La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 31 de octubre de 2019

Al fin la calma



Porqué nos avergüenzan nuestras piernas si nos dan la capacidad de caminar, porqué nos pasamos la vida jurándonos que cada lunes empezaremos una nueva forma de torturar nuestro cuerpo a base de dietas imposibles.
Porqué nos avergüenza el tamaño o la gravedad de nuestro pecho si guarda nuestro corazón, porqué nos excusamos cada vez que alguien nos mira pensando que estarán juzgando y mal. Por qué nunca es suficiente, por qué siempre es demasiado de lo que nos sobra y anhelamos lo que no tenemos, lo que no somos, cuando en realidad somos todo lo que deberíamos ser. Y no sabemos verlo.
¿Por qué no nos queremos? O por qué insuficientemente.
¿Cuál es el tamaño de tu pecho? ¿Cuánto ocupas en un asiento? ¿Sabes cual es la respuesta? «Perfecto». Somos seres humanos perfectos, formados por billones de células que no se preocupan en el tamaño o en la firmeza de nuestros organismo, sino que se encargan de que respiremos, de que.nuestro corazón bombeé sangre a cada maravilloso rincón de nuestro cuerpo. Es el lugar que habitamos, pero qué más da que sea alto o bajo, gordo o delgado, blanco o negro, es nuestro, y solo nuestro.
¿Has pensado alguna vez qué pasaría si te cambiases el color del pelo? ¿Y si te pusieses tacones y te embutieses en unos vaqueros dos tallas más pequeño? ¿Qué habría cambiado? Tu apariencia, solo tu apariencia, no quién eres, porque lo que eres está detrás de esas lágrimas que lloras porque no te gusta lo que ves en el espejo, lo que eres es la energía que desprendes cada vez que sonríes. Eres tus experiencias y tus sueños, tus fortalezas y tus debilidades, eres todo lo que has aprendido en estos años, las veces que te has caído y las que te has levantado. Eres parte de una historia que puedes llenar de sueños, tu vida es tuya y no eres solo un cuerpo. ¿Sabes lo bonito que es ver cómo te ríes? Y lo feliz que soy al comprender que después de tantos años parece que por fin empiezo a ver la luz después de todo, y no es una luz abrumadora ni parpadeante, no es una luz que me deja ciega y me vuelve loca, es una luz que me da calma, que me ha iluminado para aceptarme, que me permite verme tal y como soy y enfocarme en lo que quiero. Esta luz me ha demostrado que tengo gente que me adora, que no estoy sola porque para empezar tengo mis sueños, y un grupo de gente que vale más que todo el peso de sus cuerpos multiplicado por infinito. No les quiero por cómo lucen, les quiero por cómo me hacen sentir cuando pienso en ellos.
Estoy aprendiendo a quererme, y ojalá tú también lo hagas, ojalá seas consciente de que la vida es una gigante incógnita que tenemos que vivir siempre alerta, pero agradecidos, por todo lo que tenemos, por todo lo que hemos conseguido –que es bastante- y ojalá algún día puedas darte cuenta de ello. Pierde el miedo, por favor pierde la culpa, ¿no serías capaz de perdonar a tu mejor amigo?, ¿y por qué tú no te perdonas? Pierde esa venda que tienes en los ojos y aprende a observarlo todo de nuevo, respira, inspira, ¡que maravilloso es estar vivos!. Que maravillosa tu sonrisa.



(((maca)))

sábado, 26 de enero de 2019

(Escrito en octubre 2018).

Llevo cinco meses viviendo en Londres.
¿Sabeis que desde pequeña me gusta hablar con el mar? No es algo que suela contar en una primera cita... ¿Sabeis qué es eso de hablar con el mar? No es tan raro como probablemente estéis imaginando, hablar con el mar es algo así como rezar, como hacer meditación supongo, no es más que parar el mundo y bajarnos de los adornos absurdos que imponemos a nuestra vida y desnudar nuestra alma y nuestras intenciones en el inmenso azul que nos moja los cuerpos.
Hablar con el mar consiste en hacer eso que cada vez menos hacemos: dedicarnos tiempo a nosotros mismos, pero tiempo del bueno, no se trata de comprarnos ropa o hacernos un corte de pelo, se trata de escuchar nuestro yo interior, recordar las promesas que nos hicimos, tal vez crear otras nuevas, y dar gracias. Si no eres agradecido no puedes ser feliz.
Hablar con el mar es genial, desnudarse siempre es bueno y desnudar el alma es mágico. Si desués de eso ya te bañas... la sensación es brutal.
Bueno eso, que llevo 5 meses viviendo en Londres y me he puesto a hablar del mar. Llevo tanto tiempo sin publicar textos que a veces pienso que el blog es el mar y que la próxima vez que le hable se va a sentir extraño y tal vez no me reconozca. Las últimas veces que escribía aquí lo hacía desde EEUU, y hasta ese momento mi vida había cambiado tanto... pues ahora más, mucho más. Me gustaría ahora estar frente al mar y gritarle llena de euforia y con una carcajada en la boca todos mis cambios, ¿sabes que ahora pienso en inglés? Incluso sueño en inglés a veces... pero sigo soñando contigo, mar, no te celes, yo siempre te he querido.
Pues ya son 5 meses aquí, y como era de esperar en mi cuando vine a este país no vine con ninguna clase de expectativa, no suelo crearme expectativas de las situaciones porque generalmente a la vida le gusta dar la vuelta a las cosas y la desilusión puede ser grande. Así que si no tienes expectativas de qué sucederá todo lo que venga podrá ser bienvenido. Y asi llevo 5 meses dando la bienvenida a esta vida. ¿Qué si echo de menos España? Claro: familia, amigos, comida, sus calles, el mar... ¿he nombrado ya la comida?
Pero lo que más echo de menos - cuando se me da por echar de menos que doy gracias de que no sea a diario-