La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

jueves, 29 de septiembre de 2011

=)

A TI SI QUE VOY A ECHARTE DE MENOS
(AUNQUE NO SÉ SI TANTO COMO TÚ A NOSOTROS...)
SI ALGÚN DÍA TE SIENTES UN POQUITO SOLA...
SABES QUE YO SIEMPRE DUERMO CON LA PUERTA ENTORNADA ASÍ QUE SOLO TIENES QUE EMPUJARLA
APARECE CUANDO QUIERAS, AVÍSAME O HAZLO DE SORPRESA
NO DEJES QUE PIENSEN POR TI PORQUE YA ERES MAYORCITA...
HAZ TODO LO QUE QUIERAS HACER
Y SIGUE SONRIENDO
NO DEJES DE SER LA MEJOR MADRE DEL MUNDO
NUNCA
NUNCA

MAMÁ
SABES QUE VOY A ESTAR GENIAL
OJALÁ YO ME ASEGURASE QUE TÚ TAMBIÉN LO ESTARÁS...

TE QUIERO


(((maca)))

miércoles, 28 de septiembre de 2011

De nadie a nadie

Se nos echa el tiempo encima, como siempre. Igual que siempre pasan los segundos, siempre al mismo ritmo, el tic tac no se detiene ni cuando te miro a los ojos y sonríes; todavía no provocas que el tiempo se detenga.
Qué vas a hacer con tus días, qué será de tu vida... ni tú ni yo lo sabemos, y mi futuro es una interrogante más grande incluso que nuestro destino.
Volveremos a encontrarnos. No sé si será el azar o el simple hecho de que nuestras familias viven solo a un par de metros y, quien sabe, quizá un día dentro de unos meses o de años nos encontremos en la cola del supermercado. Tú me mirarás y te sorprenderás de ver que ya no te miro como antes, yo te miraré intentando ocultar el nerviosismo y el miedo. Quizá nos veamos en un café, o en una fiesta una noche. Tal vez tengamos hijos y coincidan en el mismo colegio. Tal vez no me case nunca y vaya a vivirme lejos, tan lejos que volvamos a encontrarnos.



(((maca)))

lunes, 26 de septiembre de 2011

Ya no sé echar de menos pero aun así a veces se me pone la piel de gallina.

Creo que char de menos es algo propio de pequeños y de viejos, con pequeños abarco hasta la adolescencia que cada uno puede alargarla hasta donde quiera... y con viejos, me refiero con todo el respeto, a todos aquellos que hayan vivido bastante pero no lo suficiente. ¿Se vive lo suficiente alguna vez?
Pues eso, que echar de menos es algo que se aprende fácil y que cuesta descartar pero hay que hacerlo; no podemos pasarnos la vida teniendo la capacidad de echar de menos. Yo ahora no la tengo, la he perdido y quizá sea una pena, no lo creo. No soy capaz de echar de menos, puedo recordar ciertos momentos o a determinadas personas que no van a volver pero no sé echar de menos, ya he dicho que esa capacidad no va a volver hasta que consiga llegar a vieja. Es una suerte al fin y al cabo, de pequeños somos más flexibles y esa flexibilidad nadie nos la devuelve a los 90 años, de mayor aspiro a ser sabia y es algo que no soy todavía. La capacidad de saber ciertas cosas o de tener flexibilidad es algo que nos llega en determinado momento y luego se va, o que llega un tiempio antes de irnos nosotros. La capacidad de echar de menos aparece en cambio en dos momentos de nuestra vida, es por eso que la suerte esta de nuestro lado. Ser capaces de echar de menos algo o alguien siempre sería espantoso.
No echar de menos no significa no querer a nada ni a nadie. Yo no voy a echarte de menos, lo sé, no queda bonito decir eso pero no puedo mentirte. Voy a acordarme de tí, voy a olvidar quizá ciertas fechas importantes y tal vez olvide llamarte cuando vayas al médico. Pero alguna noche, cuando la pierna al aire se enfríe y el bello de la piel me recuerde que me compraste unas medias que no uso y que existes, sonreiré por tí. O me reíre sola en la calle si veo a unas niñas reírse como tu y yo lo hemos hecho tantas veces. O cuando vea a un abuelo, a una madre, a una amiga, a un perro como Tomás... cuando huela a tierra mojada o necesite ver el mar os tendré conmigo. Porque no fui la más elástica de clase pero en gimnasia siempre sacabamos dieces, porque tal vez el miedo al potro, cuando lo supuré, me hizo más voluble y capaz de casi todo. Porque ahora no echo de menos y así vivo mejor, porque os quiero a todos pero si os echase de menos no me permitiría ser feliz del todo, os haré partícipes de mis alegrías y por favor ... no nos echeis de menos que yo también seré partícipe de las vuestras.



(((maca)))

domingo, 25 de septiembre de 2011

Una felicidad que asusta


Andando por el pasillo de mi casa, mi casa de toda la vida donde aprendí a andar y a saber caerme, dónde guardaba tesoros infantiles debajo de la madera, donde hacíamos carreras de coches y desfiles, los pasos suenan igual.
La casa brilla con luz propia, es el día que es precioso y yo creo que el sol se cuela para prepararme la despedida. No es más que otro curso en el que me voy, no es el primero ni el segundo así que el terreno ya lo tengo dominado: será fácil, complicado. Pasarán cosas sorprendentes, nace una nueva vida (la de mi sobrino), habrá más sonrisas en el mundo y quien sabe que otras cosas. No, no vuelvo la cabeza porque eso hace daño pero me doy cuenta, soy plenamente consciente de que pasarán, haremos que pasen cosas, que ahora no sabemos; siempre seremos libres.
Con esta luz y siendo hoy domingo todo se ve dulce, como si la vida fuese un gigante caramelo con un sabor que nos evoca la infancia, un poco de miedo.
Estoy bien, tan bien que a veces me siento algo arrogante si me enfrento al espejo. Mamá no dice nada pero me ve contenta y se que ella no puede sentir lo mismo al cien por ciento. Es complicado ser madre supongo, no lo digo por tener que aguantar a los hijos cuando nos ponemos insoportables, sino por tener que decirles adiós cuando estos deciden irse. Debe ser dificil dedicar tu vida a que crezcan sanos y fuertes, que sean inteligentes y forjen su personalidad ellos mismos, no cogerles en cada caída para que aprendan y aguantar las ganas de tenerles en brazos cuando lloran y no quieren consolarse contigo. Debe ser complicado ser padre y querer tener tu vida y darte cuenta de que un día decidiste tener algo tuyo, un hijo, sangre de tu sangre pero por un tiempo prestado porque luego todos crecemos y los padres se van haciendo más sabios y los hijos más padres. Quien sabe.
La ventana, que está abierta, me recuerda que siempre hay oportunidades de ver la vida más alla. Tengo ganas de tener siempre mi balcón abierto, de poner macetas con geranios, de oler la vida con canela, asomarme e invitarte a entrar.
Quiero que todos seamos felices, que todos los corazones se enamoren, que todas las sonrisas sean limpias y los ojos siempre brillen. Quiero que el sol no deje de quemarme, que nunca nos sintamos solos porque siempre vamos a tenernos, siempre. Quiero que no llores ni un poco, que no tengas miedo a que me haga grande e imbécil porque si algo tiene que pasar prefiero que nos coja por sorpresa.


(((maca)))

domingo, 4 de septiembre de 2011

mini-vacaciones

Necesitaba irme unos cinco días, es el tiempo perfecto para no creer que voy por exámenes cuando es justo por eso por lo que voy, aunque me haga creer a mi misma de que son unas mini-vacaciones. Unas vacaciones dentro de otras, en las cuales tendré que ir a la universidad casi todos los días pero me lo tomaré como un juego. Acaso no es así? En serio, hay que vivir la vida un poco a broma! O es que no nos damos cuenta de que solo es una? La seriedad es válida en ciertos momentos, la risa en muchos más. (Y lo digo yo que la mayoría de la gente dice que soy antipática, borde o que estoy siempre demasiado seria.)
Mini-vacaciones, suena bien, un poco a chiste, no? Al menos para mi que sé que tengo que dar estos días el último empujón en cuanto a estudio. No importa, todo está bien: tendré tiempo para todo, incluso para respirar tranquila el aire contaminado que tanto me gusta... Madrid se puntual, ya llego.


(((maca)))

sábado, 3 de septiembre de 2011

Bo viaxe

Sería de mala educación no decir mi nombre y dar dos besos así que haré lo primero ya que besar a través de una pantalla es algo que todavía no se ha logrado, creo que las cosas no se logran si no se intentan.
Soy Macarena y estoy emocionada. Sí, emocionada, tensa, nerviosa, con muchas ganas de comerme el mundo la verdad. Sí, me estoy riendo sola y me siento genial, a lo mejor me estoy volviendo loca... ojalá estuviese loca.
Ya llegó septiembre y han llegado entonces los exámenes de aquellos que no pusimos el esfuerzo necesario en junio y que pertenecemos al plan "antiguo" de estudios en la Universidad, eso de hacer los exámenes en julio no me convence, ¿no crees como yo que es mejor ahora?
Se empeñan en anunciar en todos lados que ha terminado el verano. Cuando digo "se empeñan" me refiero tanto a la gente como a las empresas y su publicidad, mis amigos de tuenti y facebook, así como los contactos de twitter o la gente con la que me cruzo por la calle no para de repetir lo mismo "SE HA ACABADO EL VERANO". Lo dicen con resignación, pero sé que en el fondo les encanta, ¿sino por qué lo dicen? Muchos han vuelto al trabajo o ya han empezado la Universidad (siento necesidad de reiterar cuanto quiero "el plan antiguo"...). No sé, a lo mejor estoy equivocada pero que yo sepa todavía no es 21 de septiembre y... vaaaale, en La Coruña no estamos teniendo el mejor tiempo pero, ¿lo hemos tenido acaso hace un mes? No, ¿verdad? ¿Y por qué decíais que sí era verano? Ah, bien bien... ahora lo entiendo. Hace un mes era genial eso de irse a la playa con las bermudas y las gafas de sol nuevas y sacarse un par de fotos, ¿es eso? Ahora os apetece estrenar vuestras botas y chaquetas de cuero y oye... que no lo veo tan mal, ¡pero no pretendais que me quite ya las sandalias!
Mañana vuelvo a Madrid, solo por un par de días y por cuestión de exámenes, luego volveré a La Coruña y seré plenamente feliz, independientemente de cómo me hayan salido los exámenes lo juro, y seré más libre que lo soy ahora.
Es perfecto.
La luz, el estado del cielo, los nubarrones grises añiles y malvas. Son perfectos los escalofríos al cruzar la esquina y el viento en la cara y las orejas, es perfecto llevar o no chaqueta, sentarse en la acera y ver pasar coches y coches. Arrancar un poco de hierba y examinarla detenidamente, no tener prisa, sentirse bien en este verano con este tiempo.
Las nubes se mueven rápido, van en dirección al mar, tal vez buscan salitre que lanzarles mañana; a mí no me lanzaran la sal, yo mañana estaré algo más lejos. No me echeis de menos.



(((maca)))




jueves, 1 de septiembre de 2011

Recuerdos de qué era el sol (I)

Un hombre. Ni muy mayor ni recién entrado en los 50, calculando a la ligera: de la década de los que les asustó internet pero han dejado de escribir cartas. Estaba sentado en esa terraza plateada, azul y blanca, con las sillas de mimbre y un salero en cada mesa; estaba sentado y solo contemplaba como la gente pasaba. Admiraba las faldas de las niñas volando al viento, perseguía los pasos de sus madres y las miradas de los padres asombrados.
Absorbía por la nariz ese olor seco del whisky, movía los hielos con cuidado y daba pequeños sorbos seguidos de un largo ronquido. Le costaba respirar y ver el lado bonito de la vida, el que había llenado de luz de sol aquella tarde, el que permitía que las risas y los helados formasen un perfecto caos en esa terraza donde las personas vivían y convivían largas horas.
Su jersey sobre los hombros sobraba pero no se lo quiso quitar porque a pesar de todos los pesares, seguía conservando aquella imagen impecable de hacía algunos años: cuando podía ver los rayos del sol despertarle de la cama, cuando no admiraba a los demás sino que tambien a si mismo.
El vaso se resbalaba entre sus grandes y temblorosas manos, quería esconder sus miedos pero no podía ahogarlos ni si quiera en un vaso tan ancho, a veces la vida te hace temblar por miedo, a verte solo por ejemplo, y entonces las manos vacilan aunque antes hubiesen tenido fama de ser firmes como lo fue tu vida.
Detuvo su mirada en una mesa azul, blanca y plata como las demás, pero distinta al resto porque en ella encontraron sus ojos a una familia completa, que parecía feliz y sintió envidia aun sin querelo. Sin esperarlo se vió solo, se vió más solo que nunca y ni siquiera puedo gruñirle a su sombra porque el sol era tal que se la había robado.

(...)

(((maca)))