que todos llevamos dentro-.


(((maca)))

1 comentario:

  1. Te echaba de menos...GRACIAS por volver!!!
    De corazón a corazón.
    Y NO te olvides de que,por muy lejos que te vayas,Siempre estaremos juntas...es la Fuerza del cariño.

    ResponderEliminar