La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 29 de abril de 2010

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!


Tal vez sea algo tarde para empezara escribir, acabo de hablar con mi madre por teléfono y antes de colgar me ha dicho que me vaya ya a la cama...que el médico me dijo que sino me vá a empezar a doler la cabeza...
Son las 0:28... hace 28 minutos que mi madre tiene 59 años y me parece ridículo tener que irme ya a cerrar los ojos hasta mañana. Lo siento mamá pero esta vez no voy a hacerte caso.
Creo que de los ultimos 18 años de su vida yo siempre la he acompañado en este día, al menos alguno de sus hijos... somos bastantes así que no es complicado. Esta noche a las 00:00 estabamos, como siempre bajo el mismo cielo, y como novedad de este curso en la misma ciudad. Ciudad enorme de la cual me voy enamorando día a día, ciudad enorme que hace que no estemos ahora juntas por eso de estar cada una en una punta y por otros motivos.
Sabe que la quiero pero me parece que dejandolo por escrito es más fiable: te quiero, ¿me has leído? Te quiero, te quiero, te quiero.
Mañana por la mañana acabaré de envolver alguno de los regalos, imprimiré el montaje de todos y compraré un marco precioso para ponerlo. Comeremos contigo, te daremos los regalos y cada uno a seguir con su vida.
Tú te quedarás con los abuelos, María y Javi se irán a trabajar y yo a la universidad... ¡Sabes que nos quedaríamos contigo todo el día! Pero... para conseguir lo que se quiere hay que esforzarse, eso nos lo enseñas desde que eramos enanitos así que... mañana estaré en clase alegre, te lo prometo.
Gracias y ¡felicidades!


Ahora voy a dejar aquí un escrito que hice hacía mi madre (uno de los varios que le he escrito), esto se lo escribí hace poco más de un año...

"Te quedas callada esperando que sea yo quien empieza a contarte; sabes que no diré nada, me conoces demasiado peri aun así tienes la esperanza de que hoy sea diferente. Como has hecho ayer vuelves a sentarte a mi lado, consciente de aunque no pida tu abrazo y crea no necesitarlo, lo necesito; y a ti a cada momento. Jamás negué que me hicieras falta y no lo niego ahora, nunca me avergoncé de ti y nunca, repito NUNCA, dejaré de enorgullecerme por ser parte de ti.Alguna vez nos hemos enfadado, no siempre pensamos igual, no siempre tienes la razón y yo no hago siempre lo correcto; ya ves mamá, algo diferentes y a la vez iguales. La misma sangre corre en nuestras venas, fluye en todas direcciones desde el corazón. Que grande es el tuyo, que capacidad tan grande tiene de recuperarse, que fuerza para seguir adelante y para, a medida que pasa el tiempo hacer que se haga más y más amplio y nunca dejar a alguien en el camino. Él es capaz de curar sus heridas o, al menos, unirlas con algo transparente que hace que creamos que está solucionado, y solo tú sabes no se ha pegado. Es tan grande que regalas pedacitos de el y no empequeñece. Es valiente y capaz de sobreponerse a todo, aunque a veces se humedece porque, como todo, estalla a veces. No encuentra a quien decírselo, no sabe a quien confiar sus piezas para unirlas con pegamentos de colores. Conozco las heridas, o una mayoría, puesto que, aunque ahora no lo entiendo, como madre que eres no quieres que sea yo quien te ayude a arreglarlas. Lo que es verdaderamente triste es que, en el fondo, no recuerdo haberlo intentado. Arreglarte a tí supondría recordar cada pieza rota, tener que hablar de cómo unirlas para que, tu sangre vuelva a brotar con energía. Compartimos la misma fuerza en la mirada y sé que cuando me miras guardas un grito, callado, que nos busca con fe. Estoy aquí, te prometo que aunque no maneje yo mi vida nunca te dejaré. Que el tiempo nos lleve a donde quiera, que sitúe fronteras entre nosotras, que él bien sabe que es imposible separarnos. Siempre te escucharé allí donde vaya, siempre que te vea me sentiré un poco pequeña, poca cosa por no saber abrazarte, por no pronunciarme cuando me necesitabas, cuando llegaban momentos donde, sin que nadie te viese te preguntabas en silencio; respuestas calladas."

30 de Marzo del 2009


(((maca)))

miércoles, 28 de abril de 2010

Camina rápido, a veces se detiene


No quiero adelantar nada, solo decir que quién ha escrito esto se refiere a si mismo, ese alguien soy yo. Ayer, mientras caminaba con prisa y aveces me detenía.



"Estaba agobiada, no sé porqué pero se lo notaba. La miraba a través de la ventana, ella no sé daba cuenta pero la estuve observando todo el día. Pienso que no desayunó, lo primero que hizo al despertarse fue lavarse la cara y poner algo de música. Se sentó delante de ordenador y por su cara supe que estaba agobiada. Serán los trabajos de universidad, tal vez ya tenga algún examen cerca… puede ser que esté preocupada por alguien.
La noté apurada, ametrallaba el teclado con sus dedos y de vez en cuando paraba, se acariciaba el pelo y resoplaba. Abrió la ventana: así pude verla mejor. Estaba con un vestido largo, de estos hippies de muchos colores que se llevan en verano con sandalias; ella estaba descalza. Estuvo así bastante tiempo y al final, por su cara pude deducir que había logrado algo: tal vez terminar un trabajo que le agobiaba.
Pasó de estar como apagada a sonreír, en un solo segundo cambio la expresión de su cara. ¿Estaba llorando? No podía ser, ¿y riendo a la vez? Sí, así era, reía y lloraba, se tocaba la cara, miraba a todos lados. Subió el volumen de la música y volvió a ametrallar, todavía con más fuerza, el teclado ya lisiado. Se le veía feliz y me alegré.
Cuando lloras y ríes a la vez eres feliz, lo sé, al menos su sonrisa resplandecía esa mañana.
Se fue del cuarto así que no pude verla más, me pareció verla en la terraza tomando el sol, no más de media hora echándose agua por encima una y otra vez. Cuando la volví a ver estaba hablando por su teléfono móvil procurando coger todo lo que le hacía falta: bolso, abono de transporte, cartera, llaves, botella de agua y vaselina. Parecía que se iba de casa, tenía prisa, podría perder el autobús y yo sé bien que eso no es raro en ella. Ella se define como “un desastre”, yo no la veo así, es cierto que es desordenada, a veces tiene la cabeza en otro mundo y es imposible hacerla salir de allí, es comodona… pero apacible. Es vaga, pero depende para qué, es sentimental y pone sentimiento en todo lo que hace, es feliz y se le notaba.
La veía andar por la calle, daba gusto mirarla. Su falda de flores me recordó que ya es primavera y por el tiempo más bien parece verano, su camiseta azul intenso me recordó al azul del cielo. Caminaba rápido, como si llegase tarde a algún sitio. Sí, pensó que llegaría tarde a la universidad pero llegó justo a tiempo.
Se preguntó porque se le ocurrió por la mañana ponerse esas botas, son sus preferidas pero con este calor… ¡mañana llevará sandalias seguro!
Cuando salió de clase seguía feliz como antes, andando con prisa y deteniéndose a veces. Miraba a todas partes como una turista en la gran ciudad, se paraba en medio del bullicio y sonriendo escribía algo en una pequeña libreta de flores; a veces escribe mientras va andando y no sé como lo hace, pero todavía no se ha chocado con nadie.
Mira al cielo y se ríe, se que le parece un día fantástico, antes no sabía que le pasaba pero ahora sí.
Sonríe porque hace sol, porque le encanta ir sin medias, porque hoy ha entregado un trabajo que la tenía asfixiada, porque hoy recibió un mensaje de su amiga que le dio vida, porque hoy va a ver a su madre que ha venido de La Coruña, porque… hoy su abuelo ha ido al médico y le han dicho que el cáncer no se ha extendido.
Ahora entiendo porque reía y lloraba a la vez, ahora entiendo cada uno de sus pasos, cada sonrisa y cada parada en medio de la calle para escribir algo.
Ahora entiendo por qué decidió pararse en medio de Nuevos Ministerios para recoger unos papeles que se le cayeron a una señora al suelo. Ella tiene agorafobia, miedo a los espacios abiertos, y no le atrae nada la idea de tener que pararse ahí en medio, y menos agachada: contemplando todo desde lo más bajo, como si fuese un diminuto guisante rodeado de gigantes en movimiento. Pero se paró, recogió hasta el último papel sin dejar de sonreír. Estaba feliz y se empeñó en serlo en todos sitios. Sabe que si tienes un miedo hay que enfrentarse a el, y ¿qué mejor que hacerlo ese día?
Sonríe, lleva el periódico en el que ha publicado un artículo sobre uno de sus favoritos: Ismael Serrano. Se lo va a enseñar a su madre y a sus abuelos.
Caminaba rápido, la perdí entre las calles."

28/Abril/2010



(((maca)))

martes, 27 de abril de 2010

Escribir



Bueno... esta mañana no tengo mucho tiempo: entre dormir un mínimo de 8 horas, ducharme, hacer trabajos de la universidad y hacerme algo decente de comida ... se me vá volando la mañana. Hoy subo uno que escribí en septiembre del 2008... lo recuerdo perfectamente. Estaba sentada en un banco del paseo marítimo de La Coruña, el segundo empezando a contar desde el rompeolas hacia la playa de riazor, no sé... siempre me ha gustado ese banco. Tenía una hora por delante para estar sola en mi mundo , desopués había quedado con una amiga en el típico "Pato Mareado"... o "Drowsy Duck". Me quedé enfrente del mar viendo como se movía la gente y las suaves olas, así... con el barullo de la ciudad y el susurro del agua escribí.


"Puedes esperar, o no, a que aparezca este momento; pero si el quiere aparecer, si quiere quedarse contigo y dejarte llevar como antes, lo hace.Muchas veces he querido sentirme así sin sentirme yo misma, y ahora, todo ha hecho que me quede aquí y que vuelva a escribir como debí hacer ya hace días.El dolor, la rabia, el sentimiento de abandonado etc son los motivos que normalmente me llevan a abrir esta libreta, o a coger cualquier cosa aparente a un folio, y llenarla de palabras que para mí son más que un conjunto de letras. Mi vida, mis dudas y mis miedos los guardo y, de alguna forma, protejo dejando sus huellas en estas hojas.Después de días sin encontrar razón y, buscándola todavía, no soy yo quien busca este momento; este momento se ha creado para mí. Este banco está vacío hoy por mí, quizá para que escriba de ti, quien sabe; está claro que no se han dado cuenta de que no soy tan blanda como parezco a veces y que… ya lo he olvidado.Aquí me quedo, con este momento aprovechado, con una hoja más entre mis manos y con la seguridad de saber que quedan días para adornar y descubrir con estas palabras que, para mí, son más que un conjunto de letras."


11 septiembre 2008



(((maca)))




Esta tarde voy a casa de mis abuelos, a estar con ellos... iré después de calse. Mi madre ha llegado ayer a Madrid así que podré comerela a besos.
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lunes, 26 de abril de 2010


Esta tarde he subido más que suficiente así que con este último, ya lo dejo por hoy. Este relato es mucho más actual que los que acabo d esubir, tiene un mes. Lo escribí a petición de mi abuelo, el protagonista de esta historia. Estando hospitalizado, entre su seriedad tán típica y su sonrisa clásica me dijo: "Macarena... escribe algo sobre este momento... sobre esta bolsa... . "Yo y la bolsa". Con él os dejo.




"Sigo algo mareado y todavía me dura el cansancio de ayer. No sé si abrir los ojos o hacerme un rato el dormido. Oigo ruidos por el pasillo, me alegra saber que ha amanecido y que va quedando menos para irme de aquí. Pueden ser varios días, tal vez solo uno más… si por mí fuera estaría ya en casa.Procuro no pensar demasiado, debería tener la mente en blanco un rato pero en mí eso es casi imposible, y digo casi porque para mí nada lo es. Sonrío sin darme cuenta, he escuchado la voz de mi mujer acercándose y abro los ojos: ahí está, a mi lado como siempre y preguntándome qué tal he dormido mientras acerca su cara a mí; me da un beso en la frente y se queda quieta, expectante, mirándome queriendo escuchar “muy bien” y no escucha más que una suave queja. Me pregunta por mí, le pregunto por ella y luego me pregunta por mi bolsa. Algo que se me ha pegado y no se separa es casi tan importante como yo, no es que me considere especial, pero que hablen casi más de eso que de mí… no puedo evitar que me caiga mal. Se trata de una bolsa, una simple bolsa que lleva conmigo poco tiempo y a la cual empiezo a acostumbrarme.Entran mis hijos en la habitación, vienen mis nietos, incluso los biznietos me hablan desde el teléfono. Siempre la misma pregunta: que tal he dormido seguido de qué tal la bolsa. Pues a mi lado como siempre, se llena y se vacía, no se despega por mucho que quiera.Aquí llevo varios días, en esta habitación de hospital con gente viniéndome a visitar a cada rato, no es gente cualquiera, es mi familia que es “ayer, hoy y mañana lo que nos da vida”. Vienen a verme, a estar conmigo y ofrecerme sus sonrisas. Me dan la mano, me dicen que la comida de aquí no está tan mal como yo digo y con ellos ando un poco por los pasillos de la planta.Me canso rápido, me mareo cuando hablan seguido pero de todos modos me gusta tenerlos. Me gusta ver cómo intentan organizarse para ir estando conmigo todos pero poco a poco, me distraigo con las historias que me cuentan y veo que les gusta que yo también les hable. No pretendo decir cualquier cosa, siempre he intentado hablar para servirles en algo. Considero que aprenden, al menos me hacen sentirme útil porque las paredes de esta habitación se me están echando encima.Aquí la tengo, maldita bolsa que parece que no quiere separarse de mí nunca. Y quién no tiene un bache en su vida, quien no tiene algo que le moleste, a quien esa molestia no le ha hecho seguir adelante y hacerlo bien. Ojalá esta compañía que no he pedido se vaya un día, ojalá se vaya pronto y no vuelva porque eso significará que yo también he aprendido. Aprendo a superarme cada día y lo haga cada vez que abro los ojos.Se termina el día y mil pensamientos me azotan la cabeza, respiro profundamente mientras veo entrar a mis nietas, se sientan a mi lado, una en el suelo de cuclillas me da la mano y la otra, apoyada en la cama, me la da también. Me gusta este rato, todavía tengo mucho que enseñarles, mucho de lo que hablar y ser partícipe. Les hablo, la vida en general se la resumo, les hago un resumen de lo que sé: mucho más que ellas dos que me miran con adoración y mucho menos de lo que es toda la vida. Todavía me quedan mil mañanas con Beluca a mi lado, me quedan muchos “qué tál has dormido hoy” y espero que queden pocos preguntando por mi nueva compañía. Me queda mucha más alegría que dar, me quedan abrazos e historias. Me queda la vida por delante, me queda pero fuera de este hospital.Mis nietas no dejan de mirarme y, a la más pequeña le diga con la ironía que me caracteriza que debería de escribir algo de este momento… algo de todo esto… “Yo y la bolsa”. Sonríe y me dice que sí, que va a escribirlo y ahora soy yo el que no sabe quien está empleando la ironía."


21/marzo/2010



(((maca)))

Vida perdida


He vuelto a leer esto después de un tiempo y me han venido a la cabeza infinutud de imágenes, de días vividos que ya han pasado. No puedo evitar sentirme incrédula al recordar algunas cosas, no diría que esto es del 2008... no sé ponerle fecha; simplemente está ahí y me parece uno de los más sentidos que he escrito. Tal vez escriba de una forma que no cala, que no llega a todo el mundo pero... este lo subo porque para mí es uno d elos que más me hace recordar cada momento, y eso es lo que pretendo caundo escribo: que puedan pasar décadas y décadas pero... cuando vuelva a leer esto pueda vivirlo como si fuese yo otra vez la que cogiese el bolígrafo en ese parque.

"Y pasa orgullosa, mostrando al mundo su bebé, a primera vista se nota que es madre primeriza. Mientras empuja el carrito mira a su hijo y al mundo, feliz porque está entera. Y aquellos jóvenes se miran sin saber cuanto durará aquello que ahora sienten, pero, eso no importa, se tiene; en este preciso momento se tienen.
La noche vá adelantando su camino y va ennegreciendo el cielo, señalando a los más pequeños que cada vez queda menos tiempo. Parece que quiere susurrar que aprovechemos este momento, que utilicemos a este, el eterno.
Y el perro avanza, sin saber que su dueño no es capaz de manejarlo, y el dueño le tira , sin importarle ahogarse al perro.
Y la noche crece y llega lenta, a la velocidad con la que crece un niño; esta claro que hoy es niño pero un buen día se hace hombre. Esta claro que hoy es día, y este parece que es eterno, pero la oscuridad se adelanta y hace que nos llegue el sueño.
Y siguen pasando vidas; enteras, vacías, perdidas, a medias. Reunidas o solitarias se mueven de esquina a esquina , unas sabiéndose sentidas, otras afirmando que no es así, y , las más tristes, las que ahora me duelen: las vidas espejo, aquellas que reflejan tan solo ilusiones, que iluminan simple apariencia y me dañan sin pensar, porque no es que no puedan, es que sus fijaciones son crear pirámides desde el vértice. Saben que importa esa cúspide, saben que eso s la gloria pero no saben que todo se empieza desde abajo; bueno, no es que no lo sepan, parece que no lo quieren.
¿Y que hacer con esos reflejos? Y, lo que me atormenta más de todo esto… que será de ti; vida perdida que no encuentras el ritmo y crees encontrarlo donde más lo pierdes. Vida, tú que continuas, te pido que avances con una meta, pero por favor, quizá me muestre yo egoísta… que sea lejana y este en esta tierra."

11 octubre 2008


(((maca)))

Cáncer 2


Podría decirse que esta es la segunda parte del texto anterior... habla sobre lo mismo. Te dicen que alguien de tu familia tiene cáncer, ese alguien es nada más y nada menos que tu padre... tu tienes quince años y estás ahí como observando todo desde una ventana.


"Una enfermedad. ¿Quién no se asusta al oír esta palabra? Muy pocos lo consiguen, y yo nunca puedo evitarlo. Será porque desde pequeña cada vez que veo a una persona con alguna enfermedad me imagino a alguno de mis seres más queridos cargando con ese calvario. Siempre me ha asustado esa palabra, pero desde hace cuatro meses cada vez que la oigo me siento llena de rabia, impotencia, llena de ira y… sola. Será porque hace unos meses diagnosticaron cáncer de pulmón a mi padre. En cuanto me enteré comencé a llorar sin parar, de estas veces que lloras tanto y tan seguido que sientes que te vas a ahogar. El tiempo pasó y todos los componentes de la familia comenzábamos a convertirnos en una piedra con un interior de plastilina. Aparentando que todo iba bien, pero siempre que podíamos llorábamos a solas, encerrados en algún cuarto. Como supongo que es lo normal, los primeros días estábamos todos muy tristes, callados, pensando todo el rato en como sería el cáncer, si lo tendría muy extendido o muy avanzado, si se podría curar en poco tiempo o en años, si mi padre sufriría mucho, si aguantaría siempre a nuestro lado… Personalmente, soy optimista, y la verdad esque nunca pensé que llegase a ser muy grave, intentaba no pensar en ello y llenarme la cabeza con otro tipo de temas y evadirme, siempre que pudiera de mi casa, para así no ver a la familia, y darme cuenta de lo que ocurría realmente. Pasó un mes aproximadamente, y abrí los ojos. Aún no teníamos ninguna otra noticia. En ese momento me fijé en mi madre, estaba mas delgada de lo normal, con la cara de sueño que tienen las madres cuando no pueden dormir porque el bebé se pasa llorando toda la noche, pero no hay ningún bebé en mi casa, y bien sé que tiene esa cara de agotada de llorar sola por las noches, para que no nos demos cuenta de cómo le afecta todo. Intenta sonreír, y hacer como que no pasa nada. Charla conmigo y me dice que no me preocupe, que papá es fuerte y que va a aguantarlo y que seguro que se lo han cogido a tiempo, que tengo que mirar lo bueno de esto y darme cuenta de que esto puede servirnos para unir más a la familia. Mi madre es todo un ejemplo. No lo digo porque sea mi madre, sino porque la quiero con toda mi alma y en cuanto estas un rato con ella te das cuenta de que es todo corazón, que se da siempre a los demás y que es la más bonita de todas. Así que poco a poco mi madre me va animando y yo cada día la veo peor, así que ya que tengo la suerte de ser su hija, quiero imitarla. Quiero conseguir no perder nunca la esperanza. Aunque vea que hay gente cruel, injusta, llena de rabia, con poco corazón. Siempre hay que llevar el corazón por delante, porque yo creo que ahí dentro hay un cofre donde cada uno guarda su esperanza. Aunque mi madre este así ahora yo sé que su cofre está a rebosar, aunque, como es humana se derrumba a veces, pero para eso estamos su familia, para ser su bastón; y para recordarle que la esperanza nunca se pierde y que es la más bonita de todas."

2007

((((maca)))

Cáncer


Esta tarde, mientras trabajo sobre Bordieu, me propongo subir algunos textos... ningúno es de ahora pero todos son míos.
Aquí vá el primero... cuando tenía 15 años.



"¿Qué he de pensar?, ¿Cómo me siento? La verdad esque no lo sé ni yo misma. Me he empezado a sentir así desde el momento en que mi hermana me dijo por teléfono que mi padre tenía cáncer de pulmón. Nunca se me había pasado por la cabeza que aquella voz ronca de mi padre seguida de sus múltiples toses pudiesen ser el resultado de aquella enfermedad que a mis oídos suena tan horrorosa y cuando pienso en ella tranquilamente me parece algo lejano a mí y a mi familia. Pero no, no es lejano a mí, y mucho menos a mi familia, cáncer, esa palabra que en apariencia es simple pero que esconde un significado atroz, cáncer: se había apoderado de mi padre. Al enterarme de la noticia no sabia como reaccionar, estaba en mi casa con dos de mis hermanos, el resto de la familia estaban en el hospital con mi padre. En ese momento lloré, las lágrimas no dejaban de correr por mis mejillas a una velocidad deslumbrante, lloraba de impotencia: saber que no podía estar con mi padre en ese momento ni hacer nada por él me lleno de rabia, también lloraba de tristeza, sorpresa, confusión, sobre todo porque me temía que me pudiesen ocultar algo de la enfermedad, por eso que me a tocado ser en esta vida: la pequeña de la casa, es decir: la mimada y protegida. Estaba asustada, no sabía que decir ni que hacer así que le di el teléfono a mi hermano para que ellos pudiesen hablar tranquilamente.
Ya van a hacer dos meses desde que nos enteramos de aquella noticia, y desde entonces mi padre intenta dejar de fumar y coger fuerzas y ánimos para todo lo que se le pueda venir encima…
Yo, después de convivir tan de cerca con la enfermedad de mi padre, me he dado cuenta de que no hay que tener miedo, ni sentirse tristes por lo que pueda pasar; sino que e de estar orgullosa de cómo lo estamos llevando, especialmente mis padres, y alegrarme por tener un padre tan fuerte, que, aunque a veces parezca que se derrumba, yo sé que siempre está con ánimos y dispuesto a todo."

2007

(((maca)))

La distancia es cuestión de gestos


Es la segunda vez que publico aquí, y no sabía que subir exactamente... después de rebuscar durantes unos minutos me he encontrado con esto que no escribí hace tanto; si lo viese un poeta seguramente me diría que lo mío no es escribir, que me dedique a otra cosa porque esto e srepetitivo, "pasteloso" y aburrido... Lo escribí una noche cuando le sentía más lejos todavía que ahora,la diferencia está en que ahora me da igual y antes ocupaba mucho. Se trata de uno de esos amores que se te cruzan y da igual lo que hagan ellos, para tí serán perfectos siempre, y da igual que se acabe, para tí siempre existirá una posibilidad. Pero no siempre, crees que todo será eterno, crees que nunca va a dejar de ser perfecto aunque la perfección nunca la hubo y si existió duró segundos. Procuras olvidarlo inumerables veces, nunca lo consigues pero... nunca digas nunca porque al final lo haces.
Lees aquello que habías escrito pensando en él y te gusta, te gusta lo que sentías pero te alegras de no sentirlo.


" A cientos de quilómetros, estás tan lejos.
En otra ciudad, estás tan lejos.
A un par de manzanas, estás tan lejos.
A un parque tan solo, y estás tan lejos.
En otro bar, y estás tan lejos.
A unos metros de distancia, estás tan lejos.
Tú espalda contra mi espalda, estás tan lejos.
Mis ojos buscan los tuyos, estás tan lejos.
Te veo, te tengo enfrente, te siento lejos.

Hablaremós, ya vés, tu sigues lejos.
Intentarás hablarme quedandote mudo, estás tan lejos.
Querría decirte tanto..., y estás tan lejos...
Nos callamos, pasa, y sigues lejos.

Te veo, te tengo enfrente, te siento lejos.
Mis ojos buscan los tuyos, estás tan lejos.
Tú espalda contra mi espalda, estás tan lejos.
A unos metros de distancia, estás tan lejos.
En otro bar, y estás tan lejos.
A un parque tan solo, y estás tan lejos.
A un par de manzanas, estás tan lejos.
En otra ciudad, estás tan lejos.
A cientos de quilómetros, estás tan lejos."

23 - Febrero - 2010


(((maca)))

Sin la manta en el sofá viendo las viejas fotos


Echas de menos, ¿verdad? A quién, el qué… esa no es la pregunta, la cuestión es que echas de menos y hoy especialmente, ¿me equivoco? Aunque sea porque te lo he recordado… Si te sirve de algo, yo también echo de menos.Puede ser tu familia, tus amigos, alguna persona especial… tal vez sea un destino al que nunca llegaste, tal vez… puede ser, yo a veces también echo de menos cosas o momentos que nunca he tenido pero los soñé, y soñar con algo es casi como tenerlo. Soñar proporciona la satisfacción de rozar ese algo con la punta de los dedos, te da esperanza para conseguirlo… si no lo logras al menos lo has tenido en sueños, mejor así, mucho mejor que no haberlo intentado.Echar de menos no tiene porqué estar ligado a estar triste, a que sea invierno y te encuentres solo en el sofá de tu casa helada con una manta viendo las viejas fotos… Echar de menos algo o alguien puede ser más divertido, yo al menos me lo propongo. Echo de menos mi vieja ciudad, sus calles, su gente y su mar. Echo de menos el viento del norte que es capaz de despeinarte en cuestión de milésimas de segundo, echo de menos ese viento que es el mismo que te da sensación de alivio cuando el sol quema en tu espalda; el mismo viento que casi te hace volar desde el rompeolas. Echo de menos los paseos sin rumbo, la sensación de querer salir de casa y llegar a algún lugar donde encontrar alivio; ahora el alivio lo encuentro entre esas paredes. Echo de menos cada cafetería donde alargamos las tardes, cada uno de los locales donde convertimos en día la noche. Echo de menos cada esquina.Echo de menos cada persona que forma mi familia, echo de menos cada persona que ha dejado huella en mi vida. Echo de menos a mis amigas, a esas que siguen ahí aunque sigan pasando los días. Echo de menos de menos a esa gente que sé que ya no va a volver pero que todavía mantengo. Echo de menos sus risas histéricas, sus ganas de bailarlo todo, su energía de las mañanas y su continuidad en las noches. Echo de menos que me digan que no están bien y poder ir a abrazarlas al cuarto de al lado, echo de menos comentar el tiempo asomándonos a la ventana. Echo de menos esas personas.Echo de menos los días de infancia: las mañanas madrugando para que papá nos lleve al colegio sin llegar tarde a su oficina, la merienda que me preparaba mamá y cruzarme con mis hermanas en los pasillos sintiéndome una auténtica enana. Echo de menos el día que se hicieron grandes y no recuerdo bien cuando fue. Echo de menos las noches en que no me dormía y tenía que venir Candela o María a contarme algún cuento o historia de sus vidas de adolescente enamorada. Echo de menos la guerra de canciones con mis hermanos desde las literas. Echo de menos ver la televisión a escondidas por la noche y prometer que me sabía la tabla del 9 cuando sabía que era mentira. Echo de menos los primeros cumpleaños, las fotos en la playa, las excursiones, los momentos que no volverán. Echo de menos la inocencia de cuando se es niño y que mi madre me diga que no me quiere ver crecer. Echo de menos esos días.Se puede echar de menos con alegría, o al menos sin ganas de querer llorar; simplemente haciendo un feliz repaso de aquellos lugares, personas y días que se han acabado o continúan en ti. Porque hoy echo de menos y necesitaba decirlo, porque lo hago y soy feliz. Porque estas calles también me gustan, porque me gusta ver la gente de la gran ciudad, me gusta sentir que me ahogo sin ver el mar y que de repente, sin saber muy bien como, vuelvo a ver el aire pasar. Me gusta no saber que me deparará la vida mañana y saber que lo que tengo es ahora, y ese ahora es lo único que puedo aprovechar.

22 y 24 Abril 2010

(((maca)))