Porqué nos avergüenzan nuestras piernas si nos dan la
capacidad de caminar, porqué nos pasamos la vida jurándonos que cada lunes empezaremos
una nueva forma de torturar nuestro cuerpo a base de dietas imposibles.
Porqué nos avergüenza el tamaño o la gravedad de nuestro pecho si guarda nuestro corazón, porqué nos excusamos cada vez que alguien nos mira pensando que estarán juzgando y mal. Por qué nunca es suficiente, por qué siempre es demasiado de lo que nos sobra y anhelamos lo que no tenemos, lo que no somos, cuando en realidad somos todo lo que deberíamos ser. Y no sabemos verlo.
¿Por qué no nos queremos? O por qué insuficientemente.
¿Cuál es el tamaño de tu pecho? ¿Cuánto ocupas en un asiento? ¿Sabes cual es la respuesta? «Perfecto». Somos seres humanos perfectos, formados por billones de células que no se preocupan en el tamaño o en la firmeza de nuestros organismo, sino que se encargan de que respiremos, de que.nuestro corazón bombeé sangre a cada maravilloso rincón de nuestro cuerpo. Es el lugar que habitamos, pero qué más da que sea alto o bajo, gordo o delgado, blanco o negro, es nuestro, y solo nuestro.
Porqué nos avergüenza el tamaño o la gravedad de nuestro pecho si guarda nuestro corazón, porqué nos excusamos cada vez que alguien nos mira pensando que estarán juzgando y mal. Por qué nunca es suficiente, por qué siempre es demasiado de lo que nos sobra y anhelamos lo que no tenemos, lo que no somos, cuando en realidad somos todo lo que deberíamos ser. Y no sabemos verlo.
¿Por qué no nos queremos? O por qué insuficientemente.
¿Cuál es el tamaño de tu pecho? ¿Cuánto ocupas en un asiento? ¿Sabes cual es la respuesta? «Perfecto». Somos seres humanos perfectos, formados por billones de células que no se preocupan en el tamaño o en la firmeza de nuestros organismo, sino que se encargan de que respiremos, de que.nuestro corazón bombeé sangre a cada maravilloso rincón de nuestro cuerpo. Es el lugar que habitamos, pero qué más da que sea alto o bajo, gordo o delgado, blanco o negro, es nuestro, y solo nuestro.
¿Has pensado alguna vez qué pasaría si te cambiases el color
del pelo? ¿Y si te pusieses tacones y te embutieses en unos vaqueros dos tallas
más pequeño? ¿Qué habría cambiado? Tu apariencia, solo tu apariencia, no quién
eres, porque lo que eres está detrás de esas lágrimas que lloras porque no te
gusta lo que ves en el espejo, lo que eres es la energía que desprendes cada
vez que sonríes. Eres tus experiencias y tus sueños, tus fortalezas y tus
debilidades, eres todo lo que has aprendido en estos años, las veces que te has
caído y las que te has levantado. Eres parte de una historia que puedes llenar
de sueños, tu vida es tuya y no eres solo un cuerpo. ¿Sabes lo bonito que es
ver cómo te ríes? Y lo feliz que soy al comprender que después de tantos años
parece que por fin empiezo a ver la luz después de todo, y no es una luz
abrumadora ni parpadeante, no es una luz que me deja ciega y me vuelve loca, es
una luz que me da calma, que me ha iluminado para aceptarme, que me permite
verme tal y como soy y enfocarme en lo que quiero. Esta luz me ha demostrado
que tengo gente que me adora, que no estoy sola porque para empezar tengo mis
sueños, y un grupo de gente que vale más que todo el peso de sus cuerpos
multiplicado por infinito. No les quiero por cómo lucen, les quiero por cómo me
hacen sentir cuando pienso en ellos.
Estoy aprendiendo a quererme, y ojalá tú también lo hagas,
ojalá seas consciente de que la vida es una gigante incógnita que tenemos que
vivir siempre alerta, pero agradecidos, por todo lo que tenemos, por todo lo
que hemos conseguido –que es bastante- y ojalá algún día puedas darte cuenta de
ello. Pierde el miedo, por favor pierde la culpa, ¿no serías capaz de perdonar
a tu mejor amigo?, ¿y por qué tú no te perdonas? Pierde esa venda que tienes en
los ojos y aprende a observarlo todo de nuevo, respira, inspira, ¡que
maravilloso es estar vivos!. Que maravillosa tu sonrisa.
(((maca)))